Acerca de la raza Duroc y el «mundo del porcino ibérico», Matizaciones y puntualizaciones

En el número 135 del boletín de ÁGORA TOP GAN escribí, a raíz de una Jornada Técnica organizada por la ANPS a la que asistí en Lorca, una nota acerca de la compleja temática en la que se encuentra inmerso del binomio “La Raza Duroc y Mundo del Porcino Ibérico”.

Al parecer, tan complejo es este binomio en la realidad actual, que partes directamente implicadas en el mismo no desean, al menos hasta el momento, responder a mi solicitud y poner en negro sobre blanco un análisis exhaustivo propio de la situación al dia de hoy y de sus perspectivas a un corto – medio plazo.

Luego y como era de esperar, el mencionado artículo, al igual como sucede con otros que escribo para el boletín, ha levantado las correspondientes ampollas (y también, afortunadamente y fundamentalmente desde el sector primario directamente afectado, felicitaciones; por cierto, bastantes más de éstas que de aquéllas)

Y todo ello me ha llevado porque, como dice aquel viejo adagio, “rectificar es de sabios”, en esta oportunidad y a solicitud de la actual Dirección de la ANPS (Asociación Nacional de Criadores de Ganado Porcino Selecto), a utilizar el espacio que me otorga el boletín para realizar una serie de puntualizaciones, consideraciones y matizaciones, que, sin duda, aportarán claridad y mejoraran el artículo original.

En este contexto y en primer lugar, debo puntualizar y matizar, aunque pienso que lo dejé claro, que la ANPS no acredita ningún animal; la ANPS es una entidad reconocida por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) para que, como exponía en mi artículo, sea la que gestione el libro genealógico de la Raza Duroc.

Gestionar aquí significa que la ANPS, como entidad reconocida, es la que inscribe a aquellos animales de la Raza Duroc que cumplen las condiciones y criterios establecidos en el Programa de Cría. Como es natural, de los animales inscritos, la ANPS puede emitir, a solicitud de las empresas, los oportunos y correspondientes certificados zootécnicos.

En la actualidad, además de las empresas que citaba, a título de ejemplo, en mi artículo hay otras empresas que también están inscribiendo sus machos Duroc, léase: UPB, PIC, GEPORK, CEFUSA y TOPIGS, lo que da aún más relevancia., si cabe, a la importancia que tiene hoy la raza Duros en el “Mundo del Ibérico” (importancia que, a mi entender, no va a disminuir en el futuro, sino todo lo contrario).

Como es lógico y lo expongo, aunque probablemente no haría falta, la normativa existente no permite ni al Censyra ni a ninguna empresa de genética, la utilización de machos Duroc no inscritos.

Esta realidad no disminuye la complejidad de la situación expuesta en mi primer artículo y, por supuesto, al día de hoy, esta complejidad se ve agravada por el hecho, nos guste o no, de que siguen llegando a ciertos mercados “productos con una denominación comercial relacionada con el Ibérico”, que no proceden de unas bases animales inscritas en su totalidad en los libros genealógicos. Por esta razón, estos productos no están amparados por la “Norma de Calidad del Cerdo Ibérico” y, consecuentemente, no ofrecen las garantías de los que sí lo están.

No hace falta indicar que frente a los productos de la máxima calidad, en el mundo del porcino, está un mercado muy afectado por la situación económica de la demanda inmersa en una significativa disminución de su poder adquisitivo neto (PAN) en razón de la inflación que sufrimos (5,6 por 100 en el año 2021 y probablemente más del 8 por 100 en este 2022) y, consecuentemente, de la evolución del Índice de los Precios al Consumo (IPC).

Esta realidad económica es la que, sin duda, ayuda, en cierta medida, a que el “Mercado final relacionado con el Ibérico”, considerado desde una visión global, ofrezca la complejidad referenciada.

Confío en que con esta segunda nota ejerza el mismo efecto curativo que tiene el vinagre de manzana, con sus propiedades antibacterianas, en la curación de las ampollas.