El nudo gordiano del sector de la leche de vaca en España

Soy muy consciente acerca de que he escrito sobre este complejo tema más de una vez, pero no me resisto a incursionar otra vez en él a raíz de las preguntas, comentarios y observaciones que surgieron la pasada semana con motivo de una charla – coloquio, que impartí sobre “el presente y futuro del sector lácteo en España”.

Para situarnos y aclarar la razón del título de la presente nota: según la Real Academia Española, el término nudo gordiano hace referencia a una situación o problema complejo que parece irresoluble a simple vista. Así es, exactamente, como se presenta, ante mis ojos, la crisis cuasi permanente en que está inmerso, desde hace mucho tiempo, con breves intervalos de bonanza real, el sector de la leche de vaca en España.

Como se exponía de manera brillante en la Editorial del Boletín Informativo de AGAPROL del pasado 18 de abril,  “la sensación de crisis en el sector lácteo es algo que supera con creces el precio que se paga a los ganaderos por producir un litro de leche. La verdadera magnitud de la crisis del sector se asienta en las relaciones existentes dentro de los eslabones de la cadena alimentaria y la percepción que cada uno de los mismos tienen tanto de los que están por encima como por debajo de la misma y la triste realidad es que los ganaderos siempre están en la parte inferior”.

Es decir, insisto una vez más, una de las bases de este problema reside, en el sector de la leche de vaca español,  en el incumplimiento cuasi permanente de la Ley de la Cadena entre los dos primeros eslabones de la misma: los ganaderos  y los primeros compradores de la leche de sus vacas.

Si empezamos analizando el precio que perciben actualmente nuestros ganaderos hay que significar la relativa bondad existente de los mismos hasta el mes de marzo (los precios oficiales fueron en España de 50 cts. / Litro, frente a los 48,3 cts. /Litro en la Unión Europeo; el diferencial era de unos 3,7 cts. /Litro a favor de nuestros ganaderos).

Pero, como dice aquel viejo adagio “la alegría dura poco en casa del pobre” y así, en los últimos contratos negociados en el sector, se ha registrado una bajada media general en los precios de compra del orden de unos 3 cts. /Litro con lo que prácticamente queda anulado el diferencial mencionado.

En esta realidad influyen, por una parte, la estacionalidad de la producción (por cierto, menos marcada en España que en otros Estados de la Unión Europea) y, por otra, la dura dictadura ejercida por el penúltimo eslabón de la cadena (ello es posible por la gran facilidad con que este eslabón puede acceder, a unos precios muy interesantes, a los grandes excedentes de leche y de producto lácteos, que se generan anualmente en el ámbito del mercado único de la Unión Europea (U.E. – 27).

Así, el año pasado, año 2023, la U.E. – 27, con una producción global de leche cruda cercana a los 160 millones de toneladas, exportó, por ejemplo, 251.000 t de mantequilla, 780.000 t de leche desnatada en polvo, 262.000 de leche entera en polvo y casi 1,4 millones de toneladas de queso. Paralelamente importó unas 30.500 toneladas de mantequilla y unas 175.000 toneladas de queso.

Ante esta situación el mencionado nudo gordiano está perfectamente servido y de no haber un gran cambio estructural, político, en las relaciones comerciales a lo largo de la cadena del sector de le leche de vaca en España, empezando por la defensa a ultranza,  económica y de imagen, de la producción nacional (también en las marcas de distribución)  y por la aplicación real de la Ley de la Cadena (con lo que todo ello significaría a nivel de P.V.P.), este nudo gordiano no se va a poder deshacer en forma alguna, a pesar de los grandes esfuerzos y sacrificios, que hace el primer eslabón de la cadena, como nos recuerda regularmente, por ejemplo, AGAPROL OPL.

Y es que hoy y  aquí, ante la oficialmente consentida realidad estructural de este sector pecuario, sus molinos de viento, los gigantes de don Quijote, son absolutamente invencibles.