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Capítulo X: sanidad animal para vacunos y búfalos manejo sanitario preventivo, curativo, racional y responsable de vacunos y de búfalos en pastoreo en américa tropical

Publicado: 13 de octubre de 2022
Por: Raúl Botero Botero MVZ; MSc.
INTRODUCCIÓN
Las enfermedades zoonóticas son un grupo de enfermedades infecciosas que se transmiten de forma natural desde los animales a los seres humanos. Por ello el manejo sanitario preventivo, curativo, racional y responsable es indispensable de realizar, dado el alto crecimiento de la población humana y animal, la alta presión sanitaria, la mayor incidencia de patógenos y los altos costos para su control, debidos a la intensificación productiva actual y futura requerida con los rumiantes (vacunos, búfalos, ovinos, caprinos y camélidos suramericanos) y demás especies animales en América tropical.
Es indispensable hacer la curación del ombligo en todos los lactantes recién nacidos. Una vacunación única en la vida, o bien con una frecuencia semestral o anual, ojalá contra todas las enfermedades infecciosas (virales, bacterianas, fúngicas, etc.). Un control racional de enfermedades parasitarias internas (gastrointestinales, pulmonares, hepáticas, hemoparasitarias y nasales), y de enfermedades parasitarias externas (garrapatas, tábanos y demás moscas picadoras y de las heridas, tórsalos o nuches, piojos, pulgas, ácaros aradores de la piel, etc.). Tratamientos contra otras afecciones de la piel (virus, bacterias, hongos, filarias, heridas, etc.). La prevención de enfermedades carenciales de minerales y vitaminas, de cojeras, de diarreas infecciosas y parasitarias, timpanismo y demás afecciones digestivas. Todas ellas son de común presentación en rumiantes domésticos o son específicas de cada país, región o zona geográfica de América tropical. En el caso de vacunaciones contra enfermedades infecciosas que se presentan en cada especie animal, en cada país se comercializan vacunas específicas, las que generalmente requieren de refrigeración, desde su preparación hasta su aplicación, por las vías subcutánea o intramuscular, directa e individualmente a cada uno de los animales que se deberán inmunizar, de manera temporal o permanentemente.
Para controlar enfermedades parasitarias internas y externas se comercializan diferentes formulaciones químicas de productos desparasitantes e insecticidas que las controlan eficientemente por ingestión, inyección o por aspersiones sobre la piel.
Para el tratamiento de afecciones causadas por virus, bacterias, hongos y protozoarios de la piel, se encuentran productos químicos comerciales, entomopatógenos y proteino - terapias que se pueden aplicar de forma tópica o localizada directamente sobre las lesiones cutáneas o por vía sistémica.
Para el control de enfermedades carenciales se comercializan suplementos o sales a base de macro y/o de microelementos minerales y/o de vitaminas, para suministrar permanentemente y por ingestión voluntaria o por inyección, que previenen y/o corrigen sus deficiencias específicas.
Los productos naturales o comerciales y el manejo animal utilizados para el control biológico de mamíferos (vampiros hematófagos), insectos, nemátodos y microorganismos plaga no deberán afectar a los microorganismos eficaces - E.M.; microorganismos de montaña - M.M.; entomopatógenos (Beauveria bassiana y Metarhizium anisopliae), de cepas específicas contra garrapatas, moscas picadoras, sus larvas infestantes, etc.; y los demás virus, hongos, levaduras, bacterias, entomofauna benéfica, insectos, gusanos, lombrices, aves domésticas y silvestres que actúan como controladores biológicos naturales de la gran mayoría de los patógenos que afectan a los animales y al hombre.
Entre las serpientes venenosas se destaca el accidente ofídico producido por el género Bothrops, en América tropical. La especie B. atrox (Cuatro narices, Terciopelo o Jergón de la selva) y Crotalus sp (Cascabel), son causantes de más del 90% de los casos. El diagnóstico específico de su mordedura en animales es prácticamente imposible y su pronóstico es reservado, por no decir desfavorable o fatal (Botero, 1976).
Adicionalmente, los animales vivos que ingresan a la finca deberán permanecer en una cuarentena estricta, para evitar así el contagio del hato con enfermedades bacterianas, fúngicas, parasitarias, virales, etc. y el ingreso de malezas, cuyas semillas se eliminan en las heces y colonizan las praderas del hato.
Curación del ombligo en los animales recién nacidos
El mismo día que el animal nace, se deberá proceder a desinfectar y curar su ombligo, para impedir el ingreso de bacterias y el desarrollo de larvas de moscas dentro de los tejidos del ombligo. La infección por bacterias (Staphylococcus aureus; Trueperella pyogenes; Streptococcus pluranimalium; Mycoplasma bovis y Escherichia coli) se manifiesta como una poliartritis o inflamación de las articulaciones y esta infección hace que el animal no se desarrolle nunca eficientemente, o muera (Yurdakul, I, 2019). Esta curación se realiza cortando el tejido del ombligo fresco y posteriormente el muñón se sumerge en Glicerina Yodada al 50% diariamente, al menos durante los tres primeros días después de su nacimiento. Para facilitar su aplicación, la Glicerina Yodada al 50% se deposita dentro de un frasco plástico de boca ancha y con tapa, que permita destapar, introducir y sumergir fácilmente el ombligo dentro del frasco. La mezcla de la Tintura de Yodo con glicerina impide que la solución se lave con el agua lluvia o con el lamido que hace la madre sobre el ombligo de su cría recién nacida.
Tratamientos preventivos y curativos para el control de parásitos internos
Para el diagnóstico de parásitos gastrointestinales, pulmonares y hepáticos presentes en los animales, realizado en el laboratorio, se deben hacer conteos de huevos de parásitos en las heces, e identificar las especies de tales parásitos, mediante la forma y tamaño de sus huevos. Este método consiste en tomar muestras individuales de heces frescas, cada tres meses, y al azar, a un 10% de los animales lactantes, y cada seis meses a un 5% de los animales de levante, adultos y a todos los animales que demuestren debilidad, anemia o pérdida de peso. Este muestreo se deberá realizar durante 3 días continuos, porque las hembras de los nemátodos no ponen huevos cada día y la muestra de un solo día no reflejaría con precisión la cantidad de huevos excretados (Fernández et al., 2008; Silva-Díaz et al., 2015). Cada muestra, deberá ser de un mínimo de 10 gramos de heces frescas por cada animal. En este caso específico, se recomienda utilizar la Cámara de Mac Master, observada con un microscopio en un laboratorio, que permite contar e identificar los huevos de cada especie parasitaria por flotación, para definir la intensidad y gravedad del ataque. Si se observa una incidencia igual o mayor a 500 huevos/gramo de materia fecal, se recomienda desparasitar al grupo de animales que presentó tal incidencia puntual.
Se recomienda utilizar desparasitantes orales de la familia de los Bencimidazoles: Albendazol, Mebendazol, Tiabendazol, Fenbendazol, etc. o bien a base de Levamisol® o Neguvón® orales o inyectables. Si las especies de parásitos gastrointestinales identificadas se alimentan de sangre (Hematófagos), como la Fasciola hepática o mariposa del hígado, es indispensable tratar a estos animales rápidamente con productos comerciales eficaces. También se pueden utilizar desparasitantes naturales como las semillas de papaya (Carica papaya) o hacer preparaciones a base de semillas maceradas de Neem (Azadirachta indica) extruidas con Metanol. La semilla de papaya tiene la ventaja de que se puede ofrecer a los animales la fruta madura de desecho y sus semillas, dentro de los comederos o saladeros existentes en los corrales o potreros. Además, si los animales consumen bien la papaya madura y sus semillas, no será necesario hacer un trabajo de corral para desparasitarlos y por lo tanto no habrá estrés ni golpes sobre los animales ni accidentes sobre el personal de campo.
Las infestaciones parasitarias son una de las principales causas de enfermedades y pérdidas de la productividad en las explotaciones ganaderas en el trópico, por lo que se hace necesario establecer mecanismos para reducirlas a través del uso de tratamientos alternativos a los químicos.
En este estudio se evaluó el suministro del extracto acuoso del paico o epazote (Chenopodium ambrosioides) y del extracto fitoquímico de chocho (Lupinus mutabilis Sweet) en el control de parásitos gastrointestinales en bovinos. Se usaron diferentes dosis por kg de peso corporal con una y dos aplicaciones, frente a un testigo absoluto sin aplicación de producto y a un testigo convencional con aplicación de Fenbendazol; incluyó 10 tratamientos con 4 repeticiones representados por un animal como unidad experimental, asignados en un Diseño de Bloques Completos al Azar.
Se evaluó el recuento e identificación de huevos de parásitos gastrointestinales preaplicación, la efectividad de los productos, la curva de reinfestación de los productos efectivos, la ganancia diaria de peso y los costos de cada tratamiento. Los resultados mostraron que los géneros de parásitos encontrados fueron Trichostrongylus sp., Haemonchus sp. y Eimeria sp.; la efectividad hasta del 100% en la reducción del número de huevos de parásitos gastrointestinales depende de la dosis y el número de aplicaciones; el período de reinfestación obedece a la residualidad del producto a partir del día 30 post - aplicación; y la ganancia diaria de peso no fue influenciada por la parasitosis de los animales. Se concluyó que los productos orgánicos constituyen una estrategia biológica y económica factible para el control de parásitos gastrointestinales (Clavijo, F. et. al, 2016).
La suplementación con taninos líquidos de origen vegetal, en una solución de polifenoles naturales solubles, como metabolitos secundarios, suministrada diariamente en el agua de bebida, en una concentración que determinó un consumo promedio real y permanente equivalente al 0.26% del consumo de MS (26 grs y 9.83 kg MS promedio respectivamente). Este suplemento demostró ser una estrategia eficiente para controlar la carga parasitaria gastrointestinal (disminuir/espaciar tratamientos), ayudar en el grave problema de la resistencia antihelmíntica a productos antiparasitarios, es conocido también el efecto positivo de los taninos sobre el tratamiento del timpanismo espumoso de los rumiantes, una marcada disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero e incrementar la ganancia de peso de los animales en pastoreo, confirmando el conocido efecto de los taninos como promotores del crecimiento (Chiatellino, D. et al, 2020).
La adición de 15 g kg-1 MS de Taninos Hidrolizables, en el alimento consumido diariamente, disminuyó (p˃0.05) en 61 y 68 % la cantidad de huevos por gramo de heces de Haemonchus sp. y de Cooperia sp, respectivamente.
Los resultados sugieren que la inclusión del extracto de taninos hidrolizables en la dieta puede ser una alternativa sustentable para el control de nemátodos en bovinos en engorda (Corona – Palazuelos, M. et. al. 2020).
En caso de presentarse la penetración activa de larvas infestantes de parásitos gastrointestinales desde la pastura y a través de la piel, la utilización de un pastoreo rotacional, de largo y variable descanso y un corto período de ocupación (Pastoreo Racional Voisin – PRV, pastoreo regenerativo o pastoreo de ultra alta carga o densidad animal - PUAD, con entre 45 a 90 días de descanso y no más de tres días de ocupación de las pasturas), reduce o impide la sobrevivencia de las larvas infectantes de los parásitos gastrointestinales, que se alojan sobre las plantas forrajeras existentes en la pastura.
El control de parásitos internos, que se localizan dentro de la nariz de los ovinos, se puede realizar con desparasitantes sistémicos como Levamisol® y Neguvon® orales o inyectables.
Tratamientos preventivos para el control de parásitos internos y externos
Tanto las aves domésticas como silvestres consumen, directamente en pastoreo, a los adultos o larvas de los parásitos externos, que se suben a las plantas forrajeras para alcanzar y atacar a sus huéspedes definitivos o temporales. Los parásitos externos e internos, como las moscas picadoras, tábanos, garrapatas, los nemátodos gastrointestinales, pulmonares y hepáticos, las semillas de malezas y los malos olores de los pisos de los corrales pueden prevenirse y controlarse si se tratan las excretas animales (heces y orina) para producir biogás y abono orgánico, en ausencia de oxígeno (anaerobiosis). Esto se consigue introduciendo diariamente el agua, producto del lavado de los pisos del establo y de los corrales, dentro de un biodigestor de bajo costo, construido en polietileno o en PVC.
En el caso de querer producir abono orgánico, en presencia de oxígeno (condiciones aeróbicas), como bokashi o compost, en su preparación se utilizan Microorganismos Eficaces comerciales - E.M., o bien Microorganismos de montaña - M.M, presentes en la hojarasca seca y manchada del bosque, ojalá nativo. Para preparar la solución se toman hasta cinco (5) litros o kilogramos de E.M. comercial o de la hojarasca con M.M., que se sumergen en una solución de hasta 150 litros de agua lluvia limpia, en mezcla con 5 kilos de Semolina, Harina o Pulidura de Arroz, con 5 litros de melaza y con 500 centímetros cúbicos (dos vasos) de leche cruda y fresca de vaca o de búfala. Esta mezcla se deposita dentro de un estañón, caneca o barril plástico limpio de 55 galones de capacidad durante, al menos 2 semanas, hasta que se fermente o active.
Luego se toma una bomba de espalda manual o de motor, a la cual se le introduce agua lluvia en mezcla con hasta un 10% de la solución líquida ya activada o fermentada y colada de E.M. o de M.M., la cual se asperja diaria o semanalmente sobre el piso del corral o establo, cuyo piso ha sido recubierto previamente con un material de cama seco (bagazo de caña de azúcar, cascarillas de cereales o de café, aserrín o burucha de madera, olote o tuza de maíz molida, heno o pasto de desecho, etc.), al que ingresan los animales para labores de trabajo y/o de ordeño, y depositan sus excretas sobre el piso. Esto evita el tener que lavar diariamente con agua los pisos de los corrales y establos.
Cada mes se recoge la cama del piso tratado y se hace una pila sobre piso firme y con techo, que impide que la mezcla se moje con agua lluvia. La pila, qué, por su contenido de humedad, se calienta hasta 55°C, destruye huevos y larvas de parásitos internos y externos y semillas de malezas, se remueve masivamente cada semana y se le aplica la misma solución que al piso. Después de un mes en la pila, el bokashi o compost ya se puede utilizar directamente, como abono orgánico fermentado y seco aplicándolo directamente sobre los cultivos y/o praderas.
Varios trabajos llevados a cabo por el CIPAV y el Grupo de Entomología de la Universidad del Valle en Colombia concluyeron que el Botón de oro (Tithonia diversifolia), actúa como repelente contra las hormigas arrieras o cortadoras de hojas.
En estos casos, aunque no las mata, en condiciones naturales, la planta ejerce un efecto repelente, obligándolas a trasladar sus nidos o a hacer largos recorridos para evitar las hojas caídas o que se encuentran adheridas a las plantas de Botón de oro. En otras regiones, los productores utilizan el Botón de oro como repelente de garrapatas y de moscas picadoras que afectan al ganado vacuno (Contexto Ganadero, 2016). La utilización de dientes de ajo (Allium sativum); el bulbo o huevo de cebolla (Allium cepa) y el fruto del chile picante (Capsicum spp), cosechados en luna creciente, puros, molidos y secados, se mezclan con la sal mineralizada, con los demás suplementos alimenticios o con el agua de bebida que reciben y consumen los animales de forma voluntaria y permanente, además de los follajes de higuerilla (Ricinus communis), de tabaco (Nicotiana tabacum) y/o de paico o apazote (Dysphania ambrosioides), picados y fermentados, durante un mínimo de cinco días y disueltos al 20% en agua limpia no clorada, mezclada con aceite vegetal y con Flor de azufre al 5%, asperjados sobre el cuerpo del animal, también controlan tanto parásitos internos como externos (endectocidas naturales). Los productos endectocidas comerciales, elaborados a base del ingrediente activo IVERMECTINA, una vez aplicados, eliminan hasta el 90% de su ingrediente activo metabolizado en las heces y orina de los animales tratados y destruyen a los escarabajos o cucarrones estercoleros, lombrices de tierra, gusanos cien - pies y demás fauna benéfica del suelo.
Los baños insecticidas como los Piretroides deberán utilizarse siguiendo la dosis y las instrucciones de preparación, forma y frecuencia de aplicación recomendadas en la etiqueta que acompaña a cada producto comercial. Los productos Piretroides no deberán estar con su fecha de efectividad vencida y su frecuencia de aplicación deberá seguirse estrictamente, o de lo contrario pueden no funcionar correctamente. El Spalangia es un parasitoide utilizado para el control biológico, de las llamadas “moscas comunes”, entre las cuales se destacan la Musca domestica o “mosca casera”, la Stomoxys calcitrans o “mosca de los establos” y de la Lyperosia o Haematobia irritans o “mosca de los cuernos”. Además, los SSP propician el aumento de la biota edáfica que acelera la descomposición de las heces, lo que reduce el parasitismo gastrointestinal en los animales y el incremento de la fauna asociada, que regula las poblaciones de garrapatas e insectos vectores. Estos controladores biológicos saludables y en una alta población destruyen los adultos, huevos y larvas de los parásitos internos y externos, al crecer y destruir los insectos adultos o enterrar bolas de heces de los rumiantes hasta 60 centímetros de profundidad en el suelo, para alimentar a sus larvas, una vez eclosionan sus huevos. También convierten la hojarasca y los demás residuos orgánicos de las plantas y de los animales en pastoreo (heces y orina) en materia orgánica, que aumenta la fertilidad del suelo, estimula su fijación de carbono y la des - compactación del suelo en las praderas y cultivos y reduce las emisiones de CO2; CH4 y N2O como GEI (López - Vigoa, et. al. 2017) FIGURA 1.
También existe una mayor resistencia genética a las infestaciones parasitarias masivas en las razas vacunas criollas y cebuinas y en la especie bufalina, comparadas con razas no adaptadas al trópico, como las razas Europeas puras.
Hongos entomopatógenos para controlar insectos plaga
Infoagro. Agricultura orgánica - Control de plagas 2/3/2021
Los hongos entomopatógenos son un amplio grupo de micro - organismos que proveen múltiples servicios a los sistemas agroecológicos. Entre esos está la capacidad de regular los insectos plaga para mantenerlas en niveles adecuados. Los hongos entomopatógenos, son un grupo de microorganismos bio - controladores ampliamente estudiados, distribuidos mundialmente, y capaces de infectar insectos y causarles la muerte. El modo de infección de un hongo entomopatógeno comienza cuando una conidia entra en contacto con la cutícula de un insecto susceptible, formando un tubo germinativo que permitirá el ingreso del hongo al hemocele, gracias a una serie de enzimas que degradan la cutícula del hospedero. Una vez en el interior del cuerpo del insecto, el hongo comienza a colonizar distintos órganos, liberando toxinas que inhiben el desarrollo fisiológico y finalmente provocan la muerte al insecto, FIGURA 2.
Principales hongos entomopatógenos e insectos plaga que controlan
Los siguientes, son los hongos más utilizados para el control de grupos de insectos plagas en todo el mundo:
Principales hongos entomopatógenos e insectos plaga que controlan
Dentro de las principales características de estos microorganismos se encuentra la inocuidad para los seres humanos, lo que garantiza que con su manipulación no se corre riesgo alguno. A su vez, los hongos entomopatógenos son inocuos para los insectos benéficos y al resto de los insectos en general, ya que, junto a esta inocuidad, se les adjudica la especificidad y selectividad con la que actúan sobre otros organismos.
FIGURA 1. Los seres vivos en el suelo sano
FIGURA 1. Los seres vivos en el suelo sano
FIGURA 2. Forma de control de los hongos entomopatógenos sobre los insectos plaga. https://www.proinpa.org/
FIGURA 2. Forma de control de los hongos entomopatógenos sobre los insectos plaga. https://www.proinpa.org/
Diagnóstico, prevención y tratamiento para el control de la fiebre de garrapata
Es una zoonosis (Grupo de enfermedades infecciosas que se transmiten de forma natural de los animales a los seres humanos), que produce fiebre, ictericia y anemia intensas, y es causada por hematozoarios de los géneros Babesia sp. y Anaplasma sp, que afectan de manera aguda o crónica e individualmente o en conjunto y que pueden ser transmitidos por insectos picadores e instrumental quirúrgico y de manejo animal. Su diagnóstico se realiza por tinción de un frotis de sangre sobre un portaobjetos, que se observa al microscopio en el laboratorio, para reconocer el o los géneros del protozoario que están afectando al animal. Los rumiantes afectados pueden morir en pocos días. Dada la gravedad de la infección, el animal deberá ser diagnosticado y tratado de inmediato por un Médico Veterinario competente. Aunque existen vacunas contra Babesiosis y Anaplasmosis, existen dudas actualmente sobre su efectividad y tienen un alto costo en el mercado (Lozina, et, al. 2021).
Tratamientos para el control de la huequera o secadera, producida por Tripanosomas
La Tripanosomiasis bovina tiene mayor incidencia en ecosistemas donde hay abundancia de agua. Agua de ríos y aguas estancadas, que forman grandes humedales y pantanales. Los vectores varían de zona. En unas zonas predomina el tábano, en otras los mosquitos hematófagos y las garrapatas que también la pueden transmitir.
Se deberán conocer en que épocas del año hacen su aparición estos vectores y así establecer programas destinados a combatirlos, mediante control biológico o con insecticidas. Los tábanos son los principales insectos hematófagos vectores mecánicos en América tropical de la Tripanosomiasis bovina, causada por el hematozoario Trypanosoma vivax. Esta es una enfermedad febril que produce anemia intensa, edema, incoordinación al caminar y enflaquecimiento lento y progresivo. Su diagnóstico se realiza por tinción de un frotis o gota gruesa de sangre con anticoagulante (Coloreadas con Wright o Giemsa), sobre un portaobjetos que se observa al microscopio en el laboratorio, hasta identificar el Tripanosoma. Los rumiantes afectados pueden morir en pocos días. Dada la gravedad de la infección, el animal deberá ser diagnosticado y tratado de inmediato por un Médico Veterinario competente.
Medidas de control: Pueden utilizarse controladores biológicos o baños insecticidas en el período lluvioso, que es la época de mayor proliferación de vectores.
Tratamiento específico: Dentro de las drogas comerciales recomendadas para el tratamiento de la tripanosomiasis bovina o bufalina se encuentran el Ganaseg® (Diaceturato de 4,4' Diazoaminodibenzamidina), a la dosis del ingrediente activo de 3.0 mg/Kg de peso vivo, 1 frasco de 1 gr, del producto comercial para un animal de 330 Kg y Berenil® (Diaminazeno aceturato), a la dosis de 3.5 mg/Kg de peso vivo o 1ml/cada 20 kg de peso vivo, ambas drogas por vía intramuscular (Villar, C. 2008).
Tratamiento Sintomático: Utilizar anti - anémicos, y reconstituyentes, reposo y buena alimentación.
Tratamientos para el control de diversas afecciones de la piel
Sobre las zonas depiladas de la piel afectada por bacterias u hongos, se puede aplicar diariamente, durante una a dos semanas, Glicerina Yodada al 50 %. La Glicerina, que es aceitosa, evita que el desinfectante se lave fácilmente con el agua lluvia. También se pueden aplicar formol o Agua oxigenada.
En el caso de la presencia de filarias, se puede aplicar Neguvón® disuelto en aceite vegetal de desecho de fritura, según la dosis recomendada por la casa comercial.
En caso de la presentación de verrugas o gabarros, tanto externos como internos, estos pueden ser controlados mediante prácticas de proteino - terapia. Esta práctica consiste en extraerle al animal afectado 50 centímetros cúbicos de sangre de la vena yugular e inmediatamente inyectársela por vía intramuscular, realizando el mismo tratamiento hasta en tres ocasiones.
También se pueden tomar 100 centímetros cúbicos de leche vacuna o bufalina crudas, la que se hierbe, hasta que permita desnatarla y esterilizarla, e igualmente se le inyectan específicamente al animal afectado por vía intramuscular, hasta por tres ocasiones.
Además, es posible quitarle algunas verrugas al animal, licuarlas en el laboratorio y preparar un producto inyectable y estéril, el que se aplica por vía intramuscular, durante tres días continuos.
Tratamientos para el control preventivo de enfermedades carenciales
En este caso específico se deben utilizar suplementos concentrados o sales mineralizadas con macro y microelementos minerales y/o con vitaminas. Estos suplementos concentrados se pueden mezclar con la sal mineralizada que deben consumir a voluntad y permanentemente todos los rumiantes domésticos, o bien se pueden aplicar por vía oral o por inyección intramuscular.
Tratamiento para el control preventivo de la fiebre de leche
En vientres puros o con alto mestizaje de razas lecheras europeas se puede presentar la Fiebre de Leche (Hipocalcemia), antes, al momento o inmediatamente después del parto.
Esta situación se puede prevenir al suministrar sal blanca, sin minerales adicionales, en los saladeros de los potreros de las vacas secas y de maternidad. Esto obliga a las vacas a movilizar sus reservas de calcio óseo hacia la sangre, antes del parto (Botero y Kass, 1985).
Tratamiento preventivo y curativo de la mastitis en hembras rumiantes
Mastitis, es la inflamación traumática y/o con microorganismos de la glándula mamaria de las hembras de los animales domésticos. Los microorganismos causantes de la mastitis ingresan a la ubre de los rumiantes exclusivamente a través de cada esfínter de los pezones.
Por ello la higiene básica consiste en lavar y desinfectar correctamente los pezones. Según los cubanos: “La mastitis es una enfermedad de los humanos, que se manifiesta en las vacas”.
Su prevención se puede lograr mediante la higiene estricta de los pezones y de la ubre de las hembras lactantes, previamente y durante el ordeño, además de que los ordeñadores adquieran la sana costumbre del aseo estricto de su cuerpo, cambio diario de ropas de trabajo, el lavado continuo de sus manos, el uso de guantes desechables estériles de nitrilo durante el ordeño, la ausencia de infecciones bacterianas de la piel, de la cavidad bucal y de enfermedades venéreas, y la limpieza y desinfección estricta de todos los elementos que entren en contacto con la ubre de cada animal ordeñado (lazos, bancas, baldes, guantes desechables estériles, pezoneras, etc.), previo y continuo al ordeño de las hembras rumiantes.
Por tales razones, se prefiere, cada vez más a las mujeres, para hacer la labor del ordeño, pues, por naturaleza, son más higiénicas y limpias con su cuerpo, vestido y trabajo.
La succión del ternero limpia y desinfecta los esfínteres de los pezones, hace un vaciado completo de cada cuarto de la ubre y la saliva del ternero impiden la colonización de bacterias en el tejido interno de la ubre y con ello evitan la mastitis.
El tratamiento ideal contra la mastitis consiste en hacer un cultivo de la leche afectada, acompañado de un antibiograma, en el laboratorio. Luego se aplican las dosis, frecuencia y duración correspondiente del antibiótico u otros medicamentos que resultaron efectivos, por vía intramamaria y/o sistémica.
Tratamiento curativo de la retención de placenta y de su posible evolución hacia metritis o infección interna del útero
Se deberá controlar que la vaca o la búfala recién paridas expulsen la placenta en un tiempo máximo de 48 horas, después del parto; en caso contrario, se afrontará como una retención de placenta y esta deberá ser tratada según criterio del médico veterinario competente (De Alba, 1985).
La aplicación, por vía intrauterina, de 50 cc de solución madre de Lugol al 1% disuelta en agua destilada, causa una leve irritación de la mucosa uterina y al mismo tiempo una desinfección interna del órgano afectado, y actúa como curativa en el caso de metritis (infección bacteriana interna del útero), (Botero, 2019).
Tratamientos para el control preventivo y curativo de las cojeras
En el control preventivo de cojeras se utilizan pediluvios que endurecen las pezuñas, como el Sulfato de Cobre o el Formol disueltos en agua limpia al 2%, la Tintura de Yodo disuelta entre el 2 al 5% en agua limpia o glicerina o el zumo de limones partidos, producidos en la misma finca, para que los animales los pisen y los expriman a su paso, ya que se depositan dentro de un tanque lava - patas o pediluvio, construido en cemento y situado a la salida de la manga del corral de trabajo. Todos ellos también actúan como curativos sobre las heridas de las estructuras blandas de las pezuñas.
Tratamientos preventivo y curativo para la diarrea con sangre en rumiantes
De común presentación en rumiantes lactantes, la Coccidiosis se controla mezclando un 5% de Flor de azufre adicional, a la sal mineralizada que consumen los rumiantes lactantes, para eliminar la coccidiosis causada por el protozoario Eimeria spp. (Botero, 2019). La ingestión de la Flor de azufre, mezclada hasta el 5% con la sal mineralizada, sumado al azufre que contiene la sal mineralizada comercial, que consumen los rumiantes a voluntad y permanentemente, y que se elimina por la piel, o de ajo puro molido y secado (Allium sativum), también reducen la población de garrapatas, tórsalos o nuches, tábanos y demás moscas picadoras, chinches, ácaros aradores y demás insectos nocivos.
Además de que previene el ataque de los vampiros hematófagos que sangran a los rumiantes durante las horas de la noche.
Los antibióticos y sulfas corrientes son inútiles para combatir casos declarados de diarrea con sangre o diarrea negra, únicamente la sulfaquinoxalina es curativa (De Alba, 1985).
Tratamiento para el control de la diarrea alimenticia e infecciosa en terneros recién nacidos
Como coadyuvante se les puede suministrar glicerina pura, en dos tomas por vía oral de 250 cc cada una, dos veces por día durante un máximo de tres días.
La glicerina es un subproducto de la elaboración del etanol (Alcohol etílico para la elaboración de licores, o para su uso como combustible para motores de explosión), a partir de la melaza de caña de azúcar o de granos de cereales, extrayéndole el máximo posible de su contenido de etanol o alcohol etílico, que es tóxico.
Esta substancia hidrata al ternero con diarrea alimenticia y también permite suplementar a las vacas en el período de Balance Energético Negativo post – parto.
Tratamientos para el control del meteorismo o timpanismo
Es una alteración digestiva en la que no se pueden desalojar los gases producidos en el rumen, que llegan a alcanzar hasta 600 litros en un día, acumulándose hasta llegar a producir una distensión excesiva de las paredes ruminales. Puede ocurrir en animales en pastoreo o en confinamiento y por alto consumo de urea como suplemento, siendo una causa de muerte. Como preventivo, en el caso de tener que tumbar un rumiante, para realizarle cualquier tipo de intervención quirúrgica o atender un parto difícil, para evitar la torción del esófago, siempre debe ser echado al suelo sobre su lado izquierdo, para evitar el timpanismo (Botero, 1992).
Se conocen dos diferentes tipos de timpanismo: Timpanismo ruminal primario o espumoso y el timpanismo ruminal secundario o gaseoso.
En caso de timpanismo gaseoso la terapia se orienta a la extracción del gas; en el espumoso se busca eliminar las burbujas. En ambas formas de timpanismo los pre - estómagos empujan el diafragma hacia la parte craneal y también comprimen las grandes venas, con lo que se afectan de modo progresivo la respiración y la circulación. Con un creciente estrechamiento del espacio torácico se bloquea la oxigenación; simultáneamente disminuyen el volumen cardíaco por latido y por minuto, mientras que aumenta la presión arterial. Probablemente la alteración respiratoria y circulatoria se ve incrementada por el pasaje de gases ruminales a la sangre, finalmente el animal muere a causa de parálisis respiratoria y colapso circulatorio. Se han hecho importantes observaciones sobre las características de las plantas en investigaciones comparativas entre leguminosas y demás plantas que producen y las que no producen timpanismo. En experimentos de digestión se demostró que aquellas leguminosas “seguras” eran degradadas más lentamente por las bacterias ruminales. La causa podría ser que estas plantas “seguras” tienen un esqueleto más firme, de ataque más dificultoso y una mayor concentración de taninos, que bloquean la colonización bacteriana.
“Ninguno de los forrajes de las leguminosas forrajeras herbáceas, arbustivas o arbóreas de origen tropical produce timpanismo a los rumiantes que consumen su follaje (Botero, 1989).
En el tratamiento se intentará extraer el gas con una sonda de goma o de plástico, que se introduce a través de la nariz dirigida hacia el esófago (naso - esofágica), y al mismo tiempo se debe ejercer presión sobre el ijar izquierdo. Si el flujo de gas se interrumpe se trata de restablecerlo introduciendo y retirando la sonda, insuflando aire o introduciendo agua. Se dan a tomar aceites vegetales para fritura, los cuales reducen la tensión superficial de las burbujas, que se eliminan.
La trocarización del rumen sólo deberá utilizarse en casos de emergencia, debido a los riesgos que implica (peritonitis, infecciones de la herida o enfisema subcutáneo) (Munguía, J. 2010).
Tratamiento para la curación de heridas abiertas
Las heridas abiertas, una vez limpiadas con agua y jabón, se pueden tratar diariamente y durante 8 a 10 días continuos con tapa de dulce, papelón, raspadura, panela o azúcar morena, que se muele, raspa y deposita dentro de las heridas. En caso de que el animal alcance a lamerse las heridas, se deberá construir un collar con láminas de madera o de bambú, amarradas en redondo y de la misma longitud del cuello del animal. Este collar se coloca amarrado en redondo, sobre el cuello del animal y este le impide doblar su cuello. Este tratamiento se prolonga hasta que la herida se llene de tejido y sane la piel que la recubre.
Tratamiento del prolapso o salida del ano, vagina, cuello uterino y útero
En caso de la salida o prolapso del ano, de la vagina, del cuello uterino o del útero de un rumiante, debido a la fuerza que realiza el animal durante un parto distócico o anormal, o al tener que salir, solo y/o ayudado, de un enterramiento dentro del barro. Ante esta situación el o los órganos se pueden salir y sufrir de edema o acumulación de líquido dentro del tejido.
En este caso se deberán lavar los órganos expulsados, con suficiente agua limpia y jabón, y posteriormente esparcir abundante azúcar morena, tapa de dulce, panela, papelón o raspadura, alrededor de él o de los órganos salidos, esperar media a una hora, y una vez se elimine el exceso de líquido, ayudado de la lubricación que proporciona el azúcar o la miel, introducir de nuevo cada órgano.
Luego se sutura o cose la abertura superior de la piel alrededor del ano y/o de la vulva, con hilo de suturar enhebrado en una aguja de cirugía, con uno o varios puntos sostenidos por fuera y sobre la piel con capitones cortos (de 2 centímetros) en manguera plástica flexible. Esta sutura permite que el animal defeque y orine sin dificultad, e impide una nueva expulsión de los órganos hacia el exterior. La sutura o costura no deberá colocarse si el animal aún no ha parido, y deberá quitarse 8 a 10 días después del parto normal del animal.
Tratamiento curativo de la mordedura de serpientes venenosas
El ofidismo, es el síndrome causado por la inoculación del veneno inyectado durante la mordedura causada por serpientes venenosas terrestres. Existen unas tres mil especies de serpientes en el mundo, de ellas al menos el 10% son venenosas para el ser humano y los animales. Desde el año 1966 se vienen realizando estudios de la fauna silvestre ponzoñosa de América tropical, habiéndose identificado hasta la fecha 38 especies de serpientes venenosas, del Grupo Bothrops (19 especies), Crotalus (1 especie), Lachesis (1 especie), Micrurus (16 especies) y Pelamis (1 especie de mar), de estas especies identificadas al menos 7 son oriundas del Perú y las demás son comunes a otros países vecinos (Maguiña-Vargas, C. et. al, 2020).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que ocurren 2.500.000 accidentes ofídicos por año en humanos, resultando en 125.000 muertes a nivel mundial y 100.000 sobrevivientes con secuelas severas; América Latina después de África, es el área más afectada. En América tropical, las serpientes del género Bothrops son las causantes más frecuentes de ofidismo. Los casos de ofidismo por serpientes del género Lachesis son poco frecuentes; aunque en la selva Amazónica y en la Orinoquía habita la serpiente Lachesis muta muta (shushupe). En el año 2019 en el Perú no hubo casos reportados de accidentes causados por serpientes de la familia Elapidae (corales).
El veneno es una secreción exocrina de las glándulas salivales y cumple funciones digestivas y defensivas. El veneno, por lo general, es usado para inmovilizar a las presas, matarlas e iniciar su digestión previa. Las características específicas del veneno también son importantes, ya que la absorción de las toxinas se realiza por vía linfática y los venenos neurotóxicos y hemolíticos se absorben más rápido que los proteolíticos y hemorrágicos. La complejidad de las fracciones tóxicas ocasiona que los animales mordidos puedan desarrollar diversos efectos, que dependen de muchos factores como: la cantidad de veneno inoculado, la zona del cuerpo, el tamaño de la herida, el género y tamaño de la serpiente y la edad del animal (CUADRO 1).
En el caso de un accidente ofídico, se deberá tener en cuenta:
1. Tratar el caso como una emergencia, inmovilizar al animal mordido, lavar la zona de la mordedura con agua y jabón, inmovilizar la parte afectada, mediante el empleo de férulas, entablillados u otros, hidratar al animal mediante la aplicación de suero hidratante intravenoso, no aplicar torniquetes ni ligaduras en el miembro afectado, no hacer cortes ni succionar el veneno, no utilizar medidas caseras, como el uso de hielo, corriente eléctrica, kerosene u otros, colocar el miembro afectado en una posición elevada con respecto al cuerpo de 30 a 45 grados.
2. En el caso de mordedura en otras partes del cuerpo mantener al animal afectado echado sobre su lado izquierdo (para evitar timpanismo en rumiantes), considerar el manejo del dolor, preferentemente inyectándole paracetamol, tramadol, metamizol, no utilizar AINES (ibuprofeno, naproxeno, diclofenaco, entre otros).
3. No administrar heparina, ni gluconato de calcio y aplicar la vacuna antitetánica, después de que el sangrado haya sido controlado.
CUADRO 1. Acciones de los venenos, según el género de la serpiente
CUADRO 1. Acciones de los venenos, según el género de la serpiente
El suero antiofídico neutraliza específicamente el veneno circulante contra el cual fue elaborado. El suero antiofídico debe ser aplicado rápidamente, dentro de las primeras 24 horas del envenenamiento. De persistir alteradas las pruebas de coagulación y el deterioro clínico se puede usar el suero antiofídico durante más días. Las dosis en los animales jóvenes es igual que en los adultos.
En Perú, el Instituto Nacional de Salud produce tres tipos de suero: suero antibotrópico polivalente líquido, suero anticrotálico monovalente líquido y suero antilachésico monovalente líquido. Estos sueros son preparados con venenos nativos y son altamente específicos para el tratamiento de accidentes ofídicos.
Un estudio previo muestra que, para preservar el suero, se debe mantener a una temperatura menor de 25 °C. Las serpientes inyectan en promedio 20 a 30 mg de veneno por mordedura. El suero antiofídico neutraliza en promedio 25 a 40 mg de veneno por frasco o vial, según el fabricante. Se deberá aplicar la cantidad necesaria de suero para neutralizar 30 a 100 mg de veneno ofídico.
En las especies que inyectan grandes cantidades de veneno (por ejemplo, Lachesis muta muta y Bothrops brasili), las dosis de suero aplicado deberán ser mayores.
En los casos de accidentes botrópicos, crotálicos y lachésicos, el uso de suero antiofídico específico administrado en dosis suficiente y dentro de las primeras horas de la mordedura, reduce el riesgo de muerte. En casos de accidente botrópico, además, disminuye la tasa de necrosis de los músculos comprometidos en la mordedura.
El suero antiofídico se aplica por vía intravenosa, lentamente (en treinta a sesenta minutos), diluido en 500 c.c. o ml de cloruro de sodio al 0,9% o en dextrosa al 5%. En los animales jóvenes, el volumen del diluyente (dextrosa o cloruro de sodio) debe reducirse a entre 100 a 200 c.c.
En los casos de mordedura sin inoculación de veneno (mordedura seca) y de no encontrarse evidencia clínica del envenenamiento, no se debe aplicar suero antiofídico (Maguiña-Vargas, C. et. al, 2020).
Considerando que el suero antiofídico es un producto biológico elaborado a partir de plasma equino, se debe tener el equipo y los materiales adicionales necesarios para manejar reacciones de hipersensibilidad: adrenalina, corticoides (dexametasona), antihistamínicos (clorfeniramina).
En cada caso se debe evaluar el cuadro clínico y revisar la literatura proporcionada por el fabricante, para aplicar la cantidad necesaria de frascos o viales del suero antiofídico específico.
En América Tropical, donde predominan básicamente las mordeduras por Botrops, (terciopelo, vibora o cuatro narices), se requiere un minino de 2 frascos/animal y dependiendo de la severidad del daño, entre leve, moderado y grave, se aumentará la dosis del suero antiofídico. En los accidentes por Cascabeles, y Corales los cuadros usualmente son graves.
En las heridas infectadas se han encontrado diversos gérmenes como los bacilos aerobios Gram negativos (Morganella morganii, Escherichia coli, Proteus retigeri, Klebsiella spp., Enterobacter spp., Enterococcus faecalis, Aeromonas hydrophila, Pseudomonas aeruginosa, Acinetobacter spp), anaerobios estrictos como Clostridium spp., y una menor proporción de cocos Gram positivos: Staphylococcus epidermidis; Staphylococcus aureus y Streptococcus spp.
Es por ello, que se pueden usar, en casos leves Amoxicilina/Acido Clavulanico VO por 7 días o Ciprofloxacina más Clindamicina VO por 7 días, en casos moderados Clindamicina más Ceftriaxone EV durante la convalecencia, luego VO por 10 a 14 días según la evolución (Maguiña-Vargas, C. et. al., 2020).
BOTERO - CAPÍTULO X: SANIDAD ANIMAL PARA VACUNOS Y BÚFALOS MANEJO SANITARIO PREVENTIVO, CURATIVO, RACIONAL Y RESPONSABLE DE VACUNOS Y DE BÚFALOS EN PASTOREO EN AMÉRICA TROPICAL - Image 1
Como evitar el daño causado por metales punzantes dentro del rumen
El suministro por ingestión de imanes permanentes, que se localizan y alojan en el fondo del rumen (FIGURA 3), permite la atracción, captura e inmovilización de accesorios de metal punzantes dentro del rumen, que pueden causar Retículo Pericarditis Traumática, y pueden llegar a causar la muerte de rumiantes que ingieren grapas, clavos, tornillos, trozos de alambre metálico, etc. Hay que tener presente en las construcciones de cercas, corrales, viviendas, etc., en los predios ganaderos rurales, el no dejar objetos metálicos punzantes abandonados sobre el suelo, para evitar que estos sean consumidos por los rumiantes.
FIGURA 3. Imanes permanentes intra - ruminales. FUENTE: Google
FIGURA 3. Imanes permanentes intra - ruminales. FUENTE: Google
Capítulo del libro Manejo y alimentación de vacunos y de búfalos con forrajes tropicales de Raúl Botero Botero MVZ, MSc. Para ver todos los capítulos ingresar al perfil del autor. 
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Preguntas Relacionadas
La adición de 15 g kg-1 MS de Taninos Hidrolizables, en el alimento consumido diariamente, disminuyó (p?0.05) en 61 y 68 % la cantidad de huevos por gramo de heces de Haemonchus sp. y de Cooperia sp, respectivamente.
Los parásitos externos e internos, como las moscas picadoras, tábanos, garrapatas, los nemátodos gastrointestinales, pulmonares y hepáticos, las semillas de malezas y los malos olores de los pisos de los corrales pueden prevenirse y controlarse si se tratan las excretas animales (heces y orina) para producir biogás y abono orgánico, en ausencia de oxígeno (anaerobiosis).
Los vectores varían de zona. En unas zonas predomina el tábano, en otras los mosquitos hematófagos y las garrapatas que también la pueden transmitir. Se deberán conocer en que épocas del año hacen su aparición estos vectores y así establecer programas destinados a combatirlos, mediante control biológico o con insecticidas.
Tratamiento específico: Dentro de las drogas comerciales recomendadas para el tratamiento de la tripanosomiasis bovina o bufalina se encuentran el Ganaseg® (Diaceturato de 4,4' Diazoaminodibenzamidina), a la dosis del ingrediente activo de 3.0 mg/Kg de peso vivo, 1 frasco de 1 gr, del producto comercial para un animal de 330 Kg y Berenil® (Diaminazeno aceturato), a la dosis de 3.5 mg/Kg de peso vivo o 1ml/cada 20 kg de peso vivo, ambas drogas por vía intramuscular (Villar, C. 2008). Tratamiento Sintomático: Utilizar anti - anémicos, y reconstituyentes, reposo y buena alimentación. Medidas de control: Pueden utilizarse controladores biológicos o baños insecticidas en el período lluvioso, que es la época de mayor proliferación de vectores.
Sobre las zonas depiladas de la piel afectada por bacterias u hongos, se puede aplicar diariamente, durante una a dos semanas, Glicerina Yodada al 50 %. La Glicerina, que es aceitosa, evita que el desinfectante se lave fácilmente con el agua lluvia. También se pueden aplicar formol o Agua oxigenada. En el caso de la presencia de filarias, se puede aplicar Neguvón® disuelto en aceite vegetal de desecho de fritura, según la dosis recomendada por la casa comercial. En caso de la presentación de verrugas o gabarros, tanto externos como internos, estos pueden ser controlados mediante prácticas de proteino - terapia. Esta práctica consiste en extraerle al animal afectado 50 centímetros cúbicos de sangre de la vena yugular e inmediatamente inyectársela por vía intramuscular, realizando el mismo tratamiento hasta en tres ocasiones.
Autores:
Raúl Botero Botero
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