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Relación palanca-apoyo: Clave para prevenir lesiones irreversibles en el pie del caballo

Publicado: 6 de octubre de 2006
Resumen
El pie del caballo posee un centro de equilibrio, que al tenerlo en cuenta durante el desvasado, permite al herrador analizar la relación existente entre el apoyo que necesita el pie para soportar las presiones y la palanca que debe vencer al despegar del piso en el momento del paso. Si bien el centro de equilibrio, por encontrarse en el centro de la articulación interfalángica distal, divide al...
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Autores:
Daniel Anz
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Raúl Castillo Gonzales
5 de diciembre de 2006
Estimado profesor, en realidad sus clases teóricas y objetivas son muy ilustrativas; lo felicito por ese profesionalismo, ya que gracias a estos temas aprendemos mucho a cerca de nuestros engreidos. Quiero aprovechar para pedirle una sugerencia sobre los diferentes herrajes existentes, y cuáles serían los más adecuados para los diferentes terrenos geográficos, ya que en mi grandioso Perú existen tres regiones muy marcadas (costa, sierra y selva). Un fuerte abrazo. Raúl Castillo
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Daniel Anz
5 de diciembre de 2006
Estimada Catalina, muchas gracias. También concuerdo contigo respecto de que no es malo sacrificar un bien en beneficio de otro mayor. Inclusive, cabe aclarar que existen detalles que realmente perjudican a la salud del caballo y suelen ser pasados por alto, tales como los desequilibrios constantes. Estos males desencadenan lesiones irreversibles, por lo tanto, se los debe colocar en la columna de los errores graves. Sin embargo, pocas personas les prestan su debida atención. En cambio, existen pequeños detalles que son motivo de discusión permanente, tales como el descanso en la herradura, dilatación horizontal, clavos desparejos, microbibraciones de la herradura, etc. que nunca logran causar lesiones realmente graves para el caballo. Al menos en forma individual. Inclusive, es más grave no prestar atención al correcto equilibrio del pie, que colocar mal un clavo y lastimar al caballo. Esto último no deja de ser una mera lastimadura, agravada, en determinados casos, por una gran infección en el casco, pero así y todo es pasajera. En cambio, un desequilibrio genera dolores permanentes e irreversibles, causando la pérdida de un caballo para siempre. Esto último sí debe ser castigado. Pero, ¿qué ocurre cuando se busca un herraje correcto o con tendencia a lo perfecto? Se intenta combinar la correcta funcionalidad del herraje (equilibrios) con los pequeños detalles (descanso en herradura, clavos parejos, etc.), que permiten concluir en un herraje destacado, visiblemente estético y funcional a la vez, adaptado a cada caballo individuo. Donde no existen razones que impidan un correcto funcionamiento del pie en su conjunto. Desde mi punto de vista, es, quizá, lo que se debe buscar. Prestar atención a cada detalle en beneficio del caballo y de un crecimiento constante en el oficio. Pero en orden de prioridades, comenzaría por disminuir los factores que perjudican al caballo para siempre; el resto son detalles. Te envío un cordial saludo. Daniel Anz
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Daniel Anz
5 de diciembre de 2006
Estimado Raúl, Personalmente, recomiendo separar muy bien lo que es el desvasado o normalizado del pie de lo que es el herrado o colocación de la herradura. El desvasado significa descubrir el pie de ese caballo individuo, por lo tanto, debe respetar la información natural de cada caballo, sea éste de la costa, de la sierra o de la selva. El desvasado es básico y general para todos los caballos. En cambio, la herradura y la forma de colocarla, responde a diferentes factores como el terreno, la disciplina a desarrollar, objetivos de la misma, etc. Cabe recordar que en todas las zonas, la palma del casco debe permanecer siempre firme y dura. Es lo que proteje, desde abajo, las partes internas del pie. Específicamente, si en la costa no existen terrenos demasiado abrasivos, intentaría cumplir con todos los factores que me ayudan a lograr un herraje correcto, independientemente del tipo de herradura. Recurriría a la funcionalidad y a los detalles. En los tres casos colocaría una herradura de perfil firme, que no se doble con los golpes. Que otorgue estabilidad. En caballos de sierra y selva prestaría atención en no dejar demasiado descanso de herradura de cuartas partes hacia atrás, debido a que aumenta el riesgo de enganche y pérdida de la misma. En la costa respetaría ese detalle, y le dejaría no más de 2 mm. de descanso, con el fin de dar soporte a la dilatación horizontal del pie. Normalmente, los caballos de zonas montañosas generan más fuerzas en la herradura y los clavos, por lo tanto, en ocasiones de cabalgatas largas, recomiendo colocar 8 clavos, con el objetivo de dar seguridad a la permanencia de la herradura en el pie. Recuerde que perder una herradura, con el posterior deterioro del casco, es más nocivo que colocar 8 clavos esporádicamente. Herrar colocando herraduras con dos pestañas ayuda a una mejor sujeción de la herradura al pie. Pero, la realidad indica que un buen herraje en frío, sin pestañas laterales, también cumple con ese objetivo. Concluyendo, creo que los factores diferenciales, entre una zona y otra, son muy pocos. Personalmente, le presto mucha atención a no permitir la pérdida de la herradura en zonas que lastimarán al caballo por no tenerla, aparte de cumplir con los requerimientos de un herraje correcto. Le envío un cordial saludo. Daniel Anz
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Bernardo Monroy
Agribrands Purina
6 de diciembre de 2006
Creo que lo primero que hay que tomar en cuenta es el eje podofalángico, el cual debe de estar en perfecta distribución, de las tres falanges. Esto permitirá un apoyo de manera correcta, sin provocar fuerzas excesivas en los tendones. Lo segundo es que prolemas de caballos con pinzas largas y talones muy bajos, no sólo provocan problemas de síndrome navicular, también causan problemas en los cartílagos alares y otras estructuras internas. En cuanto a las herraduras largas en los talones, creo que que se debe tomar en cuenta la conformación del casco. Cada casco es distinto, y se debe recortar y herrar de manera distinta. Un caballo topino puede que necesite una herradura con los talones más cortos, pero un caballo de pinza un poco más larga puede necesitar otro tipo de herradura. Además, creo que se debe dejar una expansión del ancho de una moneda en los lados de la herradura para que el casco expanda. El casco del caballo no es rígido, y por lo mismo debe expandir cada vez que pisa. Si dejamos la herradura justa, no vamos a permitir esta expansión natural del casco.
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Carlos Alfredo Suárez
Carlos Alfredo Suárez
6 de diciembre de 2006
Estimados Francisco Jones y Daniel Anz: He leído con muco interés vuestro intercambio de opiniones respecto a los talones colapsados y su recuperación. Quisiera brindarles mi experiencia al respecto: Los talones pueden colapsar en dos sentidos: hacia atrás, aplastándose en sentido antero posterior o hacia adentro, aplastándose en sentido latero medial. Generalmente los animales con talones colapsados presentan una combinación de ambos defectos de modo que los talones se ven al mismo tiempo “remetidos” hacia delante y adentro, cerrándose por debajo del casco hacia la ranilla. La estructura anatómica del talón se presenta como una letra V con el ángulo hacia atrás. Una rama de la V la constituye la pared o muralla, y la otra, el segmento de caso que va desde el ángulo de inflexión hasta el vértice de la ranilla (es decir, la “barra” del talón). Cuando esta porción falta, por rotura accidental o, más comúnmente, porque ha sido eliminada en un desvasado incorrecto, el talón no tiene apoyo hacia adentro y tiende a doblarse y colapsar sobre la ranilla. Si el fenómeno ocurre en ambos talones, lo que es habitual, el casco se cierra produciendo la primera etapa de la encastilladura. Este proceso se ve favorecido en los caballos pandos naturales (casco largo), en los plantados, en los mal desvasados (pinzas largas) y en aquellos en los que se ha eliminado la ranilla además de la barra del talón, error muy común en los atletas de velocidad bajo el supuesto de que el casco ahuecado da mayor agarre en el arranque y la carrera. Una vez que el talón ha colapsado, en mi experiencia, sólo puede recuperarse si se recuperan las “barras” con herraduras correctivas, que no son complejas pero deben ser forjadas individualmente para cada caballo y para cada pie. La herradura correctiva básica debe cumplir la siguientes funciones: trasladar peso hacia la pinza, liberar los talones favoreciendo su expansión, y fijarse bien adelante con pocos clavos y pestañas de refuerzo en los hombros. La expansión de los talones y la recuperación de las barras se logra biselando la cara superior de la herradura, desde cuartas partes hasta talones, a expensas del borde superior externo, de modo que la cara superior queda en ese sector con una inclinación hacia fuera, permitiendo un juego de algunos milímetros en el talón durante el apoyo (dejar un mínimo descanso). En general no es necesario dejar los callos (talones de la herradura) largos. Las pestañas, que compensan los pocos clavos y las claveras adelantadas, son en general suficientes para asegurar la herradura en casi todas las actividades, particularmente porque este herrado correctivo debe ajustarse cada treinta días para impedir el excesivo crecimiento de las pinzas. Es fundamental que el desvasado periódico respete los talones y en particular sus barras y ranilla. Cuando estas estructuras se recuperan el talón se para solo. Los herrados sucesivos pueden hacerse en frío, porque la herradura ya está formada, pero el primero debe hacerse forjado en caliente porque el diseño de las pestañas y el bisel son fundamentales. Si observamos un casco por abajo veremos que en realidad la parte posterior está constituida por una doble V invertida (como la clásica insignia de los sargentos) la primera V la forman las barras del talón y la segunda, que sirve de apoyo y sostén a la primera, está constituida por las ramas de la ranilla. Son pocos los caballos deportivos que conservan estas estructuras. Normalmente son eliminadas o disminuidas durante el desvasado previo al herrado, y ese es el comienzo del colapso de los talones que finalmente deriva en encastilladura, para terminar en podotroquilitis o destrucción de las estructuras internas del pie (hueso navicular etc.) Trataré de adjuntarles esquemas. Un cordial saludo.
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Daniel Anz
6 de diciembre de 2006
Estimado Carlos, muchas gracias por el aporte. Tendré en cuenta la observación de que el colapsado es provocado por la falta de barra de talones y ranilla. Es interesante. He visto casos de colapsado de talones en que ambas estructuras anatómicas se conservan, siendo la causa otra deficiencia por parte del herrador. Sí es evidente, en todos los casos, que la causa principal se aloja en la técnica de herrado y desvasado utilizada por el herrador. Tendré en cuenta, además, la herradura que utiliza durante el tratamiento de recuperación de los talones. De la misma, si es posible, desearía recibir alguna foto a través de este medio. Le envío un cordial saludo Daniel Anz
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Federico Sanchez
Federico Sanchez
13 de diciembre de 2006
la verdad que con mi experiencia no se debe corregir la pisada de un caballo deportivo para que sea de libro, sino que hay que dejarla tal cual es por que el caballo ya se acostunbro, el quererle cambiar la pisada va a empesar a trabajar distinto y ahi se empizan a producir las contarcturas,lesiones y demas
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Luis Maltos Alcala
Luis Maltos Alcala
18 de diciembre de 2006
Qué tal. Actualmente estoy herrando una potranca cuarto de milla de 13 meses de edad. El problema que presenta es que tiene un casco topino (club foot), arriba de 60° en las manos. Estoy recortando solamente los talones para mejorar el ángulo, pero estoy descubriendo que sangra cerca de la línea amarilla. 2 preguntas: 1) por qué sangra si no estoy recortando cerca de área sensitiva? 2) todavía no quiero meter herraduras, qué me recomiendas para mejorar esto? Recibe saludos.
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Daniel Anz
18 de diciembre de 2006
Estimado Luis. Desde mi punto de vista, no existen muchas posibilidades de que sangre sin recortar más allá de los límites naturales correspondientes. Si llega a la sangre es porque el límite que toma en cuenta no es el correspondiente, o por lo menos, el establecido por el propio pie de acuerdo a a su defecto. Por otro lado, habría que iniciar el recorte del casco respetando el defecto de topino. Sin intenciones de modificar el ángulo actual, ya que modificar el ángulo actual, buscando uno, teoricamente, ideal, significa pasar por alto el proplema que posee el caballo, que en este caso es un casco topino. El casco topino se debe a una retracción del músculo flexor profundo en conjunto con su tendón, el cual va o por debajo de la 3º falange. La causa es desconocida. Debido a que el caballo ya adaptó sus estructuras anatómicas a este defecto, intentar corregirlo, a esta edad, es trabajar en contra de esa adaptación, lo cual perjudica en gran medida al caballo, incrementando, posiblemente, el defecto. En estos casos, se debe recortar y herrar considerando el defecto de topino, sin intentar corregir o modificar el ángulo del casco. Sería muy útil enviar una fotografía del casco, visto de costado y su palma, a Engormix, para que sea publicada en el foro y así poder reafirmar mi comentario sobre algo concreto. Le envío un cordial saludo. Daniel Anz
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Luis Maltos Alcala
Luis Maltos Alcala
20 de diciembre de 2006
Buen dia, relacionado a esto tengo entendido que entre menos edad tenga el caballo es mejor y mas eficiente tratar de corregir aplomos y deformaciones, que opinas? En cada herrada (cada mes) estoy quitando gradualmente 3 - 4° para que no sea un cambio repentino para el DFT Espero y agradesco sus comentarios saludos
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Daniel Anz
20 de diciembre de 2006
Estimado Luis. Efectivamente, mientras más joven es el animal, mejores resultados se obtienen en la corrección de este tipo de problemas. Cuando son jóvenes, el tratamiento puede ser mediante herraduras ortopédicas. Al tratar con herraduras ortopédicas, se busca que el potrillo no pase de los 3 - 4 meses de edad, ya que a partir de esa edad, hasta los 6 meses, el tratamiento puede tener un alto porcentaje de resultados negativos. Pasados los 6 meses, la intervención debe ser quirúrgica, realizada por un veterinario especializado. Se realiza una desmotomía, cortando el ligamento Frenador distal del tendón del Flexor Profundo, que, naturalmente, es el ligamento que impide un sobreestiramiento del tendón en casos de tensión extrema. Luego de esta intervención, los caballos no quedan aptos para deportes de alta exigencia, porque pueden terminar lesionando el Profundo para siempre. Esta intervención quirúrgica se puede realizar hasta en caballos de edad bastante avansada. Creo que se hacen intervenciones de este tipo en caballos, también, adultos. Personalmente, considero que no es bueno intentar corregir el casco a esta edad, ya que puede agravarse el problema. Ni siquiera mediante rebajes paulatinos. Ocurre lo siguiente: En este momento el caballo tiene el músculo y tendón retraídos, siempre al límite entre la incomodidad y la comodidad. Al rebajarle los talones, aunque sólo sea 1º, el caballo pasará hacia la incomodidad, evitará pisar con ese miembro y contraerá más aún el músculo, agravandose el problema. A modo de apreciación personal, a esta edad, sólo cabe recurrir a una intervención quirúrgica. En potrillos, el tratamiento mediante herraduras ortopédicas, requiere de un herrador y veterinario espacializados, donde primero se procede a relajar el músculo elevando los talones para, luego, comenzar a modificar el ángulo del casco. A su vez, se realiza un vendaje de todo el miembro con el fin de aumentar la relajación muscular. La herradura ortopédica consiste en una extensión en pinzas. Hoy en día, para potrillos, se utilizan herraduras pegadas. En potrillos que se encuentran dentro del mes de edad, que poseen retracción de flexores, la aplicación de terramicina inyectada, produce, también, una relajación muscular, recuperando, estos, el aplomo correcto. Desconozco la parte veterinaria del caso, es decir, tipo de medicamento y dosis. Le envío un cordial saludo. Daniel Anz
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Eduardo Ponte
Eduardo Ponte
4 de marzo de 2007
BUEN DIA...Estoy urgido de ayuda...quiero hacerles una consulta importante...ME ACABO DE ENTERAR QUE MI POTRA DE TRES AÑOS TIENE CANCER DE CASCO...COMO PUEDO COMBATIR ESTA ENFERMEDAD...ME COMENTAN QUE ES INCURABLE?? NO QUIERO SACRIFICARLA....ES UNA TRISTE NOTICIA Y ESTOY DISPUESTO A TRATALA COMO SEA...ESPERO SUS PRONTAS RESPUESTAS...
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Omar Roque
Omar Roque
3 de mayo de 2007
Hola ¿qué tal? Considerando su artículo y las técnicas empleadas, las considero correctas pero en un caballo desde mi punto de vista, creo que la principal afección estaría en el ligamento frenador debajo del carpo, continuando con el suspensor del menudillo y posteriormente los tendones flexores....antes de creer en un síndrome navicular o alguna otra alteración. El centro de gravedad del caballo se encuentra a 1 pulgada hacia atrás del ápice de la ranilla, claro perfectamente esculpida, y el crecimiento del casco está basado en gran parte, en un aspecto biomecánico de transferencia de carga. Así mismo, si utilizamos un herraje de candado tratando de prevenir una lesión, me parece inadecuado pues aún recorriendo la herradura unos cuantos mm de la punta de la pinza hacia los talones, no nos permite que los talones tengan un crecimiento adecuado y por consiguiente sólo obtendremos una atrofia en los talones. La carga es la que estimula el crecimiento en talones y con un buen herraje lo podemos ayudar, no solo alivianando los síntomas sino que también estamos condicionando al animal a obtener una buena altura en los talones. La herradura de balance natural es un buen medio, siempre y cuando sea corriendo el centro de gravedad del casco y tomando en cuenta la función zootécnica así como la conformación del caballo, pues estará más predispuesto a que el caballo curse con mas problemas cuando se tienen unos talones muy bajos, siendo el caballo largo de cuartillas. El hecho de clavar la cantidad de clavos que usted indica me parece inadecuado, a no ser que sea un caballo de bastante peso puesto que, junto con las pestañas de la herradura, nos limitan la expansión del casco... Además de la deformidad que le estamos provocando por el uso de herraduras con pestañas. ¿Qué opina usted al respecto? Gracias
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Daniel Anz
5 de mayo de 2007
Estimado Omar Roque Gracias por sus aportes, amplían mis conocimientos. ¿Podría usted indicarme qué tipo de herraje realiza en el caso de un caballo bajo de talones debido a un colapsado de los mismos? A su vez, me interesaría saber en qué situaciones usted utiliza la herradura de balance natural. Aprovechando su experiencia, le pediré si adjunta una imágen de un casco normal y sano herrado normalmente, considerando la prevención de futuras lesiones, con el fin de rescatar detalles que se me podrían estar pasando por alto. Respecto de la cantidad de clavos y pestañas. Personalmente, durante mi trabajo diario, en la mayoría de los casos, utilizo dos pestañas laterales o ninguna. Las dos pestañas laterales me ayudan a preservar la pared del casco y su uso está reservado a caballos que no demuestran alteración en la forma de sus cascos. En aquellos que poseen tendencia a una deformación, los menos, utilizo la herradura sin pestañas. La deformación del casco debido a las pestañas se da, normalmente, por una deficiente calidad de fabricación de las mismas. Si el forjado de la pestaña se realiza lo más adelante posible y la misma trabaja pasivamente en la pared del casco, es decir, sólo apoyando sin ser encastrada, el casco suele no sufrir ninguna deformación. Respecto de los clavos y su cantidad. La cantidad ideal son 6 clavos ubicados en las 6 primeras claveras. En determinadas situaciones, utilizo los 8 clavos para asegurar una total sujeción, ya que, desde mi punto de vista, es preferible 8 clavos y no la pérdida de una herradura con las posteriores consecuencias. Le envío un cordial saludo Daniel Anz.
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Omar Roque
Omar Roque
6 de mayo de 2007
Hola Sr. Daniel, agradesco su consideración frente a mi poca experiencia. Quisiera decirle que respecto a la herradura para un caballo con talones colapsados y largo de pinza... lo principal sería comenzar con un recorte adecuado, en el cual usted solo debería recortar en la pinza hacia los talones, sin tener que involucrar los talones... Es decir, los talones deben quedar sin ser recortados y teniendo solamente la utilización de la escofina ligeramente en ellos, a no ser que haya una diferencia de tamaños en los talones. Le recomendaría emparejarlos si tener que recortar, ovbiamente el más pequeño, puesto que la carga estimula el crecimiento... así mismo, este mismo principio biomecánico es el que da la pauta cuando recorremos el centro de gravedad del casco que se encuentra situado a una pulgada del ápice de la ranilla, perfectamente bien esculpida (no recortar la ranilla solo darle su forma); recorriendo la herradura unos mm de la pinza hacia los talones, y tomando en cuenta la figura que la herradura no proyecta en el ángulo hacia los pulpejos, lograremos darle más soporte a la parte posterior en el miembro, al mismo tiempo que por la carga son estimulados los talones. Le sugiero traducir la forma del casco en la herradura, propiamente que sea una herradura del número adecuado del casco, quizás en la parte de los talones verá un poco salida la herradura hacia atrás debido a que la ha recorrido usted en la pinza, pero en estos casos solo debe cerciorarse de que está donde debería estar con la proyección de los talones sanos. En el herraje es importante que usted, dependiendo del grado de colapso de los talones, vea si es suficiente con un herraje sin más modificación que la de recorrer el centro de gravedad. De lo contrario, si es un caso más severo, le sugiero hacer unas extenciones de cuartas partes hacia los talones, en las ramas de la herradura, sin que éstas salgan hacia los lados del casco (es como una herradura de caballo de cala, solo que con una herradura normal). Espero que me entienda. También le recomiendo que al caballo se le exponga al agua en una pileta o a chorro con una manguera de agua, mínimo 15 minutos en agua tibia y 15 min en agua fría, dos veces por semana (como mínimo), para hidratar el casco y ayudarle también con lanolina con ajo y grasa para cascos. Espero darme a entender. Sr. Daniel, gracias.
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Jaime Ostria Reinoso
Jaime Ostria Reinoso
7 de mayo de 2007
Sr. Daniel Anz: He leído con mucho interés su artículo sobre palancas y apoyo. Sin embargo me gustaría saber si es posible que Ud. respalde la información entregada con algún tipo de fuente bibliográfica. Me refiero específicamente al antecedente que dice en relación con la localización del punto Z de equilibrio, el cual, según su artículo se sitúa 1 cm atrás del rodete coronario. Me despido muy cordialmente. Jaime Ostria (Médico veterinario).
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Daniel Anz
7 de mayo de 2007
Estimado Jaime. Si bien es un conocimiento que he rescatado, en su momento, de alguna bibliografía o seminario impartido por algún otro herrador profesor, actualmente no dispongo de ella. Debido a que rescato grandes y pequeños conocimientos durante mis viajes y lugares donde asisto con el fin de aprender y enseñar, no me he tomado el trabajo de anotar de qué material bibliográfico o de qué herrador he rescatado cada cosa. Sólo me queda ofrecerle el respaldo de mi experiencia adquirida durante mis 19 años de trabajo en esto. Lamento no poder ayudarlo más en ese sentido. Le envío un cordial saludo Daniel Anz
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Jaime Ostria Reinoso
Jaime Ostria Reinoso
8 de mayo de 2007
Sr Daniel Anz: Agradezco su consideración al responder mi escrito. Mi inquietud acerca del tema se debe a la investigación que realiza un equipo de trabajo, en el cual también participo, cuyo objeto de estudio es la interpretación de imágenes radiográficas digitalizadas. La razón de mi pregunta es que el equipo justamente trabaja en determinar sectores y puntos anatómicos que sirvan de referencia en el plano de coordenadas, para permitir cuantificar la geometría interna del dígito. La investigación pretende generar las condiciones para el diseño de un instrumento que determine sectores de sobrecarga en el dígito equino. Como puede ver mi estimado, su artículo es un buen antecedente, y es por eso que solicitaba a su persona la fuente de información. Esperando seguir en contacto con usted, me despido muy atentamente Jaime Ostria.
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Daniel Anz
9 de mayo de 2007
Estimado Jaime. Cuente conmigo para cualquier otra cosa que pueda serle de utilidad, sea a través de este foro o de forma dirtecta. Le envío un cordial saludo Daniel Anz
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Mariana De Maussion
Mariana De Maussion
26 de julio de 2007
Hola Daniel, me resultó muy interesante tu artículo y quería hacerte una consulta. Desde hace un tiempo estoy entrenando caballos para endurance. El veterinario que los atiende nos comentó que considera bueno, para evitar problemas de garrón, bajar los talones de los caballos provocando la parada de cuartillas. Es esto realmente así? La verdad es que a mí esto no me cierra por ningún lado y me mareo al tratar de comprender por qué pararlo de cuartillas me evitaría problemas en el garrón sin sobreexigir algún tendón, músculo, articulación, etc. No puede esto provocar algún problema en cabeza de entrecuerda? Y, siempre teniendo en cuenta la actividad a la que me refiero, ¿cuál sería el herrado recomendable? Muchas gracias por la atención a estas preguntas. Mariana
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