19 de marzo de 2019
Perdón antes publique este comentario pero me parece que podría aportar a esta discusión y lo copio nuevamente, disculpen si ya lo habían visto.
COMPARACIÓN DE LA CALIDAD Y SEGURIDAD MICROBIOLÓGICA ENTRE VEGETALES CONVENCIONALES Y ORGÁNICOS VENDIDOS EN MALASIA.
Es un estudio científico realizado por: Mohamed Radzi, Tze-Young Thung, Jayasekara M. K, J.k. Premaratne, Wei-San Chang, Yuet-Ying Loo, Chia-Wang Tang, Othman B. Ramzi, Chee-Hao Kuan, Yaya Rukayadi, Siti H. Ahmad, Che W. J. Wan, Mohd Fadzil, Chee-Sian Kuan, Siok-Koon Yeo, Mitsuaki Nishibuchi y Son Radu, y fue realizado en la Universidad de Putra, Malasia.
El objetivo de este estudio fue: Determinar y comparar el estado microbiológico entre los productos frescos orgánicos y convencionales adquiridos a nivel minorista en Malasia.
Durante la última década, en Malasia ocurrieron numerosos brotes de enfermedades transmitidas por alimentos, determinándose que el origen de los padecimientos era el consumo de verduras frescas contaminadas con las bacterias:
- Listeria monocytogenes.
- Escherichia coli O157: H7, y
- Salmonella spp.
Lo anterior despertó sospechas razonables sobre el creciente consumo de vegetales cultivados bajo manejo orgánico, como posible causa de estos repuntes patológicos.
Como parte del estudio, diariamente se hiso una recogida de muestras de un total de 152 vegetales; de ellos 77 orgánicos (certificados por las autoridades nacionales y extranjeras competentes) y 75 convencionales, adquiridas tanto en mercados como en supermercados de distintas localidades; el muestreo se llevó a cabo durante un período de 1 año (noviembre de 2015 a octubre de 2016).
Las muestras recolectadas diariamente incluyeron los vegetales siguientes:
- Repollo (Brassica oleracea),
- Zanahoria (Daucus carota subsp. Sativus),
- Calamondina o Naranja miniatura (Citrofortunella microcarpa),
- Tomate (Solanum lycopersicum ),
- Chile ojo de pájaro (Capsicum annum),
- Berenjena (Solanum melongena),
- Frijol alado (Psophocarpus tetragonolobus),
- Lechuga (Lactuca sativa ),
- Batata o Camote (Ipomoea batatas), y
- Rábano blanco (Raphanus sativus).
- Pepino (Cucumis sativus),
El análisis microbiológico, fue el siguiente:
1. Preparación de muestras.
-Las muestras vegetales se cortaron en trozos pequeños, se pesaron y tomaron sub muestras de 28 gramos cada una, luego se colocaron en una bolsa estomacal estéril.
Individualmente cada sub muestra se homogenizo usando una máquina Stomacher BagMixer R 400P, durante 1 min.
-El pH del caldo de cultivo bacteriano se neutralizó a pH 7,0 con una solución 0,5 M de NaOH.
Las bacterias aeróbicas mesófilas, los coliformes totales y las levaduras y mohos se enumeraron utilizando métodos convencionales como el conteo en caja de Petri.
-Cada muestra se analizó por triplicado y todos los resultados se expresaron como unidades formadoras de colonias por gramo (UFC / g).
-Diariamente las sub muestras fueron analizadas mediante los métodos siguientes:
Método del Número más probable (MPN).
-Extracción de ADN genómico e identificación de los organismos patógenos mediante comparación de marchas en PCR.
Los resultados fueron:
- Para el equipo investigador resulto sorprendente, que en el estudio 9 de cada 12 tipos de vegetales cultivados de manera orgánica y convencional en este estudio no mostraron diferencias comparables y significativas (P> 0.05) en la población aeróbica mesofílica.
Que contrario a la aseveración de que algunos insumos orgánicos favorecen la contaminación de los vegetales como los objetos de estudio, fueron las muestras provenientes de muestras convencionales las que mayoritariamente presentaban un mayor número de UFC de Listeria monocytogenes, Escherichia coli O157: H7 y Salmonella spp. (exeptuando a la zanahoria y la lechuga).
También informaron que la lechuga orgánica contenía una población aeróbica mesófilas más grande que la lechuga convencional.
Los hallazgos coincidieron con los datos obtenidos de estudios previos (Oliveira et al., 2010; Ma?ei et al., 2013) en los cuales los recuentos de levaduras y mohos fueron menores que los recuentos de bacterias aeróbicas mesófilas. Levaduras y mohos
La presencia de levaduras y mohos no solo está relacionada con los problemas de deterioro de los alimentos en las verduras, sino que también puede presentar riesgos para la salud debido a la producción de micotoxinas,(Tournas, 2005; Tournas y Katsoudas, 2005).
Las enfermedades causadas por la exposición a las micotoxinas incluyen reacciones alérgicas, enfermedades inmunosupresoras y posiblemente cánceres (Kovács, 2004; Buyukunal et al., 2015).
La prevalencia general de patógenos transmitidos por los alimentos en productos frescos (incluidos los productos orgánicos convencionales y frescos) fue de 0.7, 9.2, 5.9, 2.0 y 0.7% para E. Coli O157, Listeria spp., L. monocytogenes, Salmonella spp. Y S. Enteritidis, respectivamente, que fueron comparativamente más bajos que los estudios locales anteriores (Arumugaswamy et al., 1994; Jeyaletchumi et al., 2010; Chang et al., 2013; Loo et al., 2013; Najwa et al., 2015) .
Estos hallazgos también son contrarios a los hallazgos de Oliveira et al. (2010) que no se encontró ningún patógeno en 72 lechugas cultivadas orgánica y convencionalmente.
El artículo publicado el 31 de julio de 2017 en la revista Frontiers in Microbiology, es extenso y descriptivo, pero en concreto llego a las siguientes conclusiones:
-Los hallazgos en este estudio indicaron que, independientemente de los métodos de cultivo, ya sean orgánicos o convencionales, las verduras crudas pueden actuar como un vehículo potencial para la transmisión de Salmonella, L. monocytogenes y E. coli O157: H7 y, por lo tanto, representan un riesgo para la salud de los consumidores.
-Aunque se cree que el uso agrícola de estiércol compostado como fertilizantes representa un mayor riesgo de contaminación microbiana, esta investigación encontró que un tipo particular de prácticas de cultivo no afectaría el estado microbiológico de los productos frescos.
-Los factores ambientales, las condiciones climáticas y las prácticas de manejo poscosecha a lo largo de toda la cadena alimentaria, deben tenerse en cuenta en estudios futuros, ya que también pueden afectar el nivel microbiano de los productos frescos orgánicos y convencionales.
Por mi parte, concluyo que el estudio determina que, para garantizar la inocuidad como alimentos de los vegetales frescos adquiridos en mercados minoristas por los consumidores finales, lo que más importa es el manejo poscosecha y el procesamiento que se les brinde de manera previa a su consumo o almacenamiento y deja como resultado de que no es cierto que el uso de estiércoles en la fabricación de distintos tipos de abonos orgánicos es una fuente de contaminación con organismos patógenos.