Efecto de la combinación de vitaminas C y D3 con fuentes queladas de zinc y manganeso sobre la producción y calidad de huevos en gallinas de edad avanzada y sometidas a estrés térmico

Q: ¿Qué efecto tuvo la suplementación especial en la dieta sobre el grosor de la cáscara del huevo?

Al analizar la cáscara con más detalle, se observó que esta suplementación especial en dieta tuvo un efecto postivo sobre el grosor de ésta, especialmente en la zona medio (tanto a los 15 como a los 30 días de ensayo) y en la parte superior del huevo (a 30 días) (P< 0,05).

Q: ¿Qué efecto tuvo la combinación de vitaminas con fuentes queladas de Zn y Mn en la altura del albumen del huevo?

La combinación de vitaminas (C y D3) con fuentes queladas de Zn y Mn mejoró la altura del albumen tanto a 15 como a 30 días de ensayo (P< 0,05) (Figura 3).

Q: ¿Qué resultados se obtienen al combinar vitaminas C y D3 con fuentes queladas de zinc y manganeso en la suplementación de gallinas ponedoras?

En términos de calidad de huevo, la combinación de vitaminas C y D3 con fuentes queladas de zinc y manganeso mejoró el grosor y resistencia de la cáscara, por lo cual hubo una reducción del número de huevos frágiles y/o dañados, lo que representa un mayor número de huevos viables para su comercialización.

INTRODUCCIÓN

La fisura y rotura de huevos sigue siendo una de las causas de mayores pérdidas económicas para las explotaciones de gallinas ponedoras y reproductoras. De forma general, se estima que un 3% de los huevos puestos por gallinas que estén en jaulas o en sistemas de cría en libertad tiene la cáscara dañada (1). Además, la mala calidad de la cáscara es una preocupación importante para la seguridad alimentaria, ya que los huevos con daños en la cáscara se contaminan más fácilmente con bacterias (2). Múltiples factores pueden afectar la calidad de cáscara del huevo (3). Entre ellos, la alimentación es un factor considerable ya que un inadecuado aporte de minerales como el calcio puede repercutir en un mayor índice de huevos fisurados y rotos (4). La estirpe y la edad de las gallinas también son factores notables (2,5). A medida que la gallina avanza en el ciclo productivo, se produce una disminución de la calidad de la cáscara de los huevos. El número de huevos fisurados y dañados puede aumentar hasta un 20-30% al final del ciclo de puesta (de 65 a 70 semanas). Esta afectación de la calidad de cáscara en las gallinas de más edad se debe, por una parte, a una menor absorción de calcio en el intestino y, por otra, a un aumento del tamaño de los huevos. Este último factor se traduce en una disminución del grosor de la cáscara y del porcentaje de peso de la cáscara respecto a la masa de huevo y, entonces, mayor fragilidad (2). El estrés, en especial, el estrés térmico y otras deficiencias en cuanto a bienestar animal pueden repercutir de forma negativa sobre la calidad de huevo (4,6). En este sentido, las condiciones de producción (enriquecimiento de las jaulas, acceso al aire libre) son relevantes de cara a la calidad de huevo. Más interesante aún, es la interacción entre estos distintos factores que es determinante (4).

Como estrategias para favorecer la calidad de huevo, se han probado a lo largo de estos últimos años diferentes suplementos nutricionales a base de calcio (7), de diferentes formas de vitamina D (8–11), de microminerales (12), probióticos (13) y fitobióticos (14,15).

La suplementación de zinc (Zn) y manganeso (Mn) es clave en el mantenimiento de la integridad de la cáscara del huevo ya que son activadores enzimáticos de la anhidrasa carbónica, la lisil-oxidasa y las glicosil-transferasas (16,17). Sin embargo, se ha indicado que existen diferencias en la biodisponibilidad del Zn entre sulfatos, óxidos y carbonatos de Zn. Últimamente el interés está dirigido hacia fuentes de minerales quelados o ligandos orgánicos con una mayor biodisponibilidad (18). El manganeso es un cofactor de las enzimas glicosil-transferasa y fosfatasa alcalina, que participan en la síntesis de polisacáridos y proteínas durante la formación de la matriz. Una deficiencia de manganeso conlleva defectos en la pigmentación y en la cáscara aumentando su fragilidad. Por otro lado, la vitamina D₃ está implicada en el metabolismo y absorción en intestino de calcio y fósforo, su reabsorción por el riñón y la mineralización (deposición) y desmineralización (movilización) de los huesos (19).

En este sentido, el objetivo del presente trabajo fue evaluar la eficacia de una combinación de vitaminas (C y D₃) con fuentes queladas de Zn y Mn sobre la producción y calidad de huevos en gallinas ponedoras de edad avanzada y sometidas a estrés térmico.

MATERIALES Y MÉTODOS

Animales

La prueba fue llevada a cabo en una explotación privada en Tarlac, Filipinas. Se incluyó en esta prueba un total de 6500 gallinas ponedoras Dekalb de 66 a 70 semanas de edad, distribuidas de forma aleatoria en dos grupos experimentales.

Instalaciones

Las instalaciones no disponían de ambiente controlado viéndose afectadas por las elevadas temperaturas exteriores (30ºC±2ºC) y nivel de humedad (≈87±3%). Todas las aves estuvieron expuestas a las mismas condiciones ambientales de humedad y temperatura y al mismo manejo durante toda la puesta. Para seleccionar la explotación como candidata a la prueba, se verificó que las naves fueran limpiadas y desinfectadas antes del inicio del ciclo productivo, realizando un vacío sanitario antes de la entrada de este lote de gallinas y se verificó que la pauta de manejo fuera adecuada dentro de las posibilidades de la granja. También se comprobó la capacidad de los operarios para registrar los datos de forma correcta.

Alimentación

Todas las aves recibieron la misma dieta basal. Estas raciones fueron formuladas considerando las recomendaciones nutricionales de la línea Dekalb. La prueba tuvo una duración de 30 días, las aves tuvieron libre acceso al alimento y al agua de bebida.

Grupos experimentales

Los grupos experimentales fueron: (i) Grupo control: dieta estándar, y (ii) Grupo OvoActive: dieta estándar suplementada con la combinación de vitaminas (C y D₃) con fuentes queladas de Zn y Mn a razón de 2 kg/t de alimento. El producto OvoActive fue suministrado por MPA Veterinary Medicines and Additives (Barcelona, España).

Mediciones experimentales

Se evaluó la calidad de huevo, en términos de grosor de la cáscara (global y en tres localizaciones de la cáscara: a nivel superior, medio e inferior del huevo), color de la yema, altura del albumen. Para ello, se midieron estos parámetros a partir de una muestra representativa de cada grupo experimental a día 1, 15 y 30 desde el inicio del ensayo. Además, se valoró diariamente el estado de salud, mortalidad, consumo de alimento, rendimiento de puesta y resistencia del huevo (porcentaje de huevos rotos y fisurados).

Análisis estadístico

Los datos fueron analizados de manera cualitativa, a través de la descripción de las variables, y cuantitativa, utilizando la prueba de ANOVA de R-Studio para determinar diferencias entre grupos y el test de comparación múltiple post hoc Tukey para determinar las diferencias entre los promedios de los grupos experimentales.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Calidad externa

La adición de la combinación de vitaminas (C y D₃) con fuentes queladas de Zn y Mn incrementó el grosor de la cáscara de huevo (Figura 1) en las semanas 68 y 70 de edad, en comparación con el grupo control (P< 0,05). Un mayor grosor de cáscara repercute favorablemente sobre el índice de huevos rotos y fisurados ya que incrementa la resistencia a los posibles impactos (20). De hecho, como se observa en la Figura 5, la incidencia de huevos no aptos para su comercialización debido a defectos en la cáscara se redujo en un 11,3% en esta prueba. Como describen Mertens et al. (2006), los huevos se rompen más en la etapa de puesta, propiamente dicha, y de recolección (21). Es por lo tanto crucial para el rendimiento de la explotación reducir el número de huevos dañados en esta fase productiva de granja.

Efecto de la combinación de vitaminas c y d3 con fuentes queladas de zinc y manganeso sobre la producción y calidad de huevos en gallinas de edad avanzada y sometidas a estrés térmico - Image 1

Figura 1. Mediciones del grosor de cáscara en ambos grupos experimentales (P< 0,05).

Al analizar la cáscara con más detalle, se observó que esta suplementación especial en dieta tuvo un efecto postivo sobre el grosor de ésta, especialmente en la zona medio (tanto a los 15 como a los 30 días de ensayo) y en la parte superior del huevo (a 30 días) (P< 0,05) (Figura 2). Respecto a la parte inferior de la cáscara de huevo, sólo se notaron diferencias significativas a los 15 días de suplementación (P< 0,05).

Figura 2. Mediciones del grosor de cáscara tomando 3 medidas: en la parte superior (“Top”), media (“Mid”) e inferior (“Bottom”) del huevo (P< 0,05), en ambos grupos experimentales a 15 y 30 días del inicio de la prueba.

Estos resultados coinciden con los obtenidos recientemente por Hajjarmanesh et al. (2023) ya que observaron que la suplementación con manganeso y taurina mejora la calidad de cáscara en gallinas ponedoras tras el pico de puesta. Además, al combinar estos dos aditivos con zinc mejora también la gravedad específica, parámetro diseñado para evaluar rápidamente la calidad de cáscara(22).

Calidad interna

La combinación de vitaminas (C y D₃) con fuentes queladas de Zn y Mn mejoró la altura del albumen tanto a 15 como a 30 días de ensayo (P< 0,05) (Figura 3). La altura del albumen es un indicador de calidad y se correlaciona positivamente con la frescura del huevo (23).

Figura 3. Mediciones de altura del albumen en grupo control y grupo suplementado, a las 66, 68 y 70 semanas de edad de las gallinas (P< 0,05).

En cuanto al score de color de yema, la estrategia de suplementación nutricional logró mantener más estable la coloración de la yema (Figura 4). De cara a este tipo de explotación comercial, es muy relevante poder entregar un producto final de calidad constante. Nótese que la coloración de la yema es otro de los atributos más importantes para los consumidores finales de huevo (24).

Figura 4. Mediciones del score de color de la yema en ambos grupos experimentales (P< 0,05).

Estos resultados coinciden con lo descrito por Ramos-Vidales et al. (2019) que describieron que la utilización de microminerales de origen orgánico (durante 12 semanas consecutivas) perfecciona la coloración de la yema, la resistencia de la cáscara y el tiempo de conservación. Con esta aplicación de minerales orgánicos, estos autores lograron obtener el mismo rendimiento productivo respecto a incluso una mucha mayor dosis de minerales inorgánicos (25).

Rendimiento productivo

La combinación de vitaminas (C y D3) con fuentes queladas de Zn y Mn evidenció un efecto positivo sobre la produccion de huevos y sobre la resistencia del huevo (menos porcentaje de roturas y fisuras) en comparación con el grupo control (Figura 5). Los resultados son coherentes con los conseguidos por Saleh et al. (2020) ya que observaron que la mezcla de minerales orgánicos (Mn, Zn y Cu) mejora el rendimiento productivo de huevos y la calidad de cáscara (26). Estos múltiples hallazgos se pueden explicar por el mecanismo de acción de este complemento alimentario. Por una parte, la vitamina D3 promueva la absorción de calcio y, por lo tanto, favorece el proceso de calcificación de la cáscara (11). Por otra, la vitamina C contrarresta los efectos perjudiciales del estrés térmico (27).

Figura 5. Efecto de la suplementación nutricional sobre el rendimiento y la producción de huevos por aves y mes, la mortalidad y el porcentaje de huevos rotos (P< 0,05).

En la Figura 6, se puede observar cómo esta suplementación basada en vitaminas (C y D3) y fuentes queladas de Zn y Mn permite mantener un mejor índice de puesta, en comparación con el grupo control. Este aditivo logra frenar los efectos naturales del envejecimiento de las gallinas que conducen a una reducción de la puesta (2).

Figure 6. Efecto de la suplementación nutricional sobre el porcentaje de puesta sobre los 30 días de prueba.

La combinación entre vitamina D3 y vitamina C ofrece mejores resultados de conversión alimenticia y potencia el rendimiento productivo de ponedoras y reproductoras de igual forma que la adición de 25-hidroxivitamina D3 (25(OH)D3) (28). En este campo de investigación, se ha estudiado ampliamente la adición de diferentes formas de vitamina D (vitamina D2, vitamina D3 o 25(OH)D3). En este sentido, Adhikari et al. (2020) no encontraron diferencias significativas entre vitamina D3 y 25(OH)D3 en cuanto a calidad del huevo y digestibilidad aparente del calcio (11). En otro estudio, se evaluaron diferentes aportes de vitamina D3 y una combinación 50% de vitamina D3 y 50% de 25(OH)D3. Consiguieron el mismo crecimiento y calidad de cáscara. A nivel global, se obtuvo misma producción de huevo, consumo de alimento y conversión alimenticia (de 22 a 95 semanas) (29). Los resultados en cuanto a suplementación con distintas formas de vitamina D son, por lo tanto, variables, pero su combinación con otras vitaminas como la vitamina C repercute favorablemente sobre la producción.

CONCLUSIONES

Globalmente, la suplementación con una combinación de vitaminas C, D₃ y fuentes queladas de zinc y manganeso en dietas de gallinas ponedoras (semana 66 a 70 de edad) durante un periodo de puesta de 30 días mejoró el rendimiento productivo de las mismas. Se obtuvo mayor porcentaje de puesta y mayor persistencia así que menos porcentaje de huevos rotos y fisurados en comparación con las aves alimentadas con la dieta control.

En términos de calidad de huevo, la combinación de vitaminas C y D₃ con fuentes queladas de zinc y manganeso mejoró el grosor y resistencia de la cáscara, por lo cual hubo una reducción del número de huevos frágiles y/o dañados, lo que representa un mayor número de huevos viables para su comercialización. A nivel interno, este complemento alimenticio incrementó la altura del albumen, parámetro directamente relacionado con frescor y calidad de huevo, y estabilizó la pigmentación de la yema. Finalmente, la combinación de vitaminas C y D₃ con fuentes queladas de zinc y manganeso a razón de 2 kg/tonelada de alimento desempeña un papel clave en el rendimiento productivo de gallinas ponedoras avanzadas en edad y sometidas a estrés térmico, mejorando el índice de puesta y la calidad, tanto externa como interna del huevo.