Asuntos regulatorios, papel fundamental dentro de la compañía

Si hay algo por lo que siempre se ha caracterizado a Liptosa es, por una parte, su espíritu emprendedor e innovador, desarrollando y fabricando un amplio abanico de soluciones para el mercado nacional y europeo, y por otra, su firme apuesta por la internacionalización, que se refleja en la presencia de sus productos en más de 60 países de todo el mundo.

No cabe duda, por tanto, del papel fundamental que juega el departamento de asuntos regulatorios dentro de la compañía, y de su labor crucial a la hora de poner en el mercado productos no solo seguros y eficaces, sino que cumplan tanto con la legislación y los estándares de calidad europeos como de terceros países.

Hoy contamos con la presencia de Ainhoa Urbón, Veterinaria y responsable del Departamento de Asuntos Regulatorios en Liptosa, que nos ayudará a profundizar un poco más en el día a día de su departamento y todo lo que sus funciones implican.

Es la parte fundamental y punto de unión entre la legislación europea y la de país tercero, además de estar siempre al día de los cambios legislativos y los usos autorizados de ingredientes en alimentación animal. Se dedica a la supervisión legal y técnica de los productos de venta de la empresa.

Se trata de una parte indispensable en la industria de alimentación animal, y probablemente, una de las más desconocidas. El departamento de Regulatory Affairs (conocido popularmente como “Registros”) debe implicarse desde la formulación y fabricación del producto en funciones de asesoramiento para asegurar que todo se realiza bajo la normativa que se exige.

Se encarga de conocer la legislación nacional, la europea y la de países terceros que aplica en el sector de alimentación animal para cada tipo de producto que se fabrica. Es el departamento que supervisa en todo momento el etiquetado, la conformidad de producto según legislación de destino, los ingredientes con uso restringido o las sustancias que no se pueden incluir dependiendo del país en el que se quieran vender.

Es un departamento que tiene que estar alerta siempre para conocer los cambios legislativos en materia de alimentación animal, en constante actualización de conocimientos.

Además, es el encargado de preparar, revisar y presentar la documentación para solicitar el registro de productos nuevos ante las autoridades internacionales. Por lo que también está en contacto con Ministerios y Consejerías de todo el mundo.

Es un departamento fundamental en este tipo de empresas, estando involucrado en todo el proceso de desarrollo de producto. Un departamento cuya aportación es muy valiosa en la empresa.

El crecimiento de este departamento en nuestra empresa ha ido de la mano con el crecimiento de países a los que se exporta. Ya que, para poder vender en países terceros, cada producto tiene que estar registrado en el país en cuestión. De esta manera, hemos pasado de ser una parte del departamento de calidad e I+D, a constituirnos como departamento propio aparte, con 5 personas formando parte de él.

Este crecimiento también se ha debido a los cambios legislativos a nivel europeo, donde se están re-evaluando muchos aditivos tradicionalmente utilizados en alimentación animal.

Uno de los grandes desafíos son los cambios constantes legislativos. Entre ellos, la re-evaluación de aditivos de la que hemos hablado. Es un departamento que tiene que estar en constante revisión y conocimiento de la legislación en materia de alimentación animal, manejo del catálogo de materias primas autorizadas en la UE, así como de la lista de aditivos autorizados en la UE. El marco normativo es complejo y, a veces, demasiado restrictivo. Todo esto debe tenerse en cuenta a la hora de fabricar nuestros productos, y por supuesto, a la hora de registrarlos en el país tercero.

Además de lo anteriormente comentado, este departamento tiene que conocer de primera mano la legislación de destino. Al ser el encargado de preparar toda la documentación para registrar productos en países terceros, también tiene que estar formado por profesionales que garanticen el cumplimiento de normativas altamente complejas, en constante cambio y con diferencias según el continente/país.

Lo fundamental es saber conjugar legislación europea con legislación de tercer país, En muchas ocasiones, la legislación relativa a alimentación animal presenta diferencias entre los países, con matices que no se encuentran bien definidos. Esto hace que necesitemos un amplio conocimiento de la normativa aplicable para conocer las posibilidades y restricciones según cada mercado. Cumpliendo siempre, de base, la legislación europea.

Además, desde el inicio, tiene que quedar muy claro que nuestros productos son piensos complementarios y premezclas, no son medicamentos. Por lo que el registro debe estar bien orientado y no suscitar ninguna confusión.

Y muchas veces, incluso dentro del mismo país, surgen unas objeciones u otras. El factor humano siempre está presente, y estamos sujetos a la interpretación individual de cada inspector que revisa el dossier. Por tanto, establecer una excelente comunicación con las autoridades de destino es la clave para poder culminar con éxito el proceso de registro.

Como comentábamos, debemos tener buena comunicación con las autoridades de destino, que siempre pueden ayudarnos en indicarnos las normativas aplicables.

También contamos con distribuidores y asesores en materia de alimentación animal, que nos ayudan a comprender y orientar los dossieres de producto. Para ello mantenemos siempre una comunicación fluida con clientes y distribuidores de cada zona geográfica quienes, junto con nuestros comerciales, nos apoyan en este proceso de conocimiento legislativo y adaptación.

Somos uno de los primeros eslabones en la cadena alimentaria, por lo que tenemos que aplicar el máximo rigor en el cumplimiento de las normas, transmitiendo todo nuestro buen hacer y seguridad hacia las siguientes fases de producción (pienso balanceado, producción animal, procesado de alimentos…) a fin de garantizar la puesta en el mercado de productos totalmente seguros para el consumidor final.