Universidad de Burgos (España)
21 de noviembre de 2016
Para Carlos R. Tamara Gómez, Solismar VEnzke Filho, Juan Carlos Ortúzar S. y alguno mas (perdon por la limitación de nombres)
respecto al contenido en agua, regulación del pH, mineralización del P orgánico y presencia de formas biodisponibles de fosfato. además de evolución de la materia orgánica con bajas temperaturas, alto contenido en Al, arcillas y MO acumulada.
Para ir acotando puntos de vista: la evolución de la materia orgánica esta asociada a actividad de la microbiota del suelo, y depende de la temperatura, y disponibilidad (y o movilidad del agua), espacio poral y como no, de la disponibilidad de Oxigeno (estos últimos limitados por la abundancia de arcillas al controlar la renovación de gases integrantes del sistema CO2/O2/NxO).
Si no lo he dicho antes, la concentración de protones (o su valor en pH) se modifica con la pluviometría o con el riego (tanto por su cantidad como su frecuencia). No debemos de olvidar que el pH del agua de lluvia no es neutro (7,0), sino 5,5, Esto depende de las reacciones químicas que ocurren en el seno de las gotas de agua, cuando se encuentran en la atmósfera. Ademas si hay interferencias como las emanaciones y partículas volcánicas, este valor se acidifica (reduce) mas en sus áreas de influencia.
Respecto al pH del agua de riego (si es de fuentes naturales y no aguas servidas o tratadas) puede variar enormemente, según sea el medio edáfico/geológico que atraviesan. Del contenido iónico de estas aguas se dicen que son la huella digital de los lugares que atraviesa.
Un elevado contenido en arcillas relentiza la velocidad de movimiento del agua, reduce su infiltración y puede llegar a crear zonas estancadas. Y aunque en suelos de altura la movilidad del agua ocurre gracias a capas freáticas (profundas o colgadas) la arcillas también limitan la movilidad y el recambio de gases, y como consecuencia, limitando la disponibilidad de oxígeno. (con ello nos planteamos si los procesos de degradación y evolución de la materia orgánica se realizan en forma aerobia o anaerobia).
Si los suelos no están saturados, la actividad fúngica se activa, y las especies que actúan son mas en número y eficacia a la hora de degradar la materia orgánica (y los organofosforados) si la acidez pasa de 4 a 5 y paulatinamente se reduce en cuanto se aproxima a la neutralidad. No hay que olvidar que en este proceso de actividad fúngica también se libera el N (en forma amónica -básica-) que tienen los compuestos nitrogenados (desde las proteinas hasta la quitina, pasando por las estructuras de las paredes bacterianas o las que corresponden a los pequeños animales (acaros, colémbolos y muchos de los propios hongos).
Todos conocemos que la temperatura afecta a la velocidad de todas las reacciones tanto químicas como bioquímicas. Y tenemos que entender que la temperatura ambiental es diferente a la temperatura del suelo y de la solución del suelo, y la de una bacteria libre o si se encuentra en un intestino animal o un biofilm. Como consecuencia los descensos de temperatura regula la actividad degradativa de todos los seres vivos, y en general toda la activdad, Y todos sabemos que también existen los microorganismos criófilos que viven a baja temperatura (-3 o -4ºC) pero su ritmo metabólico es mucho menor que aquellos cuya temperatura óptima es la de 25ºC. Y en todo caso siempre que haya Oxígeno suficiente para mantener su actividad aeróbica.
Y todo este conjunto, que para todo el mundo es fácil de aceptar si lo referimos a los microorganimos, se hace extensible a la tricoblastos de las raíces de las plantas. Por ello estas células, que son responsables de buena parte de la excreción de actividades enzimáticas con capacidad fosfatásica presentes debajo o en su entorno mas inmediato, donde se realiza la captura de nutrientes, precisan de una cantidad suficiente de oxígeno para realizar su propio metabolismo, y entre otras cosas, además de crecer, sintetizar los propios transportadores de fosfato, que son específicos de cada planta y funcionan de manera óptima o no según el pH de su rizosfera (y su velocidad de circulación de agua y nutrientes y la capacidad de penetración de los microagregados de su entorno etc, etc),
Y así, sin querer llegamos al porque las plantas se adaptaron a un tipo de suelo (según su pH, su permeabilidad a los gases y al agua) y si queremos imponer una planta inadaptada a un suelo no adecuado, los problemas aparecen por doquier.
Saludos, Salvador González Carcedo