Alimentación de la cerda gestante

El mejoramiento genético en cerdos durante las últimas décadas ha incrementado la prolificidad de la cerda (Quesnel et al., 2008), generando una cerda moderna altamente productiva. Así mismo, los requerimientos en estas hembras son mayores y deben ser modificados conforme a la etapa de producción en la que se encuentran.

En el caso específico de la cerda en etapa de gestación se han realizado estudios que demuestran que es necesario incrementar el aporte de energía y aminoácidos en la última etapa, debido al cambio metabólico y fisiológico que se sufre en este periodo (Jackson 2009). Diferentes fuentes recomiendan dividir la gestación en 2 o 3 etapas, para ofrecer el aporte necesario durante el ciclo de la gestación (PIC, CVB, Addiseo, Hypor).

Tabla 1. Programas de alimentación por etapas en gestación

Etapa temprana. El incremento de la ración en los primeros 28 días, especialmente en cerdas multíparas ayuda promover la recuperación de la condición corporal de las cerdas posterior a la lactancia, mantener el estatus endocrino y metabólico para mejorar el desempeño y desarrollo del embrión y posteriormente del feto.

Etapa intermedia. Mantener una condición corporal óptima en la cerda, evitando tener cerdas con sobrepeso o delgadas. Un excesivo consumo energético en esta fase provoca una reducción en la preparación de las células secretoras y excretoras de leche, dando lugar a problemas en la siguiente lactación de síndrome hipogalaxia postparto. Incrementa el tiempo del parto, predisponiendo a un incremento en el número de lechones nacidos muertos, mayor riesgo de estreñimiento y problemas de síndrome mastitis, metritis y agalaxia.

Etapa tardía. Se recomienda un incremento en el aporte de energía y aminoácidos con la finalidad de alcanzar el mayor crecimiento fetal (5 veces más), la mayor deposición de proteína fetal (18 veces más) y el crecimiento de la glándula mamaria (27 veces más) Mc.Pherson et al., 2004; Ji et al., 2006.

Aplicar un programa de alimentación con una sola dieta puede traer problemas de sobrealimentación en etapa temprana e intermedia y subalimentación en etapa tardía. Resultando en caso de sobrealimentación en un desperdicio de alimento y dinero, mientras que una subalimentación en etapa tardía provoca que la cerda al iniciar su lactancia entre en un estado de catabolismo severo. En ambos casos se ve afectado el desempeño y la vida productiva de la cerda

Los estudios sugieren que lo ideal en un programa de alimentación de gestación sería contar con varias fases de alimento, específicas por etapa, genética y paridad. En la mayoría de los casos es complicado realizarlo por la capacidad de almacenaje y manejo de alimento que existe dentro de las granjas. Debido a esto se hacen varias recomendaciones sobre como racionar nuestra dieta durante la gestación.

Es importante recordar que la cerda primeriza sigue en crecimiento y que aún no ha alcanzado su peso adulto, por lo tanto requiere mayor aporte de la dieta para mantener la gestación y su tasa de crecimiento.

Es importante realizar el ajuste de la ración en cada una de las etapas de gestación, de manera que realicemos el aporte de nutrientes adecuados. Sin embargo, dentro de la granja es necesario tener personal capacitado que realice una evaluación de la condición corporal del hato reproductivo, con la finalidad de detectar cerdas delgadas o con sobrepeso; ajustar la alimentación, incrementando o disminuyendo la ración respectivamente.