Ahorro de energía en cerdos

La creatina sirve como una importante reserva energética en los vertebrados. Alrededor del 95-98% se encuentra en el músculo esquelético, desempeñando un papel fundamental en el metabolismo energético. La síntesis de la creatina es un proceso muy sencillo pero que requiere tres aminoácidos: arginina, glicina y metionina. Existen dos vías por las cuales los animales pueden satisfacer las demandas de creatina: el alimento y la síntesis de novo. Por tanto, podría añadirse en el pienso favoreciendo así el crecimiento de los animales. Sin embargo, su adición en forma pura como aditivo presenta ciertas desventajas, como es la inestabilidad durante el proceso de fabricación del pienso y su elevado precio.

El ácido guanidinoacético (GAA), es el precursor natural y exclusivo para la síntesis de creatina en los tejidos animales y es sintetizado a partir de los aminoácidos arginina y glicina. Asimismo, en comparación con la creatina pura, el GAA es mucho más estable, incluso en condiciones de altas temperaturas durante los procesos de extrusión, además de ser más barato, por lo que podría ser un aditivo alimentario adecuado en la producción porcina. El producto comercial (CREAMINO®) está compuesto por GAA (96%) y se ha usado como aditivo en estudios previos presentando resultados favorables en el crecimiento de cerdos de cebo.

Por lo tanto, el objetivo principal de este estudio fue evaluar la eficacia zootécnica de la suplementación de CREAMINO® a dosis de 0,06% (600 g por tonelada) para compensar 50 kcal/kg de alimento en alimento para cerdos de engorde. Del mismo modo, evaluar el valor calórico, en términos de energía neta, que se obtiene del producto comercial suplementado al 0,06% en piensos de crecimiento-acabado.

El estudio se desarrolló en una granja comercial de ciclo cerrado de 500 cerdas reproductoras de la provincia de Segovia, en España. Se utilizaron un total de 240 cerdos (Topigs TN70 x Pietrain) de 80 días de vida al inicio del experimento, en el momento en el que los animales se trasladaron a la nave de cebo. Los animales se alojaron en cuatro salas idénticas de 60 animales (12 corrales con capacidad para 5 cerdos cada uno para mantener una densidad de 1,2 m²/animal). Cada corral tenía una tolva y un bebedero y el suelo era de cemento parcialmente enrejillado (Figura 1).

 
^{Figura 1. Instalaciones experimentales.}

El estudio comprendió toda la fase de cebo, desde la entrada de los animales a la nave de cebo, a los 80 días de vida (37,9 kg de peso vivo (PV)), hasta que los animales alcanzaron el peso de matadero (150 días de vida y 96,4 kg de PV). Comprendió 2 fases de alimentación, “crecimiento” de los 80 a los 115 días de vida y “acabado” de los 115 a los 150 días de vida.

Por lo tanto, para la realización de este estudio se incluyeron tres tratamientos (Tabla 1) de 80 animales cada uno (40 hembras y 40 machos enteros), con 16 corrales de 5 animales cada uno por tratamiento. A lo largo del periodo experimental se controló el peso individual de los animales al inicio del experimento, final de fase de crecimiento (115 días de vida) y final de la fase de acabado; y se registró el consumo de alimento de cada corral para cada fase experimental. A partir de estos valores se calculó la ganancia media diaria (GMD), el consumo medio diario (CMD) y el índice de conversión (IC). La composición de las dietas experimentales en ambas fases se presenta en la tabla 2. La estadística se realizó mediante un análisis de varianza, que incluía el peso vivo inicial como covariable, el sexo y la sala como efectos bloque y el tratamiento (efecto fijo) como fuentes de variación para cada fase (crecimiento, acabado y periodo global). La comparación de medias se realizó mediante el test de Tukey. El corral (5 cerdos) fue la unidad experimental. Los valores p< 0,05 se consideraron significativos, mientras que los valores p entre 0,05 y 0,10 fueron considerados tendencias. 

Tabla 1. Tratamientos: dietas experimentales.

Tabla 2. Composición de las dietas de crecimiento (80 – 115 días de vida) y acabado (115 – 150 días de vida).

El análisis proximal de las dietas experimentales se muestra en la tabla 2. Como cabía esperar, tanto el T1-CN como el T2-CP no se encontraron niveles detectables de GAA en las dietas de crecimiento y acabado, mientras que la concentración de GAA (CREAMINO®) del T3 fue próximo al esperado (600 mg/kg) en ambas dietas. El resto de parámetros evaluados en el análisis proximal no mostraron grandes diferencias entre tratamientos.

Los resultados productivos se presentan en la tabla 3. No hubo diferencias en el PV de los cerdos ni al final de la fase de crecimiento ni de la de acabado. Además, la GMD no se vio afectada por los tratamientos en ninguna de las fases estudiadas. Sin embargo, sí se detectaron algunas diferencias en el consumo de alimento. El CMD fue mayor en el grupo control negativo (T1-CN) en comparación con el control positivo (T2-CP) y el T3 (CN+CREAMINO®) (p< 0,05) en la fase de crecimiento. En el periodo global, los animales suplementados con CREAMINO® tuvieron igual CMD que el grupo control positivo, que les permitió alcanzar sus requerimientos energéticos. Los animales del grupo control negativo (T1-CN) compensaron la reducción en el contenido energético con un mayor consumo de alimento.

Los resultados obtenidos en el PV, GMD y CMD afectaron al IC. La conversión fue similar entre los tratamientos en la fase de crecimiento. Pero en la fase de acabado, los cerdos alimentados con T3 (CN+CREAMINO®) mostraron un IC menor que los de T1 (CN), manteniendo a los cerdos del T2 (CP) en valores intermedios (p< 0,05). Los resultados de IC en el periodo global de engorde también mostraron que la suplementación con CREAMINO® pudo compensar el déficit energético de 50 kcal/kg. Los grupos T2 (CP) y T3 (CN+CREAMINO®) tuvieron estadísticamente el mismo IC, más de 10 puntos menor que el IC del T1 (CN), lo que supuso un 5,2% de mejora en la eficiencia alimentaria con respecto al CN.

Tabla 3. Peso vivo (PV), ganancia media diaria (GMD), consumo medio diario (CMD) e índice de conversión (IC) en el periodo de crecimiento (fase 1, 80-115 días de vida), de acabado (fase 2, 115-150 días de vida) y global de cebo (80-150 días de vida).

Los resultados obtenidos en el matadero se muestran en la tabla 4. No hubo diferencia en el peso final de los cerdos en el momento del sacrificio ni en el peso de la canal (p> 0,05). Además, los tratamientos tampoco afectaron al rendimiento de la canal ni al porcentaje total de magro.