Alfalfa: fertilización con Fósforo y Azufre

En el Valle Inferior del río Negro aproximadamente el 20% de la superficie total bajo riego se destina al cultivo de alfalfa que constituye la principal base forrajera de los sistemas de producción de carne de la región con potencial de producción de forraje que sobrepasa las 20 t MS ha-1 año (Gallego y Miñón, 2016). No obstante, la calidad del forraje en términos de proteína bruta (PB) muchas veces se encuentra limitado debido a los bajos niveles de los principales macronutrientes del suelo y que son utilizados por la planta para la síntesis de proteína. El objetivo del trabajo fue evaluar la calidad (proteína bruta) de forraje de alfalfa en respuesta a la fertilización con P y S en suelos de textura fina y condiciones de riego.

Materiales y Métodos

El ensayo se sembró el 15/04/10 en la EEA Valle Inferior del río Negro (40º 48´LS; 65º 05´LW), sobre un suelo Vertisol serie “Chacra” (pH= 7,4; P asimilable (ppm)= 14; S disponible (ppm/Olsen)= 14; MO= 4,9%; N total (%)= 0,21). Se evaluaron diez tratamientos resultantes de la combinación de 5 dosis de P: 0, 20, 40, 80 y 160 kg P ha-1 y dos dosis de S: 0 y 24 kg P ha-1 . Los tratamientos fueron: T1: P0S0 (Testigo); T2: P0S24; T3: P20S0; T4: P20S24; T5: P40S0; T6: P40S24; T7: P80S0; T8: P80S24; T9: P160S0 y T10: P160S24. La fertilización se realizó al voleo previo a la siembra de la alfalfa, con una posterior incorporación a 1-2 cm de profundidad. Dado que las dos fuentes de fertilizantes utilizadas (fosfato monoamónico (NH4) H2PO4 (11-52-0) y sulfato de amonio (NH4)2SO4 (21-0-0-24S) contenían N en su formulación y que éste podría presentar efectos sobre la FBN, en todos los tratamientos se agregó urea antes de la siembra a la cantidad de N del T10 (97 kg N ha-1 ). El cultivar de alfalfa utilizado fue CW 830 (GRI=8). Se utilizó un diseño en bloques (n=4) completos aleatorizados con parcelas divididas. El período de estudio comprendió 2 ciclos (C) productivos: C1 (septiembre 2010-junio 2011) y C2 (septiembre 2011-junio 2012). El tamaño de las parcelas experimentales fue de 16,8 m2 (2,1 m de ancho por 8 m de largo), conformadas con 12 hileras a 17,5 cm. La densidad de siembra fue 18 kg ha-1 . El cultivo recibió 1502 y 1442 mm de agua como riego más precipitaciones en los ciclos 1 y 2 respectivamente. Los cortes se realizaron cuando el forraje alcanzó un 10% de floración o cuando los rebrotes basales presentaran 3-5 cm de altura. En ambos ciclos se realizaron 6 cortes sobre una superficie de 4,35 m2 con motosegadora a 5 cm de altura, pero para evaluar la PB de forraje se tomaron muestras de los cortes de primavera (C2), verano (C4) y otoño (C6) de ambos ciclos respectivamente. Las muestras de forraje fueron secadas a estufa durante 48 hs a 60 ºC y se molieron con molino Wiley (tamiz de 1 mm) para la posterior determinación de N total por el método semimicro Kjeldahl. Posteriormente, se estimó el porcentaje de PB como producto del valor de N total por el factor 6,25.

Sobre la PB se realizó ANOVA y test de Dunnett (P< 0,05, a 1 cola).

La fertilización combinada de P+S presentó efectos diferenciales en los ciclos, así como en los distintos cortes de cada ciclo, verificándose una interacción entre tratamiento * corte (P< 0,0001). En el ciclo 1 los porcentajes aumentaron solo en los cortes 2 y 6. En ambos cortes los tratamientos que se diferenciaron del testigo (P0S0) produjeron en promedio 15 y 8% más de PB respectivamente. Solo a modo de referencia los valores de producción de biomasa mínimos y máximos en el ciclo 1 (cortes 2 y 6) y 2 (corte 6) fueron de 4,2-4,7; 1,7-2,1 y 1,3-1,9 tMS ha-1 respectivamente. En el ciclo 2, sólo en el corte de otoño se produjeron diferencias significativas a la fertilización cuando las dosis de P fueron mayores de 40 kg ha-1 . En este caso los tratamientos con respuesta a la fertilización mostraron 39% más de PB que el testigo. En ambos ciclos, el corte 4 realizado en verano, no mostró efecto de los tratamientos sobre el contenido de PB. Probablemente la temperatura ambiente del verano aceleró el proceso de madurez fisiológica de la planta y aumentó así el contenido de pared celular, produciéndose un efecto dilución de N en el tejido.

Los tratamientos con P y S produjeron mayor %PB en forraje respecto al testigo en los cortes de primavera del ciclo 1 y otoño del ciclo 1 y 2. En la época estival cuando se presentaron los menores valores de PB, la fertilización no generó cambios en los porcentajes. Los mayores valores proteicos se observaron en otoño.