Suplementación de vacas lecheras con aceites poliinsaturados bajo forma líquida o solidificada: 2. Efectos sobre el perfil de ácidos grasos de la leche

La grasa láctea o butirosa (GB) es objeto de críticas por especialistas en nutrición humana (Banni et al., 2002) debido al exceso en ácidos grasos (AG) saturados (AGS) asociados al riesgo de enfermedad cardiovascular (Stanton et al., 2003). Como contraparte, la GB aporta AG saludables como el linoleico conjugado (CLA, cis-9, trans-11C_18:2) y su precursor el ácido vaccénico (AV, trans-11 C_18:1) con efectos promisorios sobre los consumidores como mejoras del perfil lipídico en sangre, la función cardiovascular y la reducción de la incidencia de ciertos tipos de cáncer (Parodi, 1999). La suplementación con aceites poliinsaturados (AGPI) es la vía más rápida y eficiente para modificar la composición en AG de la GB (Gagliostro et al., 2020) pero su implementación en sistemas reales de producción puede no resultar práctica. El objetivo del trabajo fue conocer el efecto sobre los AGPI de interés en salud humana ante el aporte suplementario de una mezcla de API bajo su forma natural (líquida) o sólida (Suplemento Oralac®, OR, Tecnuar SRL, Rosario).

Los animales y tratamientos fueron descriptos previamente en el presente volumen (NA291, Carignano et al. 2023). Brevemente, se utilizaron 18 vacas multíparas de raza Holando Argentino con 46 ± 12 días en lactancia asignadas en forma equilibrada según peso vivo (PV), promedio de producción y composición de la leche a tres tratamientos (n=6): Control (sin lípidos), AS-AP (aporte de una mezcla (p/p) de aceite de soja (87,5%) y de pescado (12,5%) y un suplemento lipídico Oralac® (OR). El suplemento OR (90% MS, 68,6% lipidos y 14% cenizas) contenía (%) C_16:0 (11.25), C_18:0 (4.65), cis-9C_18:1 (31.7), C_18:2-n-6 (44.7) y C_18:3-n-3 (2.45) con 0.6% de EPA (C_20:5) y 1.0% de DHA (C_22:6). La oferta de pastura fue de 27 kg MS vaca^-1 día^-1 y el aporte de concentrado comercial fue de 3,5 kg vaca^-1 día^-1 durante cada turno de ordeño. Al momento del ordeño, los lípidos fueron manualmente mezclados con el concentrado en el comedero al 4% del consumo total estimado (20 kg) de MS durante 21 días consecutivos. Los resultados fueron analizados mediante un diseño completamente aleatorizado (DCA) con los tratamientos como efectos fijos; mientras que vaca y error residual fueron considerados efectos aleatorios.

El consumo objetivo (800 g vaca^-1 día^-1) de la mezcla de aceites de soja (87,5%) y de pescado (12,5%) (AS-AP) mezclados al concentrado fue total pero la inclusión del OR (1,29 kg vaca^-1 día^-1) generó rechazos del orden de 7-27% de concentrado aún ante el agregado de saborizante. El perfil de AG de la leche fue modificado por la suplementación en un sentido saludable (Tabla 1).

Consumidos en exceso, los ácidos láurico (C_12:0), mirístico (C_14:0) y palmítico (C_16:0) resultan potencialmente aterogénicos (Stanton et al., 2003) y su concentración en la grasa butirosa (GB) disminuyó en las vacas suplementadas (- 32, -24 y – 23 % respectivamente). El AG trans-10 C_18:1 es potencialmente aterogénico y su nivel no fue incrementado. El AV presenta propiedades saludables en sí mismo siendo además el principal precursor del CLA (Gagliostro et al., 2020). Su nivel resultó fuertemente incrementado por ambas fuentes de AGPI (+200% en promedio). El CLA natural aumentó en un 283% en AS-AP y en un 96% en el caso del suplemento OR. La disminución en AGS promedió un 14% con incrementos simultáneos en los AGMI y AGPI ante la suplementación lipídica. La relación Ω6/Ω3 permaneció dentro del rango saludable (5/1 a 9/1) según la OMS.

El consumo de AS-AP y del suplemento OR indujo efectos positivos sobre el valor saludable de la grasa láctea siendo más importante con la mezcla de aceites debido probablemente al rechazo parcial del suplemento OR.