En los últimos años, los bajos precios de la carne hicieron que los planteos ganaderos se manejen con baja tecnología y altas cargas en ambientes marginales. Sumado a esto, años de condiciones climáticas desfavorables, determinaron la predecible caída en el número de vientres.
Mientras el gobierno se encargaba de subsidiar el feed-lot para unos pocos, la fábrica de terneros se estaba fundiendo. Una vez más, las malas políticas son las responsables de darle el golpe final a una actividad tan importante como la ganadería, que produce uno de los principales alimentos, generando trabajo y valor agregado.
Y ahora? Quien podrá defendernos ?...
Como es habitual, el humilde productor, de perfil bajo y luchador será el responsable de reestructurar esta actividad totalmente destruida.
El nuevo escenario: Por lo menos en los próximos 5 años, que tardará en recuperarse parte del stock perdido, el precio de la invernada se mantendrá elevado. Esto nos indica que la relación entre el precio de compra y venta para el engorde será negativo. Lógicamente, comprar a $12 y vender a $8 no es muy buen negocio.
Una alternativa para “diluir “este costo inicial es hacer un novillo más pesado. Así se podrán lograr más kilos de carne sin la necesidad de comprar más terneros.
De la situación antes planteada se deduce que entrará al negocio una nueva actividad, la recría. Lograr animales más pesados implicará la necesidad de planificar módulos de recría eficientes que permitan generar crecimiento en cada individuo.
Mientras tanto la cría, que durante muchos años fue la actividad menos rentable, se transformará en la más beneficiosa un negocio al que muchos querrán acceder, pero se encontrarán con un problema, la compra de los vientres.
La solución para producir más kilos de invernada ya no será comprar más vacas, sino producir la máxima cantidad de kilos de ternero por vaca. Es aquí donde entra en juego la necesidad de ajustar todas las medidas de manejo, de manera de maximizar la eficiencia productiva de los rodeos.
La clave estará en la capacidad de producir la mayor cantidad de pasto posible en estos ambientes marginales, y en saber aprovecharlo de la manera más eficiente. Existen muchas herramientas que permiten aumentar la productividad en sistemas ganaderos, el arte de saber combinarlas y adaptarlas a cada establecimiento en particular será lo que determine el éxito del proceso.
Hay mucho por hacer, la ganadería es compleja e interdisciplinaria y el conocimiento será el insumo más importante a la hora de adaptarnos al nuevo escenario ganadero.
Ing. Agr. Eduardo Arzuaga, Esp. en Reproducción Bovina
