Explorar
Comunidades en español
Anunciar en Engormix

Niveles séricos de minerales en hembras bovinas en un establecimiento de la región del Chaco Semiárido salteño

Publicado: 28 de marzo de 2022
Por: Juan MICHELOUD Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Argentina Universidad Católica de Salta (UCASAL), ArgentinaG.M. MARTÍNEZInstituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), ArgentinaV. ARAOZ Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), Argentina V.H. SUÁREZInstituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), ArgentinaD.E. ROSA Universidad Nacional de La Plata (UNLP), ArgentinaG.A. MATTIOLIUniversidad Nacional de La Plata (UNLP), Argentina
Resumen

Las deficiencias minerales son un problema de gran impacto productivo a nivel mundial. En el noroeste ar-gentino la cría extensiva es una de las actividades económicas más importantes y está en franco crecimiento. En esta región los estudios sobre enfermedades carenciales son escasos y parciales. El presente trabajo tiene por objeto describir variaciones a lo largo del año de los niveles séricos de calcio, fósforo, magnesio, cobre y zinc en vacas de cría y sus terneras. En un establecimiento ganadero se seleccionaron 20 vacas y 20 terneras que fueron mantenidos en condiciones de pastoreo y sin suplementación mineral externa. Se efectuaron muestreos de sangre a intervalos de 3 meses durante un año. Las determinaciones de calcio, magnesio, cobre y zinc en plasma se efectuaron por espectrofotometría de absorción atómica y la de fósforo por espectrofotometría uv-visible. Los resultados indican la existencia de hipocupremia severa a moderada tanto en vacas (promedio: 26,6 ±13 μg/dL) como en terneras (promedio: 26,2 ±14 μg/dL) durante todos los pe-riodos muestreados. Además se observaron niveles subnormales de calcio durante los muestreos invernales (junio y septiembre) en ambas categorías. Este trabajo confirma que el cobre puede comportarse como factor limitante en las condiciones evaluadas.

Palabras clave: deficiencias minerales, bovinos, noroeste argentino.

INTRODUCCIÓN
La producción de carne bovina en el noroeste argenti-no (NOA) es una de las actividades más relevantes y ha cobrado aún más importancia con el desplazamiento de la ganadería hacia el norte presionada por la agricultura en el centro del país (Rearte, 2011). Actualmente, el stock ganadero nacional se elevó sustancialmente (53.400.000 cabezas) producto de un fuerte incremento del número de cabezas observado en esta región (SENASA, 2017).
En el NOA, la mayor parte de la producción ganadera se ubica en la región chaqueña semiárida y se desarrolla de forma extensiva siendo la principal fuente de alimentos, pastizales naturales y pasturas megatérmicas perennes implantadas (Barbera y Chavez, 2010). Estos sistemas, de base pastoril, suelen ser afectados por deficiencias mi-nerales que comprometen la productividad de los rodeos debido a las variaciones estacionales que ocurren en los forrajes (McDowell, 1985; Cunha y McDowell, 2012).
Es bien conocido el impacto que tienen los desequilibrios minerales sobre el ganado; y se clasifica a estas carencias en “primarias”, cuando es insuficiente la cantidad disponi-ble en la dieta, y “secundarias” o “condicionadas”, cuando ocurre por interacción o interferencia de otros elementos presentes en el alimento, que impiden la correcta absor-ción del mineral en cuestión (Suttle, 2010). En las “formas secundarias o condicionadas” los niveles de un mineral pueden ser correctos en la dieta, pero la interacción con uno o varios factores dietarios pueden reducir su biodispo-nibilidad y causar problemas. Por este motivo la interpreta-ción de los niveles minerales en el forraje y el agua puede no ser del todo certera si no se hace teniendo en cuenta todos estos múltiples aspectos al momento del diagnósti-co. Así, un correcto estudio de las carencias minerales re-quiere la medición del estatus mineral en los animales para tener un panorama más claro sobre las posibles carencias de un rodeo (Suttle, 2010; Mufarrege, 1999).
Al igual que ocurre con otras enfermedades, durante las etapas iniciales de la carencias minerales, existen algunas limitaciones para el diagnóstico en bovinos (Suttle, 2010); sin embargo la evaluación de los niveles sanguíneos en el rodeo de forma seriada es una alternativa viable y de gran importancia para aproximarse a estas problemáticas tal como lo muestran trabajos previos (Martinez et al., 2018; Micheloud et al., 2017; Wagemann et al., 2014; Ramirez et al., 1998). Adicionalmente los niveles séricos obtenidospueden clasificarse en rangos de normalidad, marginalidad o deficiencia, y pueden asociarse a pérdidas productivas o problemas sanitarios en el ganado (Enjalbert et al., 2006; Mattioli, 2013).
Pese a que se reconoce la limitante que significan los mi-nerales para la producción ganadera, poco se sabe sobre estos trastornos en la región del NOA y solo se disponen de limitados trabajos al repecto (Micheloud et al., 2017). En este contexto el objetivo del presente trabajo fue eva-luar los niveles séricos de calcio, fósforo, magnesio, cobre y zinc en hembras adultas y terneras, durante un año, en un establecimiento ganadero localizado en la región del Chaco semiárido y así obtener información sobre algunos desequilibrios que puedan ocurrir con estos minerales.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se evaluaron vacas de 1.er parto y terneras de raza Bra-ford de un establecimiento agroganadero ubicado en la lo-calidad de Lajitas, departamento Anta, al centro-oeste de la provincia de Salta (24º 57´ S, 63º 74´ O). El establecimiento evaluado se encuentra ubicado en la ecorregión del Chaco semiárido. Esta zona es una extensa llanura ubicada en el sector oriental de la provincia de Salta, y sus actividades predominantes son la ganadería y la extracción forestal para postes, leña y carbón (Píccolo et al., 2008). La vege-tación está representada por el dominio chaqueño, siendo las precipitaciones inferiores a los 550 mm e insuficientes para reponer el agua del suelo, lo que impide la agricultura en secano. Las temperaturas máximas extremas son las más altas del subcontinente (48,9 ºC) (Karlin et al., 1994). Durante el periodo de estudio la alimentación fue a base de Megathyrsus maximus (var Tanzania) con suplementaciónsegún la disponibilidad de oferta forrajera.
Por un lado, el pastoreo era manejado en relación con la disponibilidad de forraje según la estación, donde en el caso de las vacas se usaban cargas moderadas (3 vacas/ha) y durante invierno se las suplementó con silo de maíz. Por otro lado, las terneras pastorearon la misma especie mega-térmica con suplemento de maíz molido, expeller de soja y afrechillo de trigo, siendo la carga animal en este caso de 0,3 terneras por ha. El manejo reproductivo se basa en con-centrar los partos en septiembre y octubre para efectuar el destete en abril. El agua de bebida estuvo constituida por agua de lluvia retenida en represas. Lamentablemente no existe información sobre las propiedades de estas fuentes que pudieran influir en el estatus mineral del ganado.
Se realizaron 5 muestreos de sangre a lo largo de un año (15-03-16; 15-06-16; 15-09-16; 15-12-16 y 15-03-17). Se seleccionaron del rodeo 20 vacas de primer parto y 20 terneras de las destetadas en abril. Vacas y terneras fueron identificadas y mantenidas sin ningún tipo de suplementa-ción mineral durante el ensayo. Las vacas al primer mues-treo se hallaban con las terneras y en su tercer mes de gestación. El destete se llevó a cabo en abril y los partos ocurrieron de octubre a noviembre del mismo año.
Las muestras fueron colectadas por punción yugular y centrifugadas para la obtención de suero libre de hemólisis. Posteriormente se realizó la determinación de Ca, Mg, Cu y Zn por espectrofotometría de absorción atómica de lla-ma (Perkin Elmer AAnalyst 200), y las determinaciones de P mediante espectrofotometría UV-visible (Perkin Elmer-Lanbda25), según indicaciones del fabricante.
En cada fecha los niveles de Ca, P, Mg, Cu y Zn se com-pararon entre categorías y fechas de muestreo usando ANOVA y empleando DGC como contraste de medias. Se utilizó con tal fin el programa InfoStat. Los valores de refe-rencia empleados son los mencionados por Underwood y Suttle (2003) para bovinos. En el caso del cobre, los resultados fueron clasificados en normocupremicos (> 59 μg/dL), hipocupremicos moderados (entre 59 y 30 μg/dL) o hipo-cupremicos severos (< 29 μg/dL) según lo establecido por Ramıreź et al. (1998).
RESULTADOS
Los resultados obtenidos en vacas se presentan en la tabla 1. En esta categoria las diferencias entre periodos fueron significativas (p< 0,001) para Ca, P y Cu. Los valores medios de Ca descendieron por debajo de los limites de re-ferencia en los muestreos de junio y septiembre. Los nive-les séricos de P fueron marginales solo en el muestreo de marzo. Los valores medios de cupremia fueron inferiores al limite de normalidad de 60 μg/dL en todos los muestreos. Asimismo, entre el 20 y el 100 de estas presentaron hipo-cupremia severa (menos de 30 μg/dL) (figura 1).
Los resultados en las terneras se exponen en la tabla 2. Esta categoria mostró valores de cobre más bajos (p< 0,05) que las vacas en todos los muestreos. Los valores medios fueron marginales para el Ca en el muestreo de septiem-bre, y lo propio ocurrió con los niveles de P en el muestreo de marzo. Los niveles de Mg y Zn fueron adecuados en terneras, mientras que sus niveles medios de Cu fueron indicativos de carencia moderada a severa, y al igual que en vacas con elevado porcentaje de animales con carencia severa se asocia a fallas productivas (figura 1).
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Las hipocalcemias fueron moderadas y las más bajas coincidieron con la época de partos (septiembre). La eleva-da demanda de Ca por el calostro (2 g/L) y luego la leche (1,2 g/L) podrían ser las responsables (Kume y Tanabe, 1993). En sistemas de cría la presentación clínica de la hi-pocalcemia es infrecuente, y tiene como principal condicio-nante las magnesemias menores a 1,7 mg/dL (Goff, 2000; 2017). Esto se debería a que el mecanismo de regulación homeostática de Ca depende de la activación renal de la vitamina D por estimulación de la PTH, y este mecanismo es dependiente de Mg (Swaminathan, 2003). Afortunadamente los niveles de Mg fueron adecuados durante todo el año en el presente ensayo, minimizando este riesgo.
El descenso en los niveles de P en vacas durante el muestreo de marzo coincide con que se encontraban pre-ñadas y amamantando. La lactancia representa el momen-to de mayor demanda de P, debido a que la leche posee una concentración de alrededor de 0,9 g/L (Spiekers et al., 1993). El mismo comportamiento se registró en las terne-ras de 4 meses de edad, y que coincide con los altos re-querimientos de crecimiento (NRC, 2000). Esta deficiencia ha sido muy estudiada en la región mesopotámica, donde genera un gran impacto productivo (Mufarrege, 2004). En esta zona las fosfatemias se han asociado al crecimiento de los animales, con mantenimiento del peso con fosfate-mias de 1,2 mg/dL y ascensos progresivos de ganancias de peso hasta fosfatemias de 7,2 mg/dL (Mufarrege, 1999). En el NOA los antecedentes son escasos, aunque en un informe INTA-FAO (1981) se mencionan valores bajos de P sérico en ausencia de evidencias clínicas en rodeos de Salta y Tucumán. Mas actualmente, un trabajo donde se efectuaron seguimientos en los niveles minerales en vacas y terneras en pastoreo en la región de selva y pastizal pe-demontano detectó niveles de P sérico bajos en los meses de verano (Micheloud et al., 2017). En sistemas pastoriles con aporte insuficiente de P (0,1% sobre base seca) se re-duce el consumo de materia seca, la producción lechera y la eficiencia reproductiva en vacas, además de reducirse el crecimientos de los terneros (Dixon et al., 2017; Anderson et al., 2017). Si la situación persiste se desarrolla un cua-dro clínico consuntivo (Shupe et al., 1988). Cuando la ca-rencia ocurre durante el periodo de crecimiento de forrajes de verano, como en el presente ensayo, las vacas adultas podrían movilizar hueso para sobreponerse a la mayor de-manda de P de la lactancia, evitando consecuencias pro-ductivas graves (Dixon et al., 2017).
Por un lado, los niveles de Cu fueron indicativos de caren-cia en ambas categorías. Valores similares fueron hallados en trabajos recientes (Suárez et al., 2018), pero contrastan con un relevamiento sobre 10 rodeos en Salta donde ha-llaron valores normales (Saravia et al., 2015). Teniendo en cuenta que el 80% de las vacas presentaban hipocupremia severa (< 30 μg/dL) al momento del servicio (muestreo de diciembre), el riesgo de menor fertilidad resulta elevado. En este sentido, en vacas Holstein obesas con hipocupre-mia moderada (entre 30 y 60 μg/dL) y niveles normales de Zn (entre 160 y 260 μg/dL), la aplicación parenteral de Cu y Zn elevó un 33% el porcentaje de preñez (González-Maldonado et al., 2017). Por otro lado, niveles de carencia moderada durante la maduración in vitro de ovocitos bovi-nos reducen la cantidad de embriones obtenidos (Picco et al., 2012). El efecto del Cu sobre la fertilidad se asocia asu participación en enzimas con capacidad antioxidante, como Cu-Zn SOD, ceruloplasmina y citocromo-c-oxidasa (Kleczkowski et al., 2004; Uriu-Adams y Keen, 2005). En embriones Cu deficientes aumenta la generación y persis-tencia de especies reactivas (Hawk et all., 2003), por lo que el daño oxidativo es el que genera el condicionante de la maduración del ovocito, su fertilización y la supervivencia embrionaria (Agarwal et al., 2005; Lu et al., 2018). La situa-ción en las terneras es igualmente grave, ya que con cu-premias menores a 30 μg/dL se generan menores ganan-cias de peso (Fazzio et al., 2010). En ambas categorías la deficiencia de Cu se asocia con fallas inmunitarias (Kegley et al., 2016; Mattioli et al., 2018). Finalmente, bajos nivelesde cupremia en terneros se asociaron a mayor carga pa-rasitaria en dos rodeos de la provincia de Salta (Suárez et al., 2018). Considerados en conjunto, el riesgo de pérdidasproductivas por el estatus de Cu en estos rodeos es eleva-do. Lamentablemente, en este estudio, no se determinaron los niveles de molibdeno (Mo), azufre (S), hierro (Fe) en la dieta de los animales por lo que no se puede determinar con exactitud el origen de dicha carencia.
Tabla 1. Concentraciones minerales (valor promedio ± desvio estándar) en vacas por muestreo. Las letras distintas indican diferencias significativas entre los distintos periodos (p < 0,05).
Tabla 1. Concentraciones minerales (valor promedio ± desvio estándar) en vacas por muestreo. Las letras distintas indican diferencias significativas entre los distintos periodos (p < 0,05).
Figura. 1. Distribución porcentual de cupremias en rangos para cada categoría y muestreo. Normocupremia (> 60 μg/dL), hipocupremia moderada (30-60 μg/dL ) e hipocupremia severa (< 30 μg/dL) (Ramírez et al., 1998).
Figura. 1. Distribución porcentual de cupremias en rangos para cada categoría y muestreo. Normocupremia (> 60 μg/dL), hipocupremia moderada (30-60 μg/dL ) e hipocupremia severa (< 30 μg/dL) (Ramírez et al., 1998).
Sin embargo, las variaciones observadas en las cupre-mias parecen responder a aspectos fisiológicos conocidos. Las vacas presentaron hipocupremia severa en tres pe-riodos y solo ascendieron a niveles de hipocupremia mo-derada en el muestreo de septiembre, que coincidió con los partos. Esto podría deberse a que durante la gestación existe una transferencia de Cu desde la madre al feto para asegurarle una reserva hepática de Cu a su cría al naci-miento (Rosa y Mattioli, 2002). Esto es una adaptación fi-siológica debido a que la leche es una fuente carente de Cu, insuficiente para cubrir los requerimientos de su cría (Suttle, 2010). Por esta razón los requerimientos de Cu en vacas son más elevados en gestación que en lactancia, y posiblemente expliquen la elevación de las cupremias en el muestreo de primavera. En las terneras, las cupremias fue-ron más bajas en primavera y verano, coincidiendo con la mayor oferta de alimento. En nutrición mineral es frecuente observar que las carencias se esperan solo en momentos de bajo aporte, sin recordar que es igualmente grave un aumento en los requerimientos. Este es el caso de bovi-nos con alta capacidad genética, que reciben suficiente alimento como para expresar su potencial, aumentando su crecimiento y por ende también los requerimientos de cada elemento, siendo los deficitarios en la dieta los primeros en ponerse en evidencia, como ocurrió con el Cu en los mues-treos de primavera y verano. En los restantes muestreos la alimentación se basó en suplementaciones de subsisten-cia, que al bajar los requerimientos permiten que mejore el estatus de Cu y por ende los niveles séricos de Cu.
Tabla 2. Concentraciones minerales (valor promedio ± desvio estándar) en terneras por muestreo. Las letras distintas indican diferencias significativas entre los distintos periodos (p< 0,05).
Tabla 2. Concentraciones minerales (valor promedio ± desvio estándar) en terneras por muestreo. Las letras distintas indican diferencias significativas entre los distintos periodos (p< 0,05).
La carencia de Mg es de gran importancia en la región central de Argentina, donde la tetania hipomagnesémica es la principal causa de muerte en vacas (Cseh y Crenovich, 1996). En esta zona la carencia se presenta asociada al re-brote de forraje de inicios de primavera y es generada por bajos niveles de Mg junto con elevados niveles de nitróge-no y de potasio (K) en el forraje (Cseh, 1994). En Salta se realizan intensas fertilizaciones con K para producir tabaco, por lo cual en explotaciones conjuntas con lechería este K podría ser un factor de interferencia para el Mg y el Ca (Martens y Schweigel, 2000; Schonewille et al., 2008). En un trabajo reciente sobre explotaciones de doble propósito (tabaco-lechería) en Salta ya se evidenció el efecto de las fertilizaciones con K sobre las calcemias, y si bien no hubo efecto sobre magnesemias, esto sigue siendo un riesgo po-tencial en este tipo de explotaciones (Martínez et al., 2018).
Otro elemento bajo estudio fue el Zn. Este es un microele-mento esencial para la salud del bovino; su carencia genera problemas sanitarios asociados a fallas inmunitarias, repro-ductivas, de crecimiento y de integridad de la piel y pezu-ñas (Rosa et al., 2008). En la bibliografía se considera que niveles séricos de Zn por debajo de 90 µg/dl son deficitarios (Suttle, 2010). En este trabajo tanto vacas como vaquillonas evidenciaron niveles normales para este micromineral.
Este estudio muestra la presencia temporal de niveles subnormales de P y Ca. Sin embargo la carencia más se-vera fue la de Cu ya que ambas categorías, y durante to-dos los periodos, presentaron cupremias muy inferiores a las recomendadas. Estos niveles alertan sobre su riesgo productivo y serían necesarios más estudios para reco-nocer las posibles consecuencias y posibilidades de su control preventivo.
AGRADECIMIENTOS
Al ingeniero agrónomo Mariano Rojo, a la empresa Los Reales S. A., al veterinario asesor y al personal del estable-cimiento que contribuyó a que este trabajo fuera posible.

AGARWAL, A.; GUPTA, S.; SHARMA, R.K. 2005. Role of oxida-tive stress in female reproduction. Reprod Biol Endocrinol 14, 3:28.

ANDERSON, S.T.; KIDD, L.J.; BENVENUTTI, M.A.; FLETCH-ER, M.T.; DIXON, R.M. 2017. New candidate markers of phospho-rus status in beef breeder cows. Anim Prod Sci 57, 2291-2303.

BARBERA, M.; CHAVEZ, D. 2010. Informe Técnico: Sistemas de Producción del Chaco Semiárido con Ganadería y Forestales. (Disponible: http://eprints.natura.unsa.edu.ar/id/eprint/7 verificado: 22 de octubre de 2019).

CSEH, S.B.; CRENOVICH, H. 1996. Hipomagnesemia en el sud-este de la provincia de Buenos Aires. Arch Med Vet 28, 111-116.

CSEH, S. 1994. Hipomagnesemia en vaca de cría en la Cuenca del Salado. vii Congreso Arg. de Ciencias Veterinarias. Bs. As. 1-17 pp.

DIXON, R.M.; KIDD, L.J.; COATES, D.B.; ANDERSON, S.T.; BENVENUTTI, M.A., FLETCHER, M.T.; MCNEILL, D.M. 2017. Util-ising mobilisation of body reserves to improve the management of phosphorus nutrition of breeder cows. Anim Prod Sci 57: 2280-2290.

FAZZIO, L.E.; MATTIOLI, G.A.; PICCO, S.J.; ROSA, D.E.; MI-NATEL, L.; GIMENO, E.J. 2010. Diagnostic value of copper pa-rameters to predict growth of suckling calves grazing native range in Argentina. Pesqui Vet Bras 10, 827-832.

GOFF, J.P. 2017. Mineral absorption mechanisms, mineral inter-actions that affect acid–base and antioxidant status, and diet con-siderations to improve mineral status. J Dairy Sci 101, 2763-2813.

GOFF, J.P. 2014. Calcium and Magnesium Disorders. Vet Clin Food Anim 30, 359-381.

GONZÁLEZ-MALDONADO, J.; RANGEL-SANTOS, R.; RO-DRÍGUEZ-DE LARA, R.; GARCÍA-PEÑA, O. Effect of injectable trace mineral complex supplementation on development of ovarian structures and serum copper and zinc concentrations in over-con-ditioned Holstein cows. Anim Reprod Sci 181, 57-62.

HAWK, S.N.; LANOUE, L.; KEEN, C.L.; KWIK-URIBE, C.L.; RUCKER, R.B.; URIU-ADAMS, J.Y. 2003. Copper-deficient rat em-bryos are characterized by low superoxide dismutase activity and elevated superoxide anions. Biol Reprod. 68 (3), 896-903.

INFORME PROYECTO INTA-FAO N.° (75/023). 1981. Sanidad Animal en el NOA: Informe Final. 36-38 pp.

KARLIN, U.O.T.; CATALÁN L.A.; COIRINI, R.O. 1994. La Natu-raleza y el Hombre en el Chaco Seco. Salta, Proyecto GTZ Desar-rollo Agroforestal en Comunidades rurales del Noroeste Argentino.

KEGLEY, E.B.; BALL, J.J.; BECK, P.A. 2016. Impact of mineral and vitamin status on beef cattle immune function and health. J Anim Sci. 94 (12), 5401-5413.

KLECZKOWSKI, M.; KLUCIŃSKI, W.; SIKORA, J.; ZDANO-WICZ, M. 2004. Role of antioxidants in the protection against oxi-dative stress in cattle--trace elements and enzymatic mechanisms (Part 3). Pol J Vet Sci.7(3), 233-40.

KUME, S.; TANABE, S. 1993. Effect of parity on colostral min-eral concentrations of Holstein cows and value of colostrum as a mineral source for newborn calves. J Dairy Sci. 76 (6), 1654-1660.

LU, Z.; STUMPFF, F.; DEINER, C.; ROSENDAHL, J.; BRAUN, H.; ABDOUN, K.; ASCHENBACH, J.R.; MARTENS, H. 2014. Mod-ulation of sheep ruminal urea transport by ammonia and pH. Am J Physiol Regul Integr Comp Physiol. 307(5), 558-570.

MCDOWELL, L.R.; KIATOKO, M.; LANG, C.E.; FONSECA, H.A.; VARGAS, E.; LOOSLI, J.K.; CONRAD, J.H. 1980. Latin American mineral research-Costa Rica. En: VERDE, L.S.; FERNANDEZ, A. (Eds.). Fourth world conference on animal production. Bs As, Ar-gentina. 39-47 pp.

AGARWAL, A.; GUPTA, S.; SHARMA, R.K. 2005. Role of oxida-tive stress in female reproduction. Reprod Biol Endocrinol 14, 3:28.

ANDERSON, S.T.; KIDD, L.J.; BENVENUTTI, M.A.; FLETCH-ER, M.T.; DIXON, R.M. 2017. New candidate markers of phospho-rus status in beef breeder cows. Anim Prod Sci 57, 2291-2303.

BARBERA, M.; CHAVEZ, D. 2010. Informe Técnico: Sistemas de Producción del Chaco Semiárido con Ganadería y Forestales. (Disponible: http://eprints.natura.unsa.edu.ar/id/eprint/7 verificado: 22 de octubre de 2019).

CSEH, S.B.; CRENOVICH, H. 1996. Hipomagnesemia en el sud-este de la provincia de Buenos Aires. Arch Med Vet 28, 111-116.

CSEH, S. 1994. Hipomagnesemia en vaca de cría en la Cuenca del Salado. vii Congreso Arg. de Ciencias Veterinarias. Bs. As. 1-17 pp.

DIXON, R.M.; KIDD, L.J.; COATES, D.B.; ANDERSON, S.T.; BENVENUTTI, M.A., FLETCHER, M.T.; MCNEILL, D.M. 2017. Util-ising mobilisation of body reserves to improve the management of phosphorus nutrition of breeder cows. Anim Prod Sci 57: 2280-2290.

FAZZIO, L.E.; MATTIOLI, G.A.; PICCO, S.J.; ROSA, D.E.; MI-NATEL, L.; GIMENO, E.J. 2010. Diagnostic value of copper pa-rameters to predict growth of suckling calves grazing native range in Argentina. Pesqui Vet Bras 10, 827-832.

GOFF, J.P. 2017. Mineral absorption mechanisms, mineral inter-actions that affect acid–base and antioxidant status, and diet con-siderations to improve mineral status. J Dairy Sci 101, 2763-2813.

GOFF, J.P. 2014. Calcium and Magnesium Disorders. Vet Clin Food Anim 30, 359-381.

GONZÁLEZ-MALDONADO, J.; RANGEL-SANTOS, R.; RO-DRÍGUEZ-DE LARA, R.; GARCÍA-PEÑA, O. Effect of injectable trace mineral complex supplementation on development of ovarian structures and serum copper and zinc concentrations in over-con-ditioned Holstein cows. Anim Reprod Sci 181, 57-62.

HAWK, S.N.; LANOUE, L.; KEEN, C.L.; KWIK-URIBE, C.L.; RUCKER, R.B.; URIU-ADAMS, J.Y. 2003. Copper-deficient rat em-bryos are characterized by low superoxide dismutase activity and elevated superoxide anions. Biol Reprod. 68 (3), 896-903.

INFORME PROYECTO INTA-FAO N.° (75/023). 1981. Sanidad Animal en el NOA: Informe Final. 36-38 pp.

KARLIN, U.O.T.; CATALÁN L.A.; COIRINI, R.O. 1994. La Natu-raleza y el Hombre en el Chaco Seco. Salta, Proyecto GTZ Desar-rollo Agroforestal en Comunidades rurales del Noroeste Argentino.

KEGLEY, E.B.; BALL, J.J.; BECK, P.A. 2016. Impact of mineral and vitamin status on beef cattle immune function and health. J Anim Sci. 94 (12), 5401-5413.

KLECZKOWSKI, M.; KLUCIŃSKI, W.; SIKORA, J.; ZDANO-WICZ, M. 2004. Role of antioxidants in the protection against oxi-dative stress in cattle--trace elements and enzymatic mechanisms (Part 3). Pol J Vet Sci.7(3), 233-40.

KUME, S.; TANABE, S. 1993. Effect of parity on colostral min-eral concentrations of Holstein cows and value of colostrum as a mineral source for newborn calves. J Dairy Sci. 76 (6), 1654-1660.

LU, Z.; STUMPFF, F.; DEINER, C.; ROSENDAHL, J.; BRAUN, H.; ABDOUN, K.; ASCHENBACH, J.R.; MARTENS, H. 2014. Mod-ulation of sheep ruminal urea transport by ammonia and pH. Am J Physiol Regul Integr Comp Physiol. 307(5), 558-570.

MCDOWELL, L.R.; KIATOKO, M.; LANG, C.E.; FONSECA, H.A.; VARGAS, E.; LOOSLI, J.K.; CONRAD, J.H. 1980. Latin American mineral research-Costa Rica. En: VERDE, L.S.; FERNANDEZ, A. (Eds.). Fourth world conference on animal production. Bs As, Ar-gentina. 39-47 pp.

Temas relacionados:
Autores:
Juan Micheloud
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria - INTA
Recomendar
Comentar
Compartir
Guillermo Aldao-Humble
3 de abril de 2023
Una lastima que semejante estudio, involucrando al INTA y la UNLP, haya caido en el error de evaluar niveles sericos de cobre en vez de utilizar biopsia de higado. . Segun practicas de otros paises, el nivel serico de cobre sirve solamente como indicador de sondeo. Ellos utilizan biopsia de higado para analizar el estado del cobre en los rodeos. . Esto se debe a que el higado ---quizas el organo que mas fuerza hace a la hora de mantener homeostasis, es decir, el conjunto de fenomenos de autorregulacion del medio interno de un organismo que lo mantienen vivo--- utiliza sus reservas de cobre para mantener un nivel serico adecuado. Hace esto hasta que ya no le queda suficiente resto para mantener su propio funcionamiento y colapsa. Y alli ya no hay "tu tia!". Quizas el colapso del higado sea lo que inicia el proceso de muerte subita por deficiencia de cobre (no puedo mas que especular esto, yo que no soy veterinario) . Fijese usted lo inteligende que es el higado que, en el caso de humanos, frente a un exceso de alochol en sangre, prioriza procesar el alcohol el cual es toxico. Si la cantidad de alcohol en sangre es excesiva, el higado deja de metabolizar colesterol (natural del cuerpo y no intrinsecamente toxico) y, a fin de eliminar los excesos en circulacion, lo acumula como "bolitas de grasa" dentro de su propio tejido, contribuyendo a lo que se conoce como "higado graso". Asi, el higado resuelve dos problemas urgentes. Claro que esta acumulacion de bolitas ocupa el espacio que este higado utiliza para ejecutar sus funciones metabolicas. Pero no importa tanto, porque el higado es tan potente que hasta que sus funciones se ven reducidas a, digamos, un 40% de sus capacidad original, no colapsa y mantiene vivo al individuo. Asi, es de esperar que el higado hara todo lo posible para mantener cierto nivel serico de cobre, usando sus propias reservas, necesarias para funcionar optimamente como organo. Todo esto frente a la emergencia. Es por eso que el nivel serico podria bordear el rango normal, pero el higado esta en gran desventaja. Necesitaria mas cobre. . Otro problema con el analisis de cobre en sangre es que el cobre puede formar un complejo quimico con molibdeno y azufre. Este cobre acomplejado no esta biodisponible para el metabolismo del animal. Es por esa razon que este cobre acomplejado, de ser incluido en la medicion, sobrestimaria los valores sericos --- No se si el metodo de analisis de cobre utilizado en estre trabajo tambien contabiliza esta forma compleja de cobre en los valores presentados. . Pero bueno, una vez mas, yo no soy veterinario.
Recomendar
Responder
luis misael plazas
13 de mayo de 2022
Excelente articulo, con frecuencia inyecto mis vacas con un producto que contiene estos elementos y estoy obteniendo muy buenos resultados o por lo menos logré corregir deficiencias reproductivas de mis vacas, gracias.
Recomendar
Responder
Profile picture
¿Quieres comentar sobre otro tema? Crea una nueva publicación para dialogar con expertos de la comunidad.
Súmate a Engormix y forma parte de la red social agropecuaria más grande del mundo.