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Tecnología para confeccionar harina de morera

Publicado: 17 de febrero de 2016
Por: R. Herrera González y F. Ojeda Estación Experimental de Pastos y Forrajes “Indio Hatuey” Central España Republicana, Matanzas, Cuba
Resumen

El follaje de la morera es suministrado en estado fresco a especies monogástricas y rumiantes, pero transformado en harina, resulta un alimento más versátil, porque puede ser empleada como extensor de los concentrados o en las fórmulas de suplementos no convencionales. Este trabajo tuvo como objetivo trasmitir las experiencias de la EEPF “Indio Hatuey” de cómo obtener un producto de alta calidad. Las edades óptimas del follaje son entre los 45-60 días para el periodo lluvioso y de 90-120 días para el periodo menos lluvioso. Los cortes se ejecutan cuando no hay rocío y los pronósticos meteorológicos señalan días soleados con pocas probabilidades de lluvias. El secado se realiza sobre césped seco, piso de cemento o mantas de polietileno. Las capas no pueden ser superiores a 3 plantas. El volteo es de forma manual cada dos horas. Si el secado se inició sobre césped, a las 72 horas, el material debe ser trasladado antes de las 9:00 AM a un piso de cemento. La deshidratación se ha completado cuando las hojas se tornan quebradizas y presentan coloración marrón. La separación de las hojas de los tallos se realiza mediante el paso de un tractor sobre el material o de forma manual, con el auxilio de un guante. La harina se confecciona con un molino de martillo, con criba de 2 mm. Se recomienda efectuar esta acción el mismo día que se consideró como terminada la deshidratación. El almacenamiento se realiza en tanques plásticos herméticos de 200 L o bolsas plásticas dobles. Se concluye que el procedimiento garantiza una harina de calidad con un mínimo de recursos. Se recomienda difundir esta tecnología y evaluar la factibilidad de realizar la deshidratación en espacios cubiertos.

Palabras clave: Morera, harina, tecnología

Introducción
El follaje de morera posee la ventaja que puede ser utilizado para nutrir especies monogástricas y rumiantes (Sánchez, 2002). Su empleo tradicional es como alimento fresco aunque se acepta que cuando se transforma en harina, resulta más versátil porque es factible de ser incorporado como extensor de los concentrados a base de cereales o como materia prima de suplementos no convencionales (Savón et al., 2005). No obstante, deshidratar un follaje implica una secuencia de procedimientos, cada uno con sus requisitos e importancia (Ojeda, 2004). El objetivo de este trabajo es trasmitir las experiencias de la EEPF “Indio Hatuey” en la obtención de harina de morera con una calidad nutricional adecuada.
 
 
Materiales y Métodos
Obtención del Forraje: La época de corte es un factor importante, por las diferencias que ejerce en la velocidad de crecimiento, producción de biomasa, arquitectura de las ramas y composición bromatológica. Las edades óptimas para el periodo lluvioso oscilan entre los 45-60 días y durante el poco lluvioso entre los 90-120 días (Martín et al. 2007). La composición bromatológica de las hojas de morera para estos estadios se resume en la tabla 1. Sin embargo, los atributos más importantes están vinculados a que en el momento del corte, en las plantas haya un predominio de hojas y tallos tiernos que son los que deciden la calidad nutricional del follaje (Martín 2004).
Tecnología para confeccionar harina de morera - Image 1
Factores a tener en cuenta antes de cortar las plantas: Se debe verificar que los pronósticos del tiempo señalen días soleados con pocas probabilidades de lluvias. No tener en cuenta las situaciones meteorológicas pone en riesgo todo el proceso, si la deshidratación se va a efectuar al aire libre. Se recomienda iniciar los cortes después que el rocío haya desaparecido; aunque esta agua es superficial y se evapora con facilidad, cuando se acumula bajo varias capas de follaje, puede quedar retenida en las primeras horas de exposición al sol y ser un inconveniente para promover una rápida deshidratación. Como en la morera las hojas se deshidratan a una velocidad mayor que los tallos, para evitar pérdidas, se recomienda una vez efectuado el corte, mantener la planta entera y realizar su traslado de forma inmediata hacia el lugar de secado. 
Proceso para el secado: Cuando se va a efectuar al aire libre, es imprescindible extender el material sobre un césped seco, un piso de cemento o una manta de polietileno. Las capas de plantas no pueden ser superiores a los 5 cm, como máximo 3 superpuestas. Los volteos se realizan de forma manual cada dos horas. Cuando el proceso de deshidratación se realiza en el campo, la morera no permanecerá por más de tres días y al cuarto día se recomienda efectuar su traslado a un piso de cemento antes de las 9:00 AM y permitir que permanezca al sol durante 4 horas adicionales, con volteos cada una hora. Para evitar que durante el proceso final de secado, el aire arrastre las hojas, se recomienda que este espacio disponga de muros de contención de aproximadamente 20 cm de alto.   Es imprescindible que el material permanezca en la zona de secado, porque si durante este proceso, se efectúa un cambio de lugar, ello va a implicar, pérdidas importantes de hojas. Hay que prever una manta de polietileno capaz de cubrir el follaje en proceso de deshidratación para evitar su deterioro en caso que ocurra una lluvia no prevista. El agrupamiento de las hojas se hará en el lugar más alto del plato y donde no penetre el agua por escurrimiento. 
Evaluación del follaje deshidratado: El tiempo de secado esta en dependencia de las condiciones climáticas y tiene como promedio entre 4-5 días. Es de importancia verificar, de manera permanente, el progreso de la deshidratación. Las características a observar son: a) Estado de las hojas, si ya están quebradizas, b) Cambios de coloración, si pasaron de verde a marrón y c) Si se aprecia una tendencia de las hojas a separarse de los tallos. Cuando se alcanza estos tres estados, las hojas están listas para ser convertidas en harina. 
Obtención del material para fabricar la harina: El proceso de separar las hojas de los tallos leñosos se debe efectuar después de la 1:00 PM. Una forma de realizar esta operación es mediante el paso continuado de un tractor sobre las plantas deshidratadas de morera. Para facilitar la separación de las hojas, después de cada movimiento de la maquinaria, se recomienda reagrupar las plantas. En esta acción los tallos sin hojas son descartados.   Cuando la separación se efectúa de forma manual, la persona sostendrá la planta y separará las hojas del tallo a contracorriente, protegiéndose las manos con guantes adecuados. Al finalizar cualquiera de estos procedimientos, se debe hacer un escarde del material deshidratado con la finalidad de eliminar los tallos leñosos que estén mezclados con las hojas. Se recomienda utilizar escobillones para agrupar las partes deshidratadas y garantizar que todo el polvo generado en el proceso de separación no se pierda. 
 
 
Resultados
Confección de la harina: Lo más conveniente es utilizar un molino de martillo con criba de 2 mm. Durante la introducción del material al molinado, se debe verificar si hay tallos leñosos, los cuales deben ser eliminados. Es recomendable que este paso se ejecute el mismo día que se dio por terminada la deshidratación aunque se requiera que el personal permanezca después de los horarios normales de trabajo porque de no ser así, como durante la noche las hojas absorben humedad, será necesario volver a exponer al sol todo el material ya secado para que adquiera la consistencia requerida para ser molinado. Almacenamiento: Por el carácter anhidro de la harina se recomienda su conservación en tanques plásticos herméticos de 200 L o en bolsas plásticas dobles de 80 x 50 cm. Uso de la harina: En la alimentación de cerdos, puede sustituir la proteína que aportan la soya, torula o girasol hasta un 20 % en los concentrados no convencionales. Como materia prima para extender los concentrados tradicionales a base de cereales, puede sustituir hasta el 25 % de la proteína. En rumiantes puede sustituir el 100 % de la proteína bruta pero requiere de la inclusión de fuentes energéticas para mantener los indicadores nutricionales.
 
 
Conclusiones
El procedimiento propuesto garantiza la obtención de una harina de calidad con un mínimo de recursos.
 
 
Recomendaciones
Se debe establecer esta tecnología para la producción de harinas de morera y evaluar la factibilidad de realizar la deshidratación de la morera en espacios cubiertos.
 
 
Referencias  
Martín, G. J. 2004. Evaluación de los factores agronómicos y sus efectos en el rendimiento y la composición bromatológica de Morus alba Linn. Tesis presentada en opción al grado científico de Doctor en Ciencias Agrícolas. EEPF Indio Hatuey. Matanzas, Cuba. 
Martín, G. J.; Noda, Yolai.; Pentón, Gertrudis,; García, D.E.; García, F.; González, E.;
Ojeda, F.; Milera, Milagros.; López, O.; Ly, J.; Leiva, Liliam.  & Arece, J.. 2007. La morera (Morus alba, Linn): una especie de interés para la alimentación animal. Pastos y Forrajes. Vol. 30, Núm. 5. Ojeda, F. 2004. Tecnologías de conservación de arbóreas. [cd-rom] VI Taller Internacional Silvopastoril “Los árboles y arbustos en la ganadería”. EEPF “Indio Hatuey”. Matanzas, Cuba.
Sánchez, M.D. 2002.World distribution and utilization of mulberry and its potential for animal feeding. In: Mulberry for Animal Production. FAO Animal Production and Health Paper.FAO. Rome. p. 1.
Savón, Lourdes; Gutiérrez, Odilia; Ojeda, F.; & Scull, Idania. 2005. Harinas de follajes tropicales: una alternativa potencial para la alimentación de especies monogástricas. Pastos y Forrajes. 28(1):69-79. 
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