¿Como controlar la salmonelosis en aves de larga vida?

Con el crecimiento de la avicultura industrial, muchos patógenos han ganado importancia, ya que la aglomeración de animales, asociada al clima tropical, favorece la multiplicación y diseminación de agentes infecciosos. La importancia de la salmonela en este escenario reside en que, además de las pérdidas económicas relacionadas con la avicultura, algunas serovariedades representan riesgos para la salud humana.

En Estados Unidos, por ejemplo, se calcula que 1,4 millones de personas se ven afectadas cada año por infecciones de Salmonella, que provocan 15.000 hospitalizaciones y 400 muertes, y los productos avícolas se identifican a menudo como fuentes de contaminación. En 2000, aproximadamente 182.000 estadounidenses se contaminaron con Salmonella Enteritidis, debido principalmente al consumo de huevos y carne de pollo contaminados.

Se conocen alrededor de 2600 serotipos de Salmonella, pero solo el 10% se ha aislado de las aves. Salmonella spp. es responsable por causar tres enfermedades distintas en las aves, para cada enfermedad la relación huésped-parásito o sea la relación de la salmonela con las aves es bastante distinta.

La pullorosis es una enfermedad que puede afectar a aves de cualquier edad, pero es más frecuente en aves jóvenes durante las tres primeras semanas de vida. Esta enfermedad ha tenido un impacto significativo en el inicio de la incubación artificial de huevos, ya que compromete la eclosión y provoca altas tasas de mortalidad de los pollitos. El desarrollo de la prueba serológica de aglutinación rápida (SAR) en los años 1920 constituyó un hito importante en el control de la pullorosis, ya que permitió identificar a las aves portadoras. Esta prueba resultó esencial para la erradicación a gran escala de la enfermedad.

La Tifoidea Aviar es una enfermedad septicémica específica de las galináceas, causada por Salmonella Gallinarum. Aunque puede afectar a aves de cualquier edad, la gravedad de la enfermedad depende de la dosis infectante y la línea genética de las aves afectadas. La principal vía de transmisión es por el picoteo de las aves sanas en las aves muertas por la T.A.

La T.A no es una enfermedad reciente o emergente, en Brasil. El Plane Nacional de Sanidad de las Aves (PNSA) desde hace 1994 contempla la necesidad de eliminar lotes reproductores acometidos por esta enfermedad. Pero en Brasil, alrededor del año 2012, los casos de T.A. comenzaron a reportarse con mayor frecuencia, y especulaciones surgieron para justificar este aumento de casos.

Las principales hipótesis incluían la posibilidad de que la vacuna SG9R hubiera perdido su eficacia, que las líneas genéticas de las ponedoras comerciales fueran más susceptibles a la T.A., que circulara un clon más virulento de Salmonella Gallinarum o incluso la transmisión vertical de la bacteria debido al uso de antibióticos. Sin embargo, un exhaustivo estudio realizado por Celis-Estupiñán y su equipo en 2017 refutaron estas teorías, sugiriendo que los fracasos en la aplicación de medidas de bioseguridad y en los programas de vigilancia en las diferentes fases de producción fueron los responsables por el incremento de brotes.

Se sabe que las ponedoras blancas son muy resistentes a la enfermedad clínica, pero se infectan con GS y transmiten la bacteria en la granja. La persistencia de la GS en estos animales es mayor que en las ponedoras de color rojo y las reproductoras pesadas.

Causada por cualquier serotipo de Salmonella distinto de Gallinarum y Pullorum. La compleja epidemiología de estas salmonelas, que afecta a varias especies animales y al hombre, dificulta su control y favorece las infecciones de origen alimentaria. El sistema de cría intensiva favorece la introducción, el establecimiento, el mantenimiento y la propagación de estas salmonelas.

Estos microorganismos están muy bien adaptados al tracto intestinal de las aves y pueden persistir en el tracto entérico y eliminarse en las heces durante varias semanas en ausencia de síntomas clínicos. Además del tracto entérico, algunas serovariedades pueden invadir la sangre, infectando órganos como el ovario, el bazo, el hígado y el corazón. Debido a la contaminación del tracto reproductor y de la cloaca (heces), el huevo puede contaminarse, dando lugar a una transmisión vertical. La incubación de estos huevos puede provocar problemas de eclosión y enfermedad en los pollitos recién nacidos, propagando la bacteria a través de varias especies de animales infectados en las granjas.

Es importante señalar que no existe un agente específico para la Paratifo Aviaria. Muchas serovariedades de Salmonella spp. ya han sido aisladas de aves. Los más comunes son S. Enteritidis y S. Typhimurium, pero otros, como S. Agona, S. Infantis, S. Hadar, S. Senftenberg y S. Heidelberg, también han sido identificados como agentes causantes de la enfermedad.

La relación entre estas salmonelas y las aves es compleja y difícil de combatir. Incluso en las granjas que adoptan medidas sanitarias de vacío sanitario, las aves del nuevo lote pueden infectarse debido a la presencia de roedores que ya han habitado la zona.

La contaminación de los alimentos se debe a menudo a las materias primas de origen animal, pero incluso los ingredientes vegetales pueden contaminarse por el contacto con aves silvestres, roedores y moscas durante su almacenamiento en silos.

El control eficaz de la salmonelosis en las aves requiere un enfoque global. Es esencial garantizar que los pollitos estén libres de Salmonella desde el primer día de vida. Esto implica vigilar y eliminar las aves reproductoras portadoras y mantener la higiene de los huevos. Los alimentos también son una fuente crítica de contaminación, especialmente las materias primas de origen animal. La adición de ácidos orgánicos y el uso de vacunas y probióticos son estrategias sugeridas para prevenir las infecciones por salmonelas paratifoideas.

Además, son esenciales medidas estrictas de bioseguridad, como el control de roedores, restricciones a los movimientos de personal y vehículos entre granjas, y prácticas adecuadas de higiene y desinfección. La vigilancia microbiológica periódica de los lotes de aves es crucial para identificar las cepas de Salmonella presentes. Para garantizar el éxito del programa de control, es esencial contar con personal entrenado y comprometido.

CampVac® SG 9R: protección contra la tifoidea aviar en ponedoras comerciales
CampVac® SG 9R es una vacuna viva en presentaciones liofilizada y líquida, una herramienta esencial contra la tifoidea aviar. Estimula el sistema inmunitario de las aves para que produzcan células de defensa y anticuerpos específicos contra SG.

Protección cruzada: además de proteger contra SG, esta vacuna también ofrece protección cruzada contra Salmonella Enteritidis.
Respuesta humoral y celular: estimula la respuesta inmunitaria tanto humoral como celular, garantizando una protección completa.
Mejor rendimiento: mayor viabilidad del lote y mayor número de huevos producidos en el ciclo productivo.

En algunos casos, la revacunación puede ser necesaria, especialmente en las ponedoras de color rojo, que son más susceptibles a la tifoidea aviar.