Minerales para aves

Las vitaminas y los minerales están implicados en muchos de los procesos metabólicos y forman parte del desarrollo fetal. Las consecuencias de unos niveles subóptimos de estos nutrientes resultan en respuestas negativas tanto para el rendimiento de las reproductoras como el de las crías. En los últimos años, el mayor interés por el uso de los minerales se ha centrado en los minerales orgánicos. Estos han permitido aumentar la deposición en el huevo y su transferencia a los tejidos de la gallina y del embrión (Virden et al., 2003). Además, el rendimiento de los pollos puede incrementar a nivel económico invirtiendo en la nutrición de las reproductoras. (Callini & Ferri, 2007), y especialmente con un suplemento adecuado en minerales y vitaminas. La suplementación de las reproductoras en Vitaminas A, B, D, E, en zinc o en manganeso demostró mejorar el rendimiento de las crías (Kidd, 2003). El objetivo de esta prueba ha sido estudiar la evolución de los parámetros de crecimiento y de canal de las crías de reproductoras alimentadas con dietas suplementadas con diferentes vitaminas y B-Traxim.

 

La presente prueba se llevó a cabo en el Departamento de Poultry Science of Mississipi State University, EE.UU.

708 pollos Ross recibieron 1 de los 7 tratamientos:

 

Se obtuvieron y usaron un total de 315 huevos (45 huevos/tratamiento) cuando las reproductoras llegaron a las 36 semanas de edad. En el día 1, 238 aves (34/tratamiento - 17 hembras y 17 machos) fueron separadas del resto y pesadas, e identificadas individualmente por tratamiento donde cada ave representó una réplica. El tratamiento de la manada de reproductoras representó el tratamiento de las crías.

Los pollitos tuvieron acceso a las dietas industriales estándares que fueron trituradas del día 1 a 14 y granuladas del día 15 a 46, aportándose también agua ad libitum. Todas las dietas se prepararon en base a maíz, harina de soja y grasa de pollo.

 

La prueba con crías se ajustó a un diseño completamente aleatorio. Se midieron los parámetros de rendimiento de peso (PV) en los días 1, 7 y 42. En el día 42, todas las aves se desalojaron, fueron pesadas individualmente y fueron asignadas a jaulas para ser trasladadas a una planta piloto de procesado. Las aves estuvieron en un área de recorrido bien ventilada en la planta durante 8 horas antes del procesado. Las aves se procesaron y se controló el peso de la canal. La canal permaneció en un baño de hielo durante 3 horas, en la primera media hora fueron sacudidos, y después se cortaron en 2 partes: tenders (pectorales menores) y pechugas (pectorales mayores), sin huesos ni piel.

 

Todos los datos fueron analizados por procedimiento general de modelo lineal con el software SAS.

El efecto de cada tratamiento en los pesos vivos y las ganancias de peso en las crías de reproductoras de los 7 tratamientos comparados al control negativo se detalla en la figura 1.

En el día 1 de edad, el peso vivo de las crías no presentaba diferencias entre los 7 tratamientos (P=0.098).

Después de 7 días, las crías de las reproductoras suplementadas con B-Traxim Zn presentaron un peso vivo significativamente más elevado (P=0.001) que el de las crías alimentadas con los otros tratamientos (144 vs 136g respectivamente para B-Traxim Zn y el control negativo).

La diferencia significativa en el peso corporal entre los tratamientos también se notó en el día 42 de edad (P=0.009). A esta edad, las crías que recibieron la suplementación de vitamina B, vitamina D y Manganeso presentaron un peso corporal significativamente más bajo que las alimentadas con el control negativo (respectivamente 2.829, 2.836, 2.822 y 2.879 kg), mientras que la suplementación en vitamina E y Selenio no afectó el peso corporal de sus crías (respectivamente 2.884 y 2.858 kg). Solamente las crías de reproductoras suplementadas con B-Traxim Zn presentaron un peso final significativamente más alto (2.917 kg vs. 2.879 kg).

Durante la totalidad del tiempo de la prueba, las crías de las reproductoras suplementadas con vitamina D tendieron a tener una ganancia de peso más baja que las del control (respectivamente 93 vs 94 g/d). La suplementación de las reproductoras con manganeso no afectó a la ganancia de peso de sus crías. Las crías de las reproductoras suplementadas con vitamina B o Selenio tendieron a tener una mejor ganancia de peso en comparación con el control (respectivamente 96, 96, 97 y 94 g/d). Finalmente, sólo la suplementación con B-Traxim Zn aumentó de manera significativa en un 8.5% la ganancia de peso de las crías en comparación con las crías del  control negativo (respectivamente 102 vs 94 g/d).

 

Figura 1: Rendimiento de crecimiento de las reproductoras alimentadas con diferentes tratamientos

El efecto de cada tratamiento en los parámetros de canal de las crías de reproductoras de los 7 tratamientos se detalla en la tabla 1.

Las crías de las reproductoras suplementadas con B-Traxim Zn presentaron un mejor % de canal significativo (P= 0.018) en comparación con todos los otros tratamientos. No hubo diferencias entre los 7 tratamientos sobre el % de pechuga y de tender de sus crías.

 

Tabla 1: Parámetros de canal de reproductoras alimentadas con los diferentes tratamientos