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Resistencia a fungicidas en soja

Publicado: 9 de marzo de 2017
Por: C.V. Godoy (Embrapa Soja); Xavier, S.A., Koga, L.J. (bolsista CNPq); Juan Edwards Molina (SALQ/USP; Alumno de doctorado en Depto. Fitopatologia). Londrina, Paraná, Brasil
La producción del cultivo de soja [Glycine max (L.) Merr.] es una de las actividades de mayor importancia económica de Sudamérica, con significativo crecimiento de su superficie durante las últimos décadas. Junto con la evolución del área sembrada, los problemas ocasionados por enfermedades se han ido intensificando debido a factores como: grandes extensiones cultivadas (monocultivo), ausencia de rotación con otras especies, utilización de cultivares susceptibles e introducción de nuevas enfermedades. Las pérdidas anuales de producción debido a enfermedades son estimadas en cerca de 15% a 20%, mientras que algunas enfermedades pueden ocasionar pérdidas próximas al 100% (Tecnologías, 2013).
Entre las estrategias de manejo recomendadas para el control de enfermedades se encuentra la utilización de fungicidas. En Brasil, la utilización de fungicidas en el cultivo de soja inició con un brote epidémico de oídio [Erysiphe diffusa (Cooke & Peck) U. Braun & S. Takam], en el ciclo 1996/97. Posteriormente, el aumento de la incidencia de enfermedades de fin de ciclo [Septoria glycines Hemmi y Cercospora kikuchii (Tak. Matsumoto & Tomoy.) M.W. Gardner], principalmente en función de la intensificación del cultivo y de la ausencia de rotaciones, también demandó el registro de fungicidas. Con el surgimiento de la roya asiática (Phakopsora pachyrhizi Syd. & P. Syd.), en Brasil, en 2001 (Yorinori et al., 2005), y la ausencia de cultivares resistentes a la misma, nuevos productos fueron registrados y las aplicaciones de fungicidas intensificadas. En la actualidad, esta última enfermedad, continúa siendo el principal blanco de las aplicaciones de fungicidas. Entre otras enfermedades controladas a través de productos químicos puede citarse a la mancha anillada [Corynespora cassiicola (Berk. & M.A. Curtis) C.T. Wei.], la antracnosis [Colletotrichum truncatum (Schwein.) Andrus & W.D. Moore], la podredumbre húmeda del tallo [Sclerotinia sclerotiorum (Lib.) de Bary], la rizoctoniazis (Rhizoctonia solani J.G. Kühn AG1) y la mancha ojo de rana (Cercospora sojina Hara), esta última siendo problema principalmente en Argentina en anteriores campañas.
A pesar de la gran contribución que los fungicidas proporcionan en el control de enfermedades, su uso intensivo puede tener como consecuencia la selección de aislamientos de hongos menos sensibles o resistentes. Individuos de hongos menos sensibles a fungicidas existen naturalmente en las poblaciones, aun sin haber sido expuestas al mismo. Cuando los fungicidas, con modo de acción específico, comienzan a ser aplicados, tienden a eliminar aquellos individuos más sensibles de las poblaciones del patógeno, aumentando la frecuencia de los individuos menos sensibles, actuando así como agente de selección (Gisi & Sierotziki, 2009). En Brasil, los problemas de resistencia o pérdida de sensibilidad de hongos en el cultivo de soja han sido observados luego de fallas en el control con fungicidas a campo. Aquí, los programas de monitoramiento de resistencia son conducidos por empresas afiliadas al FRAC (Fungicide Resistance Action Committee). En el caso de soja, está restricto al monitoramiento de P. pachyrhizi y, más recientemente, a C. cassiicola.
Los fungicidas para control de enfermedades en el cultivo de soja han sido evaluados en diferentes regiones en una red de ensayos, desde la campaña 2003/4. Aunque el objetivo principal de los ensayos sea comparar la eficiencia de nuevos productos, ingredientes activos aislados, han sido incluidos para monitorear la sensibilidad de los hongos a fungicidas en las diferentes regiones. Entre los principales modos de acción utilizados en el control de enfermedades de la soja en Brasil se destacan los Metil Benzimidazol Carbamato (MBC), los Inhibidores de Demetilación (DMI), los Inhibidores de Quinona Oxidase (QoI) y últimamente la nueva generación de moléculas Inhibidoras de la Succinato Desidrogenase (SDHI).
Fungicidas MBC representaron el marco inicial de los problemas de pérdidas de sensibilidad (Delp, 1979). Este compuesto, que inhibe la polimerización de la tubulina durante la mitosis, presentó relatos de resistencia luego de sólo un año de uso (Schroeder & Provvidenti, 1969; Georgopoulos & Davos, 1973). Desde el inicio de su comercialización, por lo menos 100 especies de hongos desarrollaron algún grado de resistencia a ese grupo (FRAC, 2014). En el cultivo de soja, los principales ingredientes activos registrados de este grupo químico son carbendazim y tiofanato-metilico para enfermedades de fin de ciclo, antracnosis, mancha anillada y otras, sin embargo, su eficiencia a campo ha sido baja (Godoy et al, 2013). En los últimos años, en diferentes regiones productoras de Brasil, han sido relatados casos de resistencia a MBCs del hongo C. cassiicola, aislados de hojas de soja (Avozani, 2011; Teramoto et al., 2012; Xavier et al., 2013). A pesar de su baja eficiencia, los MBCs representaron el 6% de las recomendaciones para el control de las enfermedades de soja en 2012 en Brasil, correspondiendo a 10,6 mil toneladas de fungicidas comercializados (Kleffmann, 2012).
Los fungicidas DMI representan un importante modo de acción para el control de enfermedades. Por algún tiempo, se pensó que estos compuestos no serian capaces de desarrollar resistencia porque la evidencia experimental sugería que los mutantes resistentes eran menos aptos a sobrevivir que los aislamientos sensibles (Koller & Scheinpflug, 1987). Sin embargo, el uso intensivo en varios cultivos llevó a la selección de aislamientos de patógenos menos sensibles (Koller & Scheinpflug, 1987). La genética de la resistencia a DMIs es poligénica para varios patógenos de plantas y niveles elevados de resistencia son observados solamente luego de una adaptación gradual (Gisi et al., 2000). El desarrollo de resistencia a los DMIs no lleva a una completa pérdida de control de la enfermedad y es frecuentemente descripto como una selección continua o cambios de sensibilidad. Los mecanismos de resistencia para DMIs son variables y complejos, envolviendo una o más mutaciones puntuales, superexpresión del gen cyp51 y aumento de regulación de transportadores de flujo (Brent, 2012).
Fungicidas DMI fueron utilizados aisladamente de forma intensiva en Brasil luego de la entrada de la roya asiática, debido a su alta eficiencia de control. Resultados de los ensayos en red realizados de 2003/04 a 2006/07 mostraron diferencia de eficiencia entre ingredientes activos, con mayor eficiencia para tebuconazole y prothioconazole (Scherm et al., 2009). A partir de 2007/08, una caída en la eficiencia de los fungicidas DMIs fue observada en la región del Cerrado (centro del país) y, en 2009/10, en la región Sur de Brasil. Las recomendaciones de control de roya se direccionaron hacia la utilización de mezclas de DMI y QoI en función de la menor eficiencia observada con los DMIs solos (Godoy, 2011). El monitoramiento de la sensibilidad a fungicidas de P. pachyrhizi se inició en 2005/06, utilizando la metodología de hojas individuales cortadas. Actualmente, el monitoramiento es realizado por las empresas BASF, Bayer CropScience, y Syngenta en proyectos contratados por el FRAC Brasil. Los resultados del monitoramiento indican una caída de la eficiencia de los DMIs, de forma semejante a los resultados de los ensayos en red (Schmitz et al., 2013; FRAC, 2014).
A nivel mundial, la resistencia a fungicidas QoI fue observada dos años después de su lanzamiento en el mercado, siendo asociada con mutaciones en el gen cyt b. La mutación de bases en la posición G143, intercambiando una glicina por una alanina (G143A) es considerada la más importante, ya que puede conferir pérdida total de control (Mehl, 2009). Para P. pachyrhizi y otras royas, Grasso et al. (2006) observaron la presencia de un intrón luego el codón de la glicina en la posición 143. Hongos que poseen el intrón y sufren mutación en la posición G143 son inviables metabólicamente debido a la deficiencia en el cyt b, siendo la mutación letal para esos patógenos. A pesar del bajo riesgo de resistencia, fungicidas QoI nunca fueron recomendados solos para control de P. pachyrhizi debido a la baja eficiencia de control (Scherm et al., 2009; Godoy, 2011). En ensayos en red, la eficiencia de las estrobilurinas, en alta presión de roya, fue en promedio de 40% de control. A pesar de que para P. pachyrhizi la mutación en G143A no es posible de ocurrir, para otros patógenos de soja como C. cassiicola, en Brasil, y C. sojina, en los Estados Unidos, ha sido relatada la mutación en el G143A (FRAC, 2014). Además de G143A, el intercambio de una fenilalanina por leucina en la posición 129 (F129L) y de una glicina por arginina en la posición 137 (G137R) ha sido relatada en patógenos con resistencia a QoI. Sin embargo, aislamientos con F129L o G137R presentan resistencia moderada (parcial) o cambio de sensibilidad (FRAC, 2014).
Los fungicidas SDHI fueron descubiertos hace más de 40 años (FRAC, 2014). La primer generación de SDHI presentaba limitado espectro para pocas patógenos (basidiomicetes) y cultivos. Una nueva generación de moléculas SDHI con amplio espectro ha sido registrada para diferentes blancos biológicos (FRAC, 2014). En Brasil, dos ingredientes activos SDHI fueron registrados en mezclas con QoI para el cultivo de soja en 2013 y 2014, fluxapyroxad y benzovindiflupyr, respectivamente, y otras se encuentran en fase de registro. Casos de resistencia a SDHI ya fueron relatados para 14 patógenos, causados por diferentes mutaciones puntuales en el gen sdh (FRAC, 2014). Debido a la reciente introducción de la nueva generación de SDHI en el cultivo de soja, no hay relatos de resistencia, a pesar que entre los 14 patógenos con relato de resistencia estén incluidos patógenos que ocurren en el cultivo de soja como C. cassiicola, en pepino, y S. sclerotiorum, en colza (Miyamoto et al., 2008; FRAC, 2014).
El número limitado de modos de acción de los fungicidas disponibles para el control de enfermedades de soja, asociado a poblaciones menos sensibles de hongos ya observadas en el campo, y la baja eficiencia de ingredientes activos de forma individual, dificulta la utilización de estrategias de manejo de resistencia como la rotación de modos de acción. Los fungicidas para el control de enfermedades de soja han sido utilizados como mezclas con ingredientes activos de diferentes modos de acción, para retardar la selección de aislamientos menos sensibles y/o resistentes, y también para aumentar el espectro de acción, en función de los diferentes patógenos que inciden en el cultivo. El gran desafío en Brasil para mantener la durabilidad de los fungicidas es lidiar con la extensa ventana de ciclo de crecimiento y la siembra de soja tras soja, que hace que en algunas regiones los lotes tengan hasta 12 aplicaciones de fungicidas, entre noviembre y abril. Programas de monitoramiento de resistencia, para los diferentes patógenos, son cada más necesarios, para evitar aplicaciones innecesarias de fungicidas y modificar las recomendaciones de manejo, para asegurar la longevidad o recuperar la eficiencia perdida de los fungicidas.
Los fungicidas representan una de las herramientas disponibles para el manejo de enfermedades. Los problemas fitosanitarios podrían reducirse si buenas prácticas culturales, como la rotación de cultivos, fueran adoptadas con mayor frecuencia. La utilización de variedades resistentes es otra herramienta importante que puede contribuir en el manejo de las enfermedades y reducir la presión de resistencia de los hongos a los fungicidas.
 
Referencias
  • Avozani, A. (2011) Sensibilidad de Corynespora cassiicola, isolados da soja, a fungicidas in vitro. 2011. Dissertação de mestrado. Faculdade de Agronomia e medicina Veterinária. Passo Fundo RS, Brasil.
  • Brent, K. (2012) Historical perspectives of fungicide resistance. In: Thind, T.S. (ed) Fungicide resistance in crop protection, risk and management. p. 3-18.
  • g4Delp, C.J. (1979) Resistance to plant disease control agents: How to cope with it. In: Kommendahl, T. (ed.). Proceedings…IX International Congress of Plant Protection, v.1, Burgess, Minneapolis, MN. p. 253-261.
  • FRAC (2014). Disponível em http://www.frac.info/. Acesso em 23/04/2014
  • Georgopoulos, S.G., Dovas, C. (1973). Occurrence of Cercospora beticola strains resistant to benzimidazole fungicides in northern Greece. Plant Disease, v.57, 321–324.
  • Gisi U., Chin, K.M., Knapova, G., Kung Farber, R., Mohr, U., Parisi, S., Sierotzki, H., Steinfeld, U. (2000) Recent developments in elucidating models of resistance to phenylamide, DMI and strobilurin fungicides. Crop Protection 19, 863–872.
  • Gisi, U., Sierotziki, H. (2009) Fungicidas triazois e estrobilurinas na cultura da soja: eficácia e risco de resistência. Boletim de pesquisa de soja, 2009. Fundação MT. p.223-227.
  • Godoy, C.V. (2011) Risk and management of fungicide resistance in the Asian soybean rust fungus Phakopsora pachyrhizi. In: Thind, T.S. (Org.). Fungicide Resistance in Crop Protection: Risk and management. London, UK: CABI, p. 87-95.
  • Godoy, C.V., Utiamada, C.M., Meyer, M.C., et al. (2013) Eficiência de fungicidas para o controle da mancha-alvo, Corynespora cassiicola, na safra 2012/13: resultados sumarizados dos ensaios cooperativos (Circular Técnica).
  • Grasso, V., Palermo, S., Sierotzki, H., Garibaldi, A. and Gisi, U. (2006) Cytochrome b gene structure and consequences for resistance to Qo inhibitor fungicides in plant pathogens. Pest Management Science 62, 465–472.
  • Kleffmann Group, Crop Protection Products - Foliar Fungicides - AMIS Soybean 11/12, 2012. Koller, W. and Scheinpflug, H. (1987) Fungal resistance to sterol biosynthesis inhibitors: a new challenge. Plant Disease 71, 1066–1074.
  • Mehl, A. (2009) Phakopsora pachyrhizi: sensitivity monitoring and resistance management strategies for DMI and QoI fungicides. In: V Congresso Brasileiro de Soja, Mercosoja. Embrapa Soja, Goiânia, GO/ Brazil, CD-Rom.
  • Miyamoto, T., Ishii, H., Seko, T., Tomita, Y., Kobori, S. and Ogawara, T. (2008) Occurrence of boscalid-resistant isolates of cucumber Corynespora leaf spot fungus (C. cassiicola). Japanese Journal of Phytopathology 74, 37-38.
  • Scherm, H., Christiano, R.S.C., Esker, P.D., Del Ponte, E.M. and Godoy, C.V. (2009) Quantitative review of fungicide efficacy trials for managing soybean rust in Brazil. Crop Protection 28, 774–782.
  • Schmitz, H.K., Medeiros, C.A., Craig, I.R., Stammler, G. (2013) Sensitivity of Phakopsora pachyrhizi towards quinone-outside-inhibitors and demethylation-inhibitors, and corresponding resistance mechanisms. Pest Management Science (online).
  • Schroeder, W.T.; Provvidenti, R. (1969). Resistance to benomyl in powdery mildew of cucurbits. Plant Disease Report, 53, 271-275. Tecnologias de produção de soja – Região Central do Brasil 2014. Londrina: Embrapa Soja, 2013. 268 p.
  • Teramoto, A., Machado, T.A., Nascimento, L.M., Meyer, M.C., Cunha, M.G. (2012) Sensibilidade a fungicidas de isolados de Corynespora cassiicola provenientes do Estado de Goias. In: VI 202 Congresso Brasileiro de Soja, Cuiaba, Anais... CD-ROM.
  • Xavier, S.A., Canteri, M.G., Barros, D.C.M., Godoy, C.V. (2013) Sensitivity of Corynespora cassiicola from soybean to carbendazim and prothioconazole. Tropical Plant Pathology, v.38, p. 431-435.
  • Yorinori, J.T., Paiva, W.M., Frederick, R.D., Costamilan, L.M., Bertagnolli, P.F., Hartman, G.E., Godoy, C.V., Nunes Junior, J. (2005) Epidemics of soybean rust (Phakopsora pachyrhizi) in Brazil and Paraguay. Plant Disease, 675-677.
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Autores:
Juan Edwards Molina
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria - INTA
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Eduardo Guillin
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria - INTA
17 de julio de 2017
Estimados colegas, me resultó sumamente interesante el artículo que publicaron (infelizmente sólo hoy pude leerlo). Efectivamente, el manejo de enfermedades, visto desde el punto de vista del patógeno, es un asunto de adaptación biológica que ajusta perfectamente al modelo propuesto por Ch. Darwin en 1859, y durante el siglo XX por muchos genetistas de poblaciones desde Seawall Wright hasta Dobzhansky. En este sentido, es claro que minimizar los números poblacionales y generar estrategias variables de control son los parámetros a tener en cuenta para minimizar las presiones de selección, y por tanto maximizar los tiempos de adaptación al manejo. Desde el punto de vista epidemiológico, creo que existen dos temas importantes a tener en cuenta a la hora de plantear estrategias: por una parte, tener en cuenta que, como en el caso de la Mancha Púrpura, los escenarios propuestos para otros países pueden no tener en absoluto que ver con los nuestros: en USA existen dos especies diferentes que producen la MP (ninguna de las cuales es C. kikuchii), y en nuestro subcontinente existen al menos cuatro linajes que actúan como agentes causales de MP, uno de los cuales es, precisamente, C. kikuchii. Ésto pone en cuestión la relación unívoca entre patógeno y hospedero, tal como se ha venido considerando tradicionalmente, y complica mucho el escenario con miras a un manejo sustentable. Otro tema a tener muy en cuenta es la amplitud de la reproducción sexual en patógenos fúngicos: hemos encontrado que existe un alto nivel de recombinación entre linajes ("especies") que actúan como agentes causales de MP. Ésto no sólo explica, sino que hace esperable que la resistencia a moléculas de control (incluso poligénicas) surjan con una tasa muchísimo mayor a las que se podrían esperar si este fenómeno resultara de la mera tasa mutacional más selección. La recombinación facilitaría no sólo que los linajes "mutantes" perduren, sino que las mutaciones resistentes se propaguen por las poblaciones y que nuevas combinaciones haplotípicas (genotípicas) del hongo adquieran el rasgo de la resistencia a principios activos únicos y combinados. Es por ésto que estrategias como la rotación con cultivos no hospedadores (apropiadamente determinados) deben ser incluidas obligatoriamente, si se quiere alcanzar un nivel de sustentabilidad durable a lo largo de las décadas. Seguramente el Estado debe jugar en ésto un rol muy activo, favoreciendo incluso con compensaciones económicas a los productores que opten por este tipo de prácticas. Saludos cordiales, Eduardo.
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Ivo Claudino Frare
2 de abril de 2017
Molina, e proibido soja safrinha em Mato Grosso Nao existe soja safrinha, e sim milho safrinha que utiliza os mesmos ativos de fungicidas da cultura da soja!
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Juan Edwards Molina
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria - INTA
28 de marzo de 2017

Prezado Ivo, a situação que você descreve é um cenário de alto risco para seleção de patógenos resistentes a fungicidas, mais ainda com soja safrinha na rotação, que emerge num ambiente onde a ferrugem já foi multiplicada in-situ.

Esse ano muitos produtores da região Sul do Brasil, começaram aplicações de fungicidas bem cedo, em V6-V8 e misturando os antigos fungicidas protetores multi-sitios (de contato), tipo mancozeb, o que reduz a possibilidade de seleção de resistência. Essa safra aparentemente teve menor presença de ferrugem, provavelmente por essa ação coletiva de aplicação preventiva dos fungicidas.

Quanto às estratégias de controle, e seguindo as instruções da EMBRAPA soja e o consorcio anti-ferrugem, para um bom manejo da ferrugem, por tanto minimizar risco de resistência, devera-se adotar estratégias por dois frentes de ação:

1 - estratégia para reduzir a quantidade de inoculo (esporos) na entressafra.
- respeitar o vazio sanitário de cada região
- Caso haja a possibilidade da germinação de plantas voluntárias de soja durante a entressafra, as mesmas devem ser dessecadas ou eliminadas mecanicamente.
- Cultivares de ciclo precoce semeadas no início da época recomendada podem “escapar” da doença ou serem menos atingidas, uma vez que a tendência é que o inoculo aumente com o evoluir da safra.

2- prolongar a "vida útil" dos fungicidas:
- Devem ser realizados o monitoramento da lavoura e da região e o controle químico com fungicidas logo após os primeiros sintomas ou preventivamente.
- Rotar grupos químicos dos fungicidas
- Usar as novas moléculas (mais caras) nas primeiras (das 3 ou 4 aplicações pre-programadas)

Interessante seus comentários, desde a região do Mato Grosso, onde as condições de produção são bem diferentes de por exemplo do estado de Paraná, o bem a região núcleo agrícola da Argentina, com verão bem mais curto e inverno bem mais frio. Conhecer os diferentes cenários produtivos gera um exercício de imaginação que afinal permite pensar mais amplamente as estratégias de manejo das doenças.

abraço! Juan

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Ivo Claudino Frare
26 de marzo de 2017
Buenos dia! Por trabalhar com soja é milho, ao norte do Mato Grossa Brasil, a 10 graus 48` 14" os problemas com fungicida são extremamente preocupantes, devido a termos que usar no minimo 4 aplicações de fungicidas na cultura da soja, e mais 2 a 3 aplicações na cultura do milho safrinha, isto tudo com mesmos principios ativos e mesmos mecanismo de ação. Imaginem os senhores a pressão de seleção de fungos que submetemos nossas lavouras, para agravar mais ainda temos trabalhado com a mistura de 3 principios ativos, ao mesmo tempo, e num intervalo de 5 meses entre as duas culturas. Temperatura media anual 30 graus, precipitação 2.400mm, periodo sem chuvas de junho a setembro 120 dias. Haja determinação e força para produzir alimentos nesse ambiente! Saludos.
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Juan Edwards Molina
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria - INTA
15 de marzo de 2017
Alicia, gracias por tu opinion. Coincido con tu comentario. Claro que no es nada nuevo el tema, es tan viejo como el surgimiento de los fungicidas sistemicos en los años 1960s. En los '70 comenzaron los primeros casos de "perdida de sensibilidad" de algunos patogenos sometidos a reptidas aplicaciones de benzimidazoles durante solo dos años consecutivos. Es totalmente acertado que es tarea del estado a traves de sus instituciones pertinentes monitorerar el estado de la sensibilidad de las poblaciones de los principales patogenos. El daño ambiental y economico es grande si no se toma control del asunto. Hay que usar todas las tacticas posibles para ser eficiente en la prevencion de las enfermedades. Pero puedo asegurar que hay casos que el fungicida es la unica herramienta eficaz sin la cual "hay o no hay" cosecha, por ej: roya de la soja en Brasil, phytophthora en papa, sarna de la manzana en USA, peronospora en Vid, y siguen los casos. En Brasil por la roya son presupuestados 3 aplicaciones bases cada año. En estas condiciones de "presion enfermedad" es donde mas son mas factibles la disminucion de sensibilidad. En Argentina me arriesgo a decir que la situacion es diferente por tener un invierno mas frio que disminuye el inoculo en gran parte. Te dejo mi frase de cabecera que resume grande parte de lo debatido aqui: "Las epidemias son potentes armas en la “guerra” contra quien nos enfrentamos año tras año por mantener la sanidad de nuestros cultivos. La industria química y de semillas nos proveen buenas tácticas de defensa pero solo la epidemiologia nos permite planear la estrategia. Nuestra defensa en tiempos de guerra está relacionada al tratamiento que damos a nuestros cultivos en tiempos de paz… J. E. VAN DER PLANK “Plant diseases: epidemics and control” (1963). No es tarea de las empresas planear la estrategia en mi modesta opinion, es de los asesores y la comunidad cientifica en su conjunto.
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Juan Edwards Molina
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria - INTA
14 de marzo de 2017
Estimado Pascual, tal vez Marcelo Carmona pueda asesorarte mejor ya que está experimentando sobre este tipo de productos. Lo que tengo conocimiento es que la escasa información que hay sobre este tipo de productos (Fosfito potásico enriquecido con cobre quelatado) fue realizada en el área de fruticultura. En cuanto a cultivos extensivos, está en etapas iniciales de investigación, o sea en condiciones controladas: in vitro, o invernáculos. Por lo que para "hablar" de su efecto en condiciones de producción habria que recabar bastante mas experiencia, en diferentes ambientes x años. Recién con un buen número de ensayos (10 - 20) se podría sacar una conclusión medianamente robusta.
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Flor Marina Fon Fay Vásquez
17 de julio de 2017
Qué estudios estudio de biotecnología tenemos para cultivo de maíz en la provincia de Los Ríos- Ecuador.
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Flor Marina Fon Fay Vásquez
17 de julio de 2017
Què estudios tenemos de manejo de maíz en la provincia de Los Ríos - Ecuador
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juan carlos gomez
29 de marzo de 2017
CON EL USO DE PRODUCTOS BIOTECNOLOGICOS EN ECUADOR SE HA REDUCIDO A UNA APLICACION DE FUNGICIDAS EN ARROZ EN CONDICIONES DE ALTA INCIDENCIA DE HONGOS POR TEMPERATURA Y HUMEDAD.. EL PROGRAMA SUELO SANO CULTIVO SANO ES UNA NECESIDAD PORQUE LAS CURVAS DE PRODUCCION Y COSTOS CHOCAN MAS A MENUDO. LOS SUELOS ESTAN BLOQIEADOS Y AHI ES DONDE SE ORIGINAN LOS PROBLEMAS ACTUALES QUE PODEMOS PREVENIR DESDE ANTES DE LA SIEMBRA.
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jacqueline hurtado mendez
28 de marzo de 2017
Donde yo trabajo en la zona norte de Santa Cruz de la Sierra Bolivia en verano también es un ambiente húmedo y se tienen q hacer mínimo 4 aplicaciones mezclas de dos y tres ingredientes y hace al menos cuatro campañas q la antracnosis está muy agresiva ataca desde muy temprano tumbando peciolos y ramas completas y defoliando la planta muy rapudamente. La rota no está muy agresiva ni la Mancha anillada. Pero la xercospira kikuchi acelera mucho la etapa de cosecha en la mayoría de las variedades.
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