Fecha de Siembra, Antecesor y Longitud de Ciclo en Girasol de Segunda

En el ciclo agrícola 2014-15 continuaron los experimentos de girasol de segunda que integran los objetivos y actividades propuestos en el Proyecto Regional INTA Barrow y en el Proyecto Nacional de Cereales y Oleaginosas del INTA. Al igual que en años previos, nuestro objetivo local es continuar evaluando los efectos del antecesor, de la fecha de siembra y de la longitud de ciclo en siembras de girasol de segunda.

Los tratamientos evaluados fueron: 

El girasol se sembró a una densidad de 40.000 pl.ha^-1 con una sembradora de granos gruesos Baumer, con surcos distanciados a 52 cm. A la siembra se aplicaron 70 kg.ha^-1 de fosfato diamónico y luego se aplicó al voleo 50 kg.ha^-1 de nitrógeno en pre-emergencia, como urea. Para el control de malezas, por la presencia de un híbrido de girasol convencional no se pudieron utilizar imidazolinonas. Se aplicó twin pack en preemergencia y graminicidas en pos-emergencia. La emergencia de colza y arveja se controlaron manualmente.
 

Por cuestiones del diseño del experimento solo se pudo separar el efecto del antecesor aislado del efecto de fecha de siembra entre arveja y trigo. No obstante, en este caso el antecesor no resultó significativo. Por este motivo, y porque en la practica la fecha de siembra está bastante ligada al antecesor, los resultados se van a presentar según fecha de siembra. Las variables evaluadas afectaron significativamente el rendimiento del girasol (tabla 1). 

Tabla 1: Análisis de la varianza para rendimiento en grano y concentración de aceite en grano en función de fecha de siembra y de genotipo (Híbrido).

El rendimiento y la concentración de aceite incrementaron cuando se atrasó la fecha de siembra (fig 1). Este resultado es similar al obtenido en años previos en nuestra región (Ross 2014). En la figura 1 podemos observar un aumento del rendimiento pronunciado entre la primer y segunda fecha de siembra y luego un incremento suave pero estadísticamente diferente (p<0.05). Ante atraso en la fecha de siembra, la proporción de materia grasa en granos tuvo una tendencia similar a rendimiento, aunque sin diferencia estadística entre segunda y tercer fecha de siembra. 

Figura 1: Rendimiento en grano y concentración de materia grasa en función de la fecha de siembra para el promedio de los tres híbridos evaluados.

Entre híbridos se observaron diferencias notorias (tabla 2). Los materiales con mayor rendimiento también tuvieron mayor materia grasa. La pérdida notable de rendimiento en el material CF 202 puede ser consecuencia de adversidades bióticas o abióticas. Lamentablemente, en este experimento no realizamos un seguimiento de adversidades como para dar fundamento a este resultado. Esto pone de manifiesto la necesidad de generar información mediante redes de ensayos y de vinculación entre semilleros, instituciones, asesores, productores y demás para lograr información acerca de las limitantes y los beneficios alcanzables. 

Tabla 2: Rendimiento (kg.ha^-1) y concentración de materia grasa (%) en función del híbrido, valor promedio para tres fechas de siembra. Letras diferentes indican diferencia estadísticamente significativa (p<0.05)

El ciclo intermedio a corto (MG303) presentó un patrón de respuesta diferente del ciclo intermedio a largo (SYN 3840). En la primera fecha de siembra el ciclo corto logró menor rendimiento respecto del ciclo largo y sus rendimientos se igualaron a medida que se atrasó la fecha de siembra (fig.1). Este comportamiento es similar al encontrado en años previos (Ross 2014). El principal efecto que determina el incremento de la longitud de ciclo o el atraso en la fecha de siembra es un atraso en la fecha de floración. Entonces, en esta región, atrasos en la fecha de floración hasta inicios del mes de marzo es deseable para el cultivo de girasol de segunda. 

Figura 2: Rendimiento en grano por fecha de siembra para los híbridos MG303 CP y SYN3840.

Del mismo modo que en campañas previas, el rendimiento y la materia grasa del cultivo de girasol de segunda respondieron positivamente a atrasos del inicio de la fecha de floración, hasta principio de marzo. En nuestra región, este es el resultado de alejar el período crítico del cultivo de girasol de un balance hídrico marcadamente negativo entre enero y febrero exacerbado por la escases de recursos en suelo (agua+nutrientes) producto de la cercanía del cultivo de invierno.