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Uso de una enzima versátil en Porcinos

Publicado: 9 de junio de 2014
Por: Adriana Berti Toscan. Gerente Regional de Desarrollo Técnico, Adisseo Sudamérica
Una de las fuentes de energía en los alimentos balanceados para porcinos son los carbohidratos, oriundos de las materias primas de origen vegetal. Éstos pueden estar en forma de azúcares, cuando sus unidades elementales se conectan únicamente por enlaces alfa, y, así, se encuentran más prontamente disponibles, o pueden estar en forma de polisacáridos no amiláceos (PNAs o, en inglés, NSP), con una organización más compleja, con enlaces alfa y beta. 

Como las enzimas endógenas que secretan los animales monogástricos sólo logran quebrar los enlaces alfa, los carbohidratos más complejos resultan parcialmente quebrados por esas enzimas, y gran parte de éstos permanece no digerida en el tracto digestivo del animal.
 
Hay dos tipos de PNAs: solubles (beta-glucanos, pentosanos y sustancias pécticas) y los insolubles (celulosa y hemicelulosa).

La fracción insoluble de PNAs aumenta la capacidad de retención de agua y torna más lento el tránsito gastrointestinal, lo que reduce el vaciamiento gástrico, con la consecuente disminución del apetito.  Además, en esa agua que se retiene permanecen muchos nutrientes solubles, que así están menos disponibles para digestión en el intestino delgado y más disponibles para la flora intestinal. 

Las cadenas moleculares de PNAs solubles conforman una red, lo que incrementa la viscosidad intestinal, reduciendo el acceso de las enzimas endógenas a los nutrientes del alimento balanceado, lo que disminuye la digestibilidad del alimento balanceado como un todo.

Los porcinos, animales no rumiantes, tienen posibilidades limitadas de digerir los PNAs, principalmente los animales más jóvenes. En porcinos en crecimiento, la tasa de digestibilidad de la materia seca al final del íleo es entre un 60 y un 65%. Debido a la fermentación, dicha tasa es más elevada en el ciego, en donde los microorganismos degradan parte de la fibra para la producción de ácidos grasos libres.
 
La utilización de enzimas para la degradación de PNAs ganó aceptación en dietas de destete para ayudar en la digestión de parte de la dieta; su aplicación en porcinos en crecimiento y terminación se ha estado ampliando con base en observaciones de campo e investigaciones.

Tras 17 años de investigación y más de 100 ensayos con porcinos que se llevaron a cabo en el Centro de Investigación (Center of Expertise and Research in Nutrition, CERN) de Adisseo en Francia, Commentry, y en Universidades de varias partes del mundo, se ha comprobado que los complejos multienzimáticos, como Rovabio, incrementan la digestibilidades de los nutrientes de las dietas de lechones, marranas en lactancia y porcinos en crecimiento y terminación, además de que permiten la reducción del costo de los alimentos balanceados.

Los resultados permiten la elaboración para Rovabio de una matriz nutricional muy robusta, que puede dimensionarse de acuerdo con los ingredientes que se utilicen en la formulación de los alimentos balanceados, mediante la herramienta que ofrece Adisseo: Rovabio Predictor.

Las enzimas de Rovabio actúan tanto sobre las fracciones solubles de PNAs como sobre las insolubles. Comienzan a actuar rápidamente y a degradar los PNAs, lo que proporciona mayor acceso a las enzimas endógenas, así aumentando la disponibilidad de los nutrientes.

Rovabio tiene por lo menos 19 actividades enzimáticas compatibles, provenientes de 5 grupos (xilanasas, B-glucanasas, pectinasas, proteasas y otras), que producen un hongo (Penicillium funiculosum), en un mismo lote de fermentación; dichas actividades son naturalmente compatibles. Ese complejo enzimático es lo que propicia a Rovabio una actuación eficiente en la diversidad de cadenas moleculares de los PNAs de los distintos ingredientes del alimento balanceado. 

Rovabio puede utilizarse en porcinos de dos maneras:
 
  • Estrategia “on-top”:
Se añade Rovabio a la formulación actual, sin tomar en cuenta una valorización para la matriz de la enzima.
 
Se utiliza esta estrategia cuando no se busca reducir el costo del alimento balanceado, sino mejorar su rendimiento y uniformidad, así como reducir la diarrea, principalmente en lechones. Con ello se mejora la lucratividad de la producción.

Uso en dietas de Maíz y Harina de soja, resumen de los experimentos que se llevaron a cabo:

En dietas para Lechones, utilizando Rovabio “on-top”, se obtuvo reducción del 1.2% en la conversión alimenticia, de los 28 a los 70 días de edad, aumento en el consumo de alimento balanceado en un 3.4% y, por consiguiente, elevación de la ganancia diaria mediana de peso vivo en un 5% con relación al tratamiento sin enzima añadida.
 
Se obtuvo una disminución en el número de lechones leves, lo que mejoró la uniformidad del lote y redujo el tiempo de post-destete en por lo menos 2 días.

En porcinos en fase de crecimiento y terminación, la reducción de la conversión alimenticia fue del 3.2%, y el aumento del peso vivo al final del engorde, de 2.0 kg. 
 
  • Estrategia de reformulación:
Se atribuye un valor a la matriz nutricional de Rovabio que puede variar de acuerdo con la fase del animal y el tipo de dieta. Todo dependerá del grado de precisión que se desee y las condiciones que se tenga para operacionalizar el uso de varias matrices para formular.
 
Al utilizar el software de Rovabio Predictor, es posible generar cuantas matrices sean necesarias de acuerdo con la realidad de cada empresa.
 
O se puede reducir los requerimientos de energía (Metabolizable, Digestible o Neta) y de Aminoácidos Digestibles (AAD), adoptándose como regla general:

Para lechones: reducción de un 2% en la energía (EM, ED o EN) y de un 2% en los AAD
Para porcinos en crecimiento y terminación: reducción de un 1,5% en la energía (EM, ED o EN) y de un 1,5% en los AAD.
 
Ambos procedimientos conllevan una reducción en los costos, manteniéndose los resultados. Sea cual fuera el método de formulación, Rovabio permite una reducción significativa en los costos del alimento balanceado: en un promedio del 2.65% en los 16 ensayos que se llevaron a cabo.
 
 
Conclusión:

Con la volatilidad de los precios de los ingredientes y la presión hacia la reducción del costo de los alimentos balanceados, y como hay que buscar siempre más productividad, calidad de carne y lucratividad en la producción animal, el papel del nutricionista resulta cada vez más importante.
 
Se plantea la necesidad creciente de recurrir a materias primas alternativas, de reducir los márgenes de seguridad que se utilizan, tanto en las materias primas como en términos de los requerimientos nutricionales y el uso de aditivos que reduzcan los factores antinutricionales, como los PNAs, de los ingredientes.

Las enzimas cumplen un papel fundamental en ese proceso, pues su utilización satisface la necesidad de reducir costos y, además, promueve el desempeño animal, lo que genera lucratividad, pues el retorno es mucho mayor que la inversión.
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Autores:
Adriana Berti Toscan
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