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Corrección de aplomos. Efectos secundarios

Publicado: 30 de marzo de 2010
Por: Edward Daniel Calle Torres, Médico Veterinario Zootecnista, Especialista en Claudicaciones y Herrador Profesional. Colombia
Reza el refrán "La moda no incomoda", refiriéndose a las diferentes tendencias que tenemos los humanos con respecto a todo lo que, de una u otra manera, influye en nuestro diario vivir, llegando al limite de parecernos a una veleta, cambiando nuestros conceptos de acuerdo hacia donde mas fuerza tenga el viento. Esta particularidad no es ajena al mundo de los caballos; vivimos de moda en moda, el mejor reproductor, la yegua y el potro de moda; el veterinario, el herrador y el montador de moda; el criadero, las construcciones y las teorías sobre el manejo y la doma de moda; las herraduras el estilo de herrar, y como es apenas lógico, los aplomos de los caballos.
Pues resulta que al caballo si le incomoda la moda, especialmente la que tiene que ver con el aplomo y el herrado de sus cascos, con un agravante, no somos concientes de dicha incomodidad  y de los efectos secundarios que conlleva la moda de "corregir" los aplomos.
Quiero hacer una claridad, cuando me refiero a la "corrección" de los aplomos, y es  que al querer obtener una "verticalidad" -mal conceptuada, por la moda de calificar los buenos aplomos del caballo-, intentamos obtener una respuesta positiva arreglando el casco, dirigiéndolo hacia donde debería estar con respecto a la alineación de los miembros (teóricamente), sin tener en cuenta la conformación anatómica del caballo y la dirección de los ejes óseos de los miembros, en otras palabras, generalmente no se tiene conocimiento sobre la anatomía del caballo, como se forman y alinean dichos ejes con respecto a sus articulaciones y su componente de ligamentos, tendones y músculos; igualmente, se desconoce la anatomía del casco, como es su fisiología de crecimiento y que estructuras protege, por consiguiente, se ignora las consecuencias que se provocan por desviar, de manera irresponsable, los ejes de soporte del caballo. La regla del común se circunscribe única y exclusivamente al recorte del casco, pretendiendo "enderezar" el miembro solo con el "arreglo" (desvío del eje natural) del casco; lo que equivaldría a pretender enderezar una varilla torcida, dirigiendo la punta de la misma hacia el lado contrario donde esta la curva.
Tomemos como ejemplo general, los miembros anteriores y hagamos el ejercicio del análisis anatómico de los ejes óseos, de la verticalidad de sus aplomos y por que motivo se desvían de dicha verticalidad; y en concordancia con lo anterior, veamos los efectos secundarios al tratar de darle una línea ideal en contra de su alineamiento original.
No vamos a entrar en una descripción detallada de cada conformación ósea, de cada parte de los huesos, solo haremos una descripción breve de donde esta el problema y su causalidad; el objetivo es mostrar que los problemas de aplomos no se presentan directamente en el casco, a no ser que se manifieste una gran negligencia o descuido en el momento del arreglo y herrado del mismo.
Los huesos crecen por medio de la proliferación de células cartilaginosas que se multiplican a partir de la placa de crecimiento y se transforman en células óseas, todos los huesos tienen placas epifisiarias o de crecimiento que se cierran a determinada edad, y que dependen de las fuerzas que soportan para crecer en forma ordenada.
Cuando por motivos de posicionamiento fetal o de soporte mecánico, se reciben fuerzas descompensadas que presionan las placas de crecimiento en forma desequilibrada, se presentan crecimientos anormales en dichas placas generando desviaciones a nivel del radio, los carpos o cuboides, el metacarpo y las falanges, especialmente la primera; donde vamos a observar crecimientos desequilibrados de la zona distal medial o lateral del radio; conformación en forma de cuña de los huesos cuboides o metacarpianos; crecimientos proximales y/o dístales mediales o laterales del tercer metacarpiano; crecimientos anormales proximales y/o dístales de la primera falange; lo que genera desviaciones angulares de las articulaciones del carpo (falsa rodilla) y del menudillo (nudo), hacia medial (interna) o lateral (externa) provocando un movimiento de braceo o de remado -según se presente la desviación- al realizar el caballo su desplazamiento.
Corrección de aplomos. Efectos secundarios - Image 1
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Fig 1. Arriba a la derecha, placas epifisiarias mediales del radio con mayor crecimiento, ocasionando desviación angular hacia medial.

Arriba al centro, crecimiento bien alineado.

Arriba a la izquierda, placas epifisiarias laterales del radio con mayor crecimiento, ocasionando desviación angular hacia lateral.

Centro derecha, Carpo central en forma de cuña de lateral a medial, ocasiona desviación angular del carpo hacia lateral.

Centro izquierda, Carpo central en forma de cuña de medial a lateral, ocasiona desviación angular hacia medial.

Abajo derecha. Placas epifisiarias medial del gran metacarpiano, con mayor crecimiento, provoca desviación angular hacia medial.

Abajo izquierda, placas epifisiarias lateral del gran metacarpiano con crecimiento mayor crecimiento, provocando desviación angular hacia lateral.
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Fig. 2. A la derecha y al centro, caballos con desviación angular de los carpos en diferentes grados. A la izquierda, desviación angular del carpo acompañado de rotación del eje óseo central hacia lateral
Corrección de aplomos. Efectos secundarios - Image 7
 Corrección de aplomos. Efectos secundarios - Image 8Fig 3. Al centro, dedos bien alineados.

Derecha arriba/abajo, placas epifisiarias dístales laterales/mediales del gran metacarpiano con crecimiento mayor, provocando desviación angular hacia lateral/medial, respectivamente.
Izquierda arriba/abajo, placas epifisiarias dístales mediales/laterales de la primera falange con crecimiento mayor, ocasionando desviación angular hacia medial/lateral respectivamente
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Fig. 4.  Derecha y centro, desviación angular del metacarpo distal y primera falange hacia medial. Izquierda, desviación angular del metacarpo distal y primera falange hacia lateral.
Un componente adicional es el ordenamiento genético, cuya mayor incidencia se manifiesta en la conformación anatómica del tórax;  y su forma de expresión mas frecuente es el de rotación del eje central del miembro sin desviaciones angulares del mismo a nivel de las articulaciones. Esta rotación se puede presentar hacia medial (interna) o lateral (externa), la conformación anatómica mas frecuente esta dada por la presencia de un tórax estrecho, es decir en forma de V o de quilla de barco, lo que hace que los codos se dirijan hacia la zona medial del tórax, ocasionando la rotación del eje óseo central del miembro hacia lateral, esta conformación se acompaña de un escaso desarrollo (pobreza) de la masa muscular del pecho, brazos y espalda.  El efecto contrario lo desencadena el tórax en forma de U o de costado de barril, lo que genera un desplazamiento de los codos hacia lateral, provocando la rotación del eje óseo central del miembro hacia medial(interna) sin la presencia de desviaciones angulares a nivel de las articulaciones; dicha conformación se acompaña de la presencia de una abundante musculatura en el pecho, brazo y espalda.
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Fig 5. Derecha pecho estrecho, torax en V. Centro, Pecho dentro de los parámetros de normalidad, bien compensado. Izquierda, pecho amplio, con torax en forma de U.
Cuando queremos redirigir el eje óseo central sin tener en cuenta los factores y conformaciones anteriormente citadas, corremos un gran riesgo de ocasionar lesiones pasajeras o permanentes en el corto y mediano plazo. Como no tenemos conocimiento de causa de los posibles daños que ocasionamos, es muy fácil pasar por alto algunos signos que nos indican la lesión y su pronóstico.
Cada vez que intentamos "corregir", por medio del recorte y/o herrado, una conformación anatómica dada por la presentación de un crecimiento anormal de las placas de crecimiento o por la rotación del eje óseo central del miembro, vamos a provocar una inestabilidad a nivel de las articulaciones y de los ligamentos colaterales de dichas articulaciones, en otras palabras, las carillas articulares que se encuentran bien equilibradas sin importar la conformación anatómica, entraran en una asimetría ocasionada por la diferencia de presión en el miembro, ocasionada por la inestabilidad y el desequilibrio de la pisada, ya sea por que el casco quedo mas alto de un lado que del otro, o por que en  nuestra inmensa sabiduría, le pusimos una herradura que genera dicho desequilibrio. Al desequilibrar la articulación, sus carillas, que estaban en un perfecto balance, se desplazan de la siguiente forma: la zona donde queda el casco y/o la herradura mas alta  sufre mayor presión, las carillas entran en contacto y con cada movimiento de apoyo del casco (contusión) estas sufren un trauma constante, lo que ocasiona micro fracturas y desprendimientos pequeños de cartílago, con la consecuente cicatrización de los mismos, la formación de osteofitos y la posterior cojera. En el lado opuesto, donde el casco y/o la herradura están mas bajos, las carillas articulares de separan ocasionando una distensión de la capsula articular y de los ligamentos colaterales de la articulación, provocando una disrupción del tejido, ya sea en el origen, la parte media o la inserción del mismo, lo que a la postre genera entesofitos u osteofitos, dependiendo donde este localizada la lesión. Pueden presentarse, igualmente, fracturas de los bordes articulares, esguinces de tercer grado con la presencia de disrupción completa del ligamento.
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Fig. 6.
A la Derecha dedo bien alineado, articulaciones equilibradas.
Centro. Dedo con desviación hacia lateral/medial, carillas articulares equilibradas.
Izquierda. Efectos sobre un dedo con desviación lateral/medial al que se ha pretendido "corregir" su desviación angular. Obsérvese el desequilibrio en sus carillas articulares
 
 


Sin embargo, estas lesiones pasan inadvertidas para el ojo no entrenado, y se manifiestan de una manera muy particular, con un asincronismo en la ejecución del andar (claudicación leve), mas conocido como "galoche", lo que solo es una forma de defensa del caballo al tratar de contundir con menor fuerza el miembro que le esta incomodando, descargando su peso en el miembro contrario, ya sea lateral o diagonal. Apenas lógico entender, que por falta de conocimiento, se pretenda que las cojeras sean de boca, o por falta de arreglo, y es muy común que se recurra al uso de cadenas, coscojas, pesas, filetes, además, de otros artilugios propios de gitanos, para tratar de arreglar el asincronismo del caballo, para terminar, al cabo del tiempo, en una cojera manifiesta, cuya causa es desconocida y atribuible a un golpe en la pesebrera o en el camión de transporte. Cuantos caballos hemos visto en igualdad de condiciones? cuantos caballos a los 10 o 15 días después de herrado han manifestado un asincronismo? Y cuantas de esas veces hemos recurrido a la ayuda diagnostica de una persona conocedora del tema de las claudicaciones? Creo que son incontables.
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Fig. 7. Derecha y centro, fractura de la carilla distal de la primera falange. Izquierda, osteofito en la carilla articular proximal de la segunda falange


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Fig. 8. Diferentes aumentos de volumen en la cuartilla por la presentación de osteofitos 
Ahora bien, observemos algunos cambio que suceden en la capa externa del casco; los tubulos cornéales, cuyo crecimiento es longitudinal de arriba hacia abajo y en un ángulo que se corresponde con la angulación de la muralla o pared, están constituidos de queratina, una sustancia que no tiene la virtud de cicatrizar por si sola. Cuando cambiamos las presiones en el casco por medio de un desequilibrio del mismo, provocamos que los tubulos cornéales se desvíen de su angulación normal, formando concavidades, que al sufrir una mayor tensión, terminan por separar la unión de dichos tubulos, ocasionando fisuras conocidas como cuartos  y razas; sí estas fisuras son completas y llegan hasta la dermis provocan un pellizco del corion laminar, inflamándolo, ocasionando en muchas ocasiones el sangrado por la fisura y la posterior claudicación.
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Fig. 9.
Centro y derecha desviación del casco (concavidad) por querer "corregir" una desviación angular con rotación del eje óseo central. Izquierda, fisura (cuarto) que se presenta en la cara medial (concavidad) del casco de la figura del centro.
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Edward Daniel Calle Torres
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Daniel Anz
9 de junio de 2010
...continúa de arriba. Si somos nosotros quienes cambiamos la dirección del miembro, olvidando la raíz de la información que sale desde la conformación del potrillo, generamos desviaciones secundarias contrapuestas a las primarias, trabajando en contra de la información que emite el potrillo desde su raíz. Es la respuesta de por qué se ven tantos caballos adultos diagonales (una desviación angular o rotacional medial combinada con una desviación angular o rotacional lateral). La naturaleza no genera caballos diagonales. Somos los herradores los generadores de este tipo de caballos al pretender corregir aplomos mediante técnicas que van en contra de la información emitida por la conformación de los potrillos. Los potrillos se corrigen. Los caballos adultos se estabilizan. Nuestro trabajo es siempre el mismo, trabajar respetando los límites NATURALES de corte sin olvidar la flexibilidad longitudinal del casco. Mediante la fuerza y diferentes métodos, puedo obligar a un árbol a que enderece sus ramas, pero jamás voy a cambiar la información de sus raíces enderezando sus ramas. Desde las raíces, las ramas siempre crecerán torcidas. Sólo si cambio las raíces podré modificar la dirección de sus ramas. Espero haber aportado algo de utilidad. Reciban un cordial saludo. Daniel Anz
Daniel Anz
9 de junio de 2010
Estimados Marcela Morete y Edward Daniel, lamento mi demora en aportar algo. Respecto de las consultas de Marcela y las respuestas de Edward, me permito diferir en determinados puntos conceptuales. Ambos han referido al desvase o recorte de cascos de potrillos considerando el aplomo y de acuerdo a ello recortar el casco, con el objetivo de obtener siempre un plano lo más beneficioso posible para las placas de crecimiento, permitiendo que reciban presiones de forma pareja en ambos lados y, así, incitar al miembro a un desarrollo correcto, de acuerdo a NUESTROS parámetros. Desde mi punto de vista y de acuerdo a mi experiencia, es incorrecta dicha apreciación. No obstante, me gustaría fundamentar el porqué de mi desacuerdo. Considero que, tanto durante el recorte de potrillos como de caballos adultos, el utilizar el concepto quitar más de aquí, o más de allá, rebajar los talones, o unos de sus lados, atenta contra las estructuras propias del pie. Es decir, pretendemos corregir un aplomo sacrificando estructuras que forman parte de la naturaleza del animal. Se parte de una base errónea, porque cada una de las partes activas que componen el pie, sea suela o muralla, deben permanecer en el pie, sencillamente porque cumplen una función y son necesarias para el animal. Si se desea cuantificar el cuánto quitar de aquí o de allá en beneficio de las presiones que llegarían a las placas de crecimiento, las posibilidades numéricas serían infinitas, y cada herrador sería partícipe de un resultado único de acuerdo a lo que él ve, y estoy seguro que todos vemos los aplomos de diferente manera. Por lo tanto, si cada uno de nosotros vemos al aplomo de una forma diferente, o si cada uno de nosotros define qué grado de defecto posee el animal, la cantidad de casco a quitar y el lugar de dónde quitarlo, siempre diferirá entre un herrador y otro. Y bajo este concepto, sólo será dueño de la verdad aquel que más cerca haya estado de lo correcto, y sin estarlo en su totalidad. ¿Por qué? porque, en realidad, el único que sabe qué grado de defecto, qué tipo de defecto, cómo corregirlo, en cuánto tiempo corregirlo, hasta cuándo corregirlo, cuándo estabilizarlo, es el POTRILLO o el CABALLO. Si aceptamos que sólo ellos tienen la verdad, podemos comprender que para ayudar a que ELLOS MISMOS corrijan a o estabilicen un defecto, debemos generar ayudas sin interferir en su naturaleza. No obstante, sí debemos valernos de ella. Personalmente, cuando ayudo a un animal a corregir o a estabilizar un defecto, trabajo respetando a cada una de las partes del pie. No quito ni de más ni de menos, porque me rijo en el concepto SE DEJA EN EL PIE LO QUE PERTENECE AL PIE Y SE QUITA LO QUE HA CRECIDO. Y no olvido algo fundamental que va estrechamente ligado a este concepto, que la mayoría de los herradores olvida es la flexibilidad longitudinal del pie, es decir, el balance F del pie. El balance F del pie no es invento mío, es una simple particularidad NATURAL que posee el casco por ser cerrado adelante, en pinzas, y abierto atrás, en talones, con el fin de proteger sus articulaciones cuando pisa descalzo, sin herraduras. Además, es lo que permite al animal trasladar el peso, dentro de un mismo pie, desde los lados hacia el centro de equilibrio. He aprendido que recortar un casco es fácil, sólo nosotros somos complicados. Cuando recorto los cascos de un potrillo que posee una desviación angular o rotacional, realizo sólo lo que él me pide, y éste lo hace mediante información que responde a dos factores naturales, propios de la naturaleza del caballo. Dichos factores me indican qué pertenece al pie, debiendo quedar, y qué ha crecido, debiendo ser quitado. Considerando dicha información que se encuentra en el casco y no olvidando que el casco es flexible longitudinalmente (balance F), el recorte que realizo es, exactamente, como lo necesita el potrillo, independientemente del defecto y grado de éste que posea. Cuando a un potrillo le damos información positiva en sus pies, ésta sube al cuerpo, es analizada por el propio potrillo y baja luego al pie de forma positiva se produce una corrección. Pero cuando a un potrillo le damos información negativa en sus pies, ésta sube al cuerpo, es analizada y baja luego al pie de forma negativa se acentúa un defecto. Por esa razón, los herradores no deberíamos corregir defectos. Los defectos son corregidos por el propio potrillo. Nuestra función como herradores no es cambiar la dirección del miembro, sino cambiar la información en la conformación del animal para que éste mismo cambie la dirección del miembro. ¿Y cómo hacemos esto? Valiéndonos de la naturaleza del propio animal. Mi trabajo como herrador es trasladar el peso desde los lados hacia el centro de equilibrio del pie (centro de la articulación interfalángica distal) y sólo se puede obtener resultados positivos si consideramos su balance F, de lo contrario, generamos desviaciones secundarias contrapuestas a desviaciones primarias. Al trasladar el peso desde los lados hacia el centro, enviamos la información correspondiente hacia la conformación del animal, para que éste la analice y la devuelva al pie de forma positiva. Y es aquí cuando el propio potrillo realiza la corrección desde lo más profundo de su conformación desde la raíz. La parte más fácil del trabajo la tengo yo como herrador, porque realizo sólo lo que el potrillo pide mediante información que posee el casco, y la parte más difícil la tiene el potrillo, porque es él quien debe analizar la nueva información recibida para luego generar los cambios. continúa abajo...
Daniel Anz
30 de marzo de 2010
Estimado Edward. Mis felicitaciones por tan completo y técnico artículo. Si bien ya lo he leído en su totalidad, luego lo leeré nuevamente para interiorizarme más. Si me surge una consulta me estaré poniendo en contacto por este medio. Muchas gracias. Recibe un cordial saludo. Daniel Anz
Carlos Rajcevich
29 de noviembre de 2018
Hola. Quiero que me ayuden con la siguiente situación Tengo un potrillo de ya 15 días que nació con desviación medial de carpo( Valgus). Hasta cuántos días se puede esperar para que corrija por si solo. Si no hay recuperación por si solo, convendría para que tome su aplomo normal usar algún corrector mecanico,si es así cuánto sería el tiempo de uso de este Agradezco sus opiniones
Bernardo Hurtado200866
1 de marzo de 2016
yo no tengo una opinion pero si tengo una pregunta y la pregunta es ¿que si en los miembros traseros de un caballo es de converjones cerrados se puede corregir con herraduras o bien sea rebajando los cascos mas de un lado que de otro o si eso es parte de la morfologia y estructura osea del animal?
Wilson Gomez Vasquez
25 de marzo de 2011
Hola Jorge Arias. Lamento tanta demora para mandarte mi correo, no tenia idea de que abia respuesta a mi comentario, de todas maneras sigo interesado. multiherrajes123@hotmail.com, muchas gracias.
Jorge Arias
18 de octubre de 2010
Hola Wilson, muchas gracias por tu interes... lamento no estar a la altura de tus conocimientos, no puedo explicarte con el tecnisismo con el que me estas preguntando, tengo algunas fotos que podría pasarte pero no se como hacerlo, si tienes una dirección de mail pedo hacerlo ahí. Seguimos en contacto. muchas gracias
Wilson Gomez Vasquez
17 de octubre de 2010
Hola Jorje Arias. me dentro gran curiosidad por el tratamiento que instauraste en tu ejemplar de 20 dias de nacido, que por lo que describes presenta el síndrome varus, al quedar los carpos por fuera del plano medio del cuerpo y los cascos por dentro del plano medio del cuerpo. no se en que medida sirva el yodo que estas aplicando en el síndrome de deformación angular que presenta tu animal. Tengo presente que las correcciones de estas deformaciones cuando no son espontáneas a temprana edad en el caso de ser congénitas, se procede con tratamiento medico y mecánico en el intento de distribuir uniformemente las presiones y redistribuir las fuerzas de carga por toda la extremidad en el animal en desarrollo, en este caso se trabajaría con herradura o botas con extensiones en lateral del casco, siempre y cuando no se halla rotado la extremidad, en este caso el trabajo mecánico es diferente. Por favor. si estoy en un error asmelo saber me seria de mucha ayuda, te deseo mucha suerte con tu ejemplar.
Jorge Arias
13 de octubre de 2010
Hola!! tengo un potrillo de 20 dias de edad, y veo sus aplomos rodillas para afuera y algo estevado. Lo estoy ayudando a corregirlo con la aplicación de Yodo puro arriba de sus rodillas. Sirve para ambos defectos? Tengo alguna otra alternativa ? muchas gracias
Jairoarrazola
18 de julio de 2010
Haciendo referencia a este tema quiero hacer un pequeño aporte, es que de un correcto aplomo del casco del potro , caballo depende en gran parte tener un buen animal sin problemas al andar, soy del criterio que antes de escofinar o rebajar hay que tener en cuenta la morfología y estructura osea del animal, pues no se puede sacrificar ni forzar un aplomo desconociendo estos parametros ya que ello en vez de mejorar va a ocasionar mayores perjuicios al animal. de allí que en parte tanto Edward como Daniel Anz tengan razón y comparto sus aportes. El animal trae un morfología (Fenotipo unico, y se puede ayudar a corregir defectos pero tomando en cuenta su configuracion) Buen tema los felicito ya que nos enseña a cuidar mejor a nuestros animales.
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