Impulse sus capacidades de gestión de riesgos con enzimas

La gestión de riesgos es un tema actual y las compañías en casi todas las industrias están asignando recursos para una mejor gestión de riesgos. Las enzimas proveen una herramienta efectiva en las estrategias de la gestión de riesgo para contrarrestar la volatilidad de los precios de las materias primas en la industria alimentaria animal. Con precios a la alza de fosfatos alimenticios y otras materias primas clave, los productores deberían considerar incrementar la tasa de inclusión de fitasas en los alimentos, así como maximizar la disposición de nutrientes mediante el uso de carbohidrasas y otros aditivos enzimáticos relevantes.

La habilidad de tomar decisiones inteligentes a cerca de qué herramientas y tecnologías mejor soportan los esfuerzos de la gestión de riesgos puede ser lo que distingue a los ejecutores de alto rendimiento del resto. En el 2009 un estudio global de gestión de riesgos hizo énfasis en el hecho de que la gestión de riesgos puede ser una diferenciación competitiva, ayudando a las compañías a avanzar hacia un alto desempeño. La investigación involucró un estudio de las actitudes y capacidades de gestión de riesgo de más de 250 de las más grandes a nivel mundial. La buena noticia que surgió de este estudio es que, a pesar de que los ejecutivos reconocen que tiene que invertir en su gestión de riesgos, también esperan que los cambios entreguen resultados finales muy positivos.

Casi la mitad de los encuestados invierten en gestión de riesgos esperando incrementar ganancias y sustentabilidad como beneficios primarios (Figura 1). Otros estudios mostraron que empresas destacadas soportan su abastecimiento con capacidades de gestión de riesgos para controlar el impacto de la volatilidad de precios en materias primas y de esta forma son capaces de reducir significativamente los costos de materias primas. La volatilidad de los precios de materias primas demostró ser el segundo riesgo más importante para abastecimiento después de la dependencia de proveedores críticos.

Figura 1 – Beneficios esperados por los ejecutivos por invertir en las capacidades de gestión de riesgos de sus compañías (Encuesta global de gestión de riesgos, Accenture 2009).

 

La volatilidad de los precios de materias primas es un hecho en la vida, cobrando su factura a compañías que producen cualquier cosa, desde materiales básicos e intermediados a componentes y bienes de consumo. La industria de alimentos encara exactamente los mismos retos. En los últimos 10 años se han visto los mayores incrementos de precios de los principales ingredientes de alimentos usados en las dietas para animales. Los precios del maíz se han casi duplicado en este periodo (Figura 2) y los precios actuales de maíz (feb., 2011) han incrementado a alrededor de US$ 7.- por bushel en los Estados Unidos. En Europa, el precio de trigo ha saltado de €120 a €258 / ton a lo largo del último año. Recientes comunicados de prensa han indicado que a nivel mundial los precios de los granos como trigo, maíz y soya se elevan con un record en escasez de suministro y que también se espera que se incremente el precio del fosfato alimenticio durante el 2011. Dada la probabilidad de una continua volatilidad en los precios y el suministro de estos ingredientes principales de los alimentos, las compañías se verán forzadas a establecer capacidades esenciales para activamente manejar las oscilaciones de precio con el fin de permanecer rentables. 

Figura 2 – Tendencias de precios del maíz en Estados Unidos (Estimados mundiales agrícolas de suministro y demanda, Departamento de Agricultura de Estados Unidos, Nov. 12, 2010)

 

La gestión de riesgos es el proceso de identificar, categorizar, medir, monitorear y mitigar riesgos en una organización. Como con cualquier buena estrategia de gestión de riesgos, las compañías que buscan mitigar los riesgos asociados a la volatilidad de precios de las materias primas deben revisar hacia arriba y hacia abajo la cadena de valor y considerar todos los riesgos involucrados. Después de que estos riesgos se hayan evaluado, las compañías podrán entonces elegir de entre las cuatro categorías de transferencia y mitigación de riesgos:

Para la mitigación de riesgo por volatilidad de precios en las materias primas, la clave para los productores y compañías de alimentos es incrementar la flexibilidad en las formulaciones alimenticias permitiéndoles a las empresas cambiar a una alternativa, que no necesariamente sea materias primas más baratas. Es una cuestión de poder dispersar el riesgo de cualquier ingrediente alimenticio que en particular se está volviendo excesivamente caro, entretanto pudiendo ser capaces de tomar ventaja de una alternativa de ingrediente cuando ésta se vuelve disponible. Todas estas decisiones deben ser tomadas sin ningún impacto negativo sobre el desempeño del animal.
 

Las dietas más complejas son el resultado de reemplazar hasta cierto grado los ingredientes alimenticos mayores con alguna alternativa, que no necesariamente sean materias primas más baratas. Una incrementada complejidad significa que las dietas pueden contener más factores anti-nutricional, volverse más fibrosos, menos digestibles y con mayor variabilidad en los valores nutricionales. Esto puede tener un impacto negativo en los valores nutritivos de la dieta para los animales y ultimadamente en su desempeño. Por ejemplo, maíz DDGS (granos de destilería disecados con solubles por sus siglas en inglés) usado como una materia prima alternativa es potencialmente una buena fuente de energía, proteína y fósforo.

Sin embargo, los DDGS es una materia prima altamente fibrosa, conteniendo alrededor de tres veces más fibra que el grano de maíz.

Al revisar DDGS de origen Estadounidense de plantas modernas de etanol en busca de polisacáridos sin almidón (NSPs por sus siglas en inglés), mismos que son la mayor parte de fibra de la dieta, se encontró que los arabinoxilanos y la celulosa son los NSPs predominantes con un valor de 11.4% (en base a materia seca).

Adicionalmente, la energía metabolizable en DDGS puede ser altamente variable. Esta variación es mucho más elevada que la que se reporta en maíz y otros granos. Por lo tanto, añadir DDGS a las dietas de los animales puede reducir la digestibilidad de energía e incrementar la variabilidad de ese valor energético.

Otras materias primas alternativas usadas en las dietas para animales, seguido contienen niveles más altos de fitato (Tabla 1). Debido a los efectos anti-nutricionales de los fitatos en el tracto digestivo del animal, elevados niveles de fitato en los alimentos tiene un gran impacto negativo sobre la solubilidad y digestibilidad de los nutrientes en la dieta.

Tabla 1 – Niveles de fitato en materias primas de alimentos alternativos comparadas con materias primas mayores (Encuesta global de Danisco sobre fitato, 2009)

 

Afortunadamente, muchos de los factores que afectan la digestibilidad y variabilidad de la disponibilidad de los nutrientes pueden atacados por una apropiada suplementación enzimática. Esto le permite a los productores y compañías de alimentos cambiar a alternativas de fuentes energéticas más baratas sin comprometer el desempeño de los animales. La enzima alimenticia más comúnmente usada en las dietas para animales es la fitasa, misma que libera fósforo ligado al fitato en las materias primas. Esto puede ayudar a reducir la dependencia de suplementación de fósforo inorgánico, especialmente en años recientes, cuando la variación de su precio ha sido alta.

Con los actuales incrementos en los precios del fósforo alimenticio, se pueden hacer ahorros adicionales al reemplazar el fósforo dicalcico con niveles más altos de fitasa en la dieta (Figura 3), manteniendo el desempeño de los animales. Sin embargo, incrementar los niveles de fitasa altamente bio-efectiva en la dieta también puede ayudar a reducir los efectos anti-nutricionales del fitato, liberando energía adicional, aminoácidos y calcio. Esto ofrece la oportunidad de cambiar a materias primas con mayores niveles de fitato.

Para ser efectivas contra fitato (IP6) en el animal, las fitasas necesitan una alta afinidad para IP6 y expresar una alta actividad a bajo pH con el fin de romper rápidamente el IP6 en la porción superior del tracto digestivo. Esto es crítico debido a que un pH menor hace el fitato más soluble y susceptible al ataque de las fitasas, mientras que una vez que el fitato ha formado un complejo insoluble con el calcio en la parte inferior del tracto digestivo, la fitasa ya no es capaz de romperlo. En este respecto, fitasas de nueva generación bacteriana han demostrado ser más eficientes que las fitasas tradicionales fúngicas.

También hay un aumento en la evidencia independiente para mostrar que las enzimas carbohidrasas pueden ofrecer una ventaja en adición a fitasa en las dietas para animales. Esto se debe a que estas enzimas son capaces de liberar energía adicional y amino ácidos. Por ejemplo, la xilanasa rompe el arabinoxilano en las paredes celulares para exponer el almidón y otros nutrientes para la digestión. Tabla 2 demuestra los efectos positivos de adicionar tanto xilanasa como fitasa a dietas para cerdos conteniendo 20% de DDGS. Por lo tanto, muestra la incrementada flexibilidad de cambiar a materias primas alternativas más baratas utilizando enzimas.

Figura 3 – Ahorros netos del uso de fitasa ( >500 FTU Phyzyme XP / Kg de alimento) en dietas de inicio para pollo de engorda en respuesta al incremento del precio de fosfato alimenticio (sólo contribuciones de calcio y fósforo).


 

Tabla 2 – Soluciones con enzima mejoran los valores nutritivos de dietas para credos conteniendo un 20% de DDGS.