Agro: El negocio, siempre es vender

Dicen que hacen falta dos para pelearse, y en este caso tres para llegar a un acuerdo. La tercera reunión en una misma semana, entre las empresas cerealeras y el Gobierno Nacional, permitió que estas primeras le prometan al Ejecutivo una liquidación de granos durante febrero cercana a los 2000 millones de dólares.

 

Las estimaciones hablan de un acopio que rondaría unos 4000 millones de billetes estadounidenses, por lo cual, una suma como la comprometida, le posibilitaría al gobierno recuperar parte de los 2500 millones que se perdieron en enero de las arcas del Central. 

 

Pero, ¿que cosas cambiaron para que haya ahora un entendimiento? Los antecedentes próximos de la relación no son buenos. El primer intento de Jorge Capitanich y Axel Kicillof, por convencer a los hombres del campo, fue diseñarles una letra del Tesoro indexada que sea salvoconducto para escapar a la movida devaluacionista. Esta claro que la desvalorización del pesos fue más categórica que confiarle al Estado la aceptación de un nuevo bono.

 

Tampoco el número 8 para el dólar - por más cabulero que uno sea - fue condición suficiente para sacarle la "avaricia" a los hombres del campo. Es que la sigla "S.A." para el agro no significa "Sin Avaricia", como pensaba el Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, sino simplemente ser parte de una actividad comercial "S.A" que busca rentabilidad. Para vender tan sólo se necesita: política y estabilidad de precios; horizonte y sustentabilidad para el negocio y reglas claras que animen la confianza e inversión.

 

¿Entonces cómo se entiende que ahora quieran vender? Más allá de ciertas advertencias sobre investigaciones por incumplimiento en la acreditación de ingresos de divisas o de reflotar la Junta Nacional de Granos, existen motivos contundentes.

 

En primer lugar, hay cierto convencimiento en que las medidas macroeconómicas adoptadas, como son el nuevo tipo de cambio y la abrupta suba de tasas, comiencen a dar algo de equilibrio al sistema. Otra razón, es que el gobierno hará todo lo que esté a su alcance para sostener el tipo de cambio a 8, aunque siga distraído con la inflación.

 

Sin embargo, determinante son los análisis sobre los futuros en los precios de la soja. Según las previsiones, el valor podría caer unos 40 dólares en los próximos meses, lo que termina de explicar porque podrían acelerarse las ventas.

 

Para el campo el esquema se va a definir en función del “giro de negocios", al tiempo que para Capitanich serán "las bases de la estabilidad cambiaría y las proyecciones derivadas del flujo de exportaciones".

 

No importa cómo se explique. Si las condiciones objetivas son auspiciosas, más allá de las tensiones de la coyuntura, las peleas y acuerdos en público y en privado, el negocio prevalecerá a las especulaciones. Si sucede esto para el campo será simplemente tiempo para vender, y para el país, lo que todos esperamos,