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El cambio climático y sus previsibles consecuencias

Publicado: 12 de julio de 2017
Resumen
La semana pasada pronuncié una conferencia en el marco de la Asamblea General de ANCOPORC y en ella mencioné la cuestión del cambio climático y sus previsibles consecuencias para la agricultura, la ganadería y para la humanidad en general.    A raíz de esta intervención he recibido varios correos de asistentes al acto...
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Autores:
Carlos Buxadé Carbó
Universidad Politécnica de Madrid - UPM
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Carlos Buxadé Carbó
Universidad Politécnica de Madrid - UPM
29 de agosto de 2017
Queridos contertulios: Interesante debate; estoy aprendiendo mucho (que buena falta me hace). Me parece interesante que conozcamos todos esta opinión: Doña Teresa Ribera es licenciada en derecho y pertenece al Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado. Actualmente dirige el Instituto para el Desarrollo Sostenible y las Relaciones Internacionales (IDDRI), fue secretaria de Estado para el Cambio Climático en el Gobierno de España entre 2008 y 2011, responsable de políticas medioambientales y climáticas, así como del organismo nacional de meteorología. En años anteriores, fue directora general de Clima (2004-2008) y ocupó diferentes cargos en los ministerios de Obras Públicas, Transporte y Medio Ambiente (1996-2004). En enero de 2017 fue nombrada por el Gobierno sueco como miembro de la junta directiva del Instituto del Medio Ambiente de Estocolmo. También es miembro del Consejo Asesor Global sobre el Clima del Foro Económico Mundial y del Consejo Global de Liderazgo de SDSN. Pregunta.- ¿Qué evidencias científicas existen de que el cambio climático es real? ¿Con qué herramientas contamos para hacer frente a ello? Respuesta.- Es una pregunta bastante sorprendente. La evidencia científica, las series históricas de datos observados ofrecen pocas dudas al respecto. Las ciencias del clima, el entendimiento del cambio climático son recientes y queda mucho por precisar pero son suficientemente claras y contundentes como para afirmar la relación de causalidad entre actividad del hombre y alteraciones del sistema climático; entre cambio en las condiciones físicas y químicas e impactos biológicos y ecosistémicos para acabar incidiendo directamente en la realidad social y económica. Todavía hay muchas incoherencias en las señales regulatorias, las políticas sectoriales etc. Tenemos soluciones técnicas que han de abrirse paso hasta convertirse en una nueva normalidad, como las renovables, determinadas tecnologías de depuración, eficiencia o desalación de agua, o el potencial de las soluciones digitales para favorecer eficiencia. En general, la herramienta más potente es la convicción, la capacidad de cada cual para entender por qué es un problema inmenso que requiere respuestas ya, facilitadas por instituciones pero exigidas por ciudadanos que son también consumidores y votantes exigentes y coherentes.
Ramón García Arias
29 de agosto de 2017

Estimado Don Carlos:

Este tipo de discusiones enriquecen, desde luego, a quienes en ellas participan.

La licenciada Teresa Rivero es, efectivamente, miembro de un organismo oficial relacionado con el tema, pero hay dos observaciones: la primera es que no es científica, sino abogada.

La segunda observación quedará más clara con un ejemplo de cómo el "oficialismo" puede equivocarse de manera brutal.

Hablemos de Galileo, cuando el oficialismo de su época negaba el movimiento de la Tierra. El consenso en contra de éste era de 99.99%. Afortunadamente la ciencia no se resuelve democráticamente, sino con hechos científicos, y tarde o temprano, Galileo convenció al mundo con sus argumentos y pruebas.

Hoy el oficialismo del IPCC (ONU) insiste en el calentamiento global antropogénico, pero me permito anexar 500 artículos científicos del 2016 que lo niegan. Hay otros tantos del 2017 en alguna parte de mis archivos, que podría relacionar a su consideración.

Crumbling ‘Consensus’: 500 Scientific Papers Published In 2016 Support A Skeptical Position On Climate Alarm

En resumen: ni el oficialismo ni la mayoría abrumadora derrotan a los hechos científicos. El calentamiento global no está claro, ni la ciencia del cambio climático está aún establecida.

Maria jose
4 de agosto de 2020
Ramón García Arias yö creo que si esta claro lo unico es que los que se dedican a la industria no quieren poner medidas ni soluciones por que eso supone sacrificio y gastos considerables que no quieren permitirse.
Carlos Buxadé Carbó
Universidad Politécnica de Madrid - UPM
29 de agosto de 2017
Estimado Don Ramón: Muchas gracias por seguir con sus interesantes aportaciones a este intercambio de opiniones. Un saludo cordial. Carlos.
Ramón García Arias
31 de agosto de 2017
Estando en un foro esencialmente ganadero, hablaré un poco del ganado y la temperatura: Es obvio que en las zonas tropicales se da mejor la ganadería que en las zonas tórridas, debido, sobre todo, al crecimiento del pasto que permite el calor. El número de reses por hectárea es una prueba relevante de esto. Pasemos a principios del siglo XI, cuando se dio el llamado "calentamiento medieval" (sin industria humana). Los vikingos, una raza sufrida, se vio por primera vez libre del hielo que la limitaba. Estamos hablando de una temperatura promedio de la Tierra superior a la actual (sin que hubiese CO2). La expansión vikinga, en esas condiciones, se dio hacia el norte (Groenlandia), hacia el poniente (Canadá) y hacia el sur (Normandía y Sicilia). En esa época, había ganado vikingo pastando en Groenlandia (Tierra Verde) en excelentes condiciones. Si le preguntásemos a uno de esos vikingos su opinión sobre el calentamiento global, estoy seguro de que lo aplaudirían. Hoy, Canadá, Siberia y Escandinavia tendrían más extensiones cultivables (muchísimas más). La economía humana en general se vería favorecida. Los habitantes de las islas supuestamente desaparecidas por el nivel de los océanos, podría encontrar un lugar en las regiones liberadas del hielo en el hemisferio norte. ¿Cuál es entonces la temperatura conveniente para el planeta? ¿Aquella a la que estamos acostumbrados, o una que generase mejor economía? ¿Es la temperatura del planeta un tema democrático, o son unos cuantos científicos los que la deciden por todos los demás? Esto que escribo no es más que uno de los miles de temas que genera esta enorme polémica sobre el cambio climático. Yo opino que 2 ó 3 grados más de los actuales, en la balanza de las ventajas y desventajas, serían convenientes para la humanidad...pero no estamos ni siquiera seguros de que tengamos el control de ello en las manos.
Gaston Jonquieres
31 de agosto de 2017
Me preguntaba el otro día un médico ¿ adonde va a ir toda el agua que se produzca con el deshielo de los polos? La verdad que no supe que contestarle. Hay gente que niega la influencia de la actividad humana en el cambio climático y otra que afirma que los seres vivientes provocamos estos cambios. Tal vez no sea un extremo u otro, pero que mal hace tener estas cuestiones en mente y al menos tratar de disminuir la producción de gases o dejar de polucionar los ríos y océanos. Señores la tierra es una sola y por ahora no tenemos adonde escaparnos..... Saludos
Ramón García Arias
31 de agosto de 2017
Para Gastón Jonquieres: Un saludo. Primero se tendría que fundir el hielo de los polos, cosa que no está ocurriendo desde hace 20 años. Te pediría que leyeras sobre Pen Hadow, explorador que quiere llegar al polo norte en velero...y ya se atoró. http://www.arcticmission.com/follow-arctic-mission/ Pero tu respuesta es muy sencilla con un experimento elemental: Pon un vaso con agua (normal, salada o con gas) con hielo (la cantidad que quepa en el vaso). Marca con cinta o marcador el nivel después de colocar el hielo. Espera el tiempo necesario para que el hielo desaparezca, y revisa el nivel marcado previamente contra el nivel con el hielo derretido. Verás que el nivel no sólo no sube, sino que baja ligeramente. Ese riesgo no existe. Lo que podría subir el nivel de los mares es el deshielo de glaciares, pero no está ocurriendo. Los mares del planeta están subiendo a un ritmo de 1,5 mm por año desde hace 500 ó más años. Esto equivale a 15 mm por década, o 15 centímetros por siglo, muy lejos de lo que dicen los alarmistas, y perfectamente controlable desde el punto de vista humano. Además, esta subida de los niveles del mar es natural: el nivel ha subido y bajado muchas veces en la historia geológica de la Tierra. Lamentablemente el alarmismo climático, que combato personalmente, se basa en subinformar a la gente.
Gaston Jonquieres
31 de agosto de 2017
Hola, Según lo que colijo, los cambios de temperatura, pluviosidad, polución del aire, son procesos naturales donde los seres vivos no tenemos nada que ver. Desde mi modesta visión me parece que estamos haciendo mucho para desarreglar el ambiente. me parece que la cuestión es disminuir lo mucho o poco que hacemos mal y mientras tanto ver que efecto producen estas medidas regulatorias y no negar nuestra responsabilidad. Saludos No dejemos que las cucarachas hereden la Tierra
Ramón García Arias
31 de agosto de 2017
Gastón: Hay que separar, en dos rubros inconfundibles, la ecología y el cambio climático, porque, mientras no se demuestre formalmente lo contrario, nada tienen que ver una con otro. La ecología (destrucción del planeta) tiene tres causas principales, todas humanas: 1) el agotamiento de los recursos no renovables 2) la contaminación de atmósfera, suelos y agua 3) la extinción de especies DEBIDA a destrucción del hábitat o cacería desmedida (hay una desaparición natural de especies). Todo esto es reprobable, y TODOS deberíamos preocuparnos al respecto. . El rubro del cambio climático podría no ser por causas humanas (antropogénicas). Lamentablemente tenemos solamente unos treinta años analizando esto, midiéndolo, conceptualizándolo, y resulta audaz calificarlo sin una experiencia de cientos o miles de años. Las emisiones de gases de efecto invernadero existen con o sin los hombres: los mares expiden CO2; el ganado y los cultivos subacuáticos expiden metano; el vapor de agua es incontrolable. ¿Cuánto contribuye el hombre al efecto invernadero? ¿Cuánto influye el CO2 en éste? ¿Es el CO2 un contaminante o un gas conveniente para el ciclo de la vida? No lo sabemos. Hay mucho por investigar al respecto. Hace 20 años que la superficie de la Tierra está estable, a pesar de las emisiones crecientes de CO2. Vuelvo a mi planteamiento original: la ciencia del cambio climático es incipiente, y está siendo manipulada por enormes intereses económicos. Hay una guerra energética desatada entre los Señores del Petróleo y del Carbón con Señores de la Energía Verde, y ambas partes mienten. Puedo demostrarlo. Aconsejo mucha prudencia, lectura, meditación, información, etc., antes de sacar conclusiones. Me dedico a esto, a estudiar el tema, a dar conferencias al respecto, a publicar videos para orientar a una humanidad intencionalmente desorientada. No soy dueño de la verdad, pero sí ejerzo el derecho de levantar piedras para encontrarla.
Carlos Buxadé Carbó
Universidad Politécnica de Madrid - UPM
1 de septiembre de 2017
Estimado Ramón: me ha impresionado la frase: "No soy dueño de la verdad, pero sí ejerzo el derecho de levantar piedras para encontrarla". Solicito permiso para utilizarla en alguna de mis intervenciones publicas, citando la fuente, claro. Estimado Gascón; mil gracias por intervenir; comparto bastante esta línea de pensamiento. La verdad colegas es que está resultado un foro de intercambio de opiniones enormemente interesante e instructivo. Me encanta que, además, todos los intervinientes somos extremadamente educados y profesionales ¡así da gusto aprender! Un saludo afectuoso a todos y "sigamos". Carlos.
Ramón García Arias
1 de septiembre de 2017
Estimado Don Carlos: Estoy de acuerdo en que, en esta batalla alrededor de quienes creen o no en el calentamiento global, mucha gente se apasiona y hay todo tipo de descalificaciones, insultos y agresiones, incluso en los medios científicos. Pero este lugar no se presta para eso, porque es un foro de intercambio de información, y los presentes están aquí para enterarse de lo que la ciencia aporta. Los felicito por eso. Respecto a mi frase, úsela sin más, que no la considero una frase con derecho de autor. ¿Será mía o la habré leído en alguna otra parte? Hay un tema ganadero muy importante por las posibles repercusiones que podría traer, que es el de los gases de efecto invernadero generados por el ganado. Lo expondré el día de hoy o mañana, para que los expertos presentes nos den su opinión. Reciban todos los presentes un cordial saludo desde México.
Gaston Jonquieres
1 de septiembre de 2017
El INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) está estudiando este tema del metano producido por los vacunos y sus conclusiones apocalípticas determinan que los vacunos son potenciales destructores del equilibrio atmosférico. En un país como la República Argentina que debe recuperar 8.000.000 de cabezas de vacunos que fueron exterminados a causa de malas políticas del gobierno y donde vivimos 40.000.000 de personas amantes del asado y los bifes estas conclusiones son muy preocupantes. Veganos ¡No pasareis! Abur
Ramón García Arias
1 de septiembre de 2017
Gastón: No te preocupes por los bifes. En Alemania están proponiendo cobrar impuestos verdes a la carne...y al arroz. La historia es ésta, si bien no estoy convencido del calentamiento: Ya Don Carlos Buxadé explicó, en su ponencia original, el tema de los gases de efecto invernadero (GEI), y estoy totalmente de acuerdo con él. Los GEI identificados son seis o siete, pero los tres principales son, por orden de contribución al calentamiento global: vapor de agua; metano y CO2. Con el vapor de agua no hay nada que se pueda hacer, porque no se le pueden cobrar impuestos verdes a la naturaleza, pero es considerable su aportación. Sigue el metano, que, aunque hay poco en la atmósfera, es el que más genera efecto invernadero. Ya se le están cargando impuestos verdes a quienes lo generan, pero la mayor parte de éste (90%) es de origen natural. El que resulta más fácil de sancionar es el CO2, porque es fácil saber quién lo genera, y, según creo, es un "culpable inocente", porque está en el frente de batalla entre los Señores del Petróleo y Carbón y los Señores de la Energía Verde. Vayamos a los orígenes del metano: Proviene de las aguas residuales urbanas, de los yacimientos petrolíferos, del deshielo del permafrost, de las flatulencias del ganado...y de la putrefacción de las plantas subacuáticas no algáceas, como el arroz. Por esa razón, se habla de cargar algo así como un 3% de impuesto verde a los consumidores de carne. Respecto al arroz, esto sería terrible, por la gran cantidad de humanos en nivel de subsistencia que se nutren de él. China y todos los países orientales están muy pendiente del tema, porque de darse, tendrían graves problemas sociales, así que miman a la ONU a cambio de que ésta no presione al respecto. Resolver el tema del metano es complicadísimo, y requiere enormes inversiones, y es difícil colgarle un impuesto verde, a pesar de ser el principal contribuyente del efecto invernadero. Me gustaría que alguien de este foro nos dijese cómo se podrían reducir o controlar las flatulencias del ganado, para que no fuese sancionando su consumo.
Beatriz Elena Guerra
Universidad de Santander UDES - Colombia
2 de septiembre de 2017
Apreciado Ingeniero Gaston Un Cordial saludo Muy interesante sus apreciaciones... Una respuesta a su pregunta podría ser el cambio en la dieta de los animales y la investigación para aditivos alimentarios microbianos tales como bacterias reductoras acetogénicas, levaduras y otros microbios que puede manipular la fermentación ruminal y reducir la emisión de metano, talvez serán estrategias que contribuyan a mitigar la emisión de metano de la ganaderia a futuro.
Ezequiel Sánchez Gutiérrez
3 de septiembre de 2017
La parte comentada en mi opinión es muy Reducida en su caso come es el arroz, es muy necesaria, habrá que ver mas bien lo relativo a l actividad industrial en todos los sentidos, que cumplan con las normas en el ámbito del efecto en el ambiente y su conservación, debe haber formulas químicas para que en su campo del trabajo se reduzcan la emisión de gases a la atmosfera.
Gaston Jonquieres
3 de septiembre de 2017
En la Argentina ya tenemos bastante con el cambio de alimentación en los vacunos al difundirse el engorde a corral con granos en vez del pasto que nos daba una carne exquisita y sin colesterol. En el sur tenemos una invasión de guanacos que son rumiantes y a los cuales no les podemos cambiar la alimentación. Dejen al arroz tranquilo ya que su manipulación puede producir más problemas que los que genera al lado de ser la alimentación básica de por lo menos la mitad de la población mundial. Como actividad científica aplaudo las investigaciones sobre la producción de metano, pero creo que primero habría que disminuir las emisiones industriales y automovilísticas, cosa que no se hace por intereses creados..... Let the sleeping dogs lie........
Carlos Buxadé Carbó
Universidad Politécnica de Madrid - UPM
4 de septiembre de 2017
Estimados amigos: En la Unión Europea, como seguramente todos ustedes sabrán, hay una importante y muy bien financiada campaña, orquestada, en su punto de partida, por los señores animalista, vegetarianos y veganos, en contra de la proteína animal (en el sentido más amplio del término). Varios son los argumentos de base; entre ellos el mal - trato animal, la carencia del adecuado respeto a sus 5 derechos fundamentales, la ineficacia e ineficiencia de su ciclo productivo, la ocupación inadecuada, directa e indirectamente, del territorio y SU ALTO PODER CONTAMINANTE (y su efecto sobre la producción de gases con efecto invernadero, etc. etc.). Ésta es otra cuestión a no minusvalorar en la temática que aquí nos ocupa. Hoy no soy capaz de ver a dónde se va a llegar, pero, hace un par de semanas, en línea con lo que comenta don Ramón, tuve que interrumpir una conferencia mía porque un grupo muy agresivo de animalistas irrumpió en la sala. Un saludo muy cordial y agradecido para todos. Carlos.
Gaston Jonquieres
4 de septiembre de 2017
Ayer salió un artículo en el diario La Nación sobre como Inglaterra ha disminuido drásticamente la producción de energía en base a la utilización de carbón y básicamente lo hizo multando a las empresas de acuerdo a la cantidad de CO2 emitido por ellas. En muchos lugares todavía están esperando los bonos verdes que iban a dar los países centrales a los países periféricos por mantener o acrecentar la superficie forestal. Las investigaciones científicas son importantes, pero sus conclusiones no deberían servir para buscar culpables, sino que deberían señalar las posibles soluciones sin buscar eliminar el sujeto en estudio. En fin y sin querer entrar en un terreno pantanoso debo señalar que si un país con gran responsabilidad en estos hechos, niega por ejemplo que la utilización de fuentes fósiles sea una causa del calentamiento global y se retire de una organización supranacional en Paría estamos fritos. Saludos
Ramón García Arias
4 de septiembre de 2017
Mi impresión, ahora muy reforzada, es que lo del Tratado de París COP21 fue una carísima exageración que hoy se está viniendo abajo, porque se planteó desde la perspectiva de que la llamada Ciencia del Cambio Climático estaba establecida. Eso es un absurdo, porque, por definición, ninguna ciencia está establecida: siempre están sujetas a nuevas aportaciones, descubrimientos, teorías, etc. Al presumir que ya estaba debidamente asentada, se generó en París COP21 toda una monserga económica que, con el paso de dos años, ya se cuestiona: es demasiado dinero para financiar algo que no está comprobado. Hay mil dudas acerca del calentamiento global. Pero como ya se destaparon los intereses económicos, es mejor mentir sobre lo que está pasando, que permitir dudas que frenarían los financiamientos. De ahí surgieron los fraudes climáticos. Cuando México firmó su compromiso, el Instituto Mexicano de Ingenieros Químicos me solicitó un estudio de congruencia entre lo comprometido y la realidad. Encontré que, aun si hubiese calentamiento, México no podría pagar el costo económico, y es poco probable recibir apoyos del Primer Mundo cuando nuestro presidente, al firmar, dijo que podíamos hacerlo solos. El 75% de la energía eléctrica de México se genera quemando kerosene (diesel), con muchísimas emisiones. Cambiar esto a gas natural u otras opciones es imposible. Nuestra población NO puede con ese reto. Seguimos siendo un país pobre. Mientras tanto, gobiernos más espabilados, como China e India, con el argumento de la pobreza (que México no esgrimió), difirieron su compromiso hasta el 2030. Y ahora, con la retirada de los EUA, el 49% de las emisiones de gases de invernadero quedan libres, y los países ingenuos comprometidos pagarán costos enormes. Más tarde presentaré un inventario de las dudas científicas que han surgido recientemente al respecto, que soportan lo que aquí escribo.
Julio Cesar Rivadeneira Zambrano
INIAP Ecuador
4 de septiembre de 2017
Muy importante los comentarios, y mas aquellos de carácter técnico científico, pero lo importante es como proceder para paliar el impacto negativo, que medidas adoptar,. El cobro de impuesto, puede ser pero el empresario lo va a derivar al consumidor para que lo pague.
Ramón García Arias
4 de septiembre de 2017
Estimado Julio César: Voy a colaborar con algo de alarmismo...económico, respecto al control de las emisiones de metano por el ganado. En primer lugar, todo el ganado debe estabularse de manera permanente, porque si no se hace así, el metano se va a la atmósfera. Esto implica dos costos enormes: a) hay que invertir en maquinaria agrícola y de transporte para llevar el alimento al establo. b) debe hacerse un establo apropiado, que es carísimo, porque se requiere: * una gran campana sobre el área en donde está el ganado * un extractor potente, para atraer el metano ¨* un compresor parar licuar el metano * equipo para encapsular o embombonar el metano * transporte para llevar las bombonas de metano al mercado que lo requiera Hay nuevos gastos (costos) a considerar en este proyecto: * el de segar y transportar la hierba al establo * la energía eléctrica para atrapar el metano, comprimirlo y embombonarlo. Hay una recuperación; el valor de venta del metano, como gas, pero esto no resuelve lo de las emisiones, porque al quemarse genera CO2. No se ve que todo esto sea práctico, lo que nos lleva a la estrategia de desalentar el consumo de carne, por medio de impuestos. Cuando hablo de los costos para las naciones, me refiero a esto. México, por ejemplo, es poco ganadero, pero somos 120 millones que generamos aguas residuales, las que liberan metano cuando se tratan. Y lo mismo: en cada planta de tratamiento hay que poner campana, extractor, compresor, embombonado y transporte al punto de consumo. Lo mejor es volvernos vegetarianos, pero sin comer arroz. Con el arroz no veo soluciones, excepto desalentar su consumo por medio de impuestos. Sí: la cosa está complicada, y no sé cómo se va a resolver...si es que de verdad hay calentamiento global.
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