Recomendaciones para el cálculo de consumo de alimento de cerdas en lactancia

Después del parto, la cerda requiere aumentar su ingesta de nutrientes para sustentar la producción de leche que demandan sus crías [1]. La cantidad de leche que requiere producir guarda una relación lineal con el número de crías vivas y con su crecimiento [2]; cada gramo de leche producida significa nutrientes que debe de ingerir la hembra para no comprometer sus tejidos a un exceso de catabolismo [3]. Sin embargo, no se ha observado que ni el número de crías vivas ni su tasa de crecimiento guarden una relación significativa con la ingesta voluntaria de alimento [4], y por consecuencia, los modelos actuales para la predicción del consumo de alimento en lactancia que utilizan las granjas industriales para el cálculo del alimento no contemplan al tamaño de la camada como una variable a considerar para el cálculo del consumo, lo cual no concuerda con los modelos de partición de la energía [5], en donde la cantidad de leche producida se utiliza para el cálculo del requerimiento diario de nutrientes. En contraparte, los pequeños y medianos porcicultores siguen recomendaciones prácticas, sin fundamento científico, pero con base en su experiencia, donde la variable principal para el cálculo del alimento es el tamaño de la camada, en dichas recomendaciones se pide dar de comer una dieta basal a la cerda y un extra por cada lechón vivo, sin tomar en cuenta los días en lactancia.

El objetivo del presente trabajo es estudiar la relación entre el consumo voluntario de alimento y el número de crías vivas durante la lactancia. Es un estudio preliminar para la elaboración de un modelo matemático que ayudará a predecir el consumo de alimento de cerdas lactantes. Identificar y entender las variables que tienen efecto sobre el consumo de alimento, ayudará a la planeación de programas de alimentación precisos, que tendrán, por consecuencia, un impacto benéfico en la producción de carne, y en la disponibilidad de esta como proteína de buena calidad para combatir el hambre en nuestra sociedad, “el cerdo es el mejor amigo del hombre y enemigo del hambre”.

Cuidado y selección de los animales
El estudio fue realizado en las instalaciones de maternidad de la granja experimental de Agropecuaria FC SA de CV, en Teotihuacán Estado de México. Los procedimientos se realizaron siguiendo las recomendaciones de la Norma Oficial Mexicana 062-ZOO.1999 para uso de animales en experimentación y el Reglamento para el Uso y Cuidado de Animales Destinados a la Investigación en el Colegio de Postgraduados.

Se seleccionaron 56 hembras (50% Landrace / 50% Large white), de segundo y tercer parto, con peso vivo de 225 kg (+/- 25 kg) y se colocaron en jaulas de maternidad con piso ranurado, con medidas de 1.8 m x 2.4 m. Se proporcionó agua y alimento húmedo a libre acceso. Para formar el alimento húmedo se mezcló con agua en proporción 1 parte de alimento en harina (tabla 1) con 2.3 partes de agua (alimentación en pasta). 

Tabla 1: Composición de la dieta ofrecida a las hembras en base seca.

Análisis estadístico de los resultados
Se realizó un análisis de varianza de la influencia del número de crías vivas y los días después del parto sobre el aumento en el consumo de alimento, medidos del día 1 al 3, 1 al 6 y 1 al 21 de lactancia, se usó el procedimiento lineal general (GLM) con medias de mínimos cuadrados (LS- means) del paquete estadístico SAS usando un α = 0.05 y un β = 0.2.

El promedio del consumo voluntario de alimento para el día 1 después del parto fue de 2.1 kg, el cual es una cantidad ligeramente menor al consumo de las hembras previo al parto y coincide con la estimación del modelo NRC 2012 y con las recomendaciones prácticas de Solà-Oriol D y Gasa J [7] sobre alimentación después del parto. Tanto en los datos observados como en las estimaciones del NRC (Figura 1), hay un aumento acelerado en el consumo de alimento en los primeros 4 días y va disminuyendo la pendiente conforme avanza la lactancia, llegando a un punto de inflexión cercano a los 21 días después del parto, la media de los datos observados y su pendiente son superiores a los calculados con el modelo del NRC 1987 [6] e inferiores a los del NRC 2012 [5].

Al graficar por separado el comportamiento de consumo de cada unidad experimental (Figura 2), se observó un incremento en el consumo voluntario de alimento de todas las hembras conforme avanza la lactancia, pero con una alta variación entre individuos; al día 21 después del parto algunas hembras consumían más de 10 kg de alimento diario mientras que otras menos de 4 kg. Se pueden observar disminuciones y aumentos abruptos en el consumo de alimento en la mayoría de las unidades experimentales, pero en diferente momento de la curva de lactancia. Resultados similares fueron reportados por Thingnes et al. [8], quienes identificaron que la alimentación a libre acceso de hembras en lactancia incrementa la variación individual en el consumo de alimento.

Se agruparon los datos de consumo de acuerdo con el número de lechones vivos y se calculó el promedio en el aumento del consumo de alimento acumulado durante la lactancia, es decir, la cantidad de alimento consumida respecto al consumo del primer día después de parto (Figura 3 A). En los primeros 3 días de lactancia, dilucidamos que el número de crías vivas tiene un efecto significativo sobre el aumento en el consumo de alimento (P< 0.001) (Figura 3 B). Pero al extender la observación a los primeros 6 días, reducciones abruptas en el consumo de alimento en cerdas sanas entre el día 4 y 6 aumentan la variabilidad entre cerdas, lo que disminuye el efecto del número de crías vivas sobre el consumo voluntario de alimento (P=0.36); dicha variación aumenta si se observa la lactancia completa, debido a un mayor número de reducciones abruptas en el consumo entre la segunda y tercera semanas de lactancia, por lo que disminuye el efecto del tamaño de la camada sobre el incremento en el consumo de alimento (P=0.54). Durante los mismos periodos de tiempo, el número de días después del parto tuvo un efecto significativo sobre el consumo de alimento (P< 0.001). 

La diferencia observada en la ingesta de alimento durante los primeros 3 días de lactancia va de acuerdo con los modelos de partición de la energía, debido a que un mayor número de crías demandan mayor cantidad de nutrientes de su madre y la estimulan para obtenerlo, pero entre los días 4 y 21 las líneas que identifican a cada grupo se entrecruzan, debido a reducciones abruptas individuales en el consumo de alimento, es decir, a que algunas hembras sanas no continúan con la tendencia de su curva de alimentación y disminuyen su consumo de alimento de forma repentina e inesperada; dichas reducciones abruptas son también reportadas por Koketsu et al. [8], quienes identificaron que las reducciones abruptas en el consumo de alimento de cerdas sanas ocurren durante todo el periodo de lactancia pero son más frecuentes entre la segunda y tercer semana después del parto, y aumentan la variación individual del consumo de alimento entre hembras con el mismo número de crías y días de lactancia.

Se puede observar también que los aumentos diarios en el consumo de alimento son de 250 g al día en hembras con 10 o menos lechones durante los primeros 3 días de lactancia, y de 500 g al día para hembras con 11 o más lechones en el mismo periodo de tiempo, pero a partir del día 4 y hasta el día 13 son cercanos a 400 g al día para todas las hembras sin importar el tamaño de la camada. A partir del día 14 y hasta el destete la pendiente se reduce y los aumentos o disminuciones en el consumo de alimento son menores a 300 g al día.

El número de crías vivas tiene efecto significativo sobre el consumo voluntario de alimento los primeros 3 días después de parto, pero variaciones individuales en el consumo de alimento de hembras sanas disminuyen su efecto en los días posteriores.

1. Feyera T, Theil PK. Energy and lysine requirements and balances of sows during transition and lactation: a factorial approach. Livest Sci. 2017; 201:50-57. doi:10.1016/j.livsci.2017.05.001
2 . Auldist E, Morrish L, Eason P, King RH. 1998. The influence of litter size on milk production of sows. Anim Sci. 67(2): 333-337. doi: 10.1017/S1357729800010109
3. Tokach MD, Menegat MB, Gourley KM, Goodband RD. Review: Nutrient requirements of the modern high-producing lactating sow, with an emphasis on amino acid requirements. Animal. 2019; 1-11. doi:10.1017/S1751731119001253
4. Koketsu Y, Dial GD, Pettigrew JE, King VL. Feed intake pattern during lactation and subsequent reproductive performance of sows. J Anim Sci. 1996; 74: 2875-2884. doi:10.2527/1996.74122875x
5. NRC (National Research Council). Nutrient requirements of Swine. Eleventh Revised edition. National Academic Press; 2012.
6. NRC (National Research Council). Predicting Feed Intake of Food-Producing Animals. National Academies Press;1987. Accessed December 6, 2020. http://www.nap.edu/catalog/950.html
7. Solà-Oriol D, Gasa J. Feeding strategies in pig production: Sows and their piglets. Anim Feed Sci and Tech. 2017; 233: 34-52. doi:10.1016/j.anifeedsci.2016.07.018
8. Thingnes SL, Ekker AS, Gaustad AH, Framstad T. Ad libitum versus step-up feeding during late lactation: The effect on feed consumption, body composition and production performance in dry fed loose housed sows. Livest Sci. 2012; 149:250-259. doi:10.1016/j.livsci.2012.07.015
9. Koketsu Y, Dial GD, Pettigrew JE, Marsh WE, King VL. Characterization of feed intake patterns during lactation in commercial swine herds. J Anim Sci. 1996; 74: 1202-1210. doi:10.2527/1996.7461202x