Los jabalíes, la Peste Porcina Africana y la Unión Europea

La Peste Porcina Africana (PPA), en el momento de escribir estas líneas, ya afecta oficialmente, según la representante, expertos de los Estados de la Unión Europea (U.E.) y de Países Terceros, a 10 Estados de la U.E.: Letonia, Lituania, Estonia, Polonia, Hungría, Rumanía, la República Checa, Bulgaria, Luxemburgo y Bélgica.

En este sentido, allá por el mes de marzo pasado, en una reunión técnica la Comisión Europea (CE) ya se puso de manifiesto la problemática que estaba generando el gran y descontrolado aumento del censo de jabalíes en la Unión Europea; aumento que es en gran medida atribuible a una errónea política proteccionista global de la fauna silvestre en la U.E., que rompe los equilibrios poblaciones, pero también, aunque en menor media, al cambio climático que, por ejemplo, está alargando los periodos reproductivos.

En la mencionada reunión, la CE mostró su profunda preocupación por el avance de la Peste Porcina Africana, que, en gran medida, debe ponerse en el haber del mencionado gran incremento de la población de jabalíes de la U.E. Los jabalíes, como portadores, trasladan la infección por toda Europa.

Por otra parte, en la reunión de las Administraciones Europeas, se puso de manifiesto de forma incontrovertible lo que tantas veces he denunciado: que éstas no tienen la capacidad real, con la legislación vigente en la mano, de controlar el exceso de población de toda una serie de especies silvestres que hay en la actualidad.

En este contexto, se hace imprescindible y urgente frenar las amenazas de introducción y propagación de enfermedades que afectan a la fauna y a los animales domésticos (Peste Porcina Africana, Peste Porcina Clásica, Rabia, Gripe Aviar, Fiebre Aftosa, etc.).

Por esta razón, es necesario modificar la legislación en varios Estados de la U.E. (entre ellos España) y recurrir, sí o sí, a la actuación de los cazadores para frenar el avance, entre otras patologías, de la Peste Porcina Africana (PPA).

En efecto, los técnicos de la CE han concluido que la única manera de controlar ésta y otras enfermedades de la fauna silvestre es la caza. En concreto, en lo que atañe a la PPA, se hace imprescindible abatir jabalíes para disminuir drásticamente su sobrepoblación. Solo en España la fundación de la caza, FEDENCA, estima que la población de jabalíes supera claramente los dos millones y medio; téngase en cuenta que se abatieron unos 300.000 y se considera que la relación entre jabalíes abatidos y jabalíes realmente presentes es de 1 a 9.

Por esta razón y paralelamente, la CE ha pedido que también se dé la voz de alarma entre los cazadores para que éstos, al igual que los ganaderos y los agricultores, estén atentos ante la aparición de ejemplares muertos en el campo.

En la U.E. y especialmente en aquellos Estados donde ya se han detectado focos, así como en los Estados limítrofes (por ejemplo, Francia), se están tomado medidas tales como reducir la densidad y movimientos de jabalíes, implementar vallados, contratar cazadores profesionales, aportar a los jabalíes alimentación artificial para que no migren y establecer recompensas por la entrega de jabalíes encontrados muertos.

De llegar a España, la PPA originaría una hecatombe en la economía del sector porcino español, tanto por la mortandad que produciría como por el desplome del comercio y la exportación de productos cárnicos

España produce unos 4,3 millones de toneladas anuales de carne de porcino, generando una actividad global valorada en unos 15.000 millones de euros anuales. Actualmente, es la tercera potencia en el comercio mundial de productos del porcino y vende en más de 130 países. El año pasado España exportó 1,55 millones de toneladas de carne por un valor de 3.608 millones de euros y casi 200.000 toneladas de elaborados, por un valor de 1.267 millones de euros. 

En base a estos datos, no es descabellado hablar de unas pérdidas de varios miles de millones de euros si finalmente la PPA acaba afectando al sector porcino español.