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Ensilado de cerdaza, una oportunidad para el manejo de la bioseguridad y el microbismo en granjas porcícolas

Publicado: 5 de julio de 2018
Por: MC Alberto Jorge Galindo Barboza, MC Gerardo Dominguez; Dr. Gerardo Salazar Gutiérrez; Dr. Ramón Ignacio Arteaga Garibay; MC Marcos Daniel Martínez Peña; Ing. S.P. Francisco Javier Sánchez García; e Ing. S.P. Rodrigo Sánchez García. Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), Centro de Investigación Regional Pacifico Centro, Campo Experimental Centro-Altos de Jalisco. México
1. Introducción
El ensilaje de la cerdaza es un proceso útil y viable para el manejo y aprovechamiento de las excretas en granjas porcícolas. El concepto “manejo”, implica la práctica de tratar las excretas y así conseguir la mitigación al daño ambiental que por su naturaleza ocasionan, sin embargo, este término no es atractivo por sí solo para los productores, por lo cual, también se busca su “aprovechamiento”, el cual se da generalmente a través de su uso en la alimentación animal, incluso del mismo cerdo.
Para la mayoría de los productores porcícolas resulta incómodo e incluso aberrante el hecho de alimentar los cerdos con su misma excreta, sin embargo en el INIFAP nos hemos dado a la tarea de investigar y contestar las preguntas que frecuentemente nos hacen en relación al ensilado de cerdaza, que en su mayoría tienen que ver con la salud y la producción.
En el presente folleto se encontrará información que resolverá dudas, con lo cual el objetivo es ir mejorando su forma de pensar acerca del ensilado, y además, servirá como plataforma para la transferencia y adopción de esta tecnología con los productores porcícolas.
Los productores del estado de Guanajuato, principalmente, a través de Fundación Guanajuato Produce A.C. y el INIFAP, desde el año 2004, han sido participes en la correcta adopción de esta tecnología y han marcado un parte aguas en la forma de producir carne de cerdo sostenible y sustentablemente.
2. Sistema integral de producción sostenible (SIPIS).
Bajo el concepto de “Manejo y Aprovechamiento Integral de Residuos Orgánicos bajo un Enfoque de Sostenibilidad”, se consideran modelos de integración a partir de alternativas de manejo de residuos en granjas porcícolas (figura 1), como el propio ensilado de cerdaza, composta, vermicomposta y tratamiento de aguas residuales mediante procesos de biodigestión y sistemas lagunares (Salazar-Gutiérrez, 2001).
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Figura 1. Tecnologías que forman el Sistema Integral de Producción Sostenible (SIPIS) propuesto por el INIFAP para el manejo y tratamiento de los sólidos, lo componen el ensilado de cerdaza, composta y vermicomposta y para el tratamiento de líquidos, los sistemas de biodigestión y lagunares. 
El sistema integral de producción sostenible (SIPIS) (figura 2), toma como pivote la producción porcícola, el cual tiene los siguientes objetivos:
  • Diversificación de los ingresos.
  • Disminución de los costos de producción.
  • Aplicación del concepto “Descarga cero”
  • Conciencia ambiental y mitigación del daño ambiental.
Para cumplir con los objetivos anteriores, el sistema conjunta 4 tecnologías: ensilado de cerdaza, composteo, vermicomposteo, para residuos sólidos y sistemas de biodigestión y tratamiento lagunar para agua residual. Trabajando coordinadamente con dichas tecnologías es posible es posible generar flujos de producción alternos al de carne de cerdo que posibilitan comercializar y/o aprovechar otros subproductos (ensilado, humus, lixiviados, lombriz, biogás, agua tratada, etc.) cumpliendo con los objetivos del SIPIS.
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Figura 2. Diagrama de flujo del Sistema Integral de Producción Sostenible (SIPIS) propuesto por el INIFAP.
Resulta un tanto interesante descubrir por qué se debe tomar la porcicultura como pivote y tiene mucho que ver con la importancia y sensibilidad de esta actividad pecuaria, considerando que a nivel mundial, México ocupa el lugar número 18 en producción de carne de cerdo, y se ubica como segundo productor latinoamericano.
En el año 2010 la producción mundial de carne de cerdo cerro con un nuevo record de 103 millones de toneladas, lo que representa un incremento anual de 1.0 % respecto a 2009, México tiene un nivel de participación en las exportaciones de su producción del 1.3 % con 80 toneladas, y ocupa el 3er lugar a nivel mundial con importaciones de hasta 685 toneladas, siendo para 2010 la tasa de crecimiento promedio anual de producción de 1.2 %, y se reporta un crecimiento en el consumo de cerdo en México en el 2010 de un 8.3% respecto a 2008, mientras que entre el periodo de 2000 a 2009 el consumo se incrementó a una tasa anual promedio de 3.4 % (Bobadilla- Soto, et al., 2010; FIRA, 2009; FIRA, 2010; SIAP, 2011).
Además, los sistemas de producción porcícola generan un elevado volumen de residuales que en la mayoría de los casos se vierten al medio ambiente de manera indiscriminada (figura 3) traduciéndose en un riesgo de tipo sanitario y ambiental para la zona en que se encuentren (Backus, et al. 1998; FAO, 2002; Lundshoj-Dalgaard. 2007).
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Figura 3. Panorama de granjas con acumulación de residuos que resultan en fuente de contaminación y reservorio de enfermedades. Se pueden observar cadáveres, infraestructura mal empleada y lagunas de oxidación que infiltran contaminantes al manto freático, todos los residuos pueden ser manejados y aprovechados.
La aplicación de alternativas de manejo integral de residuos orgánicos como el ensilado de cerdaza (figura 4), influye en la disminución de costos de producción hasta en un 7% por concepto de alimentación y a la diversificación de ingresos económicos por venta de ensilado para su uso en la alimentación de cerdos y/o rumiantes (Castrillón-Quintana, et al. 2004; Díaz- Peñate, 2009). Además, esto aporta directamente a mitigar el daño ambiental que genera la producción pecuaria por la disminución en la disponibilidad de contaminantes químicos y microbiológicos que degradan al suelo y el agua.
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Figura 4. Ensilado de cerdaza, como ingrediente para dietas de cerdos en etapas de crecimiento-desarrollo-finalización, una alternativa para disminuir costos de producción. Se puede observar alimento terminado para cerdos con el 15% de inclusión de ensilado de cerdaza.
3. Características de la porcicultura nacional un factor importante pero no limitante para la adopción del SIPIS.
En México se observan básicamente tres diferentes sistemas de producción, caracterizados por su nivel tecnológico: Sistema tecnificado, semitecnificado y de traspatio.
Los dos primeros tienen una distribución geográfica definida, por el contrario, el sistema de traspatio se presenta en todos los estados del país.
Sistema tecnificado
Se caracteriza por utilizar tecnologías automatizadas como sistemas de control de temperaturas, micro climas, sistemas de alimentación racionado, entre otras, y asesoramiento técnico especializado en áreas como nutrición, salud, reproducción, etc., con adecuaciones particulares a las condiciones climatológicas donde se encuentra. El nivel de integración es alto, lo que le permite controlar la calidad genética de la piara y estandarizar los cerdos producidos para sacrificio. Generalmente son empresas que cuentan con asesoría en la formulación de raciones de acuerdo a la disponibilidad de insumos y capacidad productiva de la piara, así como con fábrica de alimentos balanceados. Los estados en donde es preponderante este sistema y los que se encuentran libres de enfermedades de carácter económico son prácticamente los mismos, lo que indica su preocupación sobre el control sanitario de la piara. Los mercados en los cuales comercializa su producción son las principales zonas urbanas del país y la industria de carnes frías y embutidos. Este sistema de producción ha ido incrementando su participación en la producción en los últimos años; actualmente se estima que representa aproximadamente el 58% de la producción nacional y se ubica principalmente en los estados de Sonora, Sinaloa y Yucatán (Lastra et al., 2000).
Cabe mencionar que estos sistemas, adoptan tecnologías para hacer más rápidos los procesos de limpieza y recolección de residuos sin que necesariamente aporte infraestructura para el uso integral de manejo de residuos y por ende se proyecte como una unidad de producción amigable con el medio ambiente y sustentable sin que realmente lo sea. Un ejemplo es el uso en las áreas de crecimiento y engorda (sitio 3) de los pisos conocidos como slat, los cuales generan la necesidad de utilizar separadores, generando residuos sólidos y líquidos que podrían llegar a aprovecharse.
Sistema semi-tecnificado
Se le nombra así porque su principal característica es la de utilizar tecnología moderna al mismo tiempo que técnicas tradicionales de manejo, sus parámetros productivos son muy variables; sin embargo, generalmente su productividad es inferior a la observada en el sistema tecnificado. Esto es debido principalmente a que la infraestructura de las granjas y el control sanitario de las mismas no son adecuados, a lo cual se suma el empleo de alimentos comerciales, los cuales se caracterizan por cubrir los requerimientos nutrimentales de una población hipotética de cerdos. Comercializa sus productos principalmente en mercados regionales y en pequeños centros urbanos; su participación en el mercado nacional representa alrededor del 15% y su importancia productiva disminuyó en un 5% en la última década (Lastra et al, 2000). Este sistema se encuentra en todos los estados de la república, aunque es mayoritario en: Guanajuato, Michoacán, Jalisco y Sur del país. Estos sistemas de producció gracias a la utilización, de técnicas e infraestructura tradicional, se adecuan más al modelo de granja sustentable. Las áreas de crecimiento, desarrollo y engorda, planteados suelen ser de concreto, lo cual genera la posibilidad de utilizar los residuos tal cual se recolectan, manteniendo niveles nutricionales óptimos para su transformación en un producto reutilizable como el ensilado de cerdaza.
Sistema de traspatio, medianas y pequeñas empresas
Este sistema se practica en todo el territorio nacional, incluyendo áreas urbanas, su mayor relevancia radica en ser una fuente de abasto de carne en zonas en donde los canales comerciales formales no operan. Su aporte a la producción nacional se estima en un 30%, este porcentaje se ha mantenido prácticamente invariable durante la última década (Muirhead, et al., 2001; Martínez-Castañeda, 2003; FIRA, 2009; SAGARPA, 2009; FIRA, 2010). Otra característica importante de este sistema es que la calidad genética de los animales es baja, lo cual se traduce en bajos rendimientos productivos (Lastra et al., 2000., Bobadilla- Soto, et al., 2010). Por lo general no existe ningún manejo de los residuos generados en este tipo de sistema, caracterizándose por los altos niveles de contaminantes vertidos al ecosistema. Son sistemas que se convierten en objetivo clave para el desarrollo de un manejo integral de residuos, trayendo consigo oportunidades de comercialización con los subproductos obtenidos de los residuos generados y dando a estos sistemas sustentabilidad.
Los distintos sistemas de producción (figura 5) constituyen el principal reto en la adopción del SIPIS debido al escalamiento de las tecnologías, siendo precisamente su versatilidad la mayor ventaja que ofrece para su transferencia.
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Figura 5. Distintos sistemas de producción porcícola de acuerdo a su tecnificación en los que existe la oportunidad para implementar el Sistema integral de producción porcícola (SIPIS). El escalamiento del modelo del SIPIS le da versatilidad para que lo adopten granjas de cualquier nivel de tecnificación.
Si consideramos que la porcicultura mexicana, en los últimos años, ha sufrido cambios significativos en el entorno económico, motivando variaciones en los ritmos de crecimiento de la producción, estas variaciones han tenido diferentes efectos en los estratos productivos y en las diferentes zonas de producción (SAGARPA, 2009. FIRA, 2010) del país.
Esos cambios en el entorno económico de la porcicultura, han sido resultado del encarecimiento de los granos, de los cuales, la porcicultura nacional es dependiente para su alimentación. Los factores que desencadenan dicho encarecimiento de los granos obedecen a situaciones naturales, sociales y políticas, en las cuales los porcicultores no tienen injerencia directa para controlarlas.
Lo anterior, repercute directamente sobre los costos de producción, disminuyendo los ingresos para los productores primarios (porcicultores), implicando su descapitalización (SAGARPA, 2009., FIRA, 2010), (principalmente de los medianos y pequeños productores) generando a la vez un fuerte nivel de endeudamiento que los lleva al abandono de la actividad (SAGARPA, 2009., FIRA, 2010).
Por tal motivo, es de suma importancia buscar y aplicar alternativas de bajo costo para la alimentación animal, entre las alternativas que el INIFAP ofrece se encuentra el uso de ensilado de cerdaza en la alimentación animal.
4. Manejo de residuos: pieza clave en la bioseguridad de granjas porcícolas
Hablar de bioseguridad es hablar de un tema complejo en el que se inmiscuyen distintos factores tanto bióticos como abióticos, y, que desafortunadamente, la mayoría de los productores omiten hasta que se presentan contingencias sanitarias que repercuten en su bolsillo. Una de las actividades que se deben considerar al establecer programas de bioseguridad es mantener espacios libres y limpios alrededor de la granja. En regiones del país que presentan una alta densidad de población porcina e intensificación de sus prácticas, el factor contaminación por residuos generados es de importancia, ya que la porcicultura en México, independientemente, de ser practicada en todo el país, muestra una gran concentración en pocas entidades.
Jalisco, Sonora, Guanajuato, Puebla, Yucatán y Michoacán, son las seis entidades que aportan el del 68.7 % a la producción nacional de carne de cerdo, donde la operación de grandes grupos de productores y empresas permite ofertar grandes volúmenes de carne para el abasto interno e incluso para la exportación. Como resultado de esto, grandes cantidades de residuos son producidos en áreas pequeñas de terreno y su distribución y descarga han acarreado problemas de contaminación ambiental. Tal es el caso de la cuenca Lerma-Santiago Occidental ubicada en los límites de Guanajuato, Jalisco y Michoacán.
Asociado a lo anterior, en México, la porcicultura se ubica como la principal actividad ganadera demandante de granos forrajeros, y ocupa el tercer lugar en la demanda de pastas de oleaginosas, los cuales representan el 25.8 y el 21.9 %, respectivamente de la demanda pecuaria entre el año 2000 y 2010 (SAGARPA, 2009., FIRA, 2010). Aproximadamente un 50% de estos granos forrajeros y la mayor parte de las pastas de oleaginosas se deben importar.
La producción de granos y oleaginosas a nivel local tiene en otras consecuencias, la sustitución de la vegetación nativa por cultivos de gramíneas con la consecuente pérdida de la biodiversidad de la flora y fauna nativas; efectos de erosión debido a la pérdida de nutrientes del suelo; abatimiento de los mantos acuíferos debido a la mayor demanda de extracción de agua para riego. A nivel global, la importación de insumos alimenticios provenientes de otros países envuelve la transferencia masiva de nutrientes, con las mismas consecuencias mencionadas arriba en las áreas de producción, pero además contaminando a través de los residuos de los animales, el ambiente local donde estos insumos son usados finalmente en la alimentación de los animales (Salazar- Gutiérrez, 1997; Salazar-Gutiérrez, 1999; Salazar-Gutiérrez, 2001). Por otro lado la aplicación de grandes cantidades de residuos a tierras de cultivo, potencialmente puede conducir a concentraciones excesivas de minerales en las aguas, y su acumulación en los suelos (Mandujano, 1981; Iñiguez, 1990; SAGARPA-IRENAT, 2007).
El uso del ensilado de cerdaza, precisamente, procura evitar acumulaciones de excretas alrededor de la granja que potencialmente son reservorios de enfermedades (figura 6), por lo cual se convierte en una primera ventaja, seguido de la oportunidad de reutilizar nutrientes que se encuentran en las heces solidas de los cerdos.
Socialmente también aporta, ya que evita olores desagradables alrededor de la granja, generando ambientes amigables con los vecinos.
En conclusión, el proceso de ensilaje de la cerdaza conserva y modifica de manera positiva los nutrientes y reduce el riesgo de transmisión de patógenos, por lo tanto puede ser utilizado en la alimentación animal (Galindo-Barboza, et al, 2012) sin consecuencias en la productividad (Caballero-Hernández, et al. 2004; Castellanos-Aceves, et al. 2010).
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Figura 6. Aspecto de las granjas que utilizan el ensilado de cerdaza en la alimentación animal. El aspecto de las granjas porcícolas que implementan el uso del ensilado es mejor estéticamente y sanitariamente, en las imágenes podemos observar tambos con excreta ensilándose, ensilado mezclándose para la dieta y alimento terminado para cerdos.
5. Ensilado de cerdaza: un ingrediente inocuo para la alimentación animal.
Aún, bajo condiciones idóneas de producción animal, los cerdos no utilizan el 100 % de los nutrimentos consumidos. De la cantidad total de nutrimentos consumidos, la proporción que es excretada es de 45 a 60 % del nitrógeno, de 50 a 80 % del calcio y fósforo, y de 70 a 95 % del potasio, sodio, magnesio, cobre, zinc, manganeso y hierro. Lo cual convierte a los residuos en una fuente potencial de nutrientes para la alimentación de otras especies.
De igual forma como se excretan nutrientes también se excretan patógenos, ¿Cuáles? Es la pregunta que a menudo hacen los productores. La respuesta es: Los que estén circulando en granja. Esta respuesta suena muy general y lógica a la vez, sin embargo, es lo que necesitamos conocer antes de implementar programas de medicación, vacunación e incluso de manejo.
Si bien es cierto que enfermedades como PRRS, Circovirus o Salmonelosis son causantes de perdidas catastróficas, también es cierto que el ensilaje de cerdaza es una técnica de conservación, que se fundamenta en la fermentación anaerobia de los carbohidratos en donde disminuye el pH, generando un medio no apto para supervivencia de ningún organismo patógeno siempre que el proceso sea adecuado.
El ensilado de cerdaza es un proceso que transforma los residuos en una fuente viable y constante de alimento, que puede ser incorporada como un ingrediente más a la dieta de los cerdos en crecimiento, desarrollo, finalización, cerdas en gestación; además de otras especies como ovinos y bovinos en finalización (García-Rodriguez, 2000), y vacas en lactación (Avalos-Castro, et al., 2012), contribuyendo de esta forma a la reducción de los costos de producción.
Galindo-Barboza, et al, en 2012 encontró ahorros en la producción de carne de cerdo con dietas adicionadas con ensilado de cerdaza de un 7% respecto a cerdos alimentados con una dieta convencional.
El siguiente protocolo abunda en los procesos claves a realizarse para garantizar la inocuidad y obtener los beneficios de la técnica de ensilado de cerdaza (Galindo-Barboza, et al, 2012).
Metodología
1. Determinar ubicación y/o estatus zoosanitario de la región en que se encuentre la granja.
  a. Con el fin de establecer la ubicación respecto a las campañas zoosanitarias vigentes en el país y el status de la región objetivo para ejercer acciones de campaña.
2. Determinar el perfil serológico de la granja respecto a enfermedades de interés productivo (PRRS, Circovirus, principalmente).
  a. Para establecer enfermedades presentes en la unidad de producción, sobre todo virales.
3. Analizar el programa de vacunación y medicaciones
  a. El cual deberá ser acorde a la situación sanitaria de dicha región y enfermedades a riesgo (las que se determinen).
4. Analizar la presencia de microorganismos o parásitos de la materia prima (excreta) para el ensilaje.
  a. Si existen signos clínicos de enfermedad, y/o datos de laboratorio positivos a patógenos de importancia, establecer protocolo de antibioterapia y/o desparasitación en área de producción y llevar a cabo el inciso 4 de nuevo.
  b. Si no existe signos de enfermedad en la piara y se aísla patógeno directo de importancia en salud animal, establecer protocolo de antibioterapia y/o desparasitación en área de producción, existe una enfermedad sub-.clínica.
  c. Si los laboratoriales resultan negativos a patógenos de importancia (los que se hayan determinado en el diagnóstico de la granja), continuar con el proceso de ensilaje.
5. Post proceso de ensilar la presencia de microorganismos o parásitos del ensilaje.
  a. Si se aíslan patógenos de importancia en salud animal, revisar el protocolo de ensilaje.
  b. Si se encuentra inocuo, formular con este ingrediente para alimentar a los animales.
6. Establecer control de calidad continuo bajo el régimen anterior.
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Figura 7. Diagrama de flujo del protocolo para certificar inocuidad en el proceso de ensilaje de cerdaza. El presente esquema inmiscuye aspectos básicos de la producción porcícola y de las buenas prácticas de producción.
Una de las principales enfermedades que afecta a los cerdos en nuestro país es Circovirosis porcina, ocasionada por Circovirus Porcino Tipo 2, su aparición clínica se aprecia con el retraso en el crecimiento de los cerdos en donde una proporción variable de los mismos muere, una característica destacable de esta enfermedad es que su expresión se ve condicionada por la influencia de un sin número de factores tanto infecciosos como no infecciosos por lo que es difícil su control y las pérdidas económicas que genera son altas. De tal forma es de suma importancia determinar el rol que juega el ensilado de cerdaza en la preservación de dicha enfermedad.
6. Titulación de anticuerpos contra circovirus porcino tipo ii en cerdos alimentados con ensilado de cerdaza.
Los objetivos del presente trabajo fueron:
  • Determinar el titulo de anticuerpos presentes en cerdos vacunados y no vacunados contra CVP2 alimentados con una dieta convencional.
  • Comparar el titulo de anticuerpos presentes en cerdos vacunados y no vacunados contra CVP2 alimentados con una dieta con ensilado de cerdaza.
6.1 Material y métodos
En una granja comercial seropositiva a CVPII y con antecedentes clínicos de la enfermedad en el área de crecimiento-desarrollo, se elaboró ensilado de cerdaza, utilizando 90% de excretas frescas de cerdo en dicha etapa, 9% de sorgo molido y 1% de suero de leche. El tiempo de fermentación fue de 21 días (Castellanos-Aceves, et al. 2010).
6.1.1 Animales
Se utilizaron 80 cerdos de 10 semanas de edad, híbridos comerciales (York-Landrace-Hamshire-Pietrain), los cuales se distribuyeron aleatoriamente en cuatro lotes (n=20), se identificaron mediante arete. El tiempo experimental fue de 57 días (etapas de crecimiento y desarrollo).).
6.1.2 Tratamientos
Se establecieron 2 tratamientos, cada uno con 2 repeticiones: cerdos inmunizados con una vacuna comercial contra Circovirus Porcino Tipo II (TX1) y cerdos no vacunados contra Circovirus Porcino Tipo II, la granja es positiva al virus y no se vacuna (TX2). A ambos grupos se les ofreció una dieta convencional del día 0 al día 29, y una dieta con un nivel de inclusión del 15% de ensilado de cerdaza del día 30 hasta el día 57.
Para evitar un sesgo en la comparación del comportamiento productivo la dieta con ensilado de cerdaza se formuló en base a el resultado bromatológico que arrojo la dieta convencional, igualándolas en cantidad de nutrientes. Ambas fórmulas fueron elaboradas por los servicios técnicos de una casa nutricional bajo la supervisión del INIFAP.
6.1.3 Diseño Experimental y Variables de Respuesta
El diseño del experimento fue a partir de un ensayo clínico pareado para ambos tratamiento en donde se hicieron mediciones a los días: 0, 15, 29, 43 y 57 de las siguientes variables de respuesta:
  • Titulación de anticuerpos contra CVP2 de cerdos sometidos a ambos tratamientos a los días 15, 29, 43 y 57, esto se realizó mediante la extracción de sangre de las venas cavas a través del sistema Vacutainer® en tubos sin anticoagulante para la extracción del suero el cual fue remitido al laboratorio de microbiología del Centro Nacional de Recursos Genéticos (CNRG) en donde se hizo la determinación con el kit de ELISA para CVP2, (SERELISA® PCV2 Ab Mono Blocking) mediante el método cuantitativo en suero especificado por el laboratorio SYNBIOTICS CORPORATION.
  • Se registró el peso individual de los cerdos a los día 0, 15, 29, 43 y 57.
  • Se determinó: Ganancia Diaria de Peso (GDP), Consumo Diario de Alimento (CDA), Conversión Alimenticia (CA), Eficiencia Alimenticia (EA) y Costo por Kilo de Peso Producido (CKPP).
Se tomaron muestras de heces fecales antes de comenzar el ensayo con el fin de corroborar mediante Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR) la presencia del virus en las mismas, para posteriormente someterse al tratamiento de ensilaje.
6.1.4 Análisis estadístico
Las variables de respuesta fueron analizadas estadísticamente mediante pruebas de análisis de varianza, T de student, Tukey y Chi-cuadrada para determinar si había diferencias significativas entre los resultados que arrojaban ambos tratamientos a un mismo día de muestreo, mediante el paquete estadístico Statgraphics Centurion XV Versión 15.2.05.
6.2 Resultados
A continuación se presentan los resultados obtenidos:
Tabla 1. Pesos promedio y coeficiente de variación de los cerdos experimentales respecto a días de muestreo y tratamiento.
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Tabla 2. Comportamiento productivo de cerdos alimentados con una dieta convencional de las 10 a las 14 semanas de vida (etapa de crecimiento).
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Tabla 3. Comportamiento productivo de cerdos alimentados con una dieta con ensilado de cerdaza con un nivel de inclusión de 15% de las 14 a las 18 semanas de vida (etapa de desarrollo).
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Tabla 4. Datos económicos de las dietas experimentales en relación a los tratamientos y los cerdos experimentales.
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Tabla 5. Títulos de anticuerpos contra CVP2 detectados en suero, respecto a los días experimentales en que se muestreo y por tratamiento.
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Tabla 6. Tabla de frecuencias y prueba de independencia mediante Chi-Cuadrada entre tratamientos y seroconversión en cerdos alimentados con una dieta convencional. 1Grados de Libertad
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Tabla 7. Tabla de frecuencias y prueba de independencia mediante Chi-Cuadrada entre tratamientos y seroconversión en cerdos alimentados con una dieta adicionada con el 15% de ensilado de cerdaza.
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Figura 8. Diagrama de barras de la tabla de contingencia para Chi-Cuadrada entre tratamientos y seroconversión en cerdos alimentados con una dieta convencional.
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Figura 9. Grafico de mosaicos de la tabla de contingencia para Chi-Cuadrada entre tratamientos y seroconversión en cerdos alimentados con una dieta convencional.
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Figura 10. Grafico de mosaicos de la tabla de contingencia para Chi-Cuadrada entre tratamientos y seroconversión en cerdos alimentados con una dieta adicionada con el 15% de ensilado de cerdaza.
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Figura 11. Diagrama de barras de la tabla de contingencia para Chi-Cuadrada entre tratamientos y seroconversión en cerdos alimentados con una dieta adicionada con el 15% de ensilado de cerdaza.
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Tabla 8. Grafica que muestra la relación que existe entre los niveles de anticuerpos y el peso observado a cada muestreo, la línea punteada indica que hasta ahí los cerdos consumieron una dieta convencional (del día 0 al 29) y hacia la derecha consumieron una dieta con ensilado de cerdaza (del día 29 al 57).
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6.3 Discusión
Cabe mencionar que este trabajo asocia el uso de ensilado de cerdaza a la respuesta productiva e inmunología del cerdo ante escenarios de vacunación y no vacunación, por lo que existe poca literatura al respecto.
Respecto a los pesos promedio durante el experimento en los días de muestreo en cada uno de los tratamientos (tabla 1), se encontró que en ambos tratamientos los cerdos iniciaron con el mismo peso, sin embargo en el día 29 existió una diferencia estadística a favor de Tx1, esto debido probablemente al efecto post-vacunal que se generó en el Tx2, cabe mencionar que a partir del día 29 los cerdos comenzaron a consumir una dieta con el 15% de inclusión de ensilado de cerdaza y ambos grupos en los días 43 y 57 siguieron ganando peso, terminando con una diferencia numérica igual a como comenzaron. Respecto a los coeficientes de variación en ambos grupos, la tendencia fue lineal y se ve una diferencia al día 29 que no resalta al final del experimento. Los comportamientos productivos que se obtuvieron en cerdos en la etapa de crecimiento (de las 10 a 14 semanas de vida) alimentados con una dieta convencional (Tabla 2) muestran diferencias interesantes entre tratamientos (Tx1 sin vacuna y Tx2 con vacuna), en la ganancia de peso, en donde fue mayor para Tx1 (0.578 kg) que en Tx2 (0.441 kg) a pesar que el consumo fue muy similar, lo que hace que Tx1 presente mejores conversiones y un uso más eficiente del alimento, el estrés post-vacunal probablemente es la causa de dichas diferencias en el comportamiento. Por otro lado, en los cerdos que se alimentaron con una dieta con ensilado de cerdaza (15% inclusión) durante la etapa de desarrollo (de la semana 14 a la 18 de vida), se observó en su comportamiento productivo (Tabla 3) una ganancia de peso mayor para Tx2 (0.672 kg/día) versus Tx1 (0.574 kg/día), los consumos de igual forma son mayores para Tx2, lo que convierte a los cerdos vacunados contra CVP2 y alimentados con ensilado de cerdaza con una inclusión del 15% en etapa de desarrollo (de la semana 14 a la 18 de vida) en cerdos más eficientes y con mejores conversiones versus los cerdos que solo consumen ensilado y no son vacunados.
En relación estrecha con los resultados de los comportamientos productivos (Tabla 2 y 3) se encuentran los datos económicos por etapa productiva (Tabla 4) en donde se observó que para la etapa de crecimiento (10-14 semanas de vida), cerdos alimentados con una dieta convencional y sin vacunar (Tx1) presentan un costo por kilo de peso vivo producido de $14.11 pesos versus $17.70 pesos en cerdos vacunados. Lo anterior, se relaciona directamente con la ganancia de peso mayor de Tx1, lo que hace que se disminuyan los costos de producción, en este sentido la menor eficiencia alimenticia y el mayor costo de Tx2 se puede asociar al estrés post-vacunal generado.
Para la etapa de desarrollo (de las 14 a las 18 semanas de vida) los cerdos se alimentaron con una dieta con el 15% de inclusión de ensilado de cerdaza, en donde se encontraron diferencias importantes en el costo por kilo de peso vivo producido, resulta ser menor en cerdos vacunados y alimentados con ensilado (Tx2; $17.51 pesos) que en cerdos no vacunados (Tx1) lo cual sugiere que existe una relación en la combinación de vacuna y alimento con ensilado que no demerita el comportamiento productivo de los cerdos.
Para evidenciar lo anterior, se tomaron muestras de sangre para determinar niveles de anticuerpos y hacer comparaciones con las variables: dieta, etapa productiva y vacunación. De tal forma, respecto a los niveles cuantificables de títulos de anticuerpos (Tabla 5), encontramos que ambos grupos (Tx1 y Tx2) iniciaron la prueba (día 15) sin diferencias estadística en el promedio de títulos por tratamiento, aunque la vacunación (día 0 a Tx2) se haya realizado a un solo grupo, lo que nos indica que los cerdos estaban expuestos a un desafío por parte de CVP2.
En el día 29 existe un descenso de los títulos de anticuerpos en donde resulta ser mayor para los cerdos que no fueron vacunados (en esta etapa del experimento ambos grupos (Tx1 y Tx2) consumían alimento convencional), que para los que sí lo estaban (Tabla 8). En el día 43 se observó un aumento en ambos grupos de los niveles de anticuerpos (del día 29 al 57 los cerdos consumieron alimento con ensilado de cerdaza), probablemente por la exposición a partículas virales no viables de CVP2 presentes en la alimentación con ensilado de cerdaza, lo cual constituyo un reto inmunológico en donde los cerdos vacunados (Tx2) presentaron una respuesta más elevada de anticuerpos que los cerdos no vacunados (Tx1), aunque la exposición se siguió dando a través de la alimentación, para el día 57 ambos grupos presentaron los mismos niveles de anticuerpos, en donde la tendencia de los cerdos no vacunados (Tx1) fue en acenso mientras que la de los cerdos vacunados (Tx2) disminuyo, probablemente por la modulación que genero la vacuna en la producción de anticuerpos (Tabla 8). Cabe mencionar que el ensilado de cerdaza es un proceso que inhibe la viabilidad a los agentes patógenos de producir enfermedad (morbilidad) pero siguen siendo antígenos que puede provocar que se monte una respuesta inmunología en los cerdos. Por otro lado, se determinó la dependencia de la vacunación y la exposición a CVP2 mediante la alimentación, a la seroconversión en contra de CVP2 . En cerdos alimentados con una dieta convencional (Tabla 6), se encontró que la seropositividad depende de la vacunación (chi-cuadrada= 20.251, Gl=1, probabilidad 95%), mientras que en cerdos alimentados con ensilado de cerdaza (Tabla 7) la seropositividad es independiente de la vacunación (chi-cuadrada=0.342, Gl=1, probabilidad 95%).
Lo anterior indica que el ensilado de cerdaza tiene la capacidad de provocar una respuesta inmunológica, probablemente por la existencia de proteínas virales que actúan como antígenos, de tal forma, en cerdos vacunados la respuesta inmune se ve mejorada y se obtienen mejores resultados productivos, es importante en un futuro poder cuantificar la excreción de partículas virales en heces de cerdos bajo distintos tratamientos y poder correlacionarlo con la producción de anticuerpos y respuesta productiva con el fin de determinar el efecto que tiene el ensilado de cerdaza en cerdos y adjudicar una prerrogativa desde el punto de vista “salud” al ensilado de cerdaza.
6.4 Recomendaciones
En base a los resultados obtenidos y el análisis de los mismos se puede llegar a recomendar el uso de ensilado de cerdaza en cerdos, por ser un ingrediente útil que no demerita el comportamiento productivo, aunado a esto, la salud los cerdos, clínicamente, no se ve afectada por su uso.
Por otra parte, para hacer uso del ensilado es imprescindible llevar calendarios de vacunación bien establecidos en cada granja, de acuerdo a los patógenos que la afectan directamente, para lo cual es necesario hacer perfiles serológicos para detectar edades de exposición y tiempos de vacunación. En el ámbito de la investigación es de suma importancia poder determinar cuáles son los patógenos de interés para la porcicultura que el proceso de ensilaje de cerdaza elimina; y que aditivos o precursores se pueden utilizar para garantizar ensilados inocuos que puedan llegar a potenciar respuestas humorales para agentes etiológicos que no se consideren en calendarios de vacunación.
Además de la respuesta inmunológica humoral o sérica, resulta de interés poder medir respuestas celulares especificas montadas por el uso de ensilado, de igual forma, la tendencia de nuestras futuras investigaciones deberán ir orientadas, no solo a la producción de anticuerpos, sino también a la cuantificación de partículas virales y/o microbianas excretadas, como complemento de los trabajos de este tipo.
Con la investigación realizada y los estudios en proceso que se están llevando; el Campo Experimental Centro Altos de Jalisco del INIFAP, ofrece una alternativa confiable, inocua y de calidad para la alimentación de cerdos que disminuye costos de producción y en un futuro podría ser una herramienta para el control de enfermedades de importancia económica en el País.
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Autores:
Alberto Jorge Galindo Barboza
INIFAP México
Gerardo Dominguez
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