Efecto de distintos niveles de zinc en el desarrollo intrauterino de cerdas prepúberes

El Zn es considerado como un micromineral esencial en la dieta, forma parte de más de 300 metaloenzimas, e intervine en la secreción de hormonas, en la inmunidad y el desarrollo de las células fagocitarias, expresión génica, en la mitosis celular, producción y regeneración de queratina, teniendo un efecto directo sobre la integridad del epitelio de la glándula mamaria (Torres y Bahr, 2004; Yamasaki et al., 2007).

En el macho los estudios han mostrado que una deficiencia de Zn puede producir hipogonadismo y reducción en la libido entre otros daños reproductivos. Pero en las hembras es incipiente la información sobre la morfología y existe poca evidencia de la actividad del Zn en el soma de las hembras (Benavides et al., 2012). No obstante, la suplementación mineral es hoy en día una actividad nutrimental fundamental en los porcinos, ya que los cambios y la rapidez con la que se suceden hacen necesario que los cerdos consuman minerales en cantidades suficientes para estar en un estado de salud y bienestar favorable para la producción (Mateos et al., 2004; García et al., 2012).

Para ello, se utilizan los requerimientos nutricionales que el NRC (2010), FEDNA (2013) o NSNG (2010) han publicado, para formular dietas de cerdos en sus diferentes etapas. Pero es evidente que la información varía y en el caso de los países de la Comunidad Europea los niveles a utilizar en ningún caso pueden sobrepasar los 150 ppm de Zn. En tanto que en el continente Americano, los niveles de Zn en la dieta, no están limitados, por lo que se puede encontrar recomendaciones de hasta 160 ppm en cerdas reproductoras (NSNG, 2010). Hill et al. (1983) demostraron que las cerdas primíparas agotan sus reservas de Zn en el último trimestre de gestación, provocando debilidad en su descendencia, por lo que los niveles deben ser incrementados en la dieta de las cerdas antes de llegar a esta etapa gestacional, sin que por ello se excedan, ya que hoy se sabe que dependiendo de la fuente mineral que se suministre, existirá una excreción de Zn que va desde el 60 hasta el 80% del total consumido, lo cual impacta negativamente en el ambiente. Las fuentes de Zn a utilizar hoy en día pueden ser las tradicionalmente empleadas, como son las inorgánicas (oxidos o sulfatos), o las orgánicas aunque más costosas pero de mayor biodisponibilidad (García et al., 2012).

Por tal motivo el objetivo del presente estudio fue determinar el efecto del nivel de Zn en el desarrollo de los órganos reproductivos de cerdas nulíparas, al utilizar proteinato de Zn.

 

Se utilizaron 20 cerdas F1 Landrece/Yorkshire con un peso vivo promedio de 60 Kg y una edad media de 4.5 meses. Fueron alojadas en jaulas individuales, con comedero y bebedero de chupón individual. De forma aleatoria se les otorgo un tratamiento, de los tres que fueron formulados: T1= Tratamiento testigo; T2= T1+100ppm de Zn; y T3= T1+150ppm de Zn, en estos dos últimos tratamientos se utilizó como fuente el proteinato de Zn. Las hembras fueron sometidas a una etapa de adaptación por dos semanas, misma que permitió que las hembras se acostumbraran al alojamiento. Posteriormente se realizó una etapa experimental con una duración de cuatro semanas, tiempo durante el cual se tomaron los datos de las siguientes variables: Circunferencia del Tórax (CT), Largo Corporal (LC), Alzada a la cruz (AC), Profundidad uterina (PU), Medidas vulvares: Largo (LV) y Ancho (AV). Para el análisis estadístico de los resultados se utilizó un análisis de Medidas Repetidas y se compararon las medias con una prueba de Tukey (SAS, 2003

 

Los resultados mostraron que para las variables evaluadas en el cuerpo (LC, CT) no existió efecto de los niveles de Zn en la dieta. Sin embargo, la AC sí mostró ser mejorada con la adición de Zn, al menos en 2.4 cm más de alzada (P=0.006). Por su parte, en el LV se identificó una tendencia a mejorar su tamaño (P=0.070), al igual que la PU (P=0.053), cuando se utilizó en la dieta 100 y 150 ppm de Zn (Cuadro 1). Aunque se observo que la PU tuvo al menos 2.84 cm más en la medida obtenida.

No obstante que las medidas observadas por otros investigadores (Martín et al., 2000) fueron similares en las medidas vulvares, la PU es señalada en mayor tamaño debido a que la medida realizada por ellos fue hasta los cuernos uterinos. Es importante resaltar que es aceptado el hecho de que en la medida que el tamaño de los órganos sexuales externos presente mejor conformación y mayor capacidad, puede ser utilizado como un indicador de mayor tamaño de los órganos internos sexuales. En este caso la relación entre la vulva y la PU fue de r=0.75 en el T1 y de r=0.82 y r=0.81 para T2 y T3 respectivamente.

 

El uso de dietas con 100 ppm de Zn mejora la AC, el LV y la PU, por lo que utilizar mayores cantidades de este mineral no demuestra mejora alguna.

 

Cuadro 1. Evaluación morfológica de cerdas prepúberes tratadas con diferente niveles de Zinc.