Explorar
Comunidades en español
Anunciar en Engormix

Efecto del consumo continuo de 1a-hidroxicolecalciferol en cerdos en crecimiento

Publicado: 28 de enero de 2016
Por: Martha Chipatecua y Jorge Agudelo. Colombia
Introducción
Los cerdos obtienen la vitamina D3 (vD3) de premezclas vitamínicas, producción endógena por radiación ultravioleta, y de subproductos de origen animal. La vitamina D2, (ergocalciferol) es precursor de la D3 y se encuentra en productos de origen vegetal. La vD3 interviene en la absorción de Calcio (Ca) y Fosforo (P). La baja absorción del P orgánico conlleva a su alta excreción al medio ambiente, provocando eutroficación. Entre los metabolitos de la vD3, la forma sintética 1α-hidroxicolecalciferol (1α) ha mostrado beneficios ante problemas óseos en pollo de engorde (Edwards et al. 2002) y efecto positivo en crecimiento corporal (Mitchell and Edwards, 1996a) a dosis de 5 μg/kg.

La literatura sobre el uso de este metabolito en cerdos en muy escasa; dado que en esta especie el periodo de producción es más prolongado y al ser la vitamina D almacenada en el organismo, se quiere probar si existe impacto tisular por calcificación de tejidos blandos y a que dosis se comienzan a ver efectos negativos. El objetivo de este trabajo fue determinar si el consumo continuo de una dosis alta de este metabolito o distintas dosis y/o niveles de fósforo disponible puede causar calcificación de tejidos blandos y/o muerte en cerdos en crecimiento.
 
Materiales y métodos:
Dos evaluaciones (EV) se realizaron para determinar el efecto de 1α sobre órganos blandos y mortalidad de cerdos en crecimiento. En la primera (1EV), 16 cerdos de dos camadas se alimentaron del destete al sacrificio (9-103 kg) con dieta basal (B = concentrado comercial) y 31 cerdos de tres camadas con B + 20 μg/Kg de 1α. La segunda EV (2EV) usó 239 machos inmunocastrados PIC en 12 tratamientos con diseño factorial de 3 niveles de inclusión de P disponible (Pd; 0.18%, 0.24% y 0.30%) y 4 niveles de 1α (0, 5, 15 y 25 μg/kg de alimento) entre 70 y 155 días de vida.

Cada tratamiento con 20 repeticiones. Las dietas, basadas en maíz y soya, se formularon para cubrir los requerimientos nutricionales recomendados por el NRC. Las dietas de ambos tratamientos fueron iguales, a excepción de la inclusión o no de 1α. Una vez sacrificados, se realizó inspección macroscópica de hígado, riñón, corazón, pulmón y aorta a todos los animales en 1EV y de 16 cerdos por cada tratamiento en 2EV, buscando posibles depósitos de calcio. En todos los tratamientos se usó la misma premezcla vitamínico-mineral (4 kg/ton de alimento) que aportaba 2.000.000 UI de vitamina D (colecalciferol).

Se realizaron dos tipos de coloración; una para detectar acumulo de minerales (hematoxilina eosina, HE) y otra para hallar específicamente depósitos de Ca (Von Kossa). La primera se midió en una escala de 1 a 6 y la segunda arrojó resultados valorados como positivos o negativos exclusivamente. Para los resultados de histología, en la prueba de HE se usó estadística no paramétrica aplicando el test de Kruskal Wallis (tomando como valores las medias de la escala) y un test de correspondencias, con nivel de significancia de 0.05, usando el programa estadístico R.
 
Resultados
1EV: En esta evaluación no se presentó mortalidad. En riñón, el 31% de los cerdos que consumieron 1α presentaron lesión leve (máximo 30% del órgano afectado) y de estos el 25% fueron positivos a depósitos de Ca. En pulmón, el 19% de cerdos que consumieron 1α presentaron lesión leve (máximo 30% del órgano) y el mismo número de animales fue positivos a depósitos de Ca. Se presentaron diferencias significativas entre tratamientos en pulmón y riñón (p<0.05). En corazón, aorta y riñón no hubo acúmulos minerales ni depósitos de Ca.2EV: dos cerdos murieron a los 106 días de vida por Actinobacillus pleuropneumoniae (App), enfermedad común en la zona.
Ningún otro animal enfermó ni se observaron problemas de aplomos durante el periodo experimental. En pulmón y riñón se encontró que a niveles de inclusión de 5 μg/kg de 1α combinado hasta con 0.3% de Pd no hubo presencia de depósitos de Ca. Para pulmón, la combinación de 0.24% Pd + 25 μg/kg de 1α presentó un nivel de lesiones estadísticamente superior a los demás tratamientos, con excepción del que contenía 0.3% de Pd y 15 μg/kg de 1α. Los demás tratamientos no presentaron diferencias entre ellos, correspondiendo la gran mayoría a categoría 1 en la escala, es decir, “sin lesiones” lo que se confirmó mediante un análisis de correspondencias. Niveles de severidad 3 y 4 se asociaron con 0.24% Pd + 25 μg/kg de 1α y el nivel de severidad 2 se relacionó con 0.3% Pd + 15 μg/kg de 1α.
En riñón que fue el órgano más afectado, la combinación de 0.3% de Pd + 25 μg/kg de 1α versus 0.3% de Pd+15 μg/kg de 1α fueron estadísticamente diferentes y superiores en cuanto a la lesión presentada. Los demás tratamientos no presentaron diferencias entre ellos, correspondiendo la gran mayoría a categoría 1 en la escala, es decir, “sin lesiones” (corroborado por análisis de correspondencias). Niveles de severidad 3 se asociaron con 0.3% Pd + 15 μg/kg de 1α, y el nivel 2 se relacionó con 0.3% Pd + 15 μg/kg de 1α y con 0.3% Pd + 25 μg/kg de 1α). La inclusión de 15 μg/kg de 1α combinada hasta con 0.24% de Pd no presentó lesiones en este órgano.
La documentación científica sobre este metabolito en cerdos es muy escasa; solo hemos encontrado un artículo al respecto (Biehl y Baker, 1996), que evaluó la eficacia de liberación de P fítico de 1α en presencia o no de fitasa para determinar si la suplementación de fitasa podría mejorar el desempeño de cerdos en crecimiento alimentados con una dieta maíz-soya baja en proteína y aminoácidos durante 21 días consecutivos entre 33 y 54 días de edad. Dicho trabajo no revisó el impacto tisular.
 
Conclusiones
El consumo continuo de 1α (hasta 25 μg/Kg de 1α por 84 días) no generó mortalidad en cerdos durante las etapas de precebo y ceba. Niveles dietarios continuos de hasta 5 μg/Kg de 1α no causa depósitos de minerales o de Ca en tejidos blandos (hígado, corazón, aorta, riñón y pulmón). La suplementación continua de 1α en cerdos hasta 25 μg/Kg disminuye el consumo de alimento, la ganancia de peso y aumenta la conversión alimenticia después de los 134 días de vida lo que sugiere una posible hipervitaminosis ocasionada probablemente por un efecto acumulativo. Niveles de 15 y 25 μg/kg de 1α combinados con 0.24% y 0.3% de Pd produjeron depósitos de Ca y minerales en riñón y pulmón.
 
Implicaciones
La inclusión de 1α en la alimentación de cerdos reduciría la inclusión de fosfatos inorgánicos y la excreción de P al ambiente. El metabolito, a pesar de ser más bioactivo que la vD3, no genera mortalidad en cerdos de precebo y ceba. Se requiere investigar sus posibles efectos sobre los parámetros productivos por el potencial que tiene en la nutrición animal.
 
Referencias
1. Edwards-H. JR. 2002. Poultry Science 81:1026-1031.
2. Mitchell-R.D., and Edwards-H. Jr. 1996a. Poult. Sci. 75:95-110
3. Biehl-R.R. y Baker-D.H. 1996 , J. Anim. Sci. 74:2960–2966
Temas relacionados
Autores:
Jorge Agudelo
Universidad de Antioquía (Colombia)
Seguir
Martha Chipatecua
Premex
Seguir
Únete para poder comentar.
Una vez que te unas a Engormix, podrás participar en todos los contenidos y foros.
* Dato obligatorio
¿Quieres comentar sobre otro tema? Crea una nueva publicación para dialogar con expertos de la comunidad.
Crear una publicación
Súmate a Engormix y forma parte de la red social agropecuaria más grande del mundo.
Iniciar sesiónRegistrate