Importancia del pienso en la transmisión de la diarrea epidémica porcina

A pesar de ser una enfermedad conocida en Europa desde los años 70 y de haber provocado brotes epidémicos durante varias décadas, el PEDv (Virus de la Diarrea Epidémica Porcina) perdió su importancia tras la aparición de una inmunidad natural en las granjas porcinas europeas. 

La enfermedad es producida por un coronavirus muy parecido clínicamente al causante de la Gastroenteritis Transmisible (TGE), aunque sin ninguna similitud antigénica. El período de incubación es de sólo 12-24 horas y la propagación se extiende entre 3 y 4 semanas, produciendo mortalidad elevada, casi el 100% en cerdos antes del destete. La transmisión es por contacto oral con heces contaminadas, bien por contacto directo bien por fómites, y la prevención pasa por medidas de bioseguridad, desinfección y reposición negativa. El PEDv no es zoonótico ni de declaración obligatoria según la OIE.

Aunque no existen datos cuantitativos que valoren el riesgo de transmisión del PEDv a partir del pienso, con respecto a otras vías de transmisión, sí que existen evidencias de que el pienso es una fuente de entrada del virus en las granjas porcinas libres de la enfermedad (Scott Dee et al., 2014).

Son escasos los datos analíticos en cuanto a la contaminación de las materias primas y piensos por PEDv y los pocos que hay no permiten obtener conclusiones. Aún así se atribuyó al uso, como materia prima, de plasma porcino contaminado por el virus como causante de un reciente brote en Canadá (Canadian FoodInspectionAgency, 2014). Es por eso que la utilización de subproductos animales de origen porcino no debería descartarse como fuente de contaminación de los piensos. 

También se ha demostrado la transmisión de la enfermedad a partir de piensos positivos a PEDv y en los que no se había incluido ningún tipo de subproducto de origen porcino, por lo que se sugiere que el origen de la contaminación de los piensos podría ser posterior a la fabricación del mismo (Scott Dee et al., 2014). 

Existe amplia bibliografía en cuanto a las medidas de control para el PEDv a nivel de granja, aunque con respecto al pienso las referencias son pocas. Se han propuesto unos valores de tiempo y temperatura para el tratamiento del pienso, aunque estos límites están basados en un estudio realizado sobre la inactivación del virus en heces de porcino.

Tiempo  de retención teórico para inactivar el PEDv considerando un rango de temperaturas utilizadas durante el proceso de granulación.

Respecto al uso de ácidos, está reportado que el virus de la TGE es estable a un pH de 3 (Saif et al., 2012) y por extrapolación es de suponer que el PEDv también permanecería estable a valores de pH bajos (Sureemas, 2014).

En cuanto al uso de otros productos, está demostrado que el virus de la TGE se inactiva a una dosis de 0,03% de formalina (solución de formaldehído al 37%), aunque estos datos se obtuvieron a partir de estudios a nivel laboratorial (Brown, 1981).