Explorar
Comunidades en español
Anunciar en Engormix

Aspectos sanitarios en los programas de erradicación de enfermedades

Publicado: 4 de octubre de 2014
Por: María Pieters, DVM, PhD, Departamento de Medicina Poblacional Veterinaria, Facultad de Medicina Veterinaria, Universidad de Minnesota (EE.UU)
Introducción
Siempre que se planifican y diseñan programas de erradicación de enfermedades en granjas porcinas se deben tener en cuenta ciertos aspectos sanitarios que determinan la posibilidad de llevar a cabo el programa y en mayor medida las probabilidades de éxito del mismo. A groso modo, los factores a tener en cuenta a la hora de implementar un programa de erradicación son: 1. Clasificación del agente o enfermedad y procedimientos recomendados por la Oficina Internacional de Epizootias. 2. Herramientas de diagnóstico, tratamiento, control y prevención. 4. Impacto en la producción e inferioridad en el mercado con respecto a competidores. Cada uno de esto factores tiene sub-divisiones que son específicas para cada agente y sobre todo dentro de cada región. Por supuesto, existen otros factores que aunque no tengan efecto directo en la sanidad del rebaño, se deben tener presentes como parte integral del programa de erradicación, por ejemplo, planificación estratégica, esfuerzo mancomunado y evaluación costo-beneficio. En este resumen se comentarán algunos aspectos sanitarios básicos a tener en cuenta y cuales deben ser las premisas que se deben cumplir para poder llevar a cabo un buen programa de erradicación.

Tipo de enfermedad(es) o agente(s)a erradicar
Aunque en cada caso la enfermedad o agente del que estemos hablando tiene la importancia del momento, necesariamente existen ciertas enfermedades o agentes patógenos que generan supremacía entre ellos, y esto viene dado de acuerdo al riesgo o potencial de transmisión y probabilidades de rápida diseminación, a las serias consecuencias socioeconómicas en la población y a la importancia para el intercambio comercial. Por muchos años se han utilizado las listas de la OIE para determinar la importancia de la enfermedad en cuestión y como se debe actuar cuando se presente ese escenario, pero esto solo aplica a enfermedades de gran importancia y muchas de las enfermedades que combatimos día a día en las granjas porcinas no son mencionadas en estas listas.

Aspectos a considerar para la correcta implementación de un programa de erradicación
Sin lugar a dudas la correcta y exitosa implementación de un programa de erradicación se verá afectada mayormente por la certeza que exista para abordar y resolver la situación. Por ejemplo, hay que partir desde la precisa identificación del agente o enfermedad, por lo que el desarrollo y disponibilidad en el mercado de las pruebas diagnósticas para su identificación y evidencia de exposición de los animales al agente resultan indispensables. En los últimos años el desarrollo de pruebas de detección basadas en la identificación del material genético de los agentes ha mejorado nuestra capacidad para identificar microrganismos rápida y correctamente, sin embargo existe la desventaja que el material genético pueda ser detectado (sobre todo por la alta sensibilidad de las pruebas) y que no sea realmente infeccioso o que provenga de algún producto comercial para la prevención de la enfermedad. Por ello, el uso de pruebas que diferencian la vacunación o simple exposición al agente infecciosoes de gran utilidad, aunque solo se disponga de estos para un contado número de patógenos.
Una vez confirmada la circulación del agente o exposición de los animales a la enfermedad, se debe determinar cuales son los grupos etarios afectados y cual es la prevalencia a nivel de rebaño. Este paso puede resultar más fácil en cuadros clínicos que son bastante evidentes, de períodos de incubación corta y que pueden ser fácilmente diferenciados de otros agentes. Pero en ciertos casos, los signos clínicos incluyen una larga lista de diagnósticos diferenciales, no son uniformes o se evidencian después de mucho tiempo de exposición, inclusive cuando los animales han actuado como amplificadores de forma silente. Por otra parte, la prevalencia de la enfermedad puede no ser muy elevada, lo cual incrementa el número de muestras a evaluar. Existen varios programas disponibles en la red que facilitan el cálculo del tamaño de muestra dependiente de la prevalencia esperada, de la sensibilidad y especificidad de la prueba que se esté utilizando y del tamaño del rebaño.
Al igual que el diagnóstico constituye un pilar para programas de erradicación, los productos que generan inmunidad específica en los animales son otra base fundamental. La disponibilidad de vacunas de buena calidad, que sean seguras, efectivas y que generen una buena respuesta inmune en los animales es necesaria para un programa de erradicación. Las vacunas se utilizan en muchos casos no sólo para proteger a los animales de infecciones subsecuentes, sino también para disminuir la carga de patógenos y evitar la diseminación de los mismos. Productos vacunales de calidad facilitan en gran medida la eliminación de enfermedades.
En el plano de diseño de programas de erradicación, se hace necesario tener un claro entendimiento de la epidemiología del agente en cuestión. Por ejemplo, es importante tener claro ciertos conceptos y parámetros antes de comenzar el programa, por que definitivamente estos afectan la probabilidad de iniciar el proyecto. Por ello es necesario plantearse preguntas como: Cual es la potencial fuente de contaminación con el patógeno? Cual es la ruta de ingreso? Cuales son las poblaciones o grupos etarios más susceptibles? Por cuanto tiempo permanecen los animales infectados una vez que han sido expuestos? Cual es el status sanitario de las granjas vecinas? Cual es la probabilidad que el agente ingrese a través de fómites y vectores? Cuales son los reservorios de la enfermedad? Cuando se pueden introducir animales libres al rebaño?Cuales son las precauciones que se deben aplicar para mantener al rebaño libre de la enfermedad una vez que se ha completado el programa?
Ciertamente, no todas las respuestas se tienen para todos los patógenos, pero existe mucha información en la literatura que ayuda a dilucidar las respuestas basadas en experiencias que se obtienen utilizando otros agentes o microrganismos como ejemplos pertinentes para extrapolar, y sobre todo basados en el hecho que la epidemiología emplea herramientas matemáticas para predecir escenarios potenciales. El modelo de escenarios de enfermedad y transmisión se ha convertido en un área de mucha investigación y ha sido acoplado a la capacidad de trazar las rutas de transmisión de los agentes dentro de una región específica. También las técnicas moleculares se emplean junto con la epidemiología para investigar las fuentes de infección, establecer zonas de mayor o menor riesgo e identificar reintroducciones, entre otros.
En los últimos años, en la industria porcina se ha generado excelente información para la aplicación práctica en el área de bioseguridad, la cual resulta prioritaria para programas de erradicación. La erradicación no puede verse solamente como el hecho de eliminar un agente de un rebaño, sino como también el hecho de mantenerse libre a través del tiempo, después que se ha alcanzado el objetivo de eliminación. Otro concepto en esta arena, quizá un poco menos común es biocontención, el cual también resulta importante desde la perspectiva ambiental y la salud de rebaños vecinos, pues no se trata solo de evitar la entrada de patógenos a la granja, sino también evitar que ciertos microrganismos alcancen a otras unidades de producción y representen un riesgo para industria local y la salud pública.
Una ventaja de la planificación meticulosa de programas de erradicación es que puede permitir su flexibilidad y adaptación a las necesidades especificas de la granja, el rebaño, la localidad o incluso el país. Sin lugar a dudas, la mayoría de los programas de erradicación se inician por decisión y solicitud de un dueño o médico veterinario, pero frecuentemente involucra más que un solo espacio físico con animales. Varios ejemplos se pueden mencionar de esfuerzos mancomunados para alcanzar metas más grandes, como erradicación regional del virus reproductivo y respiratorio del cerdo (PRRSV) por condados en Minnesota (EEUU) o el caso de programas de erradicación nacional de Mycoplasma hyopneumoniae(M. hyopneumoniae) en Suiza o PRRSV en Chile.
Otra forma de aumentar el valor y significancia de un programa de erradicación es haciendo una combinación de agentes a eliminar y aprovechar los esfuerzos que supone el programa. Sin embargo, esto no es posible en todos los casos. Por ejemplo, la erradicación conjunta de PRRSV y M. hyopneumoniae a través de programas que suponen un cerrado de granja es bastante común en los EEUU aunque ello implique prácticas de manejo que resultan más complicadas.
Un programa de erradicación es un proceso que debe incluir a todos los que toman parte en la granja, ya que en gran medida el éxito o fracaso va a venir dado por la participación de todos y cada uno de los integrantes del grupo. Por ejemplo, la limpieza y desinfección de los equipos e instalaciones es un factor básico para lograr mantener a los patógenos fuera de la granja, por lo que el interés y la participación de todo el personal son vitales. Indudablemente, un programa de erradicación implica que luego de completada la eliminación los animales que ingresen al plantel deben ser certificados como libres de la enfermedad, de lo contrario se habrán perdido todos los esfuerzos anteriores. En algunos casos se dispone de fuentes conocidas de animales libres, pero esto no debe darse por cumplido, por lo que un programa de vigilancia debe implementarse desde el inicio. Siempre se debe considerar la posibilidad, ya sea intencional o no, de ingreso de animales infectados a la granja y tener un plan de contingencia listo para ser ejecutado. La detección temprana del foco de infección puede representar una salida fácil al problema, antes que la mayoría de los animales hayan sido expuestos y la infección se haya diseminado en el grupo.
Por supuesto, no todos los ángulos de un programa de erradicación pueden ser positivos, pero la relación costo-beneficio generalmente favorece su implementación. Un par de limitaciones importantes que vienen al caso son: la potencial pérdida de material genético al eliminar animales positivos y la pérdida en la producción que pueda generar el programa. Todos estos aspectos deben ser cuidadosamente estudiados antes de poner en marcha el programa y asegurarse que los beneficios serán más significativos. Un médico veterinario bien asesorado es la mejor fuente de información para un productor que estudia la posibilidad de implementar un programa de erradicación en su rebaño. Muchas veces no se trata de reinventar los protocolos sino de adecuarlos a la situación específica del sistema de producción y esto sólo se logra entendiendo las bases, ventajas y limitaciones de la estrategia a aplicar.
Temas relacionados
Autores:
Maria Pieters
University of Minnesota
Recomendar
Comentar
Compartir
Profile picture
¿Quieres comentar sobre otro tema? Crea una nueva publicación para dialogar con expertos de la comunidad.
Súmate a Engormix y forma parte de la red social agropecuaria más grande del mundo.