2018: Otra lección aprendida

En el año 2018 hemos tenido 365 días, algunos intensos y algunos relajados, hicimos cosas bien y nos sentimos orgullosos de ello, pero también cometimos errores y estaremos arrepentidos por haber tomado malas decisiones, no obstante, debemos considerarlo para que no sea solo un año más, sino un año que nos sirva para mejorar.

2018 nos dejó claro que el negocio del cerdo ahora está bien globalizado, y que nadie es inmune a las fluctuaciones económicas de otros países, como sucedió con la guerra comercial entre Estados Unidos y China, la respuesta de Canadá y México ante las presiones de los precios del acero y otros metales, las variaciones en las divisas, los cambios políticos, y las emergencias sanitarias internacionales, como Peste Porcina Africana.

Como país, México afrontó la sucesión política en su cambio de gobierno, y casi al mismo tiempo cerro las negociaciones para firmar el nuevo tratado de libre comercio entre Canadá, Estados Unidos y México, mientras expande sus horizontes de exportaciones de cerdo rumbo a Asia. Nuevas plantas de sacrificio, nuevos obradores, empresas en expansión, con un precio estable que nos permite la ineficiencia de 22 vendidos por hembra por año, asociado a una porcicultura de traspatio que pretende crecer.

Ahora es tiempo de hacer el análisis y revisar concienzudamente lo que salió mal, todos y cada uno de los fracasos y errores, encontrar la raíz del problema, hacer la reingeniería de los procesos y volver a empezar, ideando nuevos planes y realineando las estrategias. Aprendamos de nuestros errores.

Del mismo modo, se debe analizar lo que salió bien, hacer los ajustes pertinentes y ubicarlos en el presente para actualizarnos de tal manera que no perdamos impulso al afrontar los retos futuros. Aprendamos de nuestros logros.

EL TIP: El 2019, serán otros 365 días de nuevos retos y oportunidades, pero sin duda 2018 fue otra gran lección aprendida.