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Síndrome del bajo tenor de grasa en leche

Publicado: 12 de octubre de 2018
Por: Eloy Eduardo Salado, Gustavo BRETSCHNEIDER , Dario Raul ARIAS.
La grasa butirosa es el principal componente energético de la leche en los bovinos y contribuye a muchas de las propiedades físicas, características de manufactura y cualidades organolépticas de la leche y productos lácteos. Está compuesta básicamente por triglicéridos (más del 98%) en forma de glóbulos de 1 a 7 µm de diámetro y el 2% restante son fosfolípidos, diglicéridos, colesterol libre y esterificado, ligados a la membrana del glóbulo graso.
Los triglicéridos que componen la grasa butirosa poseen una molécula de glicerol esterificada con 3 ácidos grasos (AG) de distinta longitud. El largo de estos AG se extiende desde 4 (ácido butírico) hasta 18 átomos de carbono con distintos grados de saturación (ácidos esteárico C18:0, oleico C18:1, linoleico C18:2 y linolénico 18:3).
Los AG de cadena corta y media (C4 a C14) se sintetizan de novo en glándula mamaria. Esta síntesis ocurre a partir del ácido acético y del β hidroxibutirato resultante de la fermentación de los forrajes que ocurre en el rumen y en el intestino grueso, y del ácido acético y butírico contenido en silajes, en caso de que estos últimos conformen parte de la dieta. Los AG de cadena larga de 18 átomos de carbono, en cambio, no son sintetizados por la glándula sino que son captados como tal del plasma sanguíneo y proceden de los triglicéridos contenidos en la dieta, de los AG no esterificados provenientes de la lipomovilización y de la síntesis de grasa microbiana a nivel ruminal (las bacterias sintetizan AG de novo a partir de precursores carbonados).
El ácido palmítico (C16) tiene ambos orígenes, parte es sintetizado por la glándula y parte es tomado del torrente sanguíneo. Se estima que aproximadamente la mitad de los AG de la grasa butirosa son sintetizados de novo por la glándula y la mitad restante son tomados directamente del plasma sanguíneo.
Para muchas especies, la composición en AG de la grasa láctea refleja fuertemente la composición en AG de la dieta. Los rumiantes son una excepción a causa de que los lípidos dietarios sufren un extenso metabolismo por los microorganismos ruminales, lo cual resulta en una marcada diferencia entre el perfil de AG de la dieta (mayoritariamente insaturado) y el que abandona el rumen (mayoritariamente saturado). Los dos principales procesos que ocurren en el rumen son la lipólisis (hidrólisis de los enlaces éster de los lípidos) a partir de la cual se obtienen AG libres y glicerol y la biohidrogenación (saturación de los dobles enlaces con iones hidrógeno) de los AG insaturados los cuales son luego incorporados rápidamente a los lípidos de los microorganismos.
Sin embargo, la dieta puede afectar marcadamente la población bacteriana y los procesos microbianos del rumen y en consecuencia, la dieta y la nutrición tienen efectos importantes sobre el contenido de grasa y el perfil de AG de la leche, aún en rumiantes. Uno de los ejemplos más claros de esto ha sido caracterizado como el Síndrome del bajo tenor de grasa en leche, más comúnmente llamado depresión de grasa láctea (MFD, por sus siglas en inglés). MFD ocurre cuando la alimentación con una dieta particular reduce marcadamente el contenido de grasa y altera la composición en AG de la leche. Se caracteriza por una disminución del tenor graso de hasta un 50% y cuando no hay otros factores complicando el cuadro, la producción de leche no declina y el contenido de proteína y lactosa permanecen esencialmente sin cambios.
MFD puede ser un indicador de patologías que repercuten sobre la producción de leche (acidosis ruminal). Sin embargo, si las vacas padecen MFD pero no presentan problemas de salud, no debería ser un tema preocupante. En tal sentido, MFD se puede considerar beneficioso, ya que se requiere menor cantidad de energía por litro de leche producido y esa energía consumida pasará a formar parte de las reservas corporales, lo cual beneficiará a las vacas con pobre condición corporal.
Es importante aclarar que MFD no debe ser considerado como un síntoma inequívoco de acidosis ruminal, ya que puede ser inducido por otras causas, como un exceso de grasa insaturada en la ración. Por otro lado, la presencia de vacas con acidosis puede no ser detectada a través del tenor de grasa de la leche del tanque y es necesario realizar controles individuales para ello. En este sentido, las vacas con alta probabilidad de padecer acidosis tienen una concentración de grasa butirosa un punto porcentual por debajo de la media de la leche del tanque y/o la diferencia entre el porcentaje de proteína y de grasa en leche es > 0,4%.
Existen tres teorías basadas en cambios en los procesos microbianos del rumen inducidos por la dieta que intentan explicar la etiología de MFD.
  • Teoría de la Deficiencia de Acetato o Butirato: esta teoría sostiene que cuando se suministran raciones con una baja relación forraje:concentrado, la producción de acetato y ß-hidroxibutirato en el rumen disminuye hasta el punto que limita la producción de grasa butirosa.
  • Teoría Glucogénica o de la Insulina: esta teoría postula que en condiciones de acidosis ruminal se producen grandes cantidades de propionato que inducen la secreción de insulina, lo cual resulta en una disminución de la disponibilidad de precursores para la síntesis de grasa en glándula mamaria, ya que la insulina estimula la lipogénesis en el tejido adiposo.
  • Teoría de la Biohidrogenación: actualmente, la causa más aceptada para explicar este síndrome está relacionada con la producción de un isómero de ácido linoleico conjugado (CLA, por su abreviatura en inglés) en el rumen, el trans-10 cis-12 CLA, el cual es un intermediario del proceso de biohidrogenación ruminal del ácido linoleico, contenido principalmente en la fracción lipídica de las semillas de oleaginosas. Este isómero de CLA es un potente inhibidor de la síntesis de novo de AG en la glándula mamaria. Se ha demostrado que bastan 3,5 g/día de este compuesto a nivel ruminal para producir una reducción de un 25% en la producción de grasa butirosa. El mecanismo propuesto consiste en que el CLA producido en el rumen pasa al intestino delgado donde es absorbido y en la glándula mamaria deprime la expresión de enzimas lipogénicas y por ende, la síntesis de novo de AG.
Se propone que para que se genere este CLA en rumen deberían darse 2 situaciones, una fermentación ruminal alterada y la presencia de AG poliinsaturados (PUFA, por sus siglas en inglés). Entre los factores de riesgo relacionados con una fermentación ruminal alterada, se encuentran un bajo pH ruminal (las vías típicas de biohidrogenación ruminal se inhiben a pH < 6), un elevado consumo de concentrados (> 40% MS, particularmente si contienen carbohidratos no estructurales de rápida degradabilidad ruminal) y un bajo contenido de fibra efectiva (FDNef) en la ración (< 22% MS). Cabe aclarar que desde el punto de vista nutricional el concepto de FDNef se refiere a la capacidad de la fibra para promover las actividades de masticación y rumia y una buena producción de saliva, principal amortiguador de los ácidos ruminales por su contenido de bicarbonato, permitiendo optimizar la fermentación y evitando la ocurrencia de episodios de acidosis subclínica. Bajo las condiciones mencionadas, además de formarse trans-10 cis-12 CLA, se produce el ácido trans-10 C18:1, el cual no inhibe directamente la síntesis de novo en glándula mamaria pero se detecta en leche, pudiendo utilizarse como indicador de una biohidrogenación ruminal alterada (Fig. 1).
 
Figura 1. Vías de biohidrogenación normal (derecha) y anormal (izquierda) del ácido linoleico. Adaptado de Latrille, 2010.
Síndrome del bajo tenor de grasa en leche - Image 1
En la Figura 1 se muestra que básicamente hay 3 formas de afectar el contenido de grasa butirosa: 1) Aumentar los aportes de PUFA de 18 carbonos (fundamentalmente ácido linoleico) no protegidos, 2) Alterar el ambiente ruminal y los patrones de biohidrogenación y 3) Alterar la tasa de biohidrogenación ruminal.
Una vez comenzado el suministro de la dieta inductora a MFD, existe un intervalo de 7 a 18 días hasta el momento a partir del cual se producen las alteraciones de la biohidrogenación ruminal.
Es importante tener en cuenta que muchos de los alimentos utilizados frecuentemente en la alimentación de vacas lecheras (granos de cereales, semillas de oleaginosas, silaje de maíz, heno de alfalfa y forrajes verdes) poseen PUFA en su composición grasa.
En este sentido, en los sistemas pastoriles de producción, MFD ocurre frecuentemente con el inicio de la primavera. En esta época del año se dan las mejores condiciones ambientales para el crecimiento de las pasturas y se produce un cambio de alimentación con mayor participación de las mismas en la dieta del rodeo. Las características del pastoreo selectivo de los bovinos en condiciones de abundante oferta de pastura (mayor presión de selección sobre hojas y tallos tiernos) determinarán el consumo de una ración desbalanceada, con elevado contenido de agua y de proteínas degradables y déficit de FDNef. Esta última tiene una relación directa con la síntesis de grasa butirosa. Además de lo mencionado, cabe destacar que durante la primavera las pasturas poseen concentraciones más elevadas de PUFA (C18:3 y CLA). Esto sumado a la carencia de FDNef, favorece la activación de las vías atípicas de biohidrogenación, con la consiguiente producción de los isómeros responsables de MFD.
Medidas de manejo nutricionales para controlar MFD en los rodeos lecheros
  • Ante la inclusión de concentrados energéticos (CE) en la ración, debe tenerse en cuenta:
    • la cantidad incluída: se sugiere un suministro de 1 kg CE/4 kg leche, con un límite máximo de hasta 10 kg MS/día para vacas produciendo más de 40 kg leche/día.
    • el tipo de almidón contenido en el CE: los granos de trigo y cebada contienen almidón de rápida degradabilidad ruminal y por ende, son más propensos a inducir acidosis que los granos de maíz y sorgo, cuyo almidón se degrada más lentamente.
    • el grado y tipo de procesamiento: tanto los tratamientos térmicos como una molienda fina (< 2 mm) aumentan la velocidad de fermentación del almidón, por lo que los CE sometidos a algún tipo de procesamiento conllevan un mayor riesgo de acidosis con respecto a los no procesados.
    • el contenido de FDNef de la ración: debe asegurarse un mínimo de 22% de la MS. Se recomienda la suplementación con heno (1,5 a 2,0 kg MS/vaca/día) como fuente de fibra larga.
  • Ante la inclusión de alimentos con alto contenido de PUFA, como así también durante la utilización de las pasturas en primavera, es válida la última recomendación.
  • El uso de sustancias buffer en la ración, como bicarbonato de sodio y óxido de magnesio, pueden ayudar a mantener el pH ruminal dentro de rangos normales. Las dosis recomendadas son de 1% y de 0,3-0,4% de la MS consumida, para bicarbonato de sodio y óxido de magnesio, respectivamente. Debido a que el óxido de magnesio es un alcalinizante y el bicarbonato es un tampón, existe una sinergia entre ambas sustancias y su uso combinado es más eficiente que cuando se utilizan por separado. La combinación recomendada de bicarbonato de sodio y óxido de magnesio es de 3 a 1.
  • El silaje de maíz (y todos los silajes en general) aportan una carga adicional de ácido al rumen, que en conjunción con la menor efectividad de su fibra en relación a los henos, favorece la caída del pH ruminal y la modificación de los patrones de biohidrogenación.
  • La incorporación de monensina, por la alteración del ambiente ruminal que provoca, es otro factor causante de la producción de isómeros responsables de MFD. La monensina es un antibiótico que inhibe el crecimiento de las bacterias Gram positivas en rumen y de esta forma se reduciría la tasa de biohidrogenación ruminal del ácido linoleico.
  • La suplementación con lípidos protegidos de la degradación ruminal en vacas de alto potencial de producción en primer tercio de lactancia, es una alternativa que permitiría incrementar la concentración energética de las raciones reduciendo el riesgo de acidosis.
  • Además de las cuestiones inherentes a la formulación de las raciones, es importante considerar también aspectos relacionados al racionamiento que pueden alterar los patrones de consumo y la estabilidad del pH ruminal a lo largo del día. Algunos de ellos son: espacio de comedero (se recomienda ≥ 70 cm/vaca); tiempo de acceso a la ración; consistencia en el suministro diario de las raciones (contenido de MS, proporción de cada alimento en la mezcla, uniformidad de mezclado); etc.

BACH, A. 2002. Trastornos ruminales en el vacuno lechero: Un enfoque práctico. http://albeitar.portalveterinaria.com/noticia.asp?ref=3494&pos=383 (25/02/15)

BAUMAN, D.E. and GRIINARI, J. M. 2003. Nutritional regulation of milk fat synthesis. Annu. Rev. Nutr. 23: 203-227.

BERGEN, W.G. 2009. Milk-fat depression and lipid repartitioning in lactating dairy cows. J. Nutr. 139: 826-827.

BRETSCHNEIDER, G. 2009. Acidosis ruminal en el ganado lechero. http://inta.gob.ar/documentos/acidosis-ruminal-en-el-ganadolechero/at_multi_download/file/acidosis_ruminal_2009.pdf (25/02/15)

FUENTES ÁLVAREZ, M.C. 2009. Modificación del perfil de ácidos grasos de la leche a través de la manipulación nutricional en vacas lecheras: el papel del rumen. Tesis Dr. Universitat Autonoma de Barcelona, Facultat de Veterinaria, Bellaterra, España. 235 p.

GALLARDO, M. El inicio de la primavera en el tambo: ¿Por qué baja la grasa en leche? http://rafaela.inta.gov.ar/proy_nac_lecheria/grasa_%20primavera.htm (25/02/15)

LATRILLE, L. 2010. Metabolismo ruminal de los lípidos. En: Contreras, P.A. y Noro, M. eds. Rumen: morfofisiología, trastornos y modulación de la actividad fermentativa. 3 ed. Valdivia: América. 135 p.

PÉREZ, C.L. 2011. Influencias de la alimentación en la composición química de la leche. Tesis Med. Vet. UNCPBA, Facultad de Ciencias Veterinarias Tandil, Argentina. 68 p.

REARTE, D.H. 1993. Alimentación y composición de la leche en los sistemas pastoriles. INTA CERBAS, Balcarce, Argentina. 94 p.

Temas relacionados
Autores:
Bretschneider Gustavo
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria - INTA
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Eloy Eduardo Salado
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria - INTA
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Dairon
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Umberto Francesa
15 de marzo de 2019
Hay un articulo en un sitio en el internet que describe muy bien el Síndrome de Depresión de la grasa en leche o "Fat Depression". El sitio es Dairy Australia. En una página describe didácticamente lo que hay que saber acerca de MFD, y muy interesantemente para mi la realización que en ellos la dividen en dos situaciones de alimentación tradicionales en lechería moderna: a) Pastoreo intensivo en forrajes de alta calidad que contienen elevadas cantidades de (PUFA's), entre otros Ácido Linoleico. En esta categoria estan incluidos ensilaje de forrajes de alta calidad en la dieta, y en cantidades elevadas; ejemplo: como una alternativa al pastoreo de gramíneas durante la estación seca. b) Alimentación de animales estabulados con dietas altas en almidones y donde la función de la fibra neutra potencialmente digestible o pdFDN no es bien definido. En el primero, que es que nos debiera involucrar más ya que aplica a los sistemas de pastoreo intensivo, se teoriza que lo que ocurre es una falla en la "biohidrogenación" de los PUFA'S por la microflora ruminal. Se cree que en estas dietas con estos tipos de forrajes son muy digestibles, y el tránsito de materia orgánica fermentado en el rumen incrementa hacia el estómago verdadero o abomaso. Estas diferencias en los radios de digestión (Kd's) y radios de pasaje (Kp's), provocan que cantidades de estos PUFA's escapen al abomaso y de ahí absorbidos en intestino por la glándula mamaria causando Depresión de Grasa en la Leche. Analizando el caso, hace sentido incluir en esta dietas fibras de lenta fermentación, como las pajas y henos. El aumento del tamaño de corte en forrajes ensilados, es otra práctica de consideración. El proceso bioquímico que ocurre una vez que biohidrogenación en "incompleta" en el rumen, y PUFA's, especialmente el ácido Linoleico termina en los contenidos del intestino. Solamente una pequeña cantidad de este lípido (trans-10, cis-12 Conjugated Linoleic Acid (CLA) es necesaria para causar una merma en la concentración de grasa de la leche en un 25%.
Sergio Chavez
Ucalac Industrias Lácteas
17 de febrero de 2019
Raul, es correcta tu apreciacion, en esta region de la provincia de Cordoba, hay productores que acuden a esta practica, con muy buenos resultados.
Raul Jesus Santivañez
Agropecuaria Tayanga
15 de febrero de 2019
Amigo Wulian Velazque La Acidosis consiste en el incremento de protones de Hidrógeno en el ambiente ruminal y que se puede controlar conociendo cual es el origen de este incremento; en la practica diaria de la ganadería lechera principalmente se puede producir por por dos practicas mal llevadas que son Incremento de carbohidratos altamente fermentables en la ración (almidones con muy bajo PKa o en su defecto bajos niveles de Fdn ef o lo que es lo mismo escasos forrages que estimulen la rumia. Si sabes cual es el origen de tu problema fácilmente lo puedes solucionar. La adision de sustancias para controlar la producción de ácido te ayudara en muchos casos, puedes usar alcalinizares cuando el acudo esta formado y buffers cuando lo que deseas es evitar la formación de ácido en muchas explotaciones emplean los dos aditivos en la proporción de 300 gr de Bicarbonato (Buffer) y 100 gr de Oxido de Magnesio (Alcalinisante.)por vaca al día. Es bueno saber que el ecosistema ruminal mantiene en equilibrio de las poblaciones bacterianas principalmente entre las bacterias amiloliticas que digieren los almidones y que prefieren un pH de 5.5 - 6.2 y las fibroliticas que digieren la fibra (forrajes)y que les agrada el pH 6.2 -7 existe ademas un grupo de bacterias que participan manteniendo el equilibrio y cuando se incrementan las poblaciones amiloliticas principalmente el Estreptococo bovis ellas generan gran cantidad de ácido láctico el mismo que normalmente es digerido por la Megasphera elsdenii para mantener así el equilibrio del ecosistema ruminal. Espero haberte ayudado en aclarar tus dudas. Saludos fraternos desde el Norte del Perú Raúl
Raul Jesus Santivañez
Agropecuaria Tayanga
14 de febrero de 2019
Amigos del Foro Si mal no me equivoco he participado por lo menos en otros cuatro o cinco foros referidos al mismo tema, creo que esa realidad nos muestra la gran importancia que para los ganaderos y técnicos en leche ria tiene el tema como buen hispano parlante la llamare SILA (Síndrome de leche ácida Durante múltiples oportunidades he tenido que solucionar problemas sila en diversos establos de la región donde trabajo, en muchos de los casos no se ha presentado juntamente con cuadros de acidosis sub-clínica y mucho menos con cuadros de acidosis clínica en estos casos realmente el reto que se presenta en muy interesante por cuanto cuando hay acidosis la solución es bastante simple mediante el empleo de Buffers y Alcalinizares. La problemática es mas importante cuando NO HAY ACIDOSIS en la mayoría de los casos lo hemos solucionado revisando y mejorando los niveles de proteína digestible en el rumen esto aun en casos que se empleaba forrajes de buena calidad (chala forrajera en punto de leche) sin necesidad de emplear otro aditivo. Si tenemos una ración bien balanceada sinceramente no creo que que sea de utilidad el empleo de micro elementos que lo único que harían es subir nuestros costos de producción. Si estoy de acuerdo con la opinión de varios participante que el empleo de semillas oleaginosas es determinante en la producción de esta sintomatologia que nos limita el ingreso de la leche en planta. Saludos fraternos desde el norte del Perú Raúl
Umberto Francesa
14 de febrero de 2019
Estimados colegas, en el sitio que les menciono más abajo, hay una disertación muy interesante del Dr. Rick Grant, del Instituto Miner en Chazy NY que podría muy bien ampliar la importancia de los tiempos de digestión ruminal de la fibra en vacas en pico de producción láctea. Resalta la importancia de considerar la calidad de la fibra, en términos de :digestibilidad, fermentación y tamaño de la partícula midiendo aquellos indicadores productivos y de salud animal importantes. Se los recomiendo. La disertación puede ser oída en Inglés, español y portugués. https://agmodelsystems.com
Pastor Ponce Ceballo
5 de noviembre de 2018
Agradezco los comentarios del Dr Umberto y el Dr Rene Alejandro. Todos estamos por aprender todos los días unos de los otros con humildad. Reconozco que es un tema emocionante pues la bioquímica ruminal y hasta las características de la fotosíntesis de los pastos tropicales y leguminosas es algo asombroso y la explicación para los productores es difícil pues es hacerlo con palabras sencillas. Aquí estamos para poner un granito de arena en la ayuda a los productores
Umberto Francesa
5 de noviembre de 2018
Tengo que admitir que estaba equivocado en cuanto al comentario que hice, asegurando que vacas en pastoreo rotacional intensivo no adquieren MFD, debido a que sus dietas son altas en FDN. Sin embargo, sería una biohidrogenación incompleta el culpable más probable en el desencadenamiento de MFD en vacas en pastoreo y vacas en dietas altas en concentrados y con contenidos bajos en FDN efectiva. Hoy en día se cree que para que MFD ocurra se necesitan 2 condiciones: 1) la presencia de significantes niveles de PUFAS en el rumen, entre los cuales uno de ellos sería, pasturas de alta calidad, con altos contenidos de aceites de cadena corta (como serian pastos muy tiernos y bajos en FDN efectiva, tal como ocurriría durante la época lluviosa en países tropicales). 2) una alteración en la fermentación ruminal debido a una baja relación forraje:concentrado, en donde como han mencionado otros participantes bajos pH ruminales irían a causar cambios fundamentales en la microflora ruminal. Lo anterior provocaría un movimiento más rápido del contenido ruminal hacia el abomaso e intestino delgado incluyendo lípidos en la dieta que no fueron fermentados correctamente por el proceso de biohidrogenación. Es necesario entender que la escasez de FDN efectiva es un factor contribuyente en este fenómeno, pero no el principal agente etiológico en el mismo.
Pastor Ponce Ceballo
4 de noviembre de 2018
Durante mas de 25 años realice mas de 2,5 millones de análisis de muestras de leche en vacas individuales y de mezclas y el problema se presenta también en el trópico. Respeto mucho la opinión de los demás pero siempre que participo lo hago no en el plano teórico sino también practico y de paso tengo un PHD en el tema. Saludos
Umberto Francesa
4 de noviembre de 2018
Estimados lectores, en el pastoreo rotacional intensivo, la depresión de grasa en leche (MFD) es un síndrome de poca ocurrencia debido al tipo de alimentación que la vacas reciben; así como, a las menores producciones de leche/vaca y menor estrés a los que estos rebaños son sometidos. El éxito de una empresa lechera, ya sea en Nueva Zelanda o en Costa Rica, depende de la calidad de los forrajes que las vacas pastorean, diferencia de mayor importancia con su contraparte en animales estabulados o semiestabulados, en donde la producción de leche depende esencialmente en mezclas de forrajes y cereales. Hay que hacer esta aclaración, el articulo es muy importante, pero la audiencia que se va a beneficiar del mismo, está en ubicaciones geográficas diferentes a la de aquellos países tropicales, en donde la nutrición de vacas lecheras depende de forrajes de tipo C4, altos en lignina y FDN efectiva. Fenología es un arte en el manejo de pastos, que los lecheros de los países tropicales han aprendido muy bien y esencialmente nos enseña que las vacas pastorean en ciclos rotativos, tomando en cuenta la producción de masa foliar en un potrero o predio, tomando en cuenta factores ambientales y de manejo tales como: estación del año, precipitación o riego, fertilización, etc,. Pastos tropicales del tipo C4 son pastoreados cuando tienen 4 a 41/2 hojas por espiga o estolón. Un mayor número de hojas, indica que el pasto en cuestión ha madurado al punto en que nutricionalmente, el porcentaje de lignina a incrementado bajando la digestibilidad del mismo. Pastos de clima templado (C3) como el Ryegrass perenne, el número de hojas por espiga debería ser de 3. Mi punto es que hay que ser muy claro al hacer recomendaciones en nutrición animal. Vacas lecheras en pastoreo rotacional intensivo "no"se benefician en absoluto incrementando la edad del forraje que las mismas pastorean; siempre y cuando cuando se sigan las recomendaciones empleadas en el metodo neozelandés mencionado, que toma en cuenta el número de hojas óptimo que cada especie produce entre pastoreos.
Pastor Ponce Ceballo
4 de noviembre de 2018
Totalmente de acuerdo con el Dr Ruben Dario. He investigado durante años el tema y es bastante comun en vacas con SILA muy asociado a acidosis ruminal. Tambien hay que tener en cuenta que dietas con altos niveles de concentrados y baja fibra es lo clasico del sindrome de baja grasa. Por otra parte los ganaderos que tienen ganado tipo Holstein estos presentan las menores concentraciones de grasa lactea y que esta es inversa al volumen de produccion. Por ello durante el pico de lactancia la grasa es menor que en la etapa final de la lactancia. Tambien es muy cierto que en estos casos asociados a problemas metabolicos la relacion proteina/grasa se acerca a uno.
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