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Regularidad en la alimentación con leche

Publicado: 15 de octubre de 2020
Por: Jim Quigley. Experto y referente internacional en la crianza de terneros. Ph.D., PAS, Diplomate, ACAN Technical & Research Manager Calf & Heifer Provimi North America
Introducción
Regularidad en la alimentación con leche - Image 1Investigaciones recientes han demostrado que la leche de descarte puede variar significativamente en el contenido de sólidos, dependiendo principalmente de la cantidad de agua que contamina el producto. Esto disminuye los sólidos en la leche, reduciendo el consumo total de nutrientes. La variación en el lacto-rreemplazante reconstituido para terneros puede darse cuando se mezclan diferentes cantidades de polvo. Ya sea cuando se preparan raciones individuales o bolsas enteras a la vez, la variación en la proporción de polvo y agua puede afectar los nutrientes con los que se alimenta a un ternero. Sabemos que la variación en el consumo de nutrientes puede afectar el crecimiento. Sin embargo, otra pregunta importante es si la variación de por sí afecta al crecimiento o a la salud. Los cambios en la cantidad o concentración de nutrientes que van al intestino podrían afectar potencialmente muchos aspectos del ambiente intestinal, alterando así la digestión y la salud.
Investigaciones interesantes 
La cuestión de la variación fue abordada en dos estudios de Hill y otros (2008). Los investigadores utilizaron dos estudios para evaluar la cuestión de la variabilidad y su efecto sobre el rendimiento de los terneros alimentados con leche.
Estudio 1.
El primer estudio comparó la alimentación con una cantidad fija de materia seca de lactorreemplazante o leche entera o una combinación de los dos. En la Tabla 1 se muestran los tratamientos. Los terneros alimentados con lactorreemplazante (CMR) recibieron 454 g/día (454 g en materia tal cual; 432 g/día en materia seca) reconstituidos en 3,8 litros de agua. Esto se dividió en dos tratamientos iguales administrados a la mañana y a la tarde. El segundo tratamiento (MIX) era una mezcla de materia seca de lactorreemplazante (227 g de polvo) y leche entera de un tambo local.
Regularidad en la alimentación con leche - Image 2
Tabla 1. Tratamientos del Estudio 1
El tercer tratamiento (MILK) era con leche entera en la misma materia seca que los otros tratamientos. Se agregó agua a los tratamientos MIX y MILK para que todos los terneros recibieran 3,8 litros de líquido por día. Los terneros fueron alimentados con 3,8 litros de líquido por día hasta el día 39, luego se redujo en un 50 % hasta el desleche en el día 42. Todos los terneros recibieron un alimento de iniciación comercial y agua a libre disposición durante todo el experimento de 56 días de duración. ¿Qué descubrieron los investigadores? Los resultados están en la Tabla 2.
Regularidad en la alimentación con leche - Image 3
Tabla 2. Rendimiento de los terneros del Estudio 1 desde el día 0 hasta el día 42. *P para CMR frente a MIX y MILK. Diarrea** = puntuación de la diarrea en escala = 1 (normal) a 5 (diarrea grave).
Los terneros alimentados con lacto-rreemplazante en este estudio crecieron más rápido antes del desleche, con-sumieron más alimento de iniciación (CS) y fueron más eficientes en el uso de los nutrientes para el crecimiento (FE).
Los terneros alimentados con lacto-rreemplazante crecieron mejor a pesar de que consumieron un poco menos de proteína y grasa.
La leche utilizada en el estudio aumentó la cantidad de proteína cruda y grasa consu-mida por los terneros alimentados con mezcla y leche.
Por lo tanto, los resultados son parti-cularmente interesantes, ya que los terneros alimentados con lacto-rreemplazante crecieron mejor y de manera más eficiente a pesar de que consumieron menos proteína cruda y grasa.
Entonces, ¿qué causó esta diferencia? Una diferencia entre los tratamientos fue la concentración de bacterias administrada a los terneros. La leche utilizada en este estudio no se pasteurizó. El conteo promedio de UFC para los tratamientos CMR (lactorreemplazante), MIX (mezcla) y MILK (leche) fue de 2226, 67 571 y 126 905 UFC/ml, respectivamente.
Los investigadores sugirieron que el aumento de la cantidad de bacterias en la leche utilizada en los tratamientos con mezcla y con leche podría afectar el rendimiento del animal. La cantidad total de bacterias fue mayor de lo que algunos han recomendado (James y Scott, 2007) como para administrar a los terneros sin pasteurización. Sin embargo, las pun-tuaciones de la diarrea neonatal o la cantidad de días con diarrea neonatal no difirieron, por lo que las bacterias pro-bablemente no causaron enfermedad intestinal. Después del desleche (día 42) y hasta el final del estudio (día 56) no hubo diferencias en el crecimiento o el consumo entre los tratamientos, por lo que las diferencias en el consumo, el crecimiento y la eficiencia observados antes del desleche no parecieron tener efectos duraderos. Cabe destacar que la leche utilizada en el Estudio 1 era leche entera comercial. A pesar de que la leche era apta para consumo humano, la cantidad de sólidos, proteínas y grasas variaba con-siderablemente. El rango de sólidos fue de 10,5 a 15% (SD = 0,7).
Normalmente, esperaríamos que la leche entera tuviera aproximadamente 12,5% de sólidos con una variación mínima. Este estudio sugiere que es posible que debamos cambiar nuestras suposiciones con respecto a la leche entera. Por supuesto, varios estudios de investigación han demostrado que la leche de descarte varía en contenido de sólidos, proteína y grasa, incluso más que la leche entera comercial.
Regularidad en la alimentación con leche - Image 4
Tabla 3. Tratamientos utilizados en el Estudio 2. CMR1 = 27 % de proteína cruda y 17 % de grasa; CMR 2 = 27 % de proteína cruda y 31 % de grasa (base tal cual). Variable*: terneros alimentados con 545, 754, 681, 817, 608, 681, 681 g/día cada día de la semana durante todo el estudio. Cantidad promedio administrada = 681 g/día en cada período de 7 días.
Estudio 2.
El segundo estudio se diseñó para evaluar los efectos de los cambios diarios de la cantidad de lactorreemplazante admi-nistrada diariamente. Este estudio usó dos fórmulas de lactorreemplazante: una fórmula 27/17 (proteína cruda/grasa) similar a las fórmulas comerciales de lactorreemplazante que se utilizan en los EE. UU., y una fórmula 27/31 diseñada para asemejarse a la leche entera sobre una base de materia seca. Estos dos lactorreemplazantes se administraron en una cantidad fija (681 g/día) o variando de un día a otro, pero en un promedio de 681 g/día durante la semana. La cantidad administrada varió de 545 a 817 g/día, terneros recibieron un porcentaje fijo de materia seca (14,8%), por lo que la cantidad de líquidos que se les adminis-traba variaba diariamente (Tabla 3). No obstante, cada ternero recibió la misma cantidad de nutrientes al final de cada período de 7 días. En este estudio los terneros fueron deslechados el día 28.
En la Tabla 4 se muestran los resultados del ensayo. Los terneros alimentados con la dosis fija de lactorreemplazante (la misma cantidad de polvo todos los días) crecieron más rápido, comieron más ali-mento de iniciación y fueron más eficien-tes antes del desleche. Los efectos sobre el consumo de alimento de iniciación y la ganancia diaria promedio se mantuvieron incluso después del desleche.
Los resultados de este estudio son sorprendentes. Los terneros que recibieron lactorreemplazante en forma constante (681 g/día) crecieron más rápido, comieron más alimento de iniciación y fueron más eficientes que los terneros que recibieron cada día diferentes cantidades de lactorreemplazante, aunque el consumo de nutrientes era el mismo al final de cada semana. Este estudio llega a una conclusión clave: los terneros crecen mejor cuando están expuestos a una menor variación en el consumo de nutrientes. Esto parece afectar a los terneros no solo durante el período de alimentación con leche, sino también después del desleche.
Las implicancias de este estudio son importantes.
Regularidad en la alimentación con leche - Image 5
Tabla 4.  Rendimiento de los terneros alimentados con cantidades fijas o variables de lactorreemplazante (CMR). CMR1 = 27/17; CMR2 = 27/31. *Probabilidad de diferencia entre tratamientos fijo y variable.

Cuando controlamos la variación, los animales tienen un mejor rendimiento. Cuando no lo hacemos, pagamos el precio en términos de un menor rendimiento. Nos incumbe a nosotros como administradores de nuestros animales implementar estrategias de manejo con el fin de minimizar la variación en nuestros programas de alimentación.
A propósito, los terneros alimentados con el lactorremplazante con alto contenido de grasa (31%) en el Estudio 2 generalmente crecieron con más lentitud, comieron menos alimento de iniciación y fueron menos eficientes que los terneros alimentados con el lactorremplazante con menos contenido de grasa (17%).
Es importante señalar que el lactorreem-plazante con 17% de grasa se complementó con lisina, metionina y ácidos grasos específicos, mientras que el lacto-rreemplazante con 31% de grasa no se complementó con nada. Por lo tanto, la cantidad de aminoácidos esenciales y ácidos grasos varía entre los lactorreempla-
zantes. Por consiguiente, es probable que al menos parte de la diferencia entre las dos fórmulas de lactorremplazante se deba a las diferencias en estos nutrientes. A pesar de que normalmente pensamos que la proteína de la leche proporciona proteínas de alta calidad, el agregado de aminoácidos esenciales puede mejorar el rendimiento cuando hay otros nutrientes disponibles para permitir un mayor crecimiento.
Resumen
La consistencia es clave. La variación en los nutrientes que proporcionamos a los terneros puede afectar el rendimiento y de hecho lo hace. Ya sea que administremos leche entera, leche de descarte o lactorreemplazante, hay una variación en los nutrientes que los terneros reciben. Cuando esa variación es demasiado grande, el rendimiento se ve afectado. Cuando tomamos medidas para reducir la variación podemos mejorar el crecimiento y la eficiencia de los terneros. Estrategias como el uso de un refractómetro para medir los sólidos totales y el agregado de sólidos pueden reducir la variación en el consumo de nutrientes. Estos dos estudios sugieren que sería útil controlar la variación con leche comercial, leche de descarte e incluso con lactorreemplazante reconstituido. 

Hill, T. M., H. G. Bateman, II, J. M. Aldrich y R. L. Schlotterbeck. 2008. Efecto de la regularidad del consumo de nutrientes de la leche y del lactorreemplazante en el rendimiento de los terneros lecheros (Effect of consistency of nutrient intake from milk and milk replacer on dairy calf performance). Revista The Professional Animal Scientist 24:85-92. James, R. E. y M. C. Scott. 2007. Manejo de la pasteurizadora en el tambo para el control de calidad de la leche de descarte (On farm pasteurizer management for waste milk quality control), p. 49 en la 11º Conferencia Proc. de Terneros y Vaquillonas, Burlington, VT.

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