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Producir 19 ó 26 litros: Dónde ubicarse según objetivos y recursos

Publicado: 13 de julio de 2005
Por: Ing.Agr. MSc. Miriam Gallardo. Nutrición de Ganado Lechero INTA Rafaela. Argentina.
Importancia de la lechería para el país

La producción de leche, su transformación industrial y su distribución representan una de las cadenas agroalimentarias más importantes y dinámicas del país. Además, es un sector estratégico ya que es responsable del desarrollo económico y social de numerosas economías zonales y regionales.

La producción primaria participa en un 8% del PBI agropecuario y la industria láctea, con una producción de alrededor de 7.100 millones de pesos, incide en un 14% del valor del rubro Alimentos y Bebidas.

Se estima que en la industria trabajan unos 25.000 empleados, a los que se deben sumar 5.000 puestos asociados al transporte y otros 5.000 a la distribución mayorista y minorista. Además, la producción primaria emplea unos 32.000 operarios (12.000 tambos x 2,7 equivalentes-hombre por tambo), haciendo un total de 65-67 mil empleos directos a los que deben sumarse unos 63 mil empleos indirectos repartidos entre los diferentes sectores (primario, secundario y terciario). Es decir que cada tambo como unidad productiva genera entre 10 y 12 puestos de trabajo (6-7 directos y 5-6 indirectos), lo que pone de manifiesto el efecto multiplicador del complejo, en comparación a la actividad agrícola pura.

Caracterización de los sistemas productivos y su evolución

La producción lechera ha crecido notablemente en las últimas décadas, a pesar de las cíclicas contingencias económicas, políticas y sociales del país. El crecimiento de la producción primaria en el período 1993-2003 ha sido aproximadamente del 36% (15-20% durante 2004), comparable a Nueva Zelanda que creció en igual período un 31%.

En los últimos años, en las cuencas tradicionales de la región pampeana se intensificó la competencia por el recurso tierra, especialmente por una creciente demanda de la agricultura de escala (soja) y estos cambios están impactando en los sistemas lecheros. A pesar de de un notable aumento en la escala productiva, en general se observa una tendencia hacia sistemas menos especializados (en leche) y más diversificados en términos productivos, con una notable baja capacitación y actualización de los recursos humanos (mano de obra y gerenciamiento empresarial) disponibles en los tambos.

Del mismo modo que ha ocurrido en la mayoría de los países productores de leche, existe una marcada tendencia hacia una mayor concentración de la producción. La sostenida disminución en el número de tambos es compensada por un mayor tamaño de los rodeos, por incrementos de las producciones individuales y, en definitiva, por mayores escalas productivas (la producción promedio por tambo se cuadruplicó entre fines de los 80 y la actualidad).

De acuerdo a las encuestas disponibles, la superficie total promedio por predio cuya actividad principal es la producción de leche se ubica en las 250 hás. El 50% de estos sistemas presentan menos de 200 hás., el 25% entre 200 y 300 hás. Y el 25% restante, más de 300 hás.

Con respecto a la tenencia de la tierra dedicada a la actividad, el 17% es totalmente alquilada, el 40% es propiedad del productor y el 43% combina entre superficie propia y alquilada.

Con respecto a la mano de obra, la mayoría de los tambos opera con personal bajo diferentes figuras contractuales y actualmente se considera que la falta de disponibilidad de operarios capacitados es una de las mayores limitantes para el desarrollo sostenible en el sector de la producción primaria.
El 50% de los operarios no habría terminado los estudios primario y sólo el 10% de éstos habrían completado el secundario. En general son muy pocos los tamberos que han efectuado cursos de capacitación integral sobre producción de leche, ordeño, calidad, etc.

Variabilidad en la producción y caracterización de la composición de la leche

Con respecto a la producción nacional, si bien hay una leve tendencia a mermar la estacionalidad, todavía persiste una caída del orden de 18-20% en el período otoño-invernal con respecto al máximo típico del período primaveral. Las variaciones climáticas son las grandes responsables ya que influyen directamente sobre el patrón de crecimiento y la calidad de las pasturas y sobre el confort de los animales, afectando por lo tanto, el aporte de nutrientes para la síntesis de elche y estado corporal.

En condiciones de pastoreo es bastante común que ocurran variaciones diarias y que la producción de elche disminuya marcadamente, en algunos casos hasta más del 30%, después de altas temperaturas o de lluvias intensas.

Estos factores afectan también la concentración de los sólidos de la leche (grasa + proteína) la cual, al igual que la producción, muestra un patrón de variación estacional con las más bajas concentraciones durante el período estival. La leche de Argentina presenta una concentración media de 3,50, 3,17 y 4,6 g/100 gr de materia grasa, proteína y lactosa, respectivamente.

Sin embargo, estos valores medios son variables entre cuencas y entre estaciones, como ya se mencionara. Cabe señalar que en estudios recientes de INTA Rafaela se observa una tendencia positiva al incremento de sólidos en los últimos años.

Además, la leche producida en Argentina es una de las más bajas en sólidos comparada con la de países competidores y este aspecto representa una limitante si se considera que los dos principales destinos de la leche en el país son quesos y leche en polvo y que, además, estos productos constituyen el grueso de las exportaciones.

En términos comparativos respecto a Argentina, Nueva Zelanda, Australia y los países de Europa Occidental requieren 19,12 y 15% menos de leche para conformar 1 kilogramo de sólidos (grasa + proteína), respectivamente. Esta característica condiciona la competitividad internacional de la cadena, teniendo en cuenta que nuestro país destina alrededor del 70-80% de la leche a la elaboración de quesos y leche en polvo.

Entre unidades de muestreo (tambo, cisterna, etc.) los promedios fueron similares, lo cual, teniendo en cuenta las diferencias operativas existentes entre estudios, le confieren cierta validez y solidez a la caracterización. Las lógicas diferencias en la dispersión (Dest) de los resultados se deben indudablemente a la unidad de muestreo considerada (mayor en tambo y menor en empresa).

Eficiencia productiva y la “brecha” tecnológica

Los cambios en el perfil de la producción lechera nacional también fueron acompañados por mejoras en los niveles de productividad.

De acuerdo a estimaciones de INTA (2005), la productividad media nacional se ubicaría, según el indicador considerado, en los 125-150 kg/GB/há. año, valores que indican incrementos medios superiores al 100% comparativamente con los de mediados de los años ’80.
Sin embargo estos promedios no muestran la marcada heterogeneidad que existe tanto entre cuencas como entre tambos.

Un estudio reciente de la EEA Rafael-INTA muestra promedios de productividad de 3.379, 4.915, 4.930, 5.065 y 5.302 litros de leche/há vaca total año para las Cuencas de Entre Ríos, Central, Villa María, Abasto Oeste y Oeste de Bs. As., respectivamente.

Estas brechas productivas son aún mayores entre tambos, donde el cuartel superior duplica los niveles de productividad de la gran media de tambos.

En términos de competitividad internacional, es importante puntualizar que la productividad nacional (3.800 - 4.200 litros/há/año) se encuentra por debajo de la lograda por países con sistemas similares de producción, como Australia y Nueva Zelanda, que se sitúan entre 8.000 – 11.000 litros/há/año.

En el contexto de crecimiento del sector primario de la lechería si bien en los tambos se han incorporado tecnologías de última generación, principalmente de “insumos”, entre empresas sigue persistiendo una gran brecha en lo inherente a la adopción de tecnologías de “procesos” (prácticas de manejo y gestión empresarial).

La brecha tecnológica es una de las razones de la baja eficiencia productiva de los sistemas argentinos, respecto al potencial disponible.

Al respecto, es necesario destacar la incongruencia que representa que Argentina combine una leche con bajos sólidos, que es rasgo típico de vacas tipo Holstein de muy alto nivel productivo (efecto “dilución), con bajas producciones individuales, característico de biotipos que producen leche con alta concentración de sólidos.

19 ó 26?... la productividad de leche/há es el mejor indicador

En lecherías de tipo pastoril, una de las medidas de eficiencia de mayor correlación con la rentabilidad es la producción de leche/há/año.

Esto significa que para lograr productividades más altas y más estables en condiciones de pastoreo (+ 8.000 litros/há/año, con variaciones que no superen 5 – 8% en la entrega diaria), debiera ser posible mantener la mayor carga animal y la más alta producción individual de leche compatibles con el potencial del sistema.

Entre los factores clave para lograr mayor productividad, con el potencial genético actual de nuestras vacas, se encuentran una mayor eficiencia de uso de las pasturas (más producción y cosecha de MS/há) y la incorporación de estrategias de suplementación (silabes, henos, concentrados) más persistentes y estables en el año, para minimizar los riesgos, tanto del clima como los eventuales del mercado.

En Argentina se encuentran actualmente modelos físicos de producción, tanto experimentales como comerciales, que demuestran que es posible incrementar significativamente y de manera sustentable la productividad del sistema.

En INTA Rafaela, por ejemplo, se cuenta con bastante experiencia al respecto.

Modelos pastoriles intensivos: las experiencias de INTA Rafaela.

A modo de secuencia, se comentarán a continuación los principales aspectos destacables de las investigaciones en la EEA Rafaela del INTA.

a) Modelo demostrativo de los ’80: ExIPL

Características: 8.500 litros/há/año; 18 litros/VO/año; 1,16 VT/há; pariciones continuas; dieta anual: 85% pastoreo + 15% concentrado.

A partir de 1981 se puso en funcionamiento una Unidad de Producción Lechera (UPL) con una estructura similar a la de los tambos medios de la región.

Su finalidad fue la de determinar la eficiencia productiva y la rentabilidad resultantes de la integración de técnicas de manejo, evaluadas en su gran mayoría en investigación, y difundir sus resultados.

Durante 10 años este sistema netamente pastoril, sin utilización de ensilajes y con un bajo nivel de suplementación con concentrados, respondió a la demanda tecnológica de la época y contribuyó al mejoramiento de los establecimientos lecheros de la zona.

b) Modelos de investigación de fines de los 90’: UPLI

Características: 18.000 litros/há; 25 litros/VO/año; 2,2 VT/há; pariciones bi-estacionales; dieta anual: 55% pastoreo + 17% silaje maíz + 28% concentrado. Entre las estrategias de manejo que se evaluaron en estos modelos intensivos de investigación se pueden mencionar: la utilización de alfalfa en pastoreo, previo corte y oreo casi todo el año para evitar el empaste; los encierros vespertinos de las vacas en playón de alimentación, para suministrar una mezcla de silaje y subproductos energéticos –proteicos para balancear las dietas y las prácticas de control ambiental para minimizar el estrés térmico y mejorar el confort de los animales durante el verano.

En cuanto a la reproducción se utilizó la sincronización de celos en todas las categorías lo que permitió reducir significativamente los períodos de servicios y d apariciones, concentrándolas en aproximadamente dos meses y medio de ambas estaciones. Por otra parte, el programa de manejo incluyó también un manejo especial para vacas en transición a la lactancia.

c) Actual modelo de extensión: Campo Roca

Características: 12.000 litros/há/año; 23 litros/VO/año; 1,62 VT/há; pariciones en bloques; dieta anual; 60% pastoreo + 20% ensilajes maíz y sorgos + 20% concentrados).

Este modelo productivo de 112 hás con 164 VO en promedio, se desarrolla con el objetivo de poner a disposición del productor un sistema lechero de máxima eficiencia económica, basado en una propuesta tecnológica simple y apropiable, que lo oriente en la toma de decisiones tendientes a mejorar a mejorar los resultados físicos y económicos de su explotación.

Entre los aspectos a destacar de este sistema están: estructura productiva representativa de los tambos de la región, conjunto de técnicas y prácticas de manejos simples; bloqueo de servicios y pariciones, tercerización de la recría de vaquillonas; contratación de servicios a terceros; instalaciones de alto rendimiento operativo; mano de obra capacitada conformando un equipo de trabajo solidario y eficiente.

¿Hay un límite para altas producciones individuales en condiciones de pastoreo?

Se ha discutido y analizado en diferentes foros nacionales e internacionales la importancia que tiene el incremento de la producción individual como herramienta clave para diluir los costos de producción e incrementar el ingreso, especialmente en aquellos sistemas pastoriles de menor escala de producción que tienen imposibilidad física y económica de provocar un crecimiento horizontal.

Sin embargo, desde el punto de vista técnico y a pesar de las innovaciones tecnológicas, persisten dudas relacionadas a cuáles son los principales aspectos que pueden condicionar un incremento sostenible de la producción por vaca en nuestros sistemas y por qué es tan difícil llegar a los 25 – 28 Litros/vaca/día/año en sistemas pastoriles, manteniendo cierta estabilidad productiva entre estaciones de año y a través de los años. Aún más, actualmente tampoco hay respuestas claras al por qué de la menor eficiencia reproductiva en los rodeos de alta producción individual.

Si bien existen muchos factores involucrados, es probable que, frente a las características de nuestros sistemas, muchas de las respuestas puedan pasar por aspectos relacionados a la organización de la empresa, sobre todo la capacitación gerencial y de la mano de obra. Esto no significa necesariamente trabajar más, sino mejorar la eficiencia de labor, dedicando más tiempo a analizar y planificar las distintas estrategias del negocio.

No obstante, existen evidencias de que es posible lograr en pastoreo niveles de 25 – 26 litros/vaca/año, controlando variables de alta incidencia, cuyo manejo “no es negociable”. Por el contrario, es imprescindible que estas variables se definan y se planifiquen convenientemente, si la meta es aumentar y sostener las producciones individuales.

Entre ellas se destacan:

Genética del ganado: es la base del sistema. El mejoramiento genético del ganado debería planificarse de acuerdo a las necesidades del sistema y en concordancia con los objetivos de desarrollo de la cadena láctea. Sin embargo, independientemente del biotipo animal que se utilice, está demostrado que las vacas de alto mérito genético son las más eficientes y las mejores convertidotas de alimento en leche y sólidos.

Cría y recría de vaquillonas: la meta sería llegar al 1er parto con el 85% del peso maduro, con tasas de ganancia de peso relativamente constantes y no menores a los 750 g/día. Considerar las 3 ondas de crecimiento alométrico de la glándula mamaria y, por ello, balancear la proteína en las dietas es fundamental. En sistemas de alimentación en confinamiento (base ensilaje de maíz), evitar el sobre-engrasamiento de los animales.

Vacas primíparas: condición corporal (CC) no inferior a 3 (escala de 5 grados). Considerar que, en ganado tipo Holstein, cada punto de CC equivale a 60 kg de peso vivo. Estrategia: separar este lote del resto ya que no compite bien con las vacas adultas. Además, en pre-parto requieren distintas cantidades de nutrientes ya que se produce otra onda alométrica de crecimiento de la glándula mamaria (+ proteína).

Lactancia: para lograr mayor producción de leche y sólidos con buena persistencia, balance y equilibrio de dietas todo el año. Relación forraje: concentrado de aproximadamente 50:40, pero con monitoreo constante de las condiciones ruminales (peligros de acidosis en dietas ricas en granos y/o con pastos muy tiernos). Chequeo permanente del nivel de fibra efectiva en las dietas.

Gestación avanzada: no disminuir la energía de las dietas, importante generar reservas corporales (grasa) ya que la eficiencia metabólica para la síntesis de lípidos corporales es máxima en esta etapa. Llegar con no menos de 3 – 3.25 de CC. Si es verano, evitar prácticas de manejo que predispongan al estrés térmico, ya que este factor es uno de los de mayor impacto por su efecto residual sobre el peso de la cría y la producción de la lactancia siguiente.

Peri-parto o transición a la lactancia: hay cambios metabólicos muy profundos, los requerimientos nutricionales aumentan exponencialmente en pocos días y las condiciones inmunológicas del animal son muy frágiles. Etapa que genera efectos residuales (+ o -) para el resto de la lactancia.

Evitar cambios bruscos de alimentación y condiciones predisponentes a estrés (calor, barro). El equilibrio de las raciones es la clave. Minerales: chequear balance anión-catión. Evitar excesiva movilización de reservas corporales.

Además, las evidencias científicas indican que si, condiciones de pastoreo, una vaca que se encontrara restringida antes del parto podría movilizar grandes reservas corporales, produciría significativamente menos leche en la lactancia y podría permanecer más días en anestro.

Por otra parte, si la restricción de alimento se produjera durante 4 á 5 posparto las vacas podrían serias alteraciones metabólicas (cetosis, hipocalcemia) y rendirían significativamente menos leche y sólidos, aproximadamente 25 á 30 kg de grasa + proteína, por cada 5 kg de MS/día de restricción.

Período de servicio: ajustar status energético y proteico, evitar pérdida de CC. Balance mineral (calcio, fósforo y magnesio).

Ambiente y confort animal: la falta de control genera pérdidas de magnitud.

En condiciones de pastoreo, si no se controlan ciertos aspectos de la alimentación, es común que después de una lluvia intensa, de unos días de mucho calor, o aún frente a un cambio de pastura (a una de inferior disponibilidad y/o calidad) la producción de leche baje en pocos días entre 25 y 30% y la calidad de la leche desmejore significativamente.

Esto se debe a que a los animales se les ha cambiado bruscamente su régimen de alimentación y por lo tanto no están recibiendo una ración equilibrada y adaptada a sus requerimientos, porque no se la ha ajustado debidamente de acuerdo a las condiciones ambientales imperantes.

El almacenamiento y suministro de alimentos suplementarios en sitios que no estén diseñados a tal fin, producen pérdidas importantes (en silabes por ej. Hasta 30 y 40% de la MS total almacenada originalmente), y representan una fuente de contaminación (micotoxinas, clostridios) que puede deteriorar la salud del animal y propiciar la polución del ambiente. O sea, el riesgo es doble.

El balance de las dietas debe ser ejecutado todo el año

Cuando la meta es trabajar para incrementar la producción individual, el concepto de balance de la dieta adquiere un significado especial desde que, a través de su aplicación rutinaria, es posible controlar con eficacia el uso de los más importantes insumos destinados a la producción.

Desde el punto de vista nutricional, una dieta balanceada es aquella donde los distintos ingredientes se seleccionan por sus nutrientes y se suministran de acuerdo estrictamente a los requerimientos del rodeo o grupo de animales de un rodeo, en orden a la meta productiva-reproductiva establecida y a mantener la salud, confort y longevidad del animal, obteniendo los mayores beneficios marginales.

De acuerdo con este concepto, si uno o más alimentos se suministran para que los animales los seleccionen “ad limitum”, se propician respuestas productivas erráticas y muy variables, con la consecuente vulnerabilidad del negocio.

Esto ocurre, por ejemplo, cuando se asigna una franja para pastoreo sin considerar la cantidad de MS/há que está produciendo la pastura, cuando se deja un rollo de heno a compartir entre varios animales o cuando se llenan los comederos de silaje sin haber cuantificado el material requerido (kg MS/vaca/día).

Sistemas pastoriles en el mundo: los desafíos futuros de nuestros competidores, Australia y Nueva Zelanda.

Algunos comentarios de la International Dairy Federation World Dairy Summit, Melbourne, Nov. 2004.

Para los expertos australianos, la viabilidad de muchos productores depende del incremento de la producción por vaca y de la disminución de los costos de producción, mejorando sustancialmente la calidad de vida del productor y su familia.

Otras metas que se consideran de de gran impacto son maximizar las respuestas productivas a la suplementación y minimizar las contaminaciones ambientales debidas a la excreción de nitratos resultante del exceso de proteínas ingeridas por las vacas en pastoreo.

De acuerdo a los expertos, las tecnologías que se consideran más promisorias están relacionadas al uso de censores remotos (satelitales) para medir y monitorear diferentes variables del sistema, por ejemplo: la biomasa forrajera; el comportamiento de las vacas, principalmente durante el parto, o las funciones ruminales (pH).

Esta última como ayuda para que los productores puedan alimentar mejor sus vacas ya que los problemas asociados a mayores niveles de suplementación con concentrados, suministrados en la sala de ordeño están generador:

1. Baja respuesta a la suplementación.

2. Bajo contenido de grasa en leche.

3. Laminitis.

Todos éstos son síntomas de acidosis ruminal

Para el Prof. Colmes de la Universidad de Massey (NZ), las labores de rutina como el trabajo de ordeño y la alimentación podrían ser las dos principales limitantes del futuro. Considera que el ordeño automático una vez al día, con vacas “seleccionadas a tal fin” podría constituir una tecnología de gran impacto para mejorar la calidad de vida de los productores.

Desde el punto de vista de la productividad de los rodeos, sostiene que la suplementación con concentrados podría incrementar en Nueva Zelanda si la relación de precios lo permite y que se podría incrementar el número de tambos con producciones no-estacionales, utilizando suplementación estratégica (base silaje de maíz alto rendimiento en grano). En este contexto, para el Dr. Colmes la diversidad de sistemas productivos es posible y el mejoramiento genético del ganado puede contribuir a satisfacer todas las necesidades.

En el evento también hubo algunas coincidencias entre los expertos de ambos países en que la prolongación de las lactancias y de los intervalos entre partos podrían constituir tecnologías que ayuden a reducir los problemas de baja fertilidad de muchos rodeos de alta producción a la vez que aliviar las rutinas de trabajo.

Consideraciones especiales

El debate no debería centrarse solamente en cómo producir más leche por vaca, sino en cómo lograr que la gran mayoría de nuestros sistemas supere las principales barreras para que se pueda disminuir significativamente la “brecha” productiva y tecnológica que aún persiste, a pesar del crecimiento que ha experimentado el sector.

Como el sistema “ideal” no existe, sería importante analizar y promover la definición de distintas alternativas que puedan ser apropiadas por tambos de diversas características productivas.

Bibliografía

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2. Dexcel (N. Zealand) Publication Research Papers, 2005. www.dexcel.com.nz

3. EEA RAFAELA – INTA. Anuarios y Publicaciones varias desde 1996.

4. Gallardo, M; Maciel, M.; Vottero, D.; Faggiano, F.; Tellaeche, S. y Cuatrín, A. “Evaluación de dos sistemas de alimentación para vacas en transición a la lactancia. 1. Efectos sobre la producción y composición química de la leche”. Memorias (en CD) del XXI World Buiatrics Congress. Punta del Este (ROU). Diciembre 2000.

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12. SAGPyA – R.A. Boletín Lechero. Producción Primaria. Varios números.

13. Taverna, M. 2003. Composición de la leche argentina: fortalezas, debilidades y oportunidades. Public. Miscelánea nº 98, EEA Rafaela del INTA, pág. 1-12.

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15. Valtorta et al, 1998. Producción de leche en verano. 1ra. Ed. Editorial UNL. 97pp.
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Autores:
Miriam Gallardo
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria - INTA
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Raul Jesus Santivañez
Agropecuaria Tayanga
22 de abril de 2006
Ing Mirian Gallardo: Felicitaciones por tan interesantes aportes. Creo yo que Ud. está poniendo como dicen el dedo en la llaga, LO MAS IMPORTANTE EN TODA EXPLOTACION NO ES LA PRODUCTIVIDAD SI NO SU RENTABILIDAD, la misma que deberá basarse en los porductos locales. Nuevamente gracias por sus siempre acertados aportes (soy un asiduo lector de sus publicaciones). Saludos desde el Norte del Perú. Raul Santivañez
anjomelbe
anjomelbe
27 de octubre de 2006
De conformidad con los comentarios o experiencias definidas en el artículo piblicado, he venido aplicando cada uno de ellos en mi propiedad, donde tengo un PEQUEÑO HATO BOVINO DE RAZA PARDO SUIZO, donde produsco en peromedio y enm forma diaria, 1.000 Lítros de Leche de muy bena calidad. Tengo entebndido que el uso de OZONO, como parte activa en el tratamiento de ambientes, especialmente en lo que respecta a nosotros los Productores de Leche, por lo tanto agradeciendo uina vez más el contenido tan trico en experiencias productivas solicito con el m,ayor respeto, especuialmente a los miembros de Engormix.com, para que me hagan conocer donde puedo adquirir un GENERARDOS DE OZONO y cual su precio. Este dato me será de vital importancia para continuar INCREMENTANDO MI PRODUCCION DE LECHE FLUIDA, con destino a la venta como Producto Pasteurizado, sdemás de que parte de ella será convertida en QUESO. Felcito, nuevamente a todos los miembros de ENGORMIZ.COM, por la brillante idea de continuar con este tipo de comentarios, que traen en verdadero beneficio a todo tipo de productores. Atentamente: Dr. Antonio José Melgar Becerra.
guillermo muriñigo
guillermo muriñigo
7 de agosto de 2006
Muy buen aporte, yo como productor lechero en mis visitas a tambos de Argentina, he notado dos aspectos que me llamaron la atención, una es que hablan de sistemas pastoriles, cuando en realidad el pasto esta subutilizado,yo creo debido alos bajos costos de suproductos y de los granos y se hace un abuso de ellos y por lo tanto siempre dejan mucho pasto en la parcela.Otra cosa que observe es el sistema de tactos que realizan, en la mayoría de clos casos el medico vet acude una vez por mes a realizar tactos lo que para mi debería realizarse una vez por semana, de esta forma se evita loa posibilidad de detectar el próximo celo. En cuanto a las inclemencias climáticas, aquí en mi zona vive un compatriota suyo, que ha plantado cortinas forestales en las parcelas, a una distancia conveniente que cualquier técnico forestal sabrá indicar como para que el viento no penetre en ellas, y ha logrado muy buenos resultados tanto en invierno por el frío, ,como en el verano y yo le agregaría si se pudiera en los campos dde las vacas caminan 2km para llegar a la sala que los caminos tambien tuvieran una cortina de arboles de hoja caduca ubicados extratejicamente para evitar los jadeos continuos los días de altas temperaturas. Muchas gracias por su aporte
anjomelbe
anjomelbe
4 de abril de 2006
En mi experiencia, he podido comprobar que es muy necesario e importante asociar los siguientes elementos, en lo que puede ser la Productividad Láctea en un Sistema Agrosilvopastoril: Genética, Tipo de Pastura, Capacidad de Carga Animal, además del Sistema de Ordeña empleado en el Tambo Lechero. Bajo estas condicionantes, creo que se puede tener una Mayor y Mejor Apreciación, en lo que puede significar la Productividad Lechera en un Tambo Lechero, obteniendo así los datos más reales en los Rendimientos Esperados. Atentamente: Dr. Antonio José Melgar Becerra Trinidad - Beni - Bolivia
enrique romero
enrique romero
11 de enero de 2006
Doctora Miriam: permítame felicitarla por tan exelente Documento. Considero oportuno que los ganaderos del departamento del César, Colombia, se orienten para mejorar la genética, pastos y manejo de la ganadería de doble propósito, con el fin de lograr que vacas de siete litros y lactancias de doscientos cincuenta días, no sean consideradas vacas de alta producción, sino que en el futuro se logre obtener vacas de doce litros en clima cálido y trescientos días como mínimo por lactancia. El departamento del César es el tercer departamento productor de leche de Colombia, se encuentra en la parte norte, clima de 30 y 33 grados, tierras fértiles y con explotación extensiva, grupo racial diverso con predominio de cebú, cebú x Holstein, cebú x Pardo Suizo, Gyrolando. Gracias por este documento valioso. Enrique Romero
Felix Lopez
Felix Lopez
8 de noviembre de 2005
Como esta amigos: En el caso de trabajar tecnificadamente en ganaderia lechera y llevando un control de intervalos de partos/vaca/año. En cuanto a los registro de produccion y reproduccion, tomando en cuanta algunos factores factibles como alimentacion, buena suplementacion de minerales, control sanitario, una buena monta controlada o insaminacion artificial y palpaciones variadas. mi pregunta seria en cuanto a la monta controlada que metodos deberia tomar, en el caso de aislar toros seleccionados al mismo pastoreo con las vacas lecheras o en establos separadas de las vacas lecheras para llevar un buen registro de intervalos entre parto/vaca/año. Atentamente: Felix lopez
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