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produccion de metano en rumiantes

Desafíos Socio-Económicos y Ambientales en los Sistemas Ganaderos del Futuro

Publicado: 13 de diciembre de 2010
Por: Harold Ospina Patino, Zootecnista, D.Sc., Profesor del PPG - Zootecnia, UFRGS, Porto Alegre, RS, Brasil y Asistente de Investigación, CLAYUCA – CIAT, Palmira, Valle del Cauca, Colombia
Los sistemas de producción de rumiantes en pastoreo tendrán que realizar profundos cambios en su estructura, de manera que viabilicen los ajustes que la sociedad está exigiendo para enfrentar las tendencias socio-económicas y ambientales de las próximas décadas.
Entre 2005 y 2030 se tiene previsto que la población humana mundial aumente un 26.0%, pasando de 6,400 a 8,100 millones de habitantes. Gran parte de esta expansión demográfica se presentará en los países en desarrollo, donde se estima un crecimiento del 31.8% en la población, mientras que en los países desarrollados el crecimiento será solamente del 3.6%. Esto sugiere que los países en desarrollo dinamizarán el crecimiento mundial del sector primario y, por el contrario, la baja tasa de crecimiento demográfica en los países desarrollados ocasionará, a mediano plazo, una reducción en la mano de obra activa, aumento de las personas longevas jubiladas y énfasis en la comercialización de productos diferenciados del sector primario. Estas tendencias mundiales permiten prever que los factores de producción en el sector primario migrarán para otros lugares que presenten mejores condiciones para garantizar la competitividad global de los productos. En este contexto, es evidente que el núcleo de países productores y exportadores de productos de origen animal tiende a aumentar, permitiendo la entrada de países como Filipinas, Suráfrica, India, Indonesia, China, Ucrania y Kazajistán.
Unido al aumento de la expansión demográfica, se ha observado que entre 2003 y 2010 el producto interno bruto (PIB) mundial subió entre un 1.6% y un 5.8%, generando una intensa movilidad social por ingreso per cápita, principalmente en las clases E (ingreso mensual < US$ 400) y C (ingreso mensual entre US$ 560 y US$ 1115), y un mayor consumo de alimentos de origen animal. Se tiene previsto que entre 2000 y 2030, la ingesta de calorías aumentará en un 9.0%, debido a una intensa demanda de tubérculos, leche y carne (8.0%, 17.5% y 25.6%, respectivamente).
Las proyecciones mundiales presentadas, indican que la producción de alimentos tendrá que doblarse en los próximos 50 años, mediante la utilización de tecnologías (actuales y nuevas) que mejoren el rendimiento. La pregunta que inevitablemente surge frente a este escenario es: Cómo podremos alcanzar las metas de crecimiento socio-económico en un mundo donde la intensificación y el uso creciente de insumos son estrategias cada vez menos aceptadas por los consumidores interesados en garantizar el desarrollo sustentable?
Es evidente que el aumento en la producción tendrá impactos ambientales negativos; por lo tanto, es necesario encontrar mecanismos, procesos y sistemas que concilien producción y sustentabilidad ambiental. Frente a estos desafíos, han surgido con mucha fuerza los sistemas de producción eco-eficientes (Tabla 1), que utilizan menos insumos, generan menos residuos y causan menor impacto ambiental.
Tabla 1. Prácticas utilizadas en sistemas de producción eco-eficientes.
Práctica
Estrategias
Recuperación de suelos y pasturas
Uso de abonos orgánicos
Siembra directa
Sistemas integrados de producción
Agricultura - Ganadería (IAG)
Agricultura - Silvicultura (IAS)
Ganadería - Silvicultura (IGS)
Agricultura - Ganadería - Silvicultura (IAGS)
Uso de compuestos fitoterapéuticos
Controle de garrapatas, parásitos intestinales, control biológico de plagas, etc.
Uso de energías alternativas
Biodiesel
Bioetanol
Energía eólica
Metano
Manejo de recursos hídricos
Protección de las fuentes de agua
Áreas de preservación
Control de la erosión del suelo
Calidad de productos
Carne y leche orgánicas
Mejoramiento genético
Uso de razas nativas
Selección por eficiencia (residual feed intake)
Interacción genotipo ambiente
Uso racional y descarte correcto de productos químicos
Sistemas integrados de bajos insumos
Pese a que la ganadería es una de las actividades del sector primario de mayor crecimiento, que actualmente emplea 1,300 millones de personas y que contribuye con 40% de la producción en la agricultura global, es uno de los sectores más criticados por su contribución al aumento de los gases de efecto invernadero. El efecto invernadero es un mecanismo natural de calentamiento de la atmosfera, responsable de mantener la temperatura media del planeta en niveles adecuados para la existencia de los seres vivos. Este fenómeno ocurre cuando una parte de la radiación solar reflejada por la superficie terrestre es absorbida por determinados gases presentes en la atmosfera, denominados gases de efecto invernadero (GEI). En consecuencia, la radiación infrarroja reflejada por la tierra es retenida en la atmosfera baja, y se produce el calentamiento del planeta.
El aumento de las emisiones de GEI es uno de los principales problemas ambientales actuales, debido a que podrá desencadenar una elevación de la temperatura media del planeta de 5.8°C en los próximos cien años (Intergovernmental Panel on Climate Change - IPCC, 2007). La agricultura contribuye con un 20.0% de la emisión antrópica de GEI y los gases de mayor contribución son el dióxido de carbono (CO2), el óxido nitroso (N2O) y el metano (CH4), cuyo flujo en los ecosistemas agrícolas depende del manejo y de las prácticas agrícolas adoptadas. El carbono circula entre tres diferentes depósitos globales: la atmosfera, los océanos y los sistemas terrestres. El flujo principal entre la atmosfera y los ecosistemas terrestres resulta de la absorción de CO2 por las plantas (proceso de fotosíntesis), por la liberación de CO2 de los seres vivos (proceso de la respiración) y por la liberación de CO2 (quemas).
Las emisiones de CO2 están relacionadas con la respiración biológica que, generalmente, es estimulada por la preparación del suelo. Reducir las labores agronómicas y, principalmente, efectuar siembra directa (SD), puede disminuir las emisiones de CO2, aumentando el secuestro de carbono en el suelo. Las emisiones de N2O están asociadas al uso de fertilizantes nitrogenados, debido a los procesos de nitrificación y desnitrificación. Por otro lado, la mayor parte del CH4 producido en el sector agrícola está asociado con la producción animal. Suelos bien aireados actúan como drenaje del CH4 atmosférico, debido a que la población microbiana metanotrófica del suelo puede utilizar este gas como fuente de C y energía.
Según el IPCC (2007), el aumento en las concentraciones de CH4 se debe a la agricultura y a la utilización de combustibles fósiles. Aproximadamente el 70.0% de la producción de CH4 es el resultado de fuentes antrópicas y el 30.0% producido a partir de fuentes naturales. La emisión biológica en ambientes anaerobios (zonas inundadas naturales y de origen antrópico, fermentación entérica y tratamiento anaerobio de residuos) es la principal fuente de CH4, a pesar de que las emisiones de las industrias de carbón y gas natural también son importantes.
Las emisiones de CH4 provenientes de suelos agrícolas tropicales constituyen una parte significativa de las emisiones globales anuales, principalmente en áreas cultivadas con arroz irrigado, con la presencia de hormigueros, con quemas de biomasa o con fermentación entérica. En países como Brasil, donde la producción animal es avanzada, la fermentación entérica y la degradación microbiana de las heces son los procesos que más contribuyen al aumento de las emisiones de GEI, principalmente de CH4 y N2O. El metano es producido durante el proceso digestivo que ocurre en el rumen y en el ciego (herbívoros no rumiantes), y es considerado una pérdida del potencial energético de los alimentos.
Existen diversas alternativas tecnológicas para mitigar las emisiones de CH4, que incluyen estrategias a nivel del sistema de producción y de las fuentes de emisión.
Mejoras en la eficiencia de producción, a través de la selección genética de los animales y de la optimización de las dietas, tienden a disminuir las emisiones de metano por unidad de producto generado. Los principales factores que afectan la emisión de metano son el tipo de animal y las características nutricionales de la dieta (consumo y digestibilidad), las cuales determinan que, aproximadamente, el 6.0% de la energía consumida se pierda en forma de metano. La producción de metano responde linealmente a los aumentos de consumo de materia seca y en dietas con alta concentración de granos o basadas en forrajes tropicales, en las cuales se han observado tasas de incremento de 27 y 34 g de metano/kg de MS consumida, respectivamente.
Para la identificación y la selección de los animales más eficientes se puede aplicar el concepto de Consumo de Alimento Residual (CAR)1, que busca emplear mecanismos para reducir las emisiones de metano entérico y disminuir la producción de heces y de óxido nitroso, sin perjudicar el desempeño de los animales, principalmente en situaciones donde las dietas son de baja calidad.
En la Tabla 2 se presentan los datos de un trabajo realizando en Australia, donde se evaluó la producción de metano en novillos seleccionados por bajo o alto CAR alimentados con dietas de confinamiento. Los novillos seleccionados por bajo CAR manifestaron la misma ganancia de peso que los novillos seleccionados por alto CAR, pero con un consumo de materia seca de 41.0% menor y una eficiencia alimenticia de 61.0% mayor. Unido al bajo CAR de los animales se presentó una reducción del 25.0% en la emisión diaria de metano y del 24.0% en la emisión de metano por kg de ganancia de peso.
Tabla 2. Metano, consumo y crecimiento de novillos con bajo y alto consumo de alimento residual (CAR), medido durante 15 días (Hegarty et al, 2007).
 
Bajo CAR (n=10)
Alto CAR (n=10)
P
Consumo MS (kg/día)
8.38 a
14.13 b
<0.001
Ganancia peso diaria (kg/día)
1.126 a
1.229 a
0.21
Eficiencia (G:C)
0.142 a
0.088 b
< 0.001
Metano (g/día)
142.3 a
190.2 b
0.01
Metano (g/GPD)
131.8 a
173.0 a
0.09
Metano (g/MS consumida)
16.3 a
14.7 a
0.37
Por otro lado, las emisiones de metano se relacionan de forma curvilínear con la productividad (ganancia de peso y producción de leche), debido a que el consumo de nutrientes para el mantenimiento (producción de metano asociada) es diluido a medida que aumenta la productividad. Entonces se puede inferir que el incremento de la eficiencia en producción pueden reducir las emisiones de metano por unidad de producto generado (Tabla 3).
Tabla 3. Efecto de la calidad de la dieta sobre las emisiones de metano de novillos Hereford (24 meses de edad y 380 kg de peso vivo) en condiciones de pastoreo, sin limitaciones de disponibilidad de MS verde. (Simulaciones hechas utilizando el software GrazFeed v.5.02)
 
Calidad de la dieta
Baja
Média
Alta
Digestibilidad (%)
52
55
60
Proteína cruda (%)
7,5
9,0
10
GPD (g/día)
60
310
610
Consumo MS (kg/día)
8,7
9,7
10,3
Consumo EM (MJ/día)
65
82
98
Metano (g/día)
195
226
242
Metano (MJ/día)
10,8
12,5
13,4
g Metano/GPD
3,25
0,73
0,40
Metano (% Consumo EM)
17
15
14
Aumentos del 15.0% al 18.0% en la digestibilidad y en el consumo de la dieta, intensifican la emisión diaria de metano, pero permiten reducciones del 88.0% en la emisión de metano por unidad de ganancia de peso y 18.0% como porcentaje de la energía metabolizable consumida.
Sin embargo, la reducción de las emanaciones de metano mediante el aumento de la productividad implica mayores consumos de alimento y, por tanto, mayores emisiones por animal. Por esta razón, las alternativas para reducir las emisiones a nivel nacional deberán considerar la posibilidad de mantener o reducir el tamaño del rebaño bovino/ovino y utilizar técnicas que disminuyan la emisión por animal. Aparentemente, la primera alternativa que surge para alcanzar estos objetivos es el confinamiento, pero esta estrategia de manejo alimenticio presupone la utilización de alimentos que incorporan 4 veces más emisiones que un animal en pastoreo, y las emisiones totales por kg de ganancia equivalen a las obtenidas por un animal en pastoreo, ganando entre 200 y 300 g/día.
En los sistemas ganaderos tropicales, las pasturas presentan pérdida de nutrientes (proteína y minerales) durante ciertas épocas del año, que determinan la baja eficiencia del ecosistema ruminal en la síntesis de proteína microbiana. Las características de la dieta, que disminuyen la tasa de degradación o aumentan el tiempo de retención ruminal, elevan la cantidad de metano producido por unidad de dieta consumida. En estas condiciones, la producción de metano puede representar del 15.0% al 18.0% de la energía digestible consumida y la corrección de estas deficiencias pueden reducir las emisiones a niveles tan bajos como el 7.0% (Leng, 1992). La suplementación estratégica de rumiantes en pastoreo puede corregir las posibles deficiencias de nutrientes para el crecimiento microbiano y reducir la emisión de metano.
En la Tabla 4 se observa que el aumento en la eficiencia de síntesis de proteína microbiana (optimización del ecosistema ruminal), resulta en una diminución en la producción de metano y calor, aumentando la disponibilidad de energía metabolizable.
Tabla 4. Efecto de cambios en la eficiencia de crecimiento microbiano (YATP) sobre la relación proteína/energía AGV disponible en el rumen de un novillo alimentado con 4,0 kg de MO totalmente fermentable (Preston & Leng, 1989).
 
YATP
8
14
19
25
Síntesis proteína microbiana (g/día)
500
800
1010
1212
AGV (Mj/día)
41
34
30
26
Metano (Mj/día)
9,4
8,5
8,0
7,6
Calor (Mj/día)
6,4
5,1
4,3
3,1
EM (Mj)
61,2
60,7
60,4
60,5
Relación P/E (g proteína/Mj AGV)
12
25
34
47
La producción ruminal de metano está directamente relacionada con la concentración de H2 disuelto; por lo tanto, en este punto de la metanogénesis existe una ventana a ser trabajada, de manera que se utilice este H2 disuelto en procesos productivos, evitando la pérdida energética y el acceso a estos protones por parte de los microorganismos metanogénicos. La utilización de suplementos, la incorporación en la dieta de ionóforos, lípidos, compuestos que favorecen el crecimiento de hongos ruminales, sustancias defaunantes (eliminación de protozoarios) y/o sustancias con propiedades anti-metanogenicas (saponinas y taninos condensados), son alternativas que pueden disminuir las emisiones por animal entre el 20.0% y el 40% (Turk y Byers, 1993).
Una alternativa con mucho futuro en los sistemas pastoriles es la utilización de árboles y arbustos forrajeros que, además de los nutrientes convencionales, contienen sustancias con propiedades anti-metanogénicas. Unido a su efecto nutricional, los sistemas silvopastoriles proporcionan bienestar a los animales y puede ayudar en el secuestro de carbono, en la fijación de carbono y en la aireación de los suelos, mejorando sus propiedades físico-químicas. Sin embargo, algunos compuestos presentes en árboles y arbustos forrajeros pueden perjudicar el consumo y la digestibilidad de las dietas, lo que hace necesario encontrar formas de ofrecerlos para garantizar el consumo en las cantidades adecuadas y lograr la eficiencia de la metanogénesis.
En conclusión, el uso de prácticas de manejo del suelo y de la alimentación animal aplicando principios ecológicos para mejorar la eficiencia en la absorción de nutrientes y alcanzar altos rendimientos, es la principal forma de mitigar las emisiones de GEI y atender las demandas del mercado consumidor. Estas estrategias se pueden capitalizar comercializando los productos en mercados diferenciados, donde los mecanismos de desarrollo limpio y sustentable son valorados.
 
Referencias 
Hegarty, RS; Goopy, JP; Herd, RM; McCorkell, B. 2007. Cattle selected for lower residual feed intake have reduced daily methane production. Journal of Animal Science 2007 85: 1479-1486
Intergovernmental Panel on Climate Change (IPCC). 2007. Climate Change 2007: The Physical Science Basis. Contribution of Working Group I to the Fourth Assessment Report of the Intergovernmental Panel on Climate Change. Solomon, S; D. Qin, M; Manning, Z; Chen, M; Marquis, KB; Averyt, M; Tignor And Miller, HL (eds.). Cambridge University Press, Cambridge, United Kingdom and New York, NY, USA, 996 p. Disponible en: Click aqui [Citado el 17 de marzo de 2010]
Leng, RA. 1992. Ruminant production and greenhouse gas emissions. Proceedings of the New Zealand of Animal Production. 52 (supplement):15-23
Preston, TR & Leng, RR. 1989. Ajustando los sistemas de producción pecuária a los recursos disponibles: aspectos básico y aplicados del nuevo enfoque sobre la nutrición de rumiantes en el trópico. CONDRIT, Cali. 313p.
Turk, DC; Byers, FM. 1993. Modeling effects of energy and technology implications on methane emissions from the U.S. beef cattle industry. J. Anim. Sci. 71 (suppl.):109

1 Consumo de Alimento Residual - CAR: es la diferencia entre el consumo de energía metabolizable y los requerimientos de energía metabolizable para el mantenimiento y la ganancia de peso. En la práctica, un CAR positivo significa que el consumo de energía del animal excede sus requerimientos de mantenimiento y crecimiento. Cuando el CAR es negativo significa que el animal necesita de menos energía de la que fue estimada o que está consumiendo menos alimento para la misma ganancia de peso. Animales con CAR bajo o negativo pueden presentar emisiones de metano entre 5 y 15% menores que animales con CAR mayores o positivos.
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Autores:
Harold Ospina Patino
Universidad Federal Do Rio Grande do Sul UFRGS
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Ivan Luz Ledic
20 de diciembre de 2010
Está ocurriendo una gran confusión en lo que están discutiendo sobre contribución del toro y vaca. En la realidad padre y madre contribuyen con un 50[percent] de los genes en la generación de los hijos. El problema es que están interpretando el gráfico de forma equivocada, porque el muestra eso en función del número de hijos que un toro deja en la población en relación al número de hijos que una vaca puede tener durante toda su vida que es muy menor. En el sistema tradicional una vaca tiene un parto por año y unos 5 hijos durante su vida, mientras un toro puede tener infinitos hijos en esa misma población. Cuando se dice que el toro contribuye con 76[percent] es debido a intensidad de selección de los machos ser alta y por el uso intensivo a través de la inseminación artificial y no por segregación mendeliana. Generalmente se usa pocos toros para aparear con las vacas de un rebaño, por eso él contribuye más. De otro lado la tasa de reposición de hembras en un rebaño estabilizado es normalmente de 20[percent] al año y prácticamente todas las novillas disponibles en el rebaño irán a hacer la sustitución de esas, con poca intensidad de selección - por eso ellas contribuyen menos en la ganancia de la generación siguiente y tienen bajo diferencial de selección (0,35). Hoy con la FIV las vacas contribuyen de la misma forma que el toro, o hasta más, porque el intervalo de generaciones es menor (5 años para vacas y 7 años para toros probados) en un sistema MOET con selección de 6 a 8[percent] de las mas superiores del rebaño para hacer toda sustitución de vacas. Con eso el diferencial de selección de vacas aumenta para 2,14, seis veces mayor que en el sistema tradicional en que se usa las hijas de casi todas las vacas del rebaño para adentrar al rebaño (con poca o casi ninguna presión de selección) diferente cuando se usa solamente las 6-8[percent] de las mejores donde va a ocurrir esa gran presión de selección. Espero que hayan comprendido lo que escribí con un poco más de detalles sobre la contribución relativa del toro y de la vaca en la generación siguiente de una población. En los hijos siempre será del 50[percent] de cada, pero en la población es como expliqué, en función sólo del diferencial o presión de selección que se puede tener en relación a los machos y hembras.
Jorge Hernán Moure Pérez DVM
Caminos Verdes
17 de diciembre de 2010
Estamos en un mundo donde siempre estaremos detrás de los países desarrollados y presionados de forma económica y en un futuro no muy lejano los sistemas de explotación amigables con el medio ambiente nos serán obligados a adoptar, los cuales van a ser más duros de instaurar en nuestro sistemas económicos, más por incultura que por falta de profesionales que los puedan manejar. Suena muy común la excusa: ““ES QUE EN ESOS PAÍSES SUBSIDIAN EL AGRO, ASÍ NO SE PUEDE COMPETIR””, mi frase favorita la escucho desde los seis años ““HAY QUE SER PARTE DE LA SOLUCIÓN Y NO DEL PROBLEMA””. Drástica la decisión si no puedes producir para competir con estos sistemas produce en lo que no tienes competencia, es la forma más lógica para no dar excusas.
Ricardo Araujo
14 de diciembre de 2010
Muy buen articulo, felicidades, creo que los retos para los ganaderos, son grandes por los costos, creo que tenemos el reto de hacer eficientes los hatos primero dando al animal sus necesidades nutricionales en cada una de sus etapas segundo procurando mantener la sandidad del animal tercero procurando como alguien lo menciono el bienestar cuarto reutilizar los recursos usando alguna practicas tambien de medio ambiente y por ultimo se podra tenen una ganaderia rentable y amigable saludos
Olmedo Quintero
14 de diciembre de 2010
HE LEIDO ESTE INFORME Y ME PARECE MUY INTERESANTE, PERO DEBEMOS ANOTAR QUE APARTE DE LAS EFICIENCIAS EN LA ALIMENTACIÓN Y SANIDAD, DEBEMOS PONER ENFASIS IGUALMENTE EN LA CALIDAD DE VIDA ANIMAL O BIENESTAR DADO QUE MUCHAS OPERACIONES SE PUEDEN SIMPLIFICAR Y AUMENTAR LA CALIDAD DEL PRODUCTO FINAL SI CONSTRUIMOS INFRAESTRUCTURAS Y TENEMOS UN MANEJO MÁS CONSONO CON EL BIENESTAR ANIMAL QUE NO SOLO ES TRATAR HUMANAMENTE A LOS ANIMALES SINO CONOCER EL COMO Y EL PORQUE DE SUS ACTIVIDADES, Y SÉ QUE ES UN PUNTO MUY A FAVOR POR LOS CONSUMIDORES.
Ivan Luz Ledic
13 de diciembre de 2010
Como 2/3 de MS de la dieta debe ser constituida por voluminosos, en las gramíneas de los pastos de las zonas tropicales (C4) la digestibilidad es menor que en los pastos de las zonas templadas (C3), pues tienen mayor contenido de fibra. La menor digestibilidad redunda en un pasaje más lento por el trato digestivo y en una menor producción de ácidos grasos volátiles, así como una mayor producción de calor durante su digestión. Ambos factores se combinan y resultan en una menor ingestión de alimentos. La velocidad de degradación en el rumen de los tallos de pastos tropicales es de unas 30 a 32 horas y de las hojas es de 24 horas quiere decir que la mayor proporción de tallos en el forraje conduce a un menor consumo. Comportamiento animal Cuanto al comportamiento animal, un bovino gasta de 6 a 9 horas/día en pastoreo, siendo 38[percent] de ese tiempo dedicado a la elección del forraje (2 a 3 horas después del nacer del sol 1,5 a 2 horas después de las 12:00 horas 3 a 4 horas a finales de la tarde y a la noche puede haber uno o más periodos de pastoreo de 2 horas). En el trópico, en los días de calor, las vacas concentran su alimentación en las horas más frescas, entre 4:00 a 10:00 horas y de 16:00 a 21:00 horas. En estabulación la velocidad de consumo es mayor y el tiempo de alimentación es de 4 a 8 horas. La mayor parte de los animales hace un pastoreo selectivo, rechazando las partes estropeadas por lo pisoteo y contaminadas por las heces y orina. Es correcto, también, que los animales hacen una elección selectiva entre las especies forrajeras y/o entre las varias partes de las plantas y con diferentes estados de desarrollo. Las hojas son siempre comidas en preferencia a los tallos y, en las hojas y tallos, aquellas partes con contenidos más altos en nitrógeno. Un buey recorre cerca de 3 a 8 km (84[percent] durante el día), en una faja de 1 a 2 m de anchura, para consumir cerca de 2,5[percent] de MS en relación a su peso. Durante el pastoreo, el número total de bocados está en torno a 24.000 (50 a 80 bocados/min). En cada bocado ingiere 0,2 a 1,0 g de MS. Un animal de 450 kg caminando 1 km en terreno plano del potrero, gasta 0,263 Mcal de energía metabólica, que corresponde a una caída de 212 g de leche (1 kg de leche con 4[percent] grasa [equal] 1,24 Mcal de energía metabólica). El bovino se queda echado (en ocio) de 9 a 12 horas y vagueando de 8 a 9 horas, ejecutando esta actividad 9 veces/día. La rumia requiere 4 a 9 horas/día, donde ejecuta 360 regurgitaciones, con 48 bocados/regurgitación. Defeca 12 veces y orina 9 veces/día. NOTA: La variación ocurrida en las actividades de comportamiento o hábitos es causada por la interferencia en el manejo, clima, calidad y cantidad del forraje, raza y tipo de explotación. El ganado lechero pastorea con mayor intensidad después del ordeño el Cebú pastorea mayor número de horas que el ganado europeo en pasto ruin y potreros grandes la caminata puede duplicar y el ganado pastorea por más tiempo, descansando menos y ocurriendo también un aumento en el número de bocados la ocurrencia de vientos y lluvias paraliza el pastoreo, lo cual es intensificado después como algunos ejemplos. En días muy nublados los bovinos pueden atrasar el inicio del pastejo de mañana y parar más temprano al anochecer los animales se quedan más agitados, pastorean con menor intensidad y caminan más en esos días con muchas nubes y vientos. La lluvia con ráfagas de viento altera la dirección del pastejo, eso es, los animales toman la dirección contraria al viento y cuando está muy fuerte y persistente, los bovinos interrumpen el pastejo y se quedan inmuebles con los cuellos extendidos.
Ivan Luz Ledic
13 de diciembre de 2010
EL TRÓPICO Y EL BOVINO El comportamiento de un organismo es el resultado de la interacción del genotipo con el ambiente (nutrición, manejo, sanidad y clima). En condiciones de criación extensiva de bovinos en pastizal, no es posible amenizar el efecto del clima de una región. Los países tropicales se encuentran la una altura inferior a los 1.000 m del nivel del mar y las temperaturas elevadas reinan en esa zona e influencian negativamente sobre el animal y su capacidad de producción. Solamente con estabulación se puede interferir en las condiciones de temperatura y humedad ambiente mediante utilización de nebulizadores para evitar el estrés calórico. El bovino es homeotermo y su temperatura corporal tiene que permanecer dentro de un rango estrecho para que los procesos fisiológicos se desarrollen de forma normal. En el cuerpo, entre 60 y 65[percent] de la energía metabolizada aparece en forma de calor. Para mantener constante la temperatura, el animal recoge equilibrar el calor que produce con lo que disipa en el ambiente externo. Si la temperatura ambiente es baja, el calor producido por la actividad metabólica (propia y de los microorganismos del aparato digestivo) está en equilibrio y ayuda el animal a mantener la temperatura corporal constante. Cuando la temperatura ambiente es elevada, la disipación del calor al ambiente requiere la activación de diversos mecanismos, con aumento de la circulación periférica (pérdida de calor por evapotranspiración a través del sudor) y elevación de la frecuencia respiratoria (por la humedad del trato respiratorio). Si esos mecanismos son insuficientes para mantener la temperatura corporal se inician procesos cuyo objetivo es reducir la producción del calor, como la reducción de la actividad corporal y de la ingestión de alimento. Con la reducción de la actividad metabólica, los niveles de hormonas del crecimiento, tiroxina y glucocorticoides son bajos y como consecuencia una menor actividad que redunda en menor productividad. Altas temperaturas afectan también el funcionamiento de diversos órganos. El rumen reduce la producción de ácido propiónico y con él la cantidad de energía disponible. La mayor frecuencia y volumen respiratorio producen una alcalosis por pérdida de ácido carbónico (H2CO, formado a partir de CO2). Para compensar y mantener el pH de la sangre constante, el bovino aumenta la pérdida de bicarbonato en la orina y afecta así el balance de electrólitos (Na+K-Cl) que tiene que ser aumentado por la dieta de -163 a +312 para intentar hacer con que tengan apetito y que puedan ingerir MS necesaria para producción. La acidosis subclínica puede instalarse y el flujo sanguíneo de las vísceras drenadas por la vena puerta se reduce e puede ocurrir mastitis. La zona de termogênese es diferente entre los bovinos europeos y el Zebu y mestizos. Los animales de razas europeas reducen o interrumpen la ingestión de alimento cuando la temperatura ambiente ultrapasa los 26-28 grados C (cuando el bovino come hay un aumento de 0,3 a 0,7 veces en la producción de calor metabólico), sin embargo en animales Cebú y en algunos grados de sangre de mestizos esa reducción se inicia solamente a los 35-38 grados C, no afectando así su hábito de pastejo, mismo en días de verano
Ivan Luz Ledic
13 de diciembre de 2010
NOTA: Yo particularmente gustaría aquí de hacer algunas ponderaciones de cuño más filosófico o antropológico acerca del pensamiento de los criadores y ciudadanos de los países desarrollados, encariñados al ganado europeo. Esas personas, al largo de los años, adquirieron ideas en su cerne que denomino de sagradas o ideológicas, algo así. Lo que eso significa es: “Esa es una idea o una noción sobre la cual nadie puede hablar mal, simplemente no puede”. Y al ser cuestionado: -“¿Por qué no?” Viene la respuesta cínica inmediata: -“Porque no, y pronto” Si alguien conversa sobre política, modelos económicos, gusto y preferencias, etc, los otros pueden discutir sobre eso cuanto quiera, todos tendrán argumentos, pero nadie va sentirse ofendido. Y si alguien dijera: -“No pienso así”, el otro dice: -“Yo respeto eso”. Como es posible que sea perfectamente legítimo apoyar un partido u otro, tener opción por marca de un aparato electrónico – pero que no pudiera tener opinión sobre como el universo comenzó, sobre religión y Dios...... – “ÝAh! no, eso es sagrado.” Estamos acostumbrados a no cuestionar ideas doctrinarías porque todo el mundo se queda absolutamente loco - no se puede hablar de esas cosas – causa furor. Lo mismo está ocurriendo con los criadores y con los exportadores de genética de otros países del primer mundo. Eso todo porque “la doctrina” que poseen remonta a los ideales capitalistas de dominio sobre las otras naciones. Todo eso es especialmente vulnerable a cualquier argumento que pueda desmitificarla y estos conceptos son protegidos por aquellos que lo poseen con todo radicalismo de la incoherencia, como una pared de respeto extremadamente espesa, un tipo de respeto diferente de aquellos que nosotros debemos tener uno por el otro. Pero cuando se analiza racionalmente, con serenidad y sobriedad, no hay razón ninguna para que esas ideas no estén tan sujetas a debate cuanto cualesquier otras, con fundamentalismo basado en la zootecnia y su función social y de producción. Lo que mueve el mundo no son respuestas, pero sí preguntas. La no resignación promueve cambios, por lo tanto debemos cuestionar ese dominio imputado a todos nosotros. Para cambiarnos es necesario desprendernos de ataduras, costumbres y otras tradiciones del pasado. Así hay renovación del pensamiento Es posible que algunos lectores continúen ‘ofendidos’ o me consideren insolente con lo que he dicho y consideren todo como un ‘respeto insuficiente’ por sus creencias específicas cuando cuestiono de la función y funcionalidad del ganado taurus para los trópicos. Debe tener algo de “maligno en mí” que quiera destruir o perturbar sus esperanzas de mantener la soberanía, la cual no tiene base en el conocimiento y son débiles e ingenuas en sus defensas y críticas. Es una pena que esa ‘ofensa’ los impida de evolucionar y de romper algunos paradigmas de la época medieval lejos del obvio y, así, permitir que todos participen de ese camino científico y tecnológico de un mundo sin fronteras geográficas y con menos avaricia.
Ivan Luz Ledic
13 de diciembre de 2010
En el caso de las cuatro vacas con menor productividad, esas aceptan la dieta que una hectárea de un pastizal tropical bien manejada puede ofrecer para ellas y más otras dos o cuatro pueden usar esa misma área. Esas seis u ocho vacas que pesan prójimo de 400 kg de peso vivo aun usan energía del pasto para desplazamiento en la búsqueda y cosecha de sus propias dietas, propiciando mayores producciones por área pastoreada. Una vaca que produce 10 kg/día de leche sería nuestro animal Cebú Lechero, con exigencia de mantenimiento inferior en cerca de 20[percent], o animales mestizos con exigencia intermediaria 15[percent] menor. Esos animales tienden a tener mayor vida productiva, mejor eficiencia reproductiva y menor incidencia de problemas en el periodo pre-parto. Ese sería nuestro antídoto natural o receta tropical contra los animales alienígenos de los rebaños norteamericanos y europeos, por que irán a tener mayor tolerancia al calor y humedad excesiva, a los parásitos externos e internos que traen contribuciones adicionales al facilitar el manejo. La actividad lechera, como cualquiera otra actividad agrícola o ganadera, debe visar logro, entonces el punto óptimo económico estará siempre antes del punto de máxima respuesta física o biológica. Mantener niveles elevados de producción individual está relacionado con la movilización de reservas corporales, que ocurre en el inicio de la lactancia, llamado de periodo de balance energético negativo. En esa fase las vacas de producción más elevada se hacen susceptibles a problemas metabólicos que desencadenan otros problemas, como reducción del consumo de materia seca, infecciones y problemas en la glándula mamaria. En los trópicos y en nuestras condiciones de producción de leche a pasto, nuestros sistemas deben operar en la franja de retornos económicos, no teniendo sentido recomendaciones para ‘maximizar’ la producción individual o ‘taurinizar’ nuestro ganado adaptado. Debe ser priorizado en nuestros países la atención a las familias de los productores, dueños de pequeñas áreas y con rebaños no especializados para producción de leche. Esa visión miope de recomendaciones técnicas abominables para búsqueda de récords de desempeño para producción de leche en los países en desarrollo debería ser rada, a la luz del reconocimiento de esos errores absurdos practicados con base en los modelos de los sistemas de ganado confinado de los países de climas templados. La estrategia de utilizarse cruces es el método más simple de mejorar la eficiencia productiva y económica, además de amenizar problemas sanitarios, introduciendo genes favorables de otras razas y manteniendo interacciones génicas responsables por la heterosis.
Ivan Luz Ledic
13 de diciembre de 2010
VACA DE MILLÓN - LECHE DE MONEDA Actualmente la producción individual es el ‘bordón’ de fuerte promoción comercial. Ese énfasis exagerado que actualmente es dedicada a la genética para elevación de la producción por vaca, no ha llevado en consideración algunos factores importantes: • El primer es el aumento de la consanguinidad por el uso exagerado de pocos toros (sólo los mejores) y de vacas que caen en la ‘preferencia’ de los criadores. • El segundo es que ni todos los compradores de eses animales darán el debido descuento en esa alta producción, con miras a las condiciones en que fue obtenida en relación al modo en que será criado. • El tercer se refiere al balance estequiométrico y a termodinámica (transformaciones metabólicas y fisiológicas). • El cuarto es que las respuestas marginales van siendo reducidas para cada incremento unitario de alimento utilizado (ley de los retornos decrecientes), haciendo con que los costos medios aumenten con el aumento de la producción. Otra cuestión sería si no es más apropiado aumentar el número de vacas en vez de aumentar sus producciones individuales además del punto de escala optimizado. ¿Para los trópicos sería más eficiente tener vacas de leche con alto potencial de producción de 40 kg o tener los mismos 40 kg con cuatro vacas de 10 kg de media? En ese último caso habría 4 mantenimientos a que sean gastos, contra sólo un del primer ejemplo. Sin embargo debemos atentar para las diferencias de costos de las dietas exigidas por esos dos tipos de animales. Para el caso de vacas de alta productividad, con 650 a 750 kg de peso, el mantenimiento provén de una dieta constituida de ensilaje de maíz, concentrados, tampones, aditivos, etc. Los programas de mejoramiento genético y selección de razas lecheras consiguieron ganancias genéticas que no fueron acompañados por aumentos en la capacidad de ingestión de materia seca de esos animales, así la relación concentrado:voluminoso tiene que ser mayor para animales de mayor producción, para que puedan mostrar desempeño compatible con su potencial. Esas vacas necesitan de una dieta más rica en energía, con más demanda por concentrado y el sistema de producción necesita aun de máquinas y equipamientos (consumiendo combustible fósil y energía eléctrica) para cultivo, cosecha, procesamiento, almacenaje, mezcla y transporte de su dieta, pues “caminar no es una actividad natural para ella”.
Ivan Luz Ledic
13 de diciembre de 2010
La zona de termogênese es diferente entre los bovinos europeos y el Zebu y mestizos. Los animales de razas europeas reducen o interrumpen la ingestión de alimento cuando la temperatura ambiente ultrapasa los 26-28 grados C (cuando el bovino come hay un aumento de 0,3 a 0,7 veces en la producción de calor metabólico), sin embargo en animales Cebú y en algunos grados de sangre de mestizos esa reducción se inicia solamente a los 35-38 grados C, no afectando así su hábito de pastejo, mismo en días de verano. Como 2/3 de MS de la dieta debe ser constituida por voluminosos, en las gramíneas de los pastos de las zonas tropicales (C4) la digestibilidad es menor que en los pastos de las zonas templadas (C3), pues tienen mayor contenido de fibra. La menor digestibilidad redunda en un pasaje más lento por el trato digestivo y en una menor producción de ácidos grasos volátiles, así como una mayor producción de calor durante su digestión. Ambos factores se combinan y resultan en una menor ingestión de alimentos. La velocidad de degradación en el rumen de los tallos de pastos tropicales es de unas 30 a 32 horas y de las hojas es de 24 horas quiere decir que la mayor proporción de tallos en el forraje conduce a un menor consumo.
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