Nueva solución para el hígado graso de las vacas

El hígado graso es una enfermedad metabólica importante que predispone a las vacas lecheras de alto rendimiento. Cuando los lípidos absorbidos por el hígado superan su capacidad de oxidación y secreción, se formará hígado graso y el exceso de lípidos se almacenará en el hígado en forma de triglicéridos, lo que reduce las funciones metabólicas del hígado. Esta condición se conoce como hígado graso de vaca o síndrome de obesidad.

1. El estrés del parto ha provocado cambios importantes en el metabolismo. Los académicos lo llaman "regulación del equilibrio", en el que los nutrientes se redistribuyen y transfieren del tejido que no es del seno al tejido del seno para satisfacer la necesidad de nutrientes en la leche materna. Según las estadísticas, debido a cambios endocrinos durante el período de parto de las vacas lecheras adultas, la ingesta de materia seca disminuyó entre un 30 y un 50%. La disminución de la ingesta de pienso hace que los requerimientos nutricionales de la glándula mamaria no se satisfagan, lo que conduce inevitablemente a la movilización del tejido adiposo. Como resultado, la concentración de ácidos grasos no esterificados en plasma (NEFA, es decir, ácidos grasos libres) aumenta rápidamente. El 20% de la grasa corporal movilizada es utilizada por la glándula mamaria y el hígado absorbe la mayor parte del resto.

2. El exceso de grasa necesita del hígado para completar el metabolismo. Después de entrar en el hígado, los ácidos grasos libres se utilizan de tres formas: 1) completamente oxidados a CO2, la energía resultante es utilizada por el hígado; 2) parte de los AGL se oxidan para producir cetonas y son utilizados por el tejido extrahepático; Reesterificación para formar triglicéridos, fosfolípidos o ésteres de colesterol. Los triglicéridos en este momento se almacenan en el citoplasma en forma de partículas de grasa, y hay dos formas de metabolizar: 1) la lipasa lisosomal lo hidroliza. 2) ser transportado fuera del hígado como lipoproteína de muy baja densidad (VLDL) y utilizado por los tejidos periféricos. Debido a que el hígado de los rumiantes carece de lipoproteína lipasa y lipasa hepática suficientes, la vía para eliminar los triglicéridos por oxidación hidrolítica está significativamente limitada y la secreción de VLDL es la vía principal para la depuración hepática de los triglicéridos.

3. El metabolismo de las VLDL tiene defectos importantes en los rumiantes: baja tasa de hidrólisis de los triglicéridos almacenados, baja proporción de fosfolípidos a triglicéridos, síntesis insuficiente de lipoproteínas y otros factores contribuyen a una baja síntesis y secreción de VLDL en el hígado durante el período de parto en rumiantes, que significa que los triglicéridos son difíciles de transportar fuera del hígado.

Hasta el 50% de las vacas lecheras tienen hígado graso. Las vacas de hígado graso generalmente tienen concentraciones elevadas de cetonas en la orina, pérdida de peso severa, menor consumo de alimento y una disminución significativa de la capacidad de lactancia, lo que reduce la esperanza de vida de las vacas lecheras.

El hígado graso retrasa la remodelación uterina, lo que reduce la cantidad de ovocitos viables durante el período de desarrollo embrionario temprano y, por lo tanto, reduce la fecundidad de la vaca.

La incidencia de hígado graso está relacionada con la condición corporal y los métodos de alimentación durante el período de secado. En comparación con la condición corporal normal, la incidencia de hígado graso es mayor después del parto de vacas secas con obesidad, y cómo fortalecer la alimentación y el manejo en el período de secado es una solución importante. La falta de colina y metionina puede inducir la aparición de hígado graso. La encapsulación de colina a través del rumen o la preparación de metionina tiene cierta importancia clínica para la prevención y el control de las vacas lecheras con síndrome de hígado graso. Sin embargo, debido a factores como el costo y la eficacia, los productos comerciales no han sido efectivos para resolver el problema clínico de la agricultura.

Con la introducción del ácido biliar, un producto nuevo a nivel estatal, hemos probado el ácido biliar en la prevención y el control del ganado lechero con síndrome de hígado graso. Varios casos clínicos han demostrado que los ácidos biliares pueden prevenir y tratar eficazmente el hígado graso en ganado lechero a bajo costo. El mecanismo es el siguiente:

1 Los ácidos biliares promueven la síntesis de lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL), que acelera el transporte de grasa desde el hígado a los tejidos extrahepáticos y previene la deposición excesiva de grasa en el hígado.

2 El ácido biliar como molécula de señal puede aumentar el nivel de SREBP-1c e inhibir la síntesis de lípidos; aumentar el nivel de PPARα y promover las tasas de degradación de lípidos.

El efecto del uso de ácidos biliares:

1. Incrementar la producción de leche en un 5-10%;

2. Mejorar la calidad de la leche, el contenido de proteína de la leche se puede aumentar en un 8-10%;

3. Reducir la incidencia de hígado graso y cetosis en vacas lecheras;