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Laminitis: Cuide su rebaño lechero

Publicado: 13 de diciembre de 2005
Por: Sergio Hazard T., Ingeniero Agrónomo M.Sc., CRI- INIA - Carillanca
La producción de leche en el país ha experimentado un notable incremento en los últimos años a consecuencia de una serie de innovaciones tecnológicas, dentro de las cuales se cuenta con nuevos manejos alimenticios, mejoramiento genético, adecuado manejo reproductivo, nuevos productos veterinarios y vacunas, sistemas de producción intensivos, entre otros. Esto ha llevado a las vacas lecheras a convertirse en verdaderas máquinas productoras de leche.

Recordemos que las vacas lecheras son rumiantes y que como tales tienen la capacidad de aprovechar muy bien los forrajes. Antiguamente estos animales se alimentaban solamente en base a praderas y su producción de leche en esos casos era limitada. Posteriormente, han sido sometidos a sistemas de producción muy intensivos, lo que significa, entre otras cosas, estabulación completa durante todo el año o al menos durante la época invernal. El alimento se les entrega directamente en el lugar donde se encuentran confinados, recibiendo soiling y/o ensilajes y altos niveles de concentrado.

En otras palabras, los animales bajo estos esquemas de producción de leche se encuentran en un constante estrés, lo que lleva a que se presenten una serie de problemas, entre los que se cuenta la laminitis. Esta enfermedad es una de las principales causas de eliminación de vacas en los rebaños y, por lo tanto, tiene una alta incidencia económica para el productor lechero. El objetivo del presente artículo es entregar antecedentes del porqué se presenta la laminitis y cómo el productor lechero puede tomar sus precauciones para lograr prevenirla dentro de su rebaño, o al menos minimizarla.

¿Que es la laminitis?

La laminitis o Pododermatitis aséptica difusa se caracteriza por una inflamación aguda, subaguda o crónica-recidivante aséptica difusa del corion ungular. Esto produce una deformación de la pezuña y un crecimiento excesivo de la misma, lo que se traduce en una cojera. La enfermedad fue descrita a mediados del siglo pasado y ha venido en aumento con el manejo intensivo sin distinción de sexo o edad.

La forma crónica de dicha enfermedad se conoce como casco en babucha y la principal causa es la ingestión rápida de cantidades excesivas de alimentos con un alto contenido de energía. Esto se traduce en una acidosis láctica (laminitis aguda) o la ingestión constante de concentraciones elevadas de carbohidratos que redunda en la liberación de toxinas vasoactivas en el torrente circulatorio provocando un proceso inflamatorio (laminitis subaguda o subclínica). El deterioro en la calidad del casco predispone a los animales a lesiones como la enfermedad de la línea blanca, úlceras de la suela y erosiones del talón. La suela se desgasta también con mayor rapidez, exponiendo al animal a un mayor riesgo de traumatismos.

En la laminitis aguda, normalmente existe un historial de consumo excesivo de grano. Los animales disminuyen sus movimientos a consecuencia del dolor que experimentan al caminar, y además presentan diarrea. Las vacas muy enfermas permanecen echadas, las pezuñas afectadas presentan calor e inflamación, dolor difuso y enrojecimiento del rodete coronario. Los animales presentan fiebre moderada pudiendo llegar a 40º C, el pulso a 120 y la respiración a 80 por minuto. Por otra parte, los signos clínicos son todos expresión de dolor e incluyen ansiedad, temblor muscular. La postura es característica, con los cuatro pies un poco más hacia delante de su posición normal, la cabeza humillada y el lomo arqueado.

Como consecuencia de la laminitis las pezuñas crecen y se encorvan hacia arriba a la altura de los dedos; presentando grandes surcos, pared dorsal cóncava, desdibujamiento y engrosamiento de la línea blanca, zonas de infiltración hemorrágica. La suela blanda presenta manchas amarillo - rojizas y surcos circulares, llegando a la separación de las láminas sensibles de la porción córnea, con la consiguiente caída del talón. Las paredes del casco se alargan y forman surcos horizontales, sobre todo en la parte anterior adquiriendo una forma cóncava. Durante la enfermedad los animales caminan como si estuviesen trabados y disminuyen su producción de leche y pierden peso en forma progresiva. Todo ello como consecuencia de que al sentir dolor al caminar, disminuyen drásticamente el consumo de alimento. Asimismo, el acto de echarse se logra con grandes dificultades, y a menudo después de un buen número de intentos previos. No resulta nada de fácil que el animal se levante y algunos permanecen tendidos por largos períodos.

La laminitis subaguda no muestra cambios evidentes en la postura del animal, pero se observa rigidez en la marcha. El casco es blando, está manchado con sangre y presenta un aspecto ceroso amarillento. Las vacas lecheras muestran normalmente los primeros síntomas de laminitis subclínica inmediatamente después del parto. La incidencia elevada de cojera a mitad de la lactancia y la presencia de lesiones de la línea blanca y de úlceras de la suela confirman el diagnóstico en un rebaño.

Agentes causales de laminitis

A menudo la laminitis es referida como un síndrome, lo que significa que las causas que provocan la enfermedad son diversas, asociadas a diferentes factores independientes y de un amplio espectro. A continuación se señalan algunas de las causales más importantes.

Manejo nutricional del rebaño. Dietas pobres en fibra y ricas en almidón producen una acidosis ruminal y constituyen los factores más importantes en la producción de laminitis, que puede derivar en una cojera debido a una úlcera en la suela de las extremidades del animal. En vacas de alta producción, para evitar problemas de acidosis, las raciones deben contener una relación de concentrado: forraje no mayor de un 60:40 (base materia seca). Si es que los rangos de concentrados son mayores, puede incorporarse paja molida en un rango de 1 a 2 kg. para proveer de suficiente fibra larga. La idea es que la ración total contenga un 17 % de fibra cruda. La presencia de esta fibra estimula una mejor salivación y rumia.

La influencia de los carbohidratos en el pH del rumen es un punto crítico de unión entre la nutrición, acidosis y laminitis. Al existir niveles excesivos de carbohidratos en el rumen, aumenta la producción de ácido, exigiendo los sistemas de buffer que en forma natural poseen las vacas. La escasez de fibra en la dieta influye en la producción de saliva y por lo tanto en el pH ruminal. Otro componente importante de la ración de las vacas lecheras son las grasas, las que deben limitarse a un 4-5 % de la ración para evitar problemas de acidosis.

Una manera de evitar la acidosis al utilizar altos niveles de concentrado en la dieta de vacas lecheras de alta producción es hacer uso de raciones completas. Para ello se pueden usar carros mezcladores o bien el productor puede mezclar los diferentes ingredientes de la ración en forma manual. Otra manera de mitigar la acidosis es a través del suministro de bicarbonato en las raciones de los animales.

Endotoxinas. La forma precisa en que las endotoxinas producen la laminitis no está aún del todo claro. Las endotoxinas bacterianas pueden ser formadas en el rumen debido a cambios en el proceso de fermentación, los que se encuentran asociados a acidosis. Las endotoxinas más comunes son liberadas como resultado de una metritis (infección del útero) y mastitis. Las endotoxinas causan cambios en la circulación de la sangre, lo que puede derivarse en una laminitis en la pezuña del animal.

Parto. Al momento del parto ocurren cambios en la circulación sanguínea, los que pueden derivar en una acumulación de fluido. Es muy común observar esta situación en la ubre de las vacas al momento del parto, reflejado en un edema a nivel de la ubre. Una situación similar puede ocurrir a nivel de las pezuñas de los animales produciendo en casos extremos separación de las pezuñas y úlceras en la suela. Para evitar este tipo de problema es aconsejable mover a los animales de modo de restablecer la circulación sanguínea.

Frecuencia de la alimentación. En caso de que se suministre concentrado en la sala de ordeña, es recomendable no suministrar mas allá de 5 kg (idealmente 4 kg.). Si los animales se encuentran estabulados, el concentrado debe repartirse en 2 ó 3 raciones de modo de evitar los excesos de consumo de concentrado. De igual forma, se debe tener cuidado con las vacas golosas que tienden a consumir altos niveles de concentrado. Para evitarse estos problemas es aconsejable, como se señaló anteriormente, el uso de raciones completas.

Cambios en la dieta después del parto. Los cambios en la dieta de vacas lecheras son muy peligrosos, especialmente si se pasa de una dieta baja a una alta en concentrado. Lo recomendable es comenzar a acostumbrar a la vaca antes del parto a consumir la dieta que recibirá después del parto; para ello 15 días antes de la fecha probable del parto debe comenzar a recibir, aunque en menor proporción, la misma dieta que recibirá cuando comience su lactancia.

Alimentación durante la crianza. En vaquillas que reciben altos niveles de concentrado, y especialmente cambios bruscos de dietas con bajo a alto nivel de concentrado durante la crianza, son un factor predisponente para causar la laminitis. Sistemas de crianza de reemplazos que permiten ganancias diarias de peso sobre los 800 gramos/día pueden causar laminitis.

Condición corporal al momento del parto. Vacas que llegan muy gordas al parto reducen su apetito, especialmente de forraje, y por lo tanto son más propensas a desarrollar acidosis y laminitis. Las vacas deben ser secadas con una condición corporal de 2,5 – 3.0, debiendo llegar al momento de parto con una de 3,0 – 3,5.

Estabulación de los animales. Las vacas deben permanecer en un lugar que les sea cómodo. El diseño de los cubículos es de mucha importancia ya que si son confortables la vaca permanecerá echada durante 12-14 horas /diarias. Largos períodos de pie de los animales derivan en un incremento de la presión de la planta de las pezuñas.
Pisos de cemento del establo mal diseñado es otro factor predisponente para la laminitis. Asimismo, tiene importancia que los establos se mantengan limpios y lo más seco posible.

Como se podrá observar, las causas que provocan la mastitis son múltiples y variadas y la incidencia de laminitis puede asociarse como un indicador de nivel y calidad de manejo de la explotación. Por lo tanto, si en un predio se encuentran altas tasas de laminitis se debe asociar a fallas respecto al manejo de los animales. A mayores niveles productivos, el ganadero debe tener una mejor capacidad técnica para alcanzar un manejo correcto que impida la aparición de laminitis.

Por otra parte, se puede señalar que en todo rebaño lechero debe considerarse como norma el recorte de pezuñas de la vacas, y en caso que existan problemas de cojeras se deben considerar hacer pediluvios.

Finalmente, al existir problemas de laminitis los animales pueden ser tratados con algunos medicamentos que existen en el mercado, o bien a través de métodos quirúrgicos.
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Autores:
Sergio Ricardo Hazard Torres
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Alfredo J. Escribano
Orffa Excentials
29 de julio de 2016
Enhorabuena por tan interesante artículo. Este es un tema fundamental que puede minar los resultados reproductivo y productivos, y por ende, la rentabilidad de nuestras explotaciones. Además de los manejos e intervenciones veterinarias comentadas (también fundamentales y necesarias), es necesario prestar atención a la nutrición mineral. En este sentido, les dejo un estudio que realizamos en NOREL mostrando los efectos positivos del GLICINATO de ZINC (GLYMET Zn) en la reducción de prevalencia de patologías podales en vacuno lechero, observándose un magnifico retorno de la inversión: https://www.engormix.com/MA-ganaderia-leche/foros/suplementacion-glicinato-zinc-incidencia-t38426/p0.htm#post270984 Saludos desde España!
Sergio Ricardo Hazard Torres
6 de noviembre de 2006

Como se señala en el articulo esta enfermedad se produce por un exceso de energia en la dieta o falta de fibra. Esta enfermedad se da por altos nieles de concentrado en la racion y se presenta en varias vacas del rebaño. Lo mas probable es que no sea laminitis lo que tiene su vaca ya que es solamente un animal.Lo recomendable es consultar a un medico veterinario para su diagnostico. En caso que realmente sea laminitis debería cambiar la racion disminuyendo la cantidad de concentrado.    

Atte,

Sergio Hazard

Rodrigo Muñoz Espinoza
10 de noviembre de 2006
Hola estimados amigos, el problema de laminitis es algo complejo poruq es un problema de desbalence en la racion y no necesariamente tiene que afectar a tosdo el rabeno porque puede darse el caso de un problema digestivo puntual para locual recomiendo: Revisar el balance de Energia, Proteina y FDN en la racion, el animal que esta con el problema podol ver sino no tiene un problema de Panadizo o podrdumbre del cosco que es causdo por una bacteria Spheroforu necrophorus. Si no es este el problema tomar una muestra de licor ruminal y verificar su Ph. Si es positivo a la prurbas de pH y esta hacido es un problema digestivo en el cual tiene que balancera bien la dieta y para el caso de la laminitis se debe usar Flunixcin meglubina y retirar los CNF de la dfieta del animal hasta su recuperascion
Cintya Morales Jimenez
Cintya Morales Jimenez
6 de noviembre de 2006
Bueno escribo este comentario por que tengo un bovino que tiene este caso quisiera saber su tratamiento por que ya se repitio este caso dos veces en este animal y esta muy mal de su extremidad
saravia lopez monica
saravia lopez monica
13 de julio de 2006
si la laminitis es por exceso de grano e recomienda hacer caminar al animal y evitar que se calienten las patas ayudarse con compresas frias o introducir las patas en hielo o en agua fria. se pueden usar antiinflamatorios no corticoides, la fenilbutazona actua bien. esto antes de la aparicion de signos agudos. un antihistaminico es util dentro de las 48 horas de aparecido un ataque conocido (galerfin). gracias.
pablo verdecchia
pablo verdecchia
19 de mayo de 2006
Hola a todos. Como médico veterinario de Argentina, quisiera aclararles a todos los que lean este artículo desde mi país, que el caso de la laminitis, que en nuestro país es muy común en caballos, no lo es tanto en bovinos, por el tipo de explotación, que a pesar de las grandes cantidades de suplementos que se dan en la dieta (silo, balanceados, granos, rollos, etc), el sistema sigue teniendo como base el pastoril, o sea a pradera, no existe en pampa húmeda practicamente la estabulación. Entonces, el problema podal que sí se presenta, y en más del 90% de los casos, es la pododermatitis aguda séptica por S. necroforum (pietín). En segundo lugar de pododermatitis que aparece es el sobrecrecimiento de las pezuñas, especialmente en períodos largos de temporales donde las vacas pasan mucho tiempo sobre superficies barrosas y no desgastan pezuñas. Según tengo entendido, en lugares donde se estabula, también las pododermatitis más comunes son las sépticas. Me gustaría que algún medico veterinario de esos lugares me lo confirme. Les mando un abrazo a todos y quedando a su entera disposición. Dr. Pablo Horacio Verdecchia
Rodrigo Muñoz Espinoza
16 de febrero de 2006
Hola a todos. El problema de la laminitis en bovinos en nuestro país es causado por la acidosis subclínica o crónica. Para poder controlar esta patología se está regulando la cantidad de carbohidratos no estructurales en la dieta, el tamaño y la cantidad de fibra en la ración diaria. En los problemas clínicos se está evaluando el pH ruminal, y luego tratando con virginiamicina. Y el uso de Flunixin meglubina.
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