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La infección por el virus de Schmallenberg: Una enfermedad emergente transmitida por artrópodos en europa

Publicado: 5 de febrero de 2014
Por: Franz J. Conraths, Carolina Probst y Martin Beer. Friedrich-Loeffler-Institut, Instituto Federal de Investigación de Sanidad Animal, Greifswald-Insel Riems y Wusterhausen,Alemania
Introducción
El virus de Schmallenberg (SBV) es el primer Orthobunyavirus vinculado a los virus del serogrupo Simbu que ha sido detectado en Europa. En otoño de 2011, fue identificado por primera vez mediante análisis metagenómico en vacas lecheras en Alemania (1) y en los Países Bajos (2). La enfermedad se extendió rápidamente por grandes partes de Europa Central y Occidental (1-5), afectando en primera línea a rumiantes, pero también a camélidos del nuevo mundo como alpacas (1,6). En 2012, la enfermedad volvió a reaparecer (7). Los resultados serológicos indican que rumiantes salvajes (corzo, gamo, ciervo, muflón) también han sido infectados.

El serogrupo Simbu abarca más de 24 especies de virus, la mayoría de los cuales han sido detectados en rumiantes.

Algunos de éstos, como por ejemplo el virus Akabane ó Aino, pueden causar enfermedad en estos animales, mientras que infecciones humanas con Orthobunyavirus son poco frecuentes y sólo han sido descritas para dos virus (el virus Oropouche y el virus Iquitos). Hasta el momento, no hay evidencia de que los humanos sean susceptibles a la infección con SBV (8).

El genoma de los virus del género Orthobunyavirus se divide en tres moléculas de ARN de cadena simple (denominados segmentos), designados como pequeño (S), medio (M) y grande (L). Entre los miembros de un mismo grupo, es posible la recombinación de segmentos. El hecho de que el segmento M codifica para las glicoproteínas virales que inducen anticuerpos neutralizantes en los huéspedes infectados, favorece la presión de selección y conlleva que los eventos de reordenamiento en este segmento sean frecuentes. Los análisis moleculares han revelado que el virus de Douglas, que fue aislado por primera vez en Australia (9), y el virus de Sathuperi Shamonda, presentan una gran homología con el SBV, aunque pueden ser distinguidos claramente de él (10,11).
 
Epidemiologia
En poco más de un año, el SBV se extendió por gran parte de Europa (12). Infecciones agudas de rumiantes adultos o defectos congénitos en fetos SBV-positivos se detectaron en más de 5000 granjas al menos en Alemania, Austria, Bélgica, la República Checa, Dinamarca, España, Estonia, Finlandia, Francia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Noruega, los Países Bajos, Polonia, Suecia, Suiza y el Reino Unido. Además, se han registrado casos sospechosos en Eslovenia y Hungría.

En Bélgica (3) y los Países Bajos (4) se han publicado estudios serológicos. También se han realizado estudios serológicos en Alemania, Austria, Francia y Suiza, pero los resultados todavía no se han publicado. En Bélgica, las muestras de suero obtenidas de ganado bovino en la primavera de 2010 y en la primavera de 2011 fueron seronegativos para SBV. Sobre una muestra de 209 granjas seleccionadas aleatoriamente en abril de 2012, se detectó una seroprevalencia aparente entre vacas adultas de 90,8 % (95 % IC 88,3-93,2 %).

En los Países Bajos, en invierno de 2012 la seroprevalencia estimada en ganado fue 72,5 % (95% IC 69,7-75,1 %). En la parte centro-orientaldel país, se observó una seroprevalencia significativamente mayor que en las regiones del norte y del sur, pero sin haber agrupaciones regionales. En dos explotaciones de vacas lecheras y dos de ovejas afectadas por el SBV, se observó una seroprevalencia entre el 70-100%. Los análisis en Alemania en explotaciones de ganado y rebaños de ovejas revelaron resultados similares. La seroprevalencia observada en ganado durante el invierno de 2012 en Alemania, está correlacionada con la distribución espacial de la detección de virus en corderos y terneros malformados. En la región central de la epidemia en Alemania, de los animales examinados había seroconvertido hasta un 98%, observándose un gradiente de seroprevalencia de disminución desde el centro hacia la periferia. El análisis de sueros tomados antes de 2011 de especies susceptibles no ha aportado ningún indicio de que el SBV hubiera podido estar presente en la zona antes de 2011.
 
Transmisión
Los datos epidemiológicos disponibles indican que el SBV es transmitido por artrópodos. Esta hipótesis se ve reforzada por el hecho de que el virus se ha detectado en jejenes del género Culicoides spp. En una serie de países, incluyendo Alemania, Bélgica, Dinamarca, Italia y los Países Bajos (12-14). Probablemente, los jejenes desempeñan un papel central en la transmisión de la infección.

Recientemente, SBV infeccioso se ha detectado también en el semen de toros. Queda por aclarar, sin embargo, si la infección se puede transmitir a las vacas por inseminación y, en caso afirmativo, si ésta ruta posee una relevancia epidemiológica.
La limitada evidencia disponible, obtenida de infecciones experimentales, sugiere que el SBV no se transmite de forma horizontal por vía de contacto directo. La inoculación oro-nasal de dos terneros en el Instituto Friedrich-Loeffler no produjo infección y además, en varios ensayos, los animales de contacto permanecieron seronegativos (15). Sin embargo, sí hay certeza de que el SBV se puede transmitir de hembras gestantes a su descendencia verticalmente de forma transplacental (3,16).

Cuadro clínico

Los primeros casos en bovinos adultos observados en agosto y septiembre de 2012, estuvieron asociados a un síndrome febril con síntomas leves e inespecíficos, tales como diarrea y caída transitoria en la producción láctea. Los animales se recuperaron dentro de  una o dos semanas. En cuanto al ganado ovino adulto, no hubo informes específicos sobre casos clínicos, por lo que se sospecha que la infección permaneció subclínica en estos animales. Asimismo, parece probable que un gran número de bovinos adultos infectados o bien no mostraron signos clínicos o los signos no fueron percibidos por los agricultores.

Sin embargo, las infecciones transplacentarias se produjeron tras la infección aguda de hembras gestantes. Según el estado de gestación, el SBV causó daños más o menos graves en el embrión o el feto, lo que resultó en el nacimiento de corderos y terneros malformados que normalmente eran incapaces de sobrevivir, a menudo porque no fueron capaces de mamar (“corderos tontos”) o ya habían nacido muertos. La mayoría de los animales nacieron a término, pero también ocurrieron abortos. El SBV también fue detectado en fetos momificados. Los pastores reportaron un índice de no retorno reducido, lo que puede sugerir que los embriones habían sido abortados o reabsorbidos en etapas tempranas de la gestación. Una vez superada la infección, parece que las ovejas afectadas quedaban preñadas de forma normal y daban a luz corderos sanos. Se debe enfatizar que la mayoría de la información descrita aquí aún no se basa en estudios sistemáticos, sino en gran parte en datos anecdóticos. Sin embargo, los datos disponibles sobre el cuadro clínico muestran un alto grado de similitud entre las infecciones del SBV y las del virus Akabane.

Mientras que en animales adultos la infección sólo causa síntomas leves (1) o incluso permanece clínicamente inaparente, la transmisión transplacentaria durante un período de tiempo limitado durante la gestación puede provocar el nacimiento de progenie con graves malformaciones (1,2).
 
Patología
Debido a que los signos clínicos son leves y transitorios y la primera oleada de brotes se produjo a finales de verano / otoño de 2011, cuando la etiología de las alteraciones no se conocía aún, nuestros  conocimientos sobre la patología de la infección aguda por el SBV en rumiantes adultos es todavía escasa. Terneros y ovejas infectados experimentalmente no presentaron signos clínicos o mostraron sólo síntomas leves como fiebre y diarrea. Sin embargo, el SBV puede causar malformaciones en el embrión o el feto, si la transmisión transplacentaria ocurre durante el período de determinación teratogénica, es decir, en la fase ‘vulnerable’. En los virus Akabane, este período oscila entre los días de gestación 28 y 36 (56) en las ovejas y los días 74 y 110 (150) en los bovinos (17,18). Infecciones que tienen lugar antes o después de este período todavía pueden resultar en la muerte embrionaria o fetal, en cambio el riesgo de que se produzcan malformaciones es muy reducido. Si los fetos sobreviven hasta el nacimiento, a veces es posible detectar el virus en el líquido amniótico o meconio o anticuerpos pre-calostrales.

En corderos, cabritos y terneros, las malformaciones asociadas con el SBV incluyen artrogriposis, malformaciones de la columna vertebral (cifosis, lordosis, escoliosis, tortícolis) y del cráneo (deformación, macrocefalia, braquignatia inferior), así como malformaciones variables del cerebro (hidranencefalia, porencefalia, hipoplasia cerebelosa, hipoplasia del tronco cerebral) y de la médula espinal (19). Estas alteraciones, conocidas como “síndrome de artrogriposis e hidranencefalia” (AG / HE) son semejantes a los cuadros patológicos observados en otros virus del serogrupo Simbu. La artrogriposis es causada por un trastorno neurogénico de desarrollo y la degeneración de los músculos esqueléticos y es acompañada por la formación tejido sustitutivo. Las neuronas necesarias para el desarrollo normal de los músculos están ausentes tanto en el asta dorsal como en el ventral de la médula espinal.

Inmunidad
 
Los animales infectados producen anticuerpos cuya presencia se puede detectar después de 12 a 14 días. Igual que en otras infecciones con virus del serogrupo Simbu y sobre la base de los resultados de experimentos de re-infección inicial de dos terneros, parece probable que la infección con SBV induce una respuesta inmunitaria que protege contra re-infección varias semanas después de la infección primaria. Todavía no se sabe cuánto tiempo dura la protección.

Diagnóstico
La forma más fácil de detectar el genoma de SBV es aplicando la técnica de la PCR (1,20). En muestras de suero, es posible la detección de anticuerpos específicos mediante la seroneutralización (VNT), la inmunofluorescencia indirecta (IFAT) o el ELISA (21). Las muestras de sangre con EDTA pueden ser analizadas por IFAT o ELISA, mientras que la confirmación por VNT en éste material resulta difícil.

La infección aguda, que obviamente se produce principalmente durante el período activo del vector (en Europa central entre abril y noviembre) puede ser detectada por PCR en sangre o suero (1). Hay que destacar que la viremia del SBV es extremadamente corta (5 días como máximo), por lo que las muestras deben recogerse mientras los animales muestren sintomatología clínica, preferiblemente durante la breve fase febril.
La PCR también se puede usar para detectar el SBV en recién nacidos malformados (1), y para ello se recomienda tomar muestras de cerebro de al menos dos diferentes partes (cerebro y cerebelo). También se pueden analizar el bazo y la sangre, aunque el SBV se detecta menos frecuentemente en estas matrices. Asimismo, el fluido amniótico / fetal (recogido, por ejemplo, con bastoncillos de la piel de los recién nacidos malformados) y el meconio pueden ser muestras adecuadas y son fácilmente accesibles. Una buena correlación de la detección de SBV se ha logrado en particular para las muestras de líquido amniótico con respecto a muestras del cerebro (20), aunque pueda resultar necesaria una validación adicional del índice de eficacia del test con este tipo de matrices.

Mientras que en corderos malformados por infección con SBV se pueden detectar regularmente secuencias genómicas víricas en el cerebro y en otros tejidos por medios de la PCR, en terneros con malformaciones típicas del tipo AG / HE es significativamente menos probable encontrar el genoma del SBV. Este fenómeno también se ha observado en el virus de Akabane. Por tanto, un resultado negativo de PCR en un ternero malformado no puede descartar la posibilidad de una infección con SBV como la causa de la malformación.

En estos casos, se puede intentar la detección de anticuerpos en muestras de sangre pre-calostro o líquidos corporales, por ejemplo obtenidos por punción cardiaca en los animales nacidos muertos. En estas muestras, la detección de anticuerpos específicos a SBV es indicativa de una infección transplacentaria.
 
Impacto
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria ha estimado que el porcentaje máximo de explotaciones afectadas por región fue 6,6% en ovinos y 4% en bovinos (12). En Alemania, aproximadamente el 0,8% de las explotaciones de ganado vacuno y el 4,2% de las explotaciones ovinas se vieron afectadas, aunque se percibieron considerables diferencias regionales. En Renania del Norte-Westfalia, por ejemplo, donde el SBV ocurrió por primera vez en 2011, la tasa de rebaños de ovejas afectados ascendió al 11,8% (datos con fecha del 28/01/2013).

Aunque las pérdidas ocasionadas por la infección de SBV son limitadas, la aparición de esta nueva enfermedad ha causado importantes restricciones en el comercio de ganado y de sus productos. Queda por ver si la infección se establecerá de forma permanente en la región afectada.
 
Referencias
1. Hoffmann B, Scheuch M, Höper D, Jungblut R, Holsteg M, Schirrmeier H, Eschbaumer M, Goller KV, Wernike K, Fischer M, Breithaupt A, Mettenleiter TC, Beer M. Novel orthobunyavirus in Cattle, Europe, 2011. Emerg Infect Dis. 2012;18(3):469-72. doi: 10.3201/eid1803.111905.
2. Muskens J, Smolenaars AJ, van der Poel WH, Mars MH, van Wuijckhuise L, Holzhauer M, van Weering H, Kock P. [Diarrhea and loss of production on Dutch dairy farms caused by the Schmallenberg virus]. Tijdschr Diergeneeskd. 2012;137(2):112-5.
3. Garigliany MM, Bayrou C, Kleijnen D, Cassart D, Desmecht D. Schmallenberg virus in domestic cattle, Belgium, 2012. Emerg Infect Dis. 2012;18(9):1512-4. doi: 10.3201/eid1809.120716.
4. Elbers AR, Loeffen WL, Quak S, de Boer-Luijtze E, van der Spek AN, Bouwstra R, Maas R, Spierenburg MA, de Kluijver EP, van Schaik G, van der Poel WH. Seroprevalence of Schmallenberg virus antibodies among dairy cattle, the Netherlands, winter 2011- 2012. Emerg Infect Dis. 2012;18(7):1065-71. doi: 10.3201/eid1807.120323.
5. European Food Safety Authority. “Schmallenberg” virus: Analysis of the epidemiological data and Impact assessment. EFSA journal 2012; 10: 2768 [89 pp.] doi:10.2903/j.efsa.2012.2768.  ww.efsa.europa.eu.efsajournal.
6. OIE. SCHMALLENBERG VIRUS. OIE TECHNICAL FACTSHEET. http://www.oie.int/fileadmin/Home/eng/Our_scientific_ expertise/docs/pdf/A_Schmallenberg_virus.pdf. Accessed 05/03/2013.
7. Conraths FJ, Kämer D, Teske K, Hoffmann B, Thomas C. Mettenleiter TC, Beer M. Reemerging Schmallenberg virus infections, Germany, 2012. Emerg Infect Dis. 2013 ; 19(3):513-4. doi.org/10.3201/eid1903.121324
8. Ducomble T, Wilking H, Stark K, Takla A, Askar M, Schaade L, Nitsche A, Kurth A. Lack of evidence for schmallenberg virus infection in highly exposed persons, Germany, 2012. Emerg Infect Dis. 2012;18(8):1333-5. doi: 10.3201/eid1808.120533.
9. St George TD, Cybinski DH, Filippich C, Carley JG. The isolation of three Simbu group viruses new to Australia. Austr J Exp Biol Med Sci 1979; 57: 581-2.
10. Goller KV, Höper D, Schirrmeier H, Mettenleiter TC, Beer M. Schmallenberg virus as possible ancestor of Shamonda virus. Emerg Infect Dis. 2012; 18(10):1644-6. doi: 10.3201/eid1810.120835.
11. Yanase T, Kato T, Aizawa M, Shuto Y, Shirafuji H, Yamakawa M, Tsuda T. Genetic reassortment between Sathuperi and Shamonda viruses of the genus Orthobunyavirus in nature: implications for their genetic relationship to Schmallenberg virus. Arch Virol. 2012; 157(8):1611-6. doi:10.1007/s00705-012-1341-8
12. European Food Safety Authority. “Schmallenberg” virus: analysis of the epidemiological data (November 2012). EFSA Supporting Publications 2012. EN-360. http://www.efsa.europa.eu/en/supporting/doc/360e.pdf; accessed 05/03/2013.
13. Rasmussen LD, Kristensen B, Kirkeby C, Rasmussen TB, Belsham GJ, Bødker R, Bøtner A. Culicoids as vectors of Schmallenberg virus. Emerg Infect Dis. 2012; 18(7):1204-6. doi: 10.3201/eid1807.120385.
14. Elbers ARW, Meiswinkel R, van Weezep E, Sloet van Oldruitenborgh-Oosterbaan MM and Kooi EA. Schmallenberg Virus in Culicoides spp. biting midges, the Netherlands, 2011. Emerg Infect Dis. 2013; 19(1):106-109. DOI: 10.3201/eid1901.121054
15. Wernike K, Eschbaumer M, Schirrmeier H, Blohm U, Breithaupt A, Hoffmann B, Beer M. Oral exposure, reinfection and cellular immunity to Schmallenberg virus in cattle, Vet Microbiol. 2013, in press. doi:pii: S0378-1135(13)00092-8.
16. van den Brom R, Luttikholt SJ, Lievaart-Peterson K, Peperkamp NH, Mars MH, van der Poel WH, Vellema P. Epizootic of ovine congenital malformations associated with Schmallenberg virus infection. Tijdschr Diergeneesk., 2012; 137:106-11.
17. Parsonson IM, McPhee DA, Della-Porta AJ, McClure S, McCullagh P. Transmission of Akabane virus from the ewe to the early fetus (32 to 53 days). J Comp Path. 1988; 99:215-27.
18. Kirkland PD, Barry RD, Harper PA, Zelski RZ. The development of Akabane virus-induced congenital abnormalities in cattle. Vet Rec. 1988; 122(24):582-6.
19. Herder V, Wohlsein P, Peters M, Hansmann F, Baumgärtner W. Salient lesions in domestic ruminants infected with the emerging so-called Schmallenberg Virus in Germany. Vet Path. 2012; 49:588-91.
20. Bilk S, Schulze C, Fischer M, Beer M, Hlinak A, Hoffmann B. Organ distribution of Schmallenberg virus RNA in malformed newborns. Vet Microbiol. 2012; Sep;159(1-2):236-8. doi: 10.1016/j.vetmic.2012.03.035
21. Breard E, Lara E, Comtet L, Viarouge C, Doceul V, Desprat A, Vitour D, Pozzi N, Cay AB, De Regge N, Pourquier P, Schirrmeier H,Hoffmann B, Beer M, Sailleau C, Zientara S. Validation of a commercially available indirect ELISA using a nucleocapside recombinant protein for detection of Schmallenberg virus antibodies. PLOS One 2013; 8, e53446, doi: 10.1371/journal.pone.0053446
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JCV
28 de diciembre de 2014
Y para completar la información, el link siguiente de una idea aproximada de los costes económicos adicionales en caso de que se infecte el rebaño http://www.rumiantes.com/resumen.php?linea=305
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