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Enfermedades metabólicas de los bovinos.

Publicado: 1 de julio de 2020
Por: MVZ HUMBERTO TRONCOSO A.
Intoxicación por urea.
La intoxicación por urea es un padecimiento viejo y muy conocido por muchos ganaderos, en particular en explotaciones de ganado en pastoreo y con más frecuencia en las zonas tropicales. La intoxicación la puede sufrir cualquier rumiante; es decir, bovinos, caprinos y ovinos, como los animales de mayor interés económico. Si bien es muy conocida por los ganaderos, en ocasiones no le dan la importancia que tiene el que los animales puedan sufrir esta intoxicación.
La urea es un compuesto sintético rico en nitrógeno (46 %, promedio), que se usa ampliamente como fertilizante para muchos cultivos de interés para el hombre. Hace más de 60 años, se sabe que las bacterias del rumen pueden utilizar fuentes de nitrógeno no proteico, como la urea, para la síntesis de sus aminoácidos y proteínas bacterianas. Esto ha ocasionado que esta fuente de nitrógeno se use como un aditivo en las raciones para rumiantes en general. Se usa tanto en la alimentación de ganado productor de leche como de carne, tanto en condiciones de estabulación así como en pastoreo.
Las ventajas de su uso son varias: a) es una fuente de nitrógeno barata, por lo que permite disminuir los costos de alimentación, b) permite corregir, con facilidad, las deficiencias de proteína (nitrógeno)  que pudieran tener las raciones, c) es de fácil acceso y manejo y, d) no se requieren condiciones especiales de manejo, solo debe estar alejada de los animales rumiantes, bajo techo y en un lugar fresco.
La urea es un producto que se usa ampliamente en la elaboración de alimentos concentrados comerciales, tanto para vacas lecheras (≤ 1 % del total del alimento), como para animales productores de carne en engorda intensiva. También los ganaderos lecheros y los nutriólogos la usan ampliamente con el mismo criterio que para el alimento comercial.
La urea es altamente soluble en el medio ruminal y las bacterias del rumen rápidamente la degradan hacia amoníaco y CO2. Así, el amoníaco (NH3) puede ser usado directamente por las bacterias para la síntesis de proteína microbiana o, puede ser absorbido a través de la mucosa del rumen, viajar por el torrente sanguíneo y llegar al hígado.
Enfermedades metabólicas de los bovinos. - Image 1
Para que la microbiota del rumen pueda usar efectivamente la urea y el amoníaco resultante, la dieta o ración de los animales debe contener ciertos requisitos; en particular, Una cantidad baja de proteína y una mínima cantidad de proteína degradable (≥ 30 %), esto es una cantidad mínima de proteína que sea convertida en amoníaco por las mismas bacterias; suficiente energía en forma de carbohidratos, tales como azúcares fácilmente fermentables (ejem. melaza), almidones (ejem. cereales- maíz, sorgo-) y carbohidratos estructurales (celulosa y hemicelulosa) provenientes de la fibra cruda de los forrajes. Estas combinaciones de carbohidratos aseguran que las bacterias ruminales tengan en forma constante fuentes de energía suficiente para poder utilizar el amoníaco en la síntesis de aminoácidos y de proteínas bacterianas. Otra condición importante es que la ración debe tener una digestibilidad aceptable o, de buena a superior.
Enfermedades metabólicas de los bovinos. - Image 2
Como se puede observa en el cuadro 1, haciendo coincidir las tres variables de la ración: 1) concentración de proteína cruda, 2) energía disponible para las bacterias (en forma de total de nutrientes digestibles – TND -) y 3) digestibilidad de la materia seca de la ración, se puede saber que concentración de amoníaco existe en el líquido ruminal (miligramos por cada 100 mililitros de contenido ruminal) y, si es posible usar o no urea como fuente de nitrógeno no proteico.  Entre menos amoníaco existe en el medio ruminal (4 – 8 mg/100 ml) y haya suficiente energía y buena digestibilidad de la materia seca, se podrá usar con más seguridad la inclusión de urea en la ración de los animales.
Con una mayor cantidad de amoníaco ruminal (> 25 mg/100 ml) y baja disponibilidad de energía y materia seca digestible, no es posible hacer uso de la urea. En esta condición de un exceso de amoníaco, éste comienza a ser absorbido a través de la mucosa del rumen, viajar por el torrente sanguíneo y llegar al hígado. El amoníaco es una sustancia muy tóxica para el tejido nervioso, por lo que el hígado tiene que convertirlo en otra sustancia menos tóxica, y lo transforma en urea:
Enfermedades metabólicas de los bovinos. - Image 3
Esta es la forma en que los rumiantes, muchos herbívoros y mamíferos excretan la mayor parte del nitrógeno no utilizable por el organismo animal, incluyendo al hombre.
Si la concentración de amoníaco sanguíneo persiste y es elevado, de tal manera que rebase la capacidad enzimatica de conversión del hígado, el tejido nervioso comienza a sufrir la presencia del amoníaco, inhibiendo la función del citocromo Q de la cadena respiratoria de las mitocondrias. El animal empieza a sufrir una falta de oxigenación de los tejidos, que se puede manifestar con algunos de los siguientes signos: temblor de orejas y de los músculos faciales, rechinar de dientes, salivación espumosa, timpanismo, dolor abdominal (pueden llegar a patearse el flanco izquierdo), micción frecuente (orinar), dificultad para respirar con dilatación de ollares, temblores en general, malestar general, bramidos; puede haber postración y, al final puede haber espasmos terminales.
Una intoxicación por urea se da cuando se usa la urea como fuente de nitrógeno no proteico en los suplementos alimenticios. Un suministro elevado en la dieta de los animales sin previa adaptación puede provocar la muerte de los mismos. La literatura especializada menciona que  el consumo de 0.27 a 0.50 g de urea por kilo de peso corporal provoca la muerte de los animales en un tiempo de dos a tres horas. En animales adaptados al consumo de urea (como mínimo 15 días), pueden tolerar hasta 1.5 g de urea por kilo de peso corporal. Para ejemplificar esta información, un novillo no adaptado de 450 kg de peso y que consumiera repentinamente 0.27 g de urea por kg de peso vivo, necesitaría consumir alrededor de 122 g de urea para provocarle la muerte. Aparentemente es una cantidad grande de urea que pudiera consumir un animal de este tipo. La literatura no marca bajo que condiciones de alimentación fueron hechas estas pruebas; es decir, cual fue el consumo de materia seca, la concentración de energía en la dieta y si había otra fuente de nitrógeno en la dieta, como proteína verdadera.
En condiciones de pastoreo es muy común su uso combinándola con melaza. La mayoría de los ganaderos hacen una mezcla de melaza-urea a una concentración de 3 % de urea; es decir 3 kg de urea por cada 100 kg de melaza, lo cual hace una concentración del 3 por ciento de urea en la melaza. Si un animal consumiera tres kilos de esta mezcla, entonces estaría consumiendo 90 g de urea. De acuerdo con la literatura, esta es una mezcla muy segura, que puede comprobarse su inocuidad si le aplicamos la fórmula para determinar el potencial de fermentación de la urea (PFU). Esta fórmula fue ideada por los investigadores de la Universidad Estatal de Iowa hace más de 40 años. La fórmula calcula la máxima cantidad de urea que se puede adicionar a un alimento en particular tomando en cuenta la concentración de proteína del alimento; su porcentaje de degradabilidad en el rumen y la cantidad de energía del alimento, expresada como total de nutrientes digestibles. La fórmula de expresa de la siguiente manera:
Enfermedades metabólicas de los bovinos. - Image 4
De donde:
0.1044 = por cada 100 g de TND, se sintetizan 10.44 g de masa bacteriana
TND  =  Total de Nutrientes Digestibles; una expresión  de la energía de los alimentos en términos porcentuales, vieja pero útil.
B  =  expresa la cantidad, en porcentaje, de la proteína de un alimento que es degradable, por acción bacteriana, en el rumen, o el porcentaje de degradabilidad de la proteína de ese alimento.
2.81      =  Es el equivalente proteico de la urea.
Si se quiere saber el PFU de la melaza, este alimento contiene 75 % de materia seca (MS); 4 % de proteína cruda (PC), con un 95 % de degradabilidad en el rumen y, 75 % de total de nutrientes digestibles (TND).
Sustituyendo en la fórmula se tiene:
Enfermedades metabólicas de los bovinos. - Image 5
El resultado expresa que, por cada 100 g de melaza se pueden agregar 1.43 g de urea; o bien, 14.3 g de urea por cada kilogramo de melaza, ó 1.43 kg de urea por cada 100 kg de melaza.
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Autores:
Humberto Troncoso Altamirano
UNAM - Universidad Nacional Autónoma de México
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