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Diagnóstico de cetosis subclínica y balance energético negativo en vacas lecheras mediante el uso de muestras de sangre, orina y leche

Publicado: 27 de enero de 2017
Por: Luis Gabriel Cucunubo 1 , Clarissa Strieder-Barboza 2 , Fernando Wittwer 3 y Mirela Noro 3* 1Departamento de Salud Animal, FMVZ, Universidad de Tolima, Ibagué, Colombia. 2Grupo de Investigación en Nutrición, Toxicología y Reproducción Animal, FMVZ, Universidad Cooperativa de Colombia, Bucaramanga, Colombia. 3Inst. Cs. Clín. Vet, Universidad Austral de Chile, Valdivia, Chile, FMVZ
Resumen

El objetivo de este trabajo fue comparar y asociar la presentación de cetosis subclínica y balance energético negativo (BEN), diagnosticados mediante las concentraciones de - hidroxibutirato (βHB) plasmático, con indicadores sanguíneos, urinarios y lácteos de energía en vacas lecheras. Setenta y cuatro vacas Holstein-Friesian fueron empleadas desde la tercera semana pre-parto hasta la octava posparto, obteniéndose muestras de plasma, orina y leche semanalmente; en plasma se determinó las concentraciones de βHB, ácidos grasos no esterificados (NEFA) y glucosa; en orina se realizó la prueba de Rothera y se determinó la excreción de βHB y el pH; en leche se determinó el contenido de grasa y proteína. Se consideró como puntos de corte para cetosis βHB >1,0 >1,2 y >1,4 mmol/L y para la presentación de BEN cuando NEFA >300 µmol/L en preparto y βHB >0,6 mmol/L en el posparto. La intensidad de la reacción de la prueba de Rothera y la concentración de βHB urinario se relacionaron con las concentraciones de βHB plasmático (r=0,57, P<0,05 y r= 0,42, P<0,05, respectivamente). La prueba de Rothera se asoció con los distintos puntos de corte de cetosis (P<0,05), así como con BEN (P<0,05). La concentración plasmática de βHB presentó una asociación leve (P<0,05) con NEFA y glucosa y nula (P>0,05) con los indicadores lácteos y el pH urinario. Se concluye que las reacciones leve y moderada de la prueba de Rothera en orina son indicadores de BEN, mientras que las reacciones moderada e intensa son indicadoras de cetosis subclínica.

Palabras clave: Cetosis, balance energético negativo, prueba de Rothera, NEFA, glucosa, βHB.

 

INTRODUCCIÓN
Las vacas lecheras (Bos taurus), desde el periodo preparto hasta la octava semana posparto presentan balance energético negativo (BEN) debido a la disminución del consumo de materia seca en el preparto y al incremento en la demanda energé- tica para la producción de leche en el posparto, que conlleva a una movilización lipídica para suplir sus requerimientos energéticos [11]. La movilización lipídica incrementa la concentración plasmática de los ácidos grasos no esterificados (NEFA), los cuales son trasportados al hígado para su esterificación o producción de triacilgliceroles. Sin embargo, está asociado a una mayor demanda de oxalacetato para la gluconeogénesis durante el BEN, hay un mayor ingreso de NEFA a la mitocondria para producir cuerpos cetónicos, β-hidroxibutirato (βHB), acetoacetato (AcAc) y acetona (Ac), los cuales son una fuente de energía en los bovinos adultos. A su vez, cuando su producción excede la capacidad del organismo para utilizarlos, sus concentraciones se incrementan produciendo cetosis [17].
La cetosis es una enfermedad metabólica que afecta principalmente a vacas lecheras de alta producción, entre la 2da y 8va semana posparto. Se caracteriza por disminución en la glucemia y aumento de la concentración de los cuerpos cetónicos en los tejidos y fluidos orgánicos [5]. La cetosis, en sus formas clínica y subclínica es una de las enfermedades metabólicas más frecuentes en los rebaños lecheros generando un impacto negativo debido al costo de tratamiento, merma en la producción de leche y mayor incidencia de enfermedades y problemas reproductivos [14].
La cetosis subclínica se caracteriza por presentar concentraciones plasmáticas de βHB mayores a 1,4 mmol/L, sin signos clínicos aparentes, por lo cual pasa desapercibida en los rebaños lecheros [3]. Se describe que, concentraciones plasmáticas ≥1,2 mmol/L incrementan en 4,7 veces la presentación de cetosis clínica [22], y que concentraciones ≥1,0 mmol/L en la primera semana posparto reduce en un 25% la tasa de preñez en la primera inseminación [26]. Por otro lado, las concentraciones de βHB plasmático 0,6 mmol/L son indicadoras de BEN en el rebaño [27].
La determinación de βHB plasmático es considerada la prueba de oro para el diagnóstico de cetosis subclínica [3, 15]; a su vez, existen otras pruebas diagnósticas como la de Rothera [3] que determina cuerpos cetónicos mediante la reacción de la Ac y AcAc con nitroprusiato de sodio. La prueba de Rothera en muestras de leche presenta una alta especificidad (98 al 100%) y una baja sensibilidad (5 al 44%), al utilizar como punto de corte la concentración de βHB plasmático 1,4 mmol/L [9]; por otro lado, utilizando muestras de orina con el mismo punto de corte, la misma prueba presenta una especificidad de 96 a 99% y un incremento en la sensibilidad (49 a 76 %) [3].
El monitoreo del balance energético con la determinación de la concentración plasmática NEFA, es otra herramienta diagnóstica de la movilización lipídica, desde el preparto [25] y para predecir el riesgo de presentación de cetosis subclínica [15], visto que concentraciones de NEFA mayores a 300 µmol/L en el preparto incrementan la presentación de cetosis en 3,6% [15]. Por otro lado, la determinación de la glucemia es otra forma de monitorear el BEN pero su sensibilidad es baja al presentar un fuerte control homeostático hormonal, el cual mantiene sus concentraciones sin cambios marcados [11].
La composición grasa y de proteínas de la leche, así como su razón (contenido de grasa: proteína, G:P láctea) son también indicadores del metabolismo energético [14]. La razón óptima G:P láctea varía de 1,0 a 1,25; vacas con valores de G:P láctea superiores a 1,5 al inicio de lactancia presentan mayor riesgo de cetosis [6].
El objetivo de este trabajo fue comparar y asociar la presentación de cetosis subclínica y BEN, diagnosticados mediante las concentraciones de βHB plasmático, con indicadores sanguíneos, urinarios y lácteos de energía en vacas lecheras.
 
MATERIALES Y MÉTODOS
Animales. Se utilizaron cincuenta y seis vacas multíparas y dieciocho primíparas Holstein-Friesian, desde la 3ra semana preparto hasta la 8va semana posparto, con partos distribuidos entre los meses de marzo a octubre del 2010. Los animales eran parte del rebaño lechero de la unidad de predios experimentales de la Universidad Austral de Chile, ubicado en Valdivia, Región de los Ríos, Chile (39°48’30” LS y 73°14’30” LO), a una altura de 12 m.s.n.m, clima templado húmedo con influencia mediterránea, con una temperatura media anual de 12°C y una precipitación de 1.871 mm anual [4].
Dieta y manejo. En el preparto, las vacas se alimentaron en base a pastoreo de forraje verde (Lolium perenne) con una oferta máxima de 10 kg/MS/vaca/día (d), además de 2,5 kg/vaca/d de concentrado peletizado (afrecho de trigo [Triticum aestivum], melaza [Saccharum L.], lupino [Lupinus albus], maíz molido [Zea mays] y afrecho de raps [Brassica napus], 87% materia seca (MS), 18% proteína bruta (PB), 3 Mcal/kg energía metabolizable (EM), 25% fibra en detergente ácido (FDA)), 6 kg/vaca/d de heno (85,5% MS, 12,7% PB, 1,93 Mcal/kg EM, 50,7% fibra en detergente neutro (FDN), 33,5% FDA) y 600 g/vaca/d de una mezcla mineral con sales aniónicas (2,5%), suministrada 2 veces al d.
En el periodo de otoño e invierno, las vacas posparto pastorearon una pradera de Lolium perene (18,4% MS, 25,6% PB, 2,7 Mcal/kg EM, 41,2% FDN, 25,7% FDA, 2,7% extrato etéreo (EE), 10,2% cenizas totales (CT) 18,2 g/kg carbohidratos solubles (CHSO)) con una oferta aproximada de 17 kg MS/vaca/d y recibieron 35 kg/vaca/d de ensilaje de Lolium perenne (44,1% MS, 9,5% PB, 2,32 Mcal/kg EM 62,4% FDN, 38,3% FDA), además de 2 kg/vaca/d de torta de rap (90% MS, 34,5% PB, 3,25 Mcal/kg EM, 26,3% FDN,12,3% EE), 5 kg/vaca/d de maíz húmedo (70% MS, 7,7 PB, 3,52 Mcal/kg EM 10,8% FDN, 3% FDA), y 600 g de mezcla mineral con afrechillo de trigo en el patio de alimentación. En el periodo de primavera se ofertó aproximadamente 25 kg MS/vaca/d de Lolium perene (19,2% MS, 18,2% PB, 2,85 Mcal/kg EM, 38,8% FDN, 23,4% FDA, 2,4 % EE, 6,7% CT, 25,5 g/kg CHSO), más 3 kg/vaca/d de concentrado peletizado (86,7% MS, 14,1% PB, 2,98 Mcal/kg EM, 16,2% FDA, 5,2% FDA, 1,4% EE, 5,28 CT). Las vacas tuvieron libre acceso al agua y eran ordeñadas 2 veces al d.
Muestreos y análisis. Semanalmente, desde la 3ra semana previa al parto hasta la 8va semana posparto se obtuvieron de cada vaca, muestras de orina (n= 800) por medio de estimulación subvulvar y de sangre heparinizada (n= 870) por punción de la vena coccígea, además de registrar la condición corporal (1,0= vaca flaca; 5,0= vaca obesa) [8]. En las muestras de orina se determinó, inmediatamente de las obtenidas el valor de pH mediante un pHmetro portátil (Checker 3, Hanna Instruments®, EUA) calibrado con solución buffer 9,0; 7,0 y 4,0; posteriormente se realizó la prueba de Rothera (0,2 mL de orina con 300 mg de reactivo Rothera) y se calificó la intensidad de la reacción como negativa (sin cambio de color); leve (color lila); moderada (color morado leve) e intensa (morado fuerte) (FIG. 1). Una alícuota de 1 mL de orina se centrifugó (Spectrafuge FM, Labnet International inc., EUA) a 14.300 g durante 5 minutos (min) y el sobrenadante se congeló a -20°C (Freezer 420, Consul®, CFC Free, Brasil) en microtubos, para posteriormente determinar la concentración de βHB (Ranbut®, Randox). Otra alícuota de las muestras de orina se diluyó en agua destilada (1:50) para determinar las concentraciones de creatinina (Human®) para el cálculo de la excreción urinaria de βHB corregida por creatinina (concentración de βHB urinaria/ concentración de creatinina urinaria).
Las muestras de sangre se centrifugaron a 780 g durante 5 min (Centra CL3E, Thermo IEG, EUA), para la determinación de las concentraciones plasmáticas de βHB (Ranbut®, Randox), NEFA (Wako®) y glucosa (Human®) en un autoanalizador Metrolab 2300® (Wierner Lab, Argentina).
 
FIGURA 1. INTENSIDADES DE LA REACCIÓN A LA PRUEBA DE ROTHERA EN ORINA DE VACAS LECHERAS.
Diagnóstico de cetosis subclínica y balance energético negativo en vacas lecheras mediante el uso de muestras de sangre, orina y leche - Image 1
 
En el posparto se obtuvieron semanalmente muestras de leche (n=1.108) de los ordeños de la mañana y tarde, mediante sistema Waikato de 42 kg (Mk V Milk Meter, Waikato® Milking Systems Ltd., Hamilton, Nueva Zelanda). En las muestras de leche se determinaron las concentraciones de grasa, proteína y urea mediante el Milko-Scan System 4300 (Foss Electric, Dinamarca), se calculó el porcentaje de grasa y proteína diaria de cada vaca proporcional a la producción láctea de cada ordeño, obteniendo 554 valores. Los resultados de proteína verdadera se calcularon sustrayendo el porcentaje correspondiente a la urea láctea (proteína corregida= proteína láctea-[urea láctea en g/dL x 2,88]). Además se calculó la razón entre grasa y proteína láctea (G: P) y la razón entre grasa y la proteína corregida (G: P corregida).
Diagnóstico de cetosis y de BEN. Para el diagnóstico de cetosis subclínica se utilizaron tres puntos de corte en base a las concentraciones plasmáticas de βHB de 1,0 [26]; 1,2 [22] y 1,4 mmol/L [3] y como indicador de movilización lipídica y de BEN se empleó la concentración de NEFA >400 mmol/L en el preparto y las concentraciones de βHB > 0,6 mmol/L [27] o de NEFA de > 700 µmol/L en el posparto [15].
Análisis estadístico. Para la presentación de cetosis subclínica y BEN se consideraron como unidad a las vacas, mientras que para los análisis de asociación y factores de riesgo de cetosis y BEN se consideraron las muestras. Los datos se analizaron por periodo preparto y posparto separadamente y en conjunto mediante el programa estadístico Statistix 8.0 [23]. Se evaluó la normalidad de los datos mediante la prueba de Shapiro-Wilk y la homocedasticidad por la prueba de Bartlett [21]. Se compararon mediante ANDEVA (Yi=µ+Ci + i; donde µ= media general, Ci= condición [cetosis subclínica o BEN], i= error experimental) o Kruskall Wallis las variables paramétricas y no paramétricas, respectivamente [20]. Se empleó el coeficiente de correlación de Pearson [19] entre las variables paramétricas y se ajustaron los modelos para determinar la relación del βHB plasmático con otras variables (TABLA I), se compararon proporciones por medio de Ji-cuadrado entre la presentación de cetosis subclínica y BEN con los indicadores lácteos [% de grasa (>4,1), % proteína (<2,8), G:P (>1,5) y G:P corregida (1,5) [6], urinarios [reacción a la prueba de Rothera (leve, moderada, intensa) y la excreción de βHB (>0,1 mmol/L)], y plasmáticos [hiperglucemia (>4,1 mmol/L), hipoglucemia (<2,5 mmol/L), NEFA (preparto >300, >400, posparto >700 µmol/L) [16]; en aquellos significativos (P<0,05) se determinó la razón de probabilidad (OR) y se realizó un análisis de concordancia mediante índice de Kappa en el programa MedCalc 11.6.1.0 [13]. Se utilizó un nivel de significancia del 95%.
 
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Presentación de BEN y cetosis subclínica. La mayor frecuencia de casos de BEN se observó en la primera semana posparto (47,3%), de igual manera, el mayor porcentaje de vacas con cetosis subclínica se observó en el posparto, siendo más frecuente para los tres puntos de corte ≥1,4 ≥1,2 ≥1,0 y mmol/L en la segunda semana (10,8; 14,8; 21,6 %, respectivamente) (FIG. 2). El 24,3% de las vacas presentaron cetosis en semanas sucesivas con βHB ≥1,4 mmol/L; 36,5% con ≥1,2 mmol/L y 43,2% con ≥1,0 mmol/L. Otros es tudios también indican una mayor presentación de cetosis subclínica en la segunda, tercera y sexta semana posparto [7, 9], lo cual se asocia con la disminución en el consumo de alimento y al incremento en la producción láctea en las primeras semanas posparto [18].
 
TABLA I RELACIÓN ENTRE LA CONCENTRACIÓN DE βHB PLASMÁTICO Y DE LA REACCIÓN A LA PRUEBA DE ROTHERA EN ORINA CON INDICADORES URINARIOS, SANGUÍNEOS Y LÁCTEOS DEL BALANCE ENERGÉTICO
Diagnóstico de cetosis subclínica y balance energético negativo en vacas lecheras mediante el uso de muestras de sangre, orina y leche - Image 2
 
Diagnóstico de cetosis subclínica y balance energético negativo en vacas lecheras mediante el uso de muestras de sangre, orina y leche - Image 3
 
Relación entre las concentraciones de βHB con indicadores energéticos sanguíneos, urinarios y lácteos. La concentración de βHB plasmático se relacionó levemente con la reacción positiva a la prueba de Rothera que refleja la presencia de AcAc y Ac en la orina (r= 0,57; P<0,05) y con la excreción urinaria de βHB (r= 0,42; P<0,05), sin embargo, no se asoció con los otros indicadores sanguíneos, lácteos y urinarios (TABLA I). Por otro lado, la prueba de Rothera en orina presentó una asociación leve con la excreción de βHB urinario, lo que difiere con la alta correlación (r= 0,85) observada en otro estudio [2]. La diferencia observada entre las excreciones urinarias de βHB con las de AcAc y acetona estaría asociada a las diferentes vías metabólicas de los tres cuerpos cetónicos, siendo el βHB utilizado para la síntesis de la leche y no necesariamente excretado en su totalidad por el riñón [5]; cuando la concentración plasmática de βHB se incrementa, también lo hacen las concentraciones de AcAc y Ac plasmáticos (r= 0,71 y 0,53, respectivamente) [7]. A su vez, el incremento de las concentraciones de cuerpos cetónicos en sangre conlleva a un aumento en su excreción urinaria, por lo que la determinación de cuerpos cetónicos en orina puede ser empleado para el diagnóstico de cetosis subclínica [2].
Si bien no se observó asociación entre las concentraciones de βHB plasmático con indicadores lácteos, se describe que en los casos de cetosis subclínica el contenido de grasa láctea se incrementa y el de proteína láctea disminuye, asociados a la deficiencia de energía, que culmina en un incremento de la G:P láctea, asociación que no siempre se presenta [6].
Tampoco se observó asociación entre las concentraciones de βHB plasmático y Rothera en orina con el pH urinario (TABLA I), divergiendo de otro estudio que observó una leve asociación entre pH urinario y βHB plasmático (r= 0,50) así como con AcAc urinario (r= 0,65) [2]. Se describe que la cetosis origina una cetoacidosis, por lo que en casos de cetosis subclí- nica el pH urinario disminuiría, sin embargo siendo su asociación débil no es útil como indicador de cetosis subclínica [2].
Se encontró una relación negativa leve de la glucemia con el resultado de Rothera en orina y la concentración plasmática de βHB (TABLA I). También se observó una relación leve entre la concentración plasmática de NEFA con el resultado de Rothera en orina (TABLA I). Si bien el BEN y la cetosis se originan por déficit de energía, la glucemia tiene un fuerte control homeostático hormonal que mantiene su concentración en el organismo dentro de límites fisiológicos estrechos, por lo que no es muy sensible como criterio diagnóstico en los casos de cetosis subclínica [1].
Indicadores sanguíneos, lácteos, urinarios y cambios de la condición corporal en vacas con BEN y cetosis. El cambio de la condición corporal fue similar entre las vacas con y sin BEN o con y sin cetosis subclínica considerando los puntos de corte de βHB plasmático ≥1,4- ≥1,2 así como entre las distintas reacciones a la prueba de Rothera. Sin embargo, cuando se empleó como punto de corte βHB plasmático ≥1,0 mmol/L, se observó una mayor pérdida de condición corporal en vacas positivas a cetosis (TABLA II), concordando con lo observado en otro estudio [10].
 
TABLA II VALORES (x ± DE) DEL CAMBIO DE CONDICIÓN CORPORAL (ΔCC) Y DE INDICADORES SANGUÍNEOS Y URINARIOS DEL BALANCE ENERGÉTICO EN VACAS LECHERAS CON BALANCE ENERGÉTICO NEGATIVO (βHB>0,6 mmol/L) Y CON TRES PUNTOS DE CORTE PARA CETOSIS SUBCLÍNICA (βHB >1,0; >1,2 Y >1,4 mmol/L)
Diagnóstico de cetosis subclínica y balance energético negativo en vacas lecheras mediante el uso de muestras de sangre, orina y leche - Image 4
 
La glucemia fue menor en las vacas con BEN y cetosis subclínica con los distintos puntos de corte (TABLA II), así como en aquellas con reacción intensa al Rothera (TABLA III). Las muestras negativas a la prueba de Rothera presentaron glucemias más elevadas comparadas a las reaccionantes (leve, moderada e intensa) (P<0,05). Por otro lado, la concentración de NEFA plasmático fue mayor (P<0,05) en las muestras de vacas con BEN, cetosis subclínica (βHB plasmático ≥1,4; ≥1,2 o ≥1,0 mmol/L) (TABLA II) y reaccionantes al Rothera (leve, moderada o intensa) (TABLA III). A su vez, las concentraciones de NEFA fueron similares (P>0,05) entre las reacciones intensa y moderada o entre las moderadas y leves del Rothera, compatibles con las distintas magnitudes de BEN y lipomovilización [6].
La excreción urinaria de βHB fue mayor en las vacas con BEN y cetosis subclínica (βHB plasmático ≥1,4; ≥1,2 y ≥1,0 mmol/L) (TABLA II), indicando que cuanto mayor es la concentración de cuerpos cetónicos en sangre mayor es su excreción en la orina. De igual manera, las muestras con reacción intensa a la prueba de Rothera presentaron una mayor concentración de βHB plasmático, seguido por las con reacción moderada, leve y negativa, respectivamente (TABLA III). Este resultado corrobora que la determinación de los cuerpos cetónicos en orina permite diagnosticar la cetosis subclínica en vacas. Las muestras con reacción intensa a la prueba de Rothera presentaron una concentración mayor de βHB urinario, mientras que aquellas con reacciones negativas y leves presentaron concentraciones similares (TABLA III).
 
TABLA III VALORES (x ± DE) DE INDICADORES SANGUÍNEOS, LÁCTEOS Y URINARIOS DE BALANCE ENERGÉTICO EN VACAS LECHERAS SEGÚN SU REACCIÓN A LA PRUEBA DE ROTHERA EN ORINA
Diagnóstico de cetosis subclínica y balance energético negativo en vacas lecheras mediante el uso de muestras de sangre, orina y leche - Image 5
TABLA IV COMPOSICIÓN PORCENTUAL (x ± DE) DE MUESTRAS DE LECHE DE VACAS CON BEN (βHB >0,6 mmol/L) Y CON TRES PUNTOS DE CORTE PARA CETOSIS SUBCLÍNICA (>1,0; >1,2 Y >1,4 mmol/L)
Diagnóstico de cetosis subclínica y balance energético negativo en vacas lecheras mediante el uso de muestras de sangre, orina y leche - Image 6
 
Los valores de pH urinario fueron similares (P>0,05) entre vacas negativas o positivas a BEN o cetosis subclínica con los tres puntos de corte (TABLA II) señalando su nula utilidad en el diagnóstico de estas alteraciones.
Con referencia a los resultados obtenidos de los indicadores lácteos se observó que los porcentajes de grasa, proteí- na y proteína corregida, así como la razón G:P fueron similares entre las muestras negativas y positivas a cetosis subclínica, independiente del punto de corte (TABLA IV) o el resultado a la prueba de Rothera (TABLA III). Las vacas con BEN presentaron un porcentaje de grasa y de razón G:P mayor que las negativas (TABLA IV). Por otro lado, la razón G:P corregida fue mayor en las muestras de las vacas con BEN o cetosis subclínica con puntos de corte de βHB plasmático ≥1,0 mmol/L o 1,4 mmol/L (TABLA IV). La razón G:P y GP corregida fue mayor en vacas con reacción moderada a la prueba de Rothera en orina comparado con las de reacción negativa (TABLA III). Al respecto se describe que la composición de la leche está influenciada principalmente por la dieta que recibe el animal, de forma que vacas con cetosis subclínica incrementan su contenido de grasa [5, 24], y el déficit de energía en la dieta disminuye el de proteína [5]. El incremento en la razón G:P es un indicador de la presentación de cetosis subclínica, pero presenta una baja especificidad y sensibilidad (58 y 69%, respectivamente) [5], es así que en vacas Holstein en las primeras tres semanas posparto se ha observado una razón G: P>1,25 posiblemente asociada al BEN [5].
Asociación entre los puntos de corte críticos de indicadores sanguíneos y urinarios y la presentación de cetosis subclínica en el pre y posparto. En el preparto, las concentraciones de NEFA >300 y >400 µmol/L incrementaron el riesgo de BEN en 1,55 y 1,71 veces, respectivamente. El NEFA es un indicador preparto de BEN y se ha encontrado que vacas con concentraciones >300 µmol/L, disminuyen la producción láctea en 282 kg de leche en 305 días de lactancia (0,92 L/día) [15], lo que puede deberse al BEN y cetosis en el posparto. Por otro lado, concentraciones plasmáticas de NEFA >700 µmol/L posparto fue un factor de riesgo en la presentación de cetosis subclínica y la presentación de BEN (TABLA V). El NEFA refleja la movilización lipídica, y esta se puede originar por BEN [11]; se ha sugerido concentraciones plasmáticas de NEFA >260 µmol/L como críticas para la presentación de cetosis subclínica [1].
Por otro lado, en el posparto, las vacas que excretaron cuerpos cetónicos en orina ya sea βHB, AcAc o Ac (reacción leve modera e intensa a la prueba de Rothera) presentaron una asociación con la presentación de BEN (TABLA V). Cuanto más fuerte fue la reacción a la prueba de Rothera mayor fue su asociación con la presentación de cetosis subclínica. Al respecto, la prueba de Rothera en orina es utilizada normalmente como prueba diagnóstica para la determinación de cetosis subclínica [3, 12], con sensibilidad y especificidad de 78 y 96%, respectivamente, utilizando como punto de corte o prueba de oro concentraciones plasmáticas de βHB >1,4 mmol/L [3].
 
TABLA V VALOR DE RAZÓN DE PROBABILIDAD (OR) E ÍNDICE DE CONCORDANCIA (KAPPA) EN LA PRESENTACIÓN DE BEN (βHB >0,6 mmol/L) Y CETOSIS SUBCLÍNICA CONSIDERANDO TRES PUNTOS DE CORTE (βHB >1,0; >1,2 Y >1,4 mmol/L) EN VACAS POSPARTO Y LOS VALORES CRÍTICOS DE INDICADORES SANGUÍNEOS Y URINARIOS
Diagnóstico de cetosis subclínica y balance energético negativo en vacas lecheras mediante el uso de muestras de sangre, orina y leche - Image 7
 
La hipoglucemia (<2,5mmol/L) en el posparto no se asoció con la presentación de BEN y cetosis subclínica; a su vez la hiperglucemia (>4,1 mmol/L) fue un factor de protección para la presentación de BEN y βHB >1,0 mmol/L, pero no para βHB >1,2 ó 1,4 mmol/L (TABLA V). Según Ardavan [1], el punto de corte de la glucemia para el diagnóstico de cetosis es de <2,26 mmol/L, con una sensibilidad del 44,4% y una especificidad de 78,4%.
 
CONCLUSIONES
La prueba de Rothera en orina de vacas lecheras se asoció con la presentación de BEN y cetosis subclínica, siendo las reacciones leve y moderada indicadora de BEN y la intensa de cetosis subclínica. La composición grasa y de proteínas de la leche, el pH urinario y los cambios de condición corporal no son buenos indicadores de BEN y de cetosis subclínica. La glucemia y NEFA plasmático presentan una buena relación con βHB plasmático y con la prueba de Rothera en orina.
 
AGRADECIMIENTO
Al proyecto FIA-CS-C-2004-1-P-002 M2P6 por financiar el estudio.
 
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Autores:
Fernando Wittwer
Universidad Austral de Chile
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Mirela Noro
UNIPAMPA - Universidade Federal do Pampa
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Gabriel  Cucunubo
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Ruben Darío Carrillo Barbosa
2 de febrero de 2017
Excelente, este trabajo de investigación como otros, demuestran que la Cetosis y problemas reproductivos como infertilidad, anafrodisia, bajas tasas de preñez van de la mano y que son fenómenos de alta casuística en nuestros hatos. La medición de la concentración de ßHBA en sangre entera en campo es muy útil con el medidor electroquímico de mano “Optium Xceed” de Laboratorios Abbott, o el Precision Xtra, que son de una sensibilidad y especificidad de 100% para la detección de concentraciones plasmáticas de ßHB, donde concentraciones por encima de = 1,4 mmol/L nos indicaría serios problemas de fertilidad. En estos casos, la administración de propilenglicol, ha sido de gran ayuda para mejorar la eficiencia reproductiva y tiene un efecto significativo sobre la concentración de AGNES y glucosa en sangre.
Arnoldo Hernandez
30 de enero de 2017
Excelente trabajo, es indiscutible la importancia del impacto económico que tiene la cetosis en ganado lechero, y el diagnóstico temprano del problema es básico para la corrección adecuada del mismo. En mi caso, lo he medido con tiras indicadoras, aunque no tienen la misma agudeza para la medición, son útiles para tomar decisiones rápidas en campo.
Alfonso Monge
7 de marzo de 2020
Muy buen trabajo, felicitaciones
Jose Miguel Sanabria Gonzalez
5 de marzo de 2020
Es información muy útil que además nos pone a ojo más minucioso a nuestro hato , de no dejar que caigan en ese problema trabajando preventivamente...
Octaviano Vidal
4 de febrero de 2020
Existen medidores electrónicos de Cetona en sangre muy baratos. Similares a los de Glucosa en humanos, al menos nosotros lo utilizamos con buenos resultados. Excelente artículo, muchas gracias
Oscar Humberto Martinez Gallo
31 de enero de 2017
Muy interesante el estudio, ya que la Cetosis Subclinica, afecta en un buen porcentaje de lecherias especializadas en leche, afectando la reproduccion y la inmunidad, sobretodo en mi region la cual es tropical. A parte del etres calorico considero que la cetosis subclinica esta involucrada en afectar la productividad de las vacas lecehras. Me gustaria saber que otras pruebas se podrian utilizar a nivel de campo para determinar BHB (hidroxibutirato) y cuerpos cetonicos? Ademas, si hay algun nombe comercial o empresa que imprte las pruebas de diagnostico para centroamerica. Les estare agradecido por su ayuda.
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