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Cuando es necesario mirar más lejos

Publicado: 5 de agosto de 2019
Por: Félix Fares
Mirando más allá de un ejercicio.
Cuando se hace referencia al control de gestión económica, se da casi por sobrentendido que nos estamos refiriendo a tal o cual ejercicio, que comprender sus doce meses correspondientes. Y no está mal que así sea. En todo caso, ya el hecho de ir analizando un ejercicio tras otro el desempeño de la empresa ya denota un seguimiento fundamental en ese aspecto.
Pero suele suceder que lo urgente prima sobre lo importante. Y especialmente tratándose del tambo, con la permanente incertidumbre del precio de la leche del mes próximo, los recambios de personal, los desperfectos, roturas, los cambios de dieta, entre tantas otras novedades de todos los días, que ocurren sin dar tregua.
Es fundamental que, más allá de la permanente coyuntura en la que se va desarrollando el día a día, no perdamos de vista la otra mirada, el otro análisis, el que amplía el horizonte. Y esto implica que, cada tanto, es conveniente poder algo así como “contemplar” en perspectiva la empresa, con una mirada más amplia en términos temporales, abarcando varios ejercicios.
Por un lado, puede aplicarse para analizar los posibles escenarios futuros, cada vez que se confecciona un presupuesto o se hace una proyección del crecimiento o evolución de la empresa en los próximos tres, cuatro o diez años. Suele plantearse también cuando se plantea la realización de una posible futura inversión, o cuando se definen/redefine los objetivos a mediano y largo plazo de la empresa.
Pero, por otro, cuando la referencia es hacia el pasado, aunque quizás no es tan común ese análisis multianual. Puede que haya una comparación de los parámetros físicos o económicos del último ejercicio con respecto a los del ejercicio anterior, para calcular en qué porcentaje han crecido o decrecido los parámetros. Pero quizás hasta ahí se llega solamente.
 
¿Por que…y para qué…?
Pero lo que propone este artículo es que la mirada retrospectiva sea más amplia, sin querer dar recetas de cuántos ejercicios deberían ser, pero sí tener en cuenta que esta puede ser una herramienta de gran utilidad. Y ahí viene la pregunta que alguien se puede planteara esta altura. Es decir, no se discute eso de dar un vistazo a la empresa que vendrá en los próximos años. Ahora bien, la pregunta sería ¿tiene algún sentido hacerlo hacía atrás, volviendo al pasado? Al margen de que pueda ser algo decorativo y hasta nostálgico a la hora de hacer algún racconto a propósito de celebrarse tal o cual aniversario de la empresa. Pero si va a ser un método de análisis continuo y no ya un simple anecdotario,  la otra pregunta sería: ¿y para qué?
En la vorágine de lo que va sucediendo ejercicio tras ejercicio, generalmente va quedando el “sabor” de lo último vivido. Si fue un ejercicio con buenas ganancias, por supuesto que el sabor es agradable. Si, por el contrario, ha sido un ejercicio que ha arrojado pérdidas lo ánimos no son los mismos, hay preocupación, y el sabor es “amargo”. Y en la sucesión de ejercicios, puede haber diferentes situaciones según la empresa considerada. En algunas puede haya habido una seguidilla de ejercicios con resultados positivos, en otras, por el contrario, en el otro extremo, puede que haya habido varios ejercicios negativos, en mayor o menor medida. Y, lo más común, son los casos de aquellas empresas en los que se hayan alternado, en diferente proporción, ejercicios positivos y negativos. Y es en especialmente en este caso en el que puede resultar más interesante aplicar como herramienta de análisis lo que ha venido pasando no ya en el último y penúltimo ejercicio, sino yendo aún más atrás.
Es más, ocurre que las cosas van cambiando a lo largo de un ejercicio. Y así es que puede ocurrir que haya comenzado bien, con precios de leche favorables, buena relación leche/suplementos, tasa de inflación reducida, y sin sobresaltos en el tipo de cambio. Pero a los pocos meses, las cosas cambian,  lo que había comenzado bien comienza a empeorar, debido a que varios de los factores mencionados se van deteriorando. Y lo que prima entonces es la sensación del momento actual, la desazón por la situación. Aquellos meses de bonanza, parece que ya quedaron en el olvido; aunque haya pasado menos de un ejercicio.
Que quede claro que esto no es una estrategia de auto consuelo, o para atenuar las malas noticias cuando se brindan informes a los accionistas o dueños de la empresa. Lo que persigue es brindar un panorama más amplio. Y por supuesto que debe ser un panorama en el que todo lo que se informa esté cuantificado en números. No sirve decir que a veces las cosas han ido bien, y otras no tanto. La subjetividad poco aporta en este tema.
 
A veces...mejor acumular…
Decíamos que esta forma de análisis plurianual puede ser de gran utilidad para tener una visión más completa cuando se han venido dando ejercicios de buenos y no tan buenos resultados. Y el poder tomar varios períodos hace que, en una suerte de sumatoria algebraica a gran escala, podamos tener una cifra del resultado acumulado de la empresa en los, por ejemplo, últimos cinco años. Eso permitirá tener una visión más completa, de modo de realmente poder concluir si las cosas han ido cambiando, alternando años de ganancias con años de pérdidas, y finalmente, cuál es el balance de ese período.
Tomemos un ejemplo: la empresa La Sudestada se ha propuesto analizar sus resultados en los últimos 4 años, y llevando los resultados a dólares. Lo observado es lo siguiente (y son datos reales):
  • Ejercicio 1:    + 94.572 U$S.
  • Ejercicio 2:      + 6.422 U$S.
  • Ejercicio 3:    -164.214 U$S.
  • Ejercicio 4:        -3.536 U$S.
  •  Ejercicio 5:    + 46.294 U$S.
Acumulado cinco últimos años:= - 20.462 U$S.
Es decir que, considerando los últimos cinco ejercicios, sumando ganancias y restando pérdidas, la empresa ha tenido una pérdida acumulada de 26.860 dólares totales. Tal cifra puede considerarse como valor total, o referirla a la superficie de la empresa. Y puede ser un dato importante a considerar en un balance del desempeño de la empresa en los cinco últimos años, más allá de lo que ha venido ocurriendo en cada ejercicio.
 
Y cuando hay corrimientos…
Este tema de los llamados “corrimientos” puede darse bajo distintas formas. Puede ser el caso de la empresa “Entre ubres”, dedicada mayoritariamente a la producción de leche. Y sucede que, analizando los ejercicios A y B, resulta ser que a cierre del A, tenía una suma bastante importante de leche entregada a la usina, pero aún sin cobrar, por problemas financieros del comprador. Mientras que, durante el ejercicio B, las cobranzas por venta de leche se hicieron sin problemas. Uno podría entonces concluir, analizando ambos controles de gestión, que en el ejercicio B la empresa hizo las cosas muy bien, mientras que en ejercicio anterior se advierte una merma importante en los ingresos por leche, y además esa merma no condice con lo que indica la medición de la producción física, que fue alta en ambos ejercicios. Para tener una visión más abarcadora de la situación, y sabiendo que han ocurrido estos corrimientos de pago, no estaría de más agregar a la metodología del análisis de gestiones anuales, una gestión por ejemplo bianual, de modo que esos corrimientos de cobros por venta de leche no hagan “ruido” dentro del análisis de los datos. Y sin descartar considerar una gestión trienal si se quiere.
Ese fenómeno de corrimientos puede darse también cuando, por ejemplo, en el establecimiento “La Emilia”, en el ejercicio anterior se consumió una cantidad importante de grano de maíz. Pero gran parte de ese grano fue facturado recién más tarde, en el ejercicio actual. Si nos atuviéramos a las fechas de factura o a las de pago de las mismas, la conclusión podría ser que el ejercicio anterior fue mucho más eficiente que el actual, ya que la producción de leche fue a base de menos suplementación. Pero la ilusión no duraría mucho. Al  confrontar los gastos registrados con lo que dicen las planillas físicas de alimentación, saltaría una discordancia entre ambos datos. Y es justamente porque la planilla física refleja los kilos de maíz consumidos, se hayan facturado o no, mientras que la económica está tomando otro criterio. Y una forma de poder compatibilizar ambas formas de llevar la información (física y económica) puede ser, por ejemplo, considerar, en este caso, la gestión bianual de modo de anular los corrimientos ocurridos. Ello puede aplicarse tanto a una gestión bianual de toda la empresa como a un análisis de este período pero solamente considerando la actividad tambo, que es en la cual se dan los corrimientos mencionados. Todo dependerá de qué parte de la empresa se desee analizar y llegando a conclusiones válidas.
 
Y también en la transición…
Por otro lado, no olvidemos que los procesos biológicos implicados en las empresas agropecuarias tienen sus tiempos, a veces inamovibles, otras con procesos que duran meses. Y además están los mecanismos de inercia que también se dan. Por ello, cuando por ejemplo se plantean cambios de sistemas productivos en la empresa, ello conlleva primero, procesos de transición, hasta que se llega a la situación “estabilizada” por llamarla de algún modo. Y esa transición puede haber durado varios ejercicios.
 
Conclusiones.
Como hemos visto, además de las herramientas tradicionales, existen otras no tan tradicionales a aplicar. En todos los casos, el objetivo, la razón de aplicar tal o cual medida, o de hacer las adaptaciones que sean necesarias persigue poder tener una visión completa, abarcativa de la empresa.
Y para despejar cualquier suspicacia, dejemos en claro que la intención de este artículo no es reemplazar el análisis del control anual de gestión económica. Se trata en realidad de añadir a esa fundamental herramienta otra que pueda dar una mirada más abarcadora de la empresa.
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Félix Fares
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Martin Aboaf Petit de Murat
Gestambo
8 de agosto de 2019
Hola Felix, intentando aportar algo a tu muy buen artículo y con el que coincido plenemente respecto a ampliar los períodos de análisis, me parece también que, el hecho de llevar la gestíon financiera (percibido) y la económica (devengado) al mismo tiempo, permite separar un poco el "polvo de la paja" dando un panorama más completo que si se lleva una sola de las dos "gestiones" ya que, justamente permiten notar los posibles corrimientos de los dos casos que diste al complementar los datos de lo que vendimos y cuándo lo hicimos y de lo que cobramos y cuándo lo hicimos. En 2017 armé para los grupos Cambio Rural Lecheros un módulo que, con muy poca más información, permitía llevar en paralelo ambas "gestiones". Saludos!
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