Crianza: Lugares y formas para criar a nuestros terneros - Capítulo 4

Crianzas individuales y colectivas

Existen tantos sistemas de crianza como establecimientos. Se los clasifican en dos grandes grupos: individuales y colectivos. No existe un sistema mejor que otro, pero tienen diferentes características.

Sistemas individuales de crianza

Los sistemas individuales más difundidos son con estacas (con o sin corredera) y jaulas

Ambos presentan las siguientes ventajas:

Permiten un mayor control del estado de salud de cada animal.
Permiten realizar un monitoreo individual del consumo.
Evitan el contacto y contagio directo de enfermedades entre terneros.

Las principales desventajas son:

Reducido espacio para que los terneros se muevan.
Los terneros no se relacionan entre ellos.
Las camas se ensucian más rápidamente, siendo necesario rotarlas con mayor frecuencia.
Demandan más horas de trabajo para tareas de alimentación, higiene y rotación.

Sistema de crianza en correderas

Crianza de terneros en jaula bajo galpón

Aspectos a considerar en sistemas individuales:

En sistemas con estacas:

Ordenar las estacas formando hileras por semana de nacimiento para facilitar el manejo
Aflojar periódicamente los collares, ya que el tamaño del cuello va creciendo y puede provocarle lastimaduras.
Pasar la cadena por una manguera para que no se enrede con la estaca.
Colocar una corredera (guía de alambre) de 10 m o más de largo, a 5-10 cm del suelo, entre dos estacas cortas en cada extremo. En uno de los extremos colocar la estaca con los baldes. Atar la cadena del ternero a la corredera por medio de una argolla móvil. Esto permite mayor espacio para movilizarse, evita enredos con la estaca y se ensucia menos la cama (disminuye la frecuencia de rotación de estacas).
Se aconseja colocar reparos (ejemplo hileras de rollos) a los costados del lugar de crianza (especialmente en invierno) y sombras sobre las estacas (en verano).

Circulación del operario en sistemas con estaca individual con balde en el extremo

En sistemas con jaulas:

Las jaulas deben brindar un espacio suficiente para que los terneros puedan mo-verse y echarse a voluntad.
Ordenar las jaulas formando hileras, por semana de nacimiento, para facilitar el manejo.
Rotar las jaulas cada vez que la superficie de la cama esté sucia o barrosa.
Desinfectar las jaulas entre la ocupación de un ternero y otro.
Otra alternativa, es colocar las jaulas (sin techos) dentro de un tinglado para ofre-cer mayor confort animal (mayor protección al ambiente).

Sistemas colectivos de crianza

Estos sistemas consisten en alojar los terneros en corrales o piquetes, en grupos de 6-8 terneros como máximo.

La leche o sustituto lácteo puede ofrecerse en baldes individuales, grupales o a tra-vés de alimentadores automáticos. Mientras que el alimento balanceado y el agua se colocan en comederos y bebederos.

Las ventajas de los sistemas colectivos son:

Demandan menos horas de trabajo para la alimentación, higiene de comederos y rotación de los terneros.
Es más fácil brindarles protección a los terneros ante condiciones ambientales desfavorables.
La convivencia grupal incentiva el consumo de alimentos y la actividad física; los terneros salen adaptados a vivir en grupos.

Las principales desventajas de los sistemas colectivos son:

No se pueden controlar las cantidades de alimentos sólidos o líquidos que con-sume cada ternero.
Resulta difícil controlar el estado de salud de los terneros.
Mayor riesgo de contagio directo de enfermedades.
Puede dificultarse la detección temprana de diarreas.

CRIANZA - Lugares y formas para criar a nuestros terneros - Image 1

Aspectos a considerar en sistemas colectivos:

Disponer de piquetes o jaulas de adaptación para alojar los terneros recién na-cidos, donde se les enseñe a tomar la leche o sustituto y se les pueda prestar mayor atención. Si se opta por piquetes, no es conveniente agrupar más de 6-8 terneros juntos y se les deben brindar un buen sistema de reparos.
Conformar grupos de terneros parejos de edad para disminuir la competencia. Una vez que se complete un grupo, es necesario mantener juntos los mismos terneros durante toda la crianza.
Tener piquetes extras para utilizar en épocas de temporales, cuando los corrales no se encuentren en condiciones.
Garantizar el fácil acceso a los comederos y bebederos, de manera que todos los terneros puedan acceder al mismo tiempo sin necesidad de competir por el espacio.

Crianza colectiva con alimentador automático de leche

Alojamiento de terneros

La elección del tipo de alojamiento influencia, junto con otros factores, el éxito de la crianza de terneros. La misma debe proporcionar un ambiente confortable para los animales. Lo cual implica un lugar limpio, desinfectado, seco, con adecuada ventilación y protección a condiciones climáticas extremas (altas y bajas temperaturas, lluvias, vien-tos fuertes, sol directo, etc.).

En invierno, se recomienda brindar reparos del lado de los vientos más fríos, median-te hileras de rollos, chapas, o cortinas de árboles. Otra medida efectiva para disminuir el estrés por frio, es desparramar rollos de paja sobre la superficie formando una cama de al menos 15 cm de espesor.

En verano, es importante ofrecer sombras ya sea mediante árboles, estructuras de media sombra, lonas, chapas, o bien colocar los terneros dentro de un tinglado con ventilación adecuada.

En épocas lluviosas, es fundamental contar con una pendiente adecuada que evite la acumulación de agua.

Los lugares asignados para la crianza deben ser rotados, desinfectados y permane-cer un período sin terneros (como mínimo 4-6 meses).

Se recomienda generar un espacio de mayor protección a las condiciones ambien-tales para terneros recién nacidos hasta la 2° semana de vida.

Además, debería considerarse un sitio para la enfermería, donde se mantendrán los terneros enfermos, aislados y resguardados del medio, para disminuir los riesgos de contagio y favorecer su recuperación.

Reparos para el invierno

Sombras para el verano

Capítulo del libro: “Crianza artificial de terneros. Guía de buenas prácticas para operarios lecheros”
Nicolás Sambuceti, Georgina Frossasco, Fernando Orías, Mónica Moretto, José Giraudo y José María Raviolo
ISBN 978-987-688-432-7

La crianza artificial de terneros en nuestro país y en nuestra provincia presenta algunos problemas que son transversales a todos los sistemas lecheros. Esta actividad, además de contar con tecnologías de insumos y de procesos para su eficiente funcionamiento, debe disponer de personal idóneo, altamente calificado y que sea capaz de tomar decisiones que se basen en la comprensión de las tareas que se realizan.
El presente trabajo es el resultado de una labor conjunta entre docentes e investigadores de la Universidad Nacional de Río Cuarto y otras instituciones, realizado con el fin de facilitar una guía de buenas prácticas a productores, técnicos y operarios de los sistemas lecheros. En este sentido, el material se presenta como una herramienta, cuyo objetivo es el de ayudar a mejorar la eficiencia de las crianzas artificiales de terneros y, con ello, la de cada establecimiento, lo que mejorará la red económica tejida alrededor de la producción lechera en la provincia y la región.

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Crianza: Lugares y formas para criar a nuestros terneros - Capítulo 4

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