29 de septiembre de 2014
estimado colega Raul Santivañes: Fertilización ruminal.
Cuando un bovino ingiere una porción de pasto, éste es invadido por bacterias, hongos y protozoarios que lo descomponen en el rumen.
Múltiples factores pueden hacer que la concentración de estos microorganismos sea insuficiente, por lo tanto, se queda una porción de pasto sin ser degradada o digerida en su totalidad, que no se degradará en ningún otro sitio del tracto gastrointestinal y no aportará nutrientes para el bovino; finalmente saldrá en las heces, desperdiciando buena parte del pasto ingerido. Cerca del 50% del potrero sale por la bosta.
El bolo alimenticio ruminal degradado por la micro flora y fauna ruminal, es lo que se conoce como Proteína microbiana, que a su vez es el verdadero alimento para el bovino; en consecuencia, se debe proporcionar los elementos necesarios para que la población microbiana ruminal se mantenga en la máxima concentración. Esta acción, es lo que se conoce como “alimentar o fertilizar el rumen”.
La Fertilización Ruminal consiste en suministrar un suplemento mineral - proteico - energético balanceado, específicamente con el objeto de llenar las necesidades nutricionales de los micro-organismos ruminales.
Como ser vivo, estos microorganismos, requieren de un suministro adecuado de proteínas, energía y minerales para su crecimiento, desarrollo y reproducción. El efecto de la Fertilización Ruminal en la cantidad de micro-organismos ruminales producidos, es de 2,33 kg de microorganismos en un rumen fertilizado, contra 0,83 kg en un rumen sin fertilización (Jordan 1993) Mediante esta práctica se obtienen beneficios como:
1. Incremento en el consumo voluntario de forrajes toscos (1.4 veces) debido a que se incrementa la degradación del mismo (1.75 veces), haciéndolos más digeribles ya que su aprovechamiento y evacuación del rumen es más rápido; al aumentar la velocidad de tránsito ruminal, debido a una degradación más rápida, se incrementan los períodos de consumo de pasto.
2. Aumento en la disponibilidad de proteína (2.52 veces) y energía (tomada como ácidos grasos volátiles, AGV, de 1.48 veces), (Leng, 1987)
3. Un rumen bien fertilizado puede extraer del pasto, hasta el 60% de la proteína y el 80% de la energía que necesita un rumiante para expresar su potencial genético productivo, procedente del pasto que es la base fundamental de la alimentación de la ganadería en el trópico. (Leng (1987, Jordán 1999). Por lo tanto, la cantidad de proteína y energía a suplementar por medio del concentrado, sería menor, o nula si se cuenta con un buen suministro leguminoso.
A la mezcla mineral estándar para bovinos sugerida por el Consejo nacional de Investigación (NRC) de USA, debe agregársele 25% de ClNa (sal) requerida por un bovino adulto (50 gr/día) de forma que no sea necesario suministrar sal por separado. En la ración diaria de 200 gr de la mezcla, un 2% será melaza de caña o de plátano y 10% de harina de maíz. Esta es una excelente mezcla que actúa como activador del crecimiento de la población del ecosistema ruminal.
Datos de campo obtenidos utilizando este sistema de suplementación mineral con activadores, han arrojado efectos benéficos al propiciar una excelente rumia en hembras lactantes en el trópico bajo, con una base forrajera tipo brachiarias y otros pastos toscos.
Las hembras, de 3 meses de haber parido, que consumieron el suplemento especial, no sólo no perdieron peso (-545 gr./vaca/ día sino que repusieron ésta pérdida y ganaron 555 gr./vaca/día, o sea que realmente ganaron un total de 1,100 gr./vaca/día. Las hembras bajo suministro del suplemento produjeron más leche.
El hecho de que una hembra lactante no esté perdiendo peso asegura una presentación de celo rápida y una preñez efectiva.
Los ganaderos utilizan como práctica habitual indebida, de manejo alimentario, suministrar a libre disposición de los animales en los comederos tipo “cayuco” un suplemento mineral, en el entendido que el animal regulará su consumo mineral de acuerdo a sus requerimientos o necesidades minerales.
Pero además, para economizar le agregan tres a veces cuatro sacos o pacas de sal, práctica nefasta para su ganadería, que no debe usarse en animales en cría, tampoco levante o ceba, por lo siguiente:
Por cada saco de sal que le adicione a un saco de mineral, todos los elementos contenidos en el suplemento mineral se reducen en un 50%.
Por ejemplo, si una bolsa de mineral de 25 Kg. aporta 20% de calcio y 16% de fósforo, al mezclarlo con una de sal de 25 Kg, estos valores caen a 10% de calcio y 8% de fósforo ( el rumen de un bovino necesita 7% mínimo de fósforo para estar activo ) peor quedará la dilución cuando agrega 4 sacos de sal.
Se debe suministrar un suplemento mineral que tenga incluida la sal en la proporción adecuada de 50 g (25% de la ración de 200g) por tanto, se deduce que la mas, económica y eficiente forma de suministrar minerales a los rumiantes, es de forma individualizada, en una ración diaria a la dosis recomendada (Force feeding) establecida en las tablas de uso internacional, producto de numerosas investigaciones al respecto.
La fertilización ruminal o suministro de la mezcla mineral, debe hacerse todos los días del año, incluyendo todos los animales independientemente de la edad (Martínez J. 1989) en comederos individuales, con una dosis de 200 g/animal adulto (alimentación forzada) Se puede suministrar solo o mezclado, con balanceado al momento del ordeño o por separado en los sombreaderos, mezclado con ½ kg de silo o heno o guarapo de melaza como vehículo.
Universalmente se recomienda que por cada cien kilos de peso vivo de un bovino a pastoreo se le debe aportar aproximadamente quince gramos de mineral ( 15 g ) En consecuencia, si un rumiante pesa 400 Kg debe consumir diariamente 60 g Como mínimo de suplemento mineral.
En caso que fuese de vacas de ordeño, aparte de los 15 gr de mineral por cada 100 Kg de peso vivo se debe adicionar 5 g por cada litro de leche producido, así una vaca de 400 Kg. /Pv. produce 10 Litros de leche, se le debe suministrar los 60 gr. mas 50 gr. de mineral para un total diario de 110 gr. de suplemento mineral como mínimo.
Es precisamente la cantidad que debe contener el núcleo mineral recomendado por el NRC de USA; los otros 100 g estarán constituidos por 50 g de sal, 2 g de, melaza y 10 g harina de maíz, alimento activador del crecimiento de la población ruminal, conocido como fertilizador o activador ruminal.
Por otra parte, existen compuestos que trascienden el rumen (pasante o by pass) que llegan al intestino delgado, como parte de los almidones de los granos de cereal, de la proteína verdadera del suplemento proteico y la proteína microbiana sintetizada en rumen; se estaría, también, alimentando al animal propiamente dicho a través de los productos (nutrientes) que llegan al intestino.
Un ejemplo de ello es el Suplemento Activador Ruminal (SAR) cuya invención se remonta a comienzo de la década del 2000 por el Dr. Arabel Elías (Instituto de Ciencia Animal -ICA- de la Habana, Cuba,), fórmula que sufrió algunas modificaciones como las realizadas por el Dr. José Manuel Palma (Universidad de Colima, México). Otras modificaciones han sido evaluadas por Juan Carlos Montero en la Universidad del Zulia, Venezuela.
La composición química y la técnica de elaboración van experimentando cambios o adaptaciones.
Cuando este fenómeno (sincronismo energía-proteína) ocurre, se obtiene la máxima síntesis por parte de microorganismos celulolíticos, en rumen, y con ellos una mayor digestión de la fibra de los alimentos. Esto genera una mayor proporción de ácido acético en especial.
A mayor degradación de la fibra se produce una mayor tasa de pasaje de la ingesta y con ello un mayor consumo y por ende, un incremento en la producción animal (carne y leche).
Entre los minerales que juegan un rol prioritario en el metabolismo ruminal se destaca el azufre, debido a que este mineral es indispensable para sintetizar 2 aminoácidos esenciales (meteonina y cistina). Junto con el fósforo, calcio y magnesio, como los principales macro elementos, además, de oligoelementos que mantienen reacciones metabólicas como las enzimáticas, catalizadoras.
La mejor forma de suministrar los principales minerales es a través de compuestos “puros” como: Sulfato de amonio, de magnesio o de calcio. Fosfato mono, di o tri cálcico Fosfato de magnesio y Óxido de magnesio, entre otros.
El nitrógeno no proteico y los carbohidratos de fácil fermentación se utilizan en la elaboración de suplementos activadores de la fermentación ruminal. El uso de pequeñas cantidades de estos alimentos favorece el desarrollo microbiano del rumen, mejora la velocidad de degradación y el aprovechamiento de la fibra en la ración (Jordán 1999). Esto constituye un elemento deseable porque el pasto es la base fundamental de la ración de los rumiantes en pastoreo.
La alimentación de toros de ceba en pastoreo de gramíneas de buena calidad permite obtener ganancias diarias de peso superiores a 1 kg de peso/animal (Anon 2004 y Posada 2004).
La calidad nutritiva de los pastizales de gramíneas mejora notablemente, cuando se asocian con leguminosas (Monzote et al. 1986, Castillo et al. 2003 y Espinosa 2000 y 2004).
Se ha obtenido ganancias de peso diario de 1.4 kg/día mediante ceba de toros Cebú con suplemento activador ruminal, en silvo pastoreo de leucaena y pasto natural A.Díaz, P.C. Martín, E. Castillo, J.L. Hernández Instituto de Ciencia Animal, ,San José de Las Lajas, La Habana.
La producción de leche lograda por animal y por ha, y medida en el tiempo, será uno de los indicadores fundamentales para evaluar el carácter sostenible de una explotación lechera (Holmes y Wilson, 1987); y (Holmes, 2000). Por lo tanto, mensualmente, se debe monitorear reportes de estos indicadores