Verdeos de Raigrás Anual

Son cultivares que tienen requerimientos de frío (vernalización, 4 a 6 semanas con temperaturas mínimas por debajo de 10º C) para florecer. En siembras tardías los macollos producidos desde la implantación pueden escapar a la vernalización y se mantienen vegetativos.

Los macollos producidos en la primavera no son inducidos y por tanto no florecen. Esto implica que la pastura puede ingresar al verano con macollos vegetativos, determinando la posibilidad un comportarmiento bianual. Sin embargo, la eventual bianualidad estará controlada por la proporción de macollos que sobrevive durante el verano y se mantienen productivos hasta el otoño. Esta posibilidad dependerá de las condiciones ambientales durante el verano.

Estos cultivares son más flexibles en su época de siembra ya que admiten siembras tardías sin pasar al estado reproductivo. Esto permite pastoreos más tarde en la primavera y mantiene en esa época una calidad de forraje superior a la de otros cultivares que pasan tempranamente al estado reproductivo

No tienen requerimientos de frío y florecerán en respuesta a incrementos en temperatura y fotoperíodo. Por lo tanto, son estrictamente anuales y los macollos tienden a  florecer y mueren independientemente de la fecha de siembra.

El mejoramiento genético permite disponer de cultivares tipo westerwolds de ciclo a floración más largo y menos sensibles a altas temperaturas. Cultivares tradicionales como Tama pueden llegar a ser inducidos por la ocurrencia de altas temperaturas en otoño, floreciendo muy tempranamente (Junio).

Las ventajas de los nuevos cultivares se maximizan en siembras tempranas que aseguran un ciclo de producción extendido.

Las siembras en el período 15 de febrero al 30 de marzo, aseguran una mayor producción total y un más alto aporte durante el período invernal, lo que incrementa el número de pastoreos posibles.

• Mejor alternativa frente al verdeo tradicional de avena.

• Permite mantener altas cargas con elevada performance individual durante el invierno.

• Superior potencial de producción que avena en fechas de siembra similares.

• Elevada producción invernal y a principios de primavera.

• Alta calidad de forraje:

- Mayor proporción de materia seca en el forraje.

- Mayor contenido de carbohidratos solubles.

- Menor contenido de proteína.

- Balance invernal más adecuado entre proteína soluble (PS) y carbohidratos solubles (CS).

Relación (PS:CS) 1:1 en raigrás vs 6:1 en avena.

- Mayor concentración de energía metabolizable en el forraje.

- Mejor balance entre minerales (potasio/magnesio/calcio).

• Mejor performance animal:

- Mayores tasas de consumo de materia seca.

- Mayores contenidos de materia seca en los pastoreos de otoño e invierno.

- Mejor estructura de planta. Los verdeos de raigrás son más bajos y más densos que los de avena.

- Mayores ganancias de peso y superior producción de leche.

• Mayor resistencia a pulgón y roya de hoja.

• Ciclo de producción más largo.

Período de utilización prolongado.

• Superior respuesta a la fertilización nitrogenada.

• Menores problemas por pisoteo por sistema radicular más extendido.

• Mayor adaptación al pastoreo:

- Mayor densidad de macollos.

- Mayor velocidad de rebrote.

- Porte rastrero.

• Flexibilidad de manejo: Se pueden diferir los primeros pastoreos sin afectar la calidad del forraje acumulado y sin restringir los rebrotes posteriores.

• Usos múltiples: pastoreo, henificación, ensilaje.

• Mayor respuesta animal en planteos con suplementación invernal estratégica.

 

• Para optimizar la producción de los cultivares de raigrás que ofrecemos es imprescindible satisfacer los requerimientos de nutrientes determinados por su alto potencial de rendimiento.

• La aplicación estratégica de nitrógeno permite incrementar significativamente la disponibilidad de forraje para períodos críticos, extiende el ciclo vegetativo del verdeo y aumenta el contenido de proteína en las hojas.

• Para que las respuestas al agregado de N sean máximas, el fósforo disponible en el suelo no debe ser limitante. Por eso, se recomienda el agregado de fósforo a la siembra en la forma de fertilizantes binarios.

• No exceder un total de 250 kg de N aplicado al verdeo.

• Fertilizar cuando las condiciones ambientales (disponibilidad de agua, fotoperíodo y temperaturas del suelo) permitan altas tasas de crecimiento. Esto asegura elevadas respuestas y minimiza las pérdidas de nutrientes aplicados.

• Utilizar análisis de suelos (nitratos y fósforo) para decidir momento, fuente y dosis de fertilizante a usar.

• Umbrales críticos para obtener respuesta a la fertilización nitrogenada (sudeste bonaerense):

- P disponible a la siembra > 10 ppm.

- Nitratos disponible a la siembra < 20 ppm

• En cultivos implantados considerar análisis de concentración de N en planta. El nivel crítico indicador de deficiencias en plantas de raigrás es 2 % en hojas.

• Ajustar la disponibilidad de fósforo a la siembra usando fosfato diamónico en dosis de 50 a 80 kg/ha en la línea de siembra.

• Cuando otros nutrientes esenciales no son limitantes, se recomienda usar la fuente de N más barata.

• Aplicar de 50 a 100 kg/ha de urea presiembra con incorporación al suelo. Esto resulta en respuestas altas y consistentes asociadas a una mejor implantación, mayor tasa de crecimiento inicial del verdeo y determina un efecto residual al definir el potencial de macollaje durante el período otoñal. La fertilización a la siembra define el potencial de respuesta a aplicaciones posteriores.

• Aplicaciones estratégicas con altas respuestas:

 

Aplicar hasta 50 kg urea/ha. Promueve macollaje inicial, incrementa peso de las macollas y aumenta relación lámina/vaina de las hojas.

 

- Aplicar hasta 80 kg de urea/ha.

Promueve macollaje temprano e incrementa la tasa de elongación de las hojas. Prolonga el ciclo vegetativo de los macollos otoñales. Retrasa la floración y mantiene la calidad del forraje.

- Aplicar N antes que la temperatura del suelo llegue a 8o C en otoño y cuando supere los 5o C en primavera.

- Diferir la aplicación hasta que comience el rebrote (5 a 10 días post-pastoreo o corte).

- Aplicar urea 3 a 6 semanas antes de que se necesite el forraje adicional.

- Se recomiendan descansos mínimos de tres semanas post-fertilización para optimizar el balance entre el contenido de N en la planta y la producción de forraje.

- Planificar la utilización de la producción adicional.

Ajustar la carga y el sistema de pastoreo. Usos alternativos: heno, ensilaje.

- Prever problemas: empaste, intoxicación por nitratos, hipocalcemia.

- En siembra directa se recomiendan dosis iniciales de N mayores, aplicaciones adelantadas y ajuste por antecedentes de rotación y manejo del rastrojo o barbecho.