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Reutilización de un dispositivo liberador de progesterona (CIDR-B) para sincronizar el estro en un programa de transferencia de embriones bovinos

Publicado: 26 de septiembre de 2017
Por: César Wilfredo Solórzano Hernández, José Hernán Mendoza, Carlos Galina Hidalgo, Alejandro Villa Godoy, Héctor R. Vera Avila, Salvador Romo García
Resumen

Se evaluó un dispositivo liberador de progesterona (CIDR-B® 1.9 g) reutilizado en un programa de transferencia de embriones (TE), sobre el porcentaje de estros (PTE) porcentaje de receptoras con cuerpo lúteo al momento de la TE (CLt), porcentaje de gestación a la TE (PGT), porcentaje de gestación a la IA en receptoras que repitieron estro posterior a la TE (PGI), porcentaje de gestación obtenido con embriones de calidad 1 (EC1) y calidad 2 (EC2) y concentración sérica de progesterona (CSP). El tratamiento testigo (CIDR nuevo = CIDRn), tratamiento 1 (CIDR primera reutilización = CIDR1) y tratamiento 2 (CIDR segunda reutilización = CIDR2) fueron aplicados en tres períodos sucesivos. No hubo diferencias entre tratamientos en los porcentajes de vacas en estro por día post-retiro de dispositivo (P>0.05): 90.9, 88.4 y 88.1 % para los grupos CIDRn, CIDR1 y CIDR2. El CLt fue de 95.0, 92.1 y 97.3% para los grupos CIDRn, CIDR1 y CIDR2 (P>0.05). El PGT con CIDRn, CIDR1 y CIDR2 fue de 42.1, 37.1 y 36.1, respectivamente (P>0.05). El PGI con CIDRn (76.5 %), CIDR1 (81.0 %) y CIDR2 (76.5 %) no fue diferente (P>0.05). El PG a la TE no fue influenciado por la calidad del embrión transferido (EG1 vs EG2, P>0.05). La CSP posterior a la inserción de CIDRs no fue diferente entre tratamientos (Tratamiento y Tratamiento x Día, P>0.05). Los resultados indican la posibilidad de reutilizar los dispositivos nuevos hasta por dos ocasiones sucesivas. 

PALABRAS CLAVE: Progesterona, CIDR, Sincronización estral, Bovinos, Transferencia de Embriones.

INTRODUCCIÓN 
En la sincronización estral de los bovinos, se han utilizado diversos tratamientos a base de progesterona o progestágenos, en distintas presentaciones y métodos de aplicación, combinados generalmente con otras hormonas. En diferentes condiciones de manejo, genotipos y climas, el uso de progesterona o progestágenos como agentes sincronizadores del estro ha demostrado ser una herramienta satisfactoria(1,2,3). Un producto comercial empleado en programas de sincronización del estro es el dispositivo intravaginal de liberación controlada de droga (CIDR-B®, por sus siglas en inglés). El CIDR contiene 1.9 g de progesterona natural, la cual se libera de manera constante y relativamente uniforme mientras el dispositivo se encuentra insertado en la vagina(4,5,6).
Los protocolos de sincronización donde se administra un CIDR comprenden periodos de inserción que pueden durar de 7 a 10 días(7,8). La aplicación de compuestos hormonales como: estradiol-17b (E-17b)(9), benzoato de estradiol (BE)(10), y cipionato de estradiol (ECP)(11,12) al iniciar el protocolo de sincronización, pueden provocar la lisis de cuerpos luteos (CL) en formación, además de que inducen la terminación de la oleada de crecimiento folicular que se encuentre en curso, logrando así la emergencia de una nueva oleada de crecimiento folicular 3 ó 4 días después(9,13). Así mismo, la administración de prostaglandinas F2a al finalizar el protocolo asegura la lisis del CL que pudiera estar aún presente(1). Se ha demostrado que la sincronización del estro a base de progestágenos con protocolos de corta duración, aumenta la eficiencia en la sincronía y la proporción de animales en estro durante el periodo de sincronización, lográndose hasta 90 % de animales en estro en las primeras 48 h posteriores al término del tratamiento(8). Lo anterior resulta de particular importancia en la sincronización de receptoras dentro de los programas de transferencia de embriones en bovinos, en los cuales se requiere de un mayor control en cuanto al grado de sincronización de los estros, además de asegurar una función lútea posterior al estro sincronizado, adecuada para la sobrevivencia del embrión transferido(14).
En el caso del CIDR, cuando éste es retirado de la vagina aún contiene progesterona y la cantidad residual depende del tiempo que duró insertado(4). Si su permanencia es de 9 días, retiene alrededor de 1.1 g de progesterona y si permanece 15 días retiene aproximadamente 0.9 g(15,16). Por otra parte, también ha sido estudiada la cantidad total de progesterona liberada por un CIDR mantenido en el interior de la vagina por siete días, la cual fue de 0.61 ± 0.01 g(7). Considerando la ventaja en cuanto a grado de sincronización de estros al utilizar protocolos cortos de siete días, aunado a las características de liberación y retención de progesterona del CIDR, se ha previsto la posibilidad de reutilización del dispositivo en programas de sincronización estral para inseminación artificial (IA), con buen éxito cuando la reutilización ha sido por una sola vez(7,17,18).
La progesterona residual en el CIDR después de mantenerlo en la vagina por 15 días (0.9 g), abre la posibilidad de una segunda reutilización del dispositivo, sin embargo, hasta ahora no se han realizado estudios en cuanto a la calidad de la sincronización de estros después de esta segunda reutilización. El ahorro en cuanto al costo de programas de sincronización estral para IA o en protocolos de transferencia de embriones, que podría ser de poco más del 60 % al reutilizar dos veces el CIDR, hace atractiva esta estrategia en términos económicos. La posibilidad de transmisión de enfermedades venéreas con esta práctica, implicaría a su vez algunas consideraciones sanitarias como la reutilización sólo en animales de un mismo hato y sólo en hatos con un buen estado de salud.
El objetivo del presente estudio, fue evaluar las características de sincronización estral logradas a partir de la reutilización de CIDRs por una o dos ocasiones, utilizando vacas receptoras en un programa de transferencia de embriones como modelo.
MATERIALES Y MÉTODOS 
Selección y manejo de los animales experimentales
El trabajo se realizó durante el otoño en la finca ganadera Tenacitas, a 65 km al sureste del municipio de Soto la Marina, en Tamaulipas, México; a 25  msnm. El clima de la región es trópico húmedo, con temperatura promedio anual de 22 °C y con un régimen de lluvias en verano(19). Se seleccionaron 132 vacas sin cría, Brangus variedad negra, de 4.7 a 10.5 años de edad, no gestantes, con estructuras ováricas sugerentes de actividad cíclica, y sin alteraciones anatómicas en el tracto reproductor que pudieran afectar su fertilidad. Las vacas seleccionadas presentaban una condición corporal de 3 a 3.5 puntos en una escala de 1 a 5 (1=extremadamente delgado, 5=muy obeso)(20) y fueron asignadas al azar a uno de tres tratamientos de sincronización estral para posteriormente ser utilizadas como receptoras en un programa de transferencia embrionaria (TE). Los animales experimentales se mantuvieron en condiciones de libre pastoreo, en praderas de zacate estrella africana con agua a libre acceso. Así mismo, 15 días antes de iniciar el programa de TE y durante todo el proceso de éste, se les suministró durante el pastoreo 1.5 kg por animal por día de un complemento nutricional comercial (Suplemento proteico pastoreo 24®, MNA de México S.A. de C.V. Nuevo León), que contenía 24.0 % de proteína cruda, 0.8 % de grasa y 7.7 % de fibra cruda.
Tratamientos 
Los tratamientos de sincronización estral fueron aplicados secuencialmente a los grupos experimentales con diferencia de ocho días entre cada uno de ellos. En el tratamiento testigo (CIDRn, n=45) se utilizaron dispositivos intravaginales liberadores de progesterona nuevos (CIDR-B®), 1.9 g Interag, Hamilton, Nueva Zelanda). En el tratamiento experimental 1 (n = 44), se utilizaron CIDRs de primera reutilización (CIDR1) que provenían de la sincronización del grupo testigo (CIDRn) y en el tratamiento experimental 2 (n = 43), se utilizaron CIDR’s de segunda reutilización (CIDR2) recuperados de la sincronización del grupo CIDR1. Para su reutilización los CIDRs fueron lavados en agua corriente inmediatamente después de retirados y secados a temperatura ambiente antes de reinsertarlos. La inserción intravaginal se hizo empleando un aplicador estándar, recubriendo el dispositivo con ungüento lubricante hidrosoluble de acción bacteriostática para disminuir el riesgo de infecciones vaginales (Bovoflavina®, Intervet, México). Enseguida de la inserción del CIDR (día 0), se administró una inyección intramuscular (IM) con 2.0 mg de benzoato de estradiol (BE; CIDIROL®, Bomac, Auckland, Nueva Zelanda). El CIDR permaneció insertado durante siete días y al momento del retiro se aplicó a cada animal una inyección IM de 150 mg de prostaglandina F2a (PGF2a; Prosolvin C®, Intervet, México).
Detección de la conducta estral
La detección de la conducta estral se realizó de manera visual (monta homosexual), iniciando 24 h después de haber retirado el tratamiento; la observación fue hecha tres veces al día (0700, 1500 y 2300) con 2 h de duración en cada período, y concluyendo la detección al completar 80 h de observación. De esta manera, se establecieron ocho períodos de detección de estros.
Procedimiento de transferencia de embriones 
La TE se realizó siete días después de que la vaca mostró conducta estral. Antes de la transferencia, la vaca receptora fue seleccionada por presentar una sincronía de ± 12 h entre el estadio de desarrollo embrionario y el día de ese ciclo estral al momento de la transferencia. Posteriormente, la vaca fue inyectada con Lidocaína al 2% (5 ml) en el espacio epidural (AmTech®, Phoenix Scientific Inc, EUA). Para efectuar la TE se aplicó el criterio de haber presentado signos de estro y posteriormente un CL identificado a través de ultrasonografia transrectal (Omega Vison®, E. I. Medical, EUA, transductor lineal de 5.0 Mhz) el día de la transferencia. Los embriones utilizados fueron adquiridos de una empresa comercial (Ultimate Genetics, EUA) y sólo fueron transferidos embriones clasificados como de calidad 1 y 2 al momento del descongelado. La descongelación del embrión fue efectuada en un paso manteniendo la pajilla al aire, a temperatura ambiente por 7 seg. Posteriormente se sumergió en baño de agua a 35 °C durante 10 seg. El glicerol fue extraído en un paso en solución de sacarosa (One Step Thaw Plus®, ViGro, ABTechnology, EUA). Finalmente el embrión fue colocado en un medio de mantenimiento hasta ser transferido (Holding Plus®, ViGro, AB Technology, EUA). Un solo embrión fue transferido transcervicalmente a cada vaca, empleando un aplicador estándar para TE. El embrión se colocó lo más profundamente posible en el cuerno uterino (tercio superior o medio) ipsolateral al ovario que presentó un CL. La transferencia de todos los embriones se realizó por un mismo técnico, inmediatamente después de haber sido descongelados.
Retorno al estro en vacas receptoras y diagnóstico de gestación
Las receptoras de embriones fueron mantenidas en pastoreo y controladas para su eventual retorno al estro. La observación de la conducta estral inició 10 días después de haber efectuado la TE (día 17 del ciclo), con una duración de siete días y se realizó dos veces al día: 0700 y 1700 con 2 h de duración en cada período. Aquellas vacas que presentaron estro fueron inseminadas aproximadamente 12 h después. El diagnóstico de gestación se llevó a cabo a los 60 días después de efectuar la última IA por medio de tacto rectal, recurriendo en casos dudosos al empleo de ultrasonografía.
Muestras sanguíneas
Con el fin de comparar los patrones de concentración circulante de progesterona generados por los tratamientos experimentales, en cada uno se seleccionaron al azar cinco animales a los cuales les fueron colectadas muestras sanguíneas inmediatamente antes de la inserción de los CIDRs, 12 h después de insertados y posteriormente cada 24 h hasta 12 h después de retirados (día 7). Las muestras sanguíneas se obtuvieron por punción de la vena coccígea manteniéndose a 4 °C durante 24 h para permitir su coagulación y después de este lapso se procesaron para la obtención de suero (centrifugación a 890 xg durante 15 min), el cual se mantuvo en congelación a -20 °C hasta ser analizado en el laboratorio para determinar por radioinmunoanálisis (RIA) las concentraciones de progesterona.
Análisis hormonal 
El análisis hormonal se realizó en el laboratorio de endocrinología de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional Autónoma de México. Las concentraciones séricas de progesterona fueron determinadas en un solo ensayo por RIA en fase sólida (Coat A Count®, Diagnostic Products Corporation, Los Angeles, CA, EUA). La fracción unida se cuantificó en un contador de radiaciones gamma durante un minuto, y los cálculos se realizaron con el programa Riastat. La sensibilidad del ensayo fue de 0.1 ng/ml, mientras que el coeficiente de variación intra ensayo fue de 3.33 %.
Análisis de la información
En cada uno de los tratamientos se perdió un CIDR, por lo tanto para el análisis estadístico los grupos CIDRn, CIDR1 y CIDR2 finalizaron con 44, 43 y 42 unidades experimentales respectivamente. A partir de los datos obtenidos se estimaron las variables de respuesta porcentaje de estros al segundo, tercer y cuarto día posteriores al retiro del CIDR (vacas en estro por día/total de vacas detectadas en estro), porcentaje total de estros durante el periodo de sincronización (PTE; vacas en estro/total de vacas tratadas), porcentaje de receptoras con cuerpo lúteo al momento de la TE (CLt; vacas con CL/total de vacas detectadas en estro), porcentaje de gestación a la TE (PGT; vacas gestantes/total de vacas transferidas), porcentaje de gestación a la IA (PGI; vacas gestantes/total de vacas IA al estro repetido post-TE) y porcentaje de gestación obtenido con embriones de calidad 1 (EC1) y calidad 2 (EC2). Las variables anteriores se analizaron por varianza mediante el ajuste de modelos lineales a datos categóricos (PROC CATMOD)(21). Las concentraciones séricas de progesterona a lo largo del periodo de tratamiento se analizaron mediante varianza para un diseño de observaciones repetidas, con el efecto de tratamiento como efecto entre unidades experimentales y el día de muestreo y su interacción con tratamiento como efectos dentro de unidades experimentales(21)
Figura 1. Porcentaje de vacas en estro a diferentes dias después de retirados los CIDRs
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RESULTADOS Y DISCUSIÓN
En los tres tratamientos el porcentaje de retención del CIDR fue de 97.7 %. Esto concuerda con otros trabajos donde el porcentaje de retención fue similar cuando se aplicó CIDR nuevo(22-25) y cuando el CIDR fue reutilizado en una ocasión(26). El porcentaje de retención alcanzado con CIDR nuevo y reutilizado indica que su diseño y el material con que está fabricado le permiten anclarse bien en la vagina y no perder fuerza al reutilizarlo en dos ocasiones, ya que el porcentaje de pérdida no debe exceder del 5.0 %(22)
Durante el periodo en que se llevó a cabo la detección de estros, 24 a 80 h post-retiro de CIDRs, no se encontraron diferencias entre tratamientos (P>0.05) en el porcentaje de estros por día (Figura 1). En el presente trabajo, de acuerdo a experiencias previas con tratamientos de sincronización estral similares, y a lo observado por otros investigadores en ganado cebú(27), la detección de estros se inició a partir de las 24 h posteriores al retiro de los CIDRs. De hecho, durante el primer periodo de detección, 24 a 26 h post-retiro de CIDRs, no se observaron vacas en estro en ninguno de los tratamientos experimentales. Los primeros estros empezaron a presentarse a partir de las 32 h (22.5, 23.7 y 32.4 % en CIDRn, CIDR1 y CIDR2, respectivamente) con una mayor proporción de animales en estro durante el segundo y tercer día post-retiro de CIDRs (43.5 y 39.2 %, respectivamente) y un porcentaje sensiblemente menor durante el cuarto día (17.3 %). Ryan et al(28)observaron que el mayor porcentaje de estros ocurría al segundo día post-tratamiento (51.5 %), cuando utilizaron un protocolo de sincronización similar en vacas lecheras (CIDR 7 días, 10 mg BE al día 0 y PGF2a al día 6). Sin embargo, estos autores encontraron a su vez 28.5 % de vacas en estro durante el primer día post-tratamiento y algunas vacas en estro todavía después del cuarto día (4.9 %); el porcentaje de animales en estro a las 48 h en las seis variantes de tratamiento fue de 70.4 a 98.7 %, con el mayor porcentaje de vacas en estro al segundo día post-tratamiento en todas menos una de las variantes. La diferencia en distribución de presentación de estros en el presente trabajo con respecto a lo publicado por Ryan et al(28), probablemente se encuentra asociada al tiempo diferente de aplicación de PGF2a con respecto al retiro del CIDR (día previo vs mismo día). La aplicación de PGF2a el mismo día de retiro del CIDR aparentemente retrasó la presentación de los primeros estros hasta después de las 32 h, aunque el porcentaje acumulado de estros del segundo y tercer día alcanzó un porcentaje alto (82.7 %) y muy similar al que se presenta a 48 h cuando la PGF2a se aplica el día previo al retiro del CIDR(28). Este retraso en la presentación del estro dependiente del momento de luteólisis en relación al retiro del CIDR ya había sido observado por MacMillan y Burke(29), quienes encontraron debido a ese factor porcentajes de presentación de estros a 48 h entre 29 y 75 % cuando usaron CIDRs con cápsulas de gelatina conteniendo 10 mg de BE sin aplicación de PGF2a. Independientemente del ligero retraso en la presentación de los primeros estros post-retiro de CIDRs, el grado de sincronía obtenido en todos los tratamientos experimentales se puede calificar como muy bueno, con la agrupación de estros en sólo tres días sin que esto se viera afectado por la reutilización de los CIDRs. En esquemas de sincronización estral en los que no se incluyen hormonas como BE para sincronizar a su vez la emergencia de oleadas de desarrollo folicular, la dispersión de los estros resulta sensiblemente mayor como es el caso de la sincronización estral basada solo en el uso de PGF2a(29). Sin embargo, aún con la utilización de hormonas para sincronizar la emergencia de las olas de desarrollo folicular, en los esquemas de sincronización basados en progestágenos puede haber diferencias en cuanto al momento en que se presenta el mayor porcentaje de estros, dependiendo del momento de aplicación del agente sincronizador de la oleada con respecto al retiro del progestágeno(13,30,31)
Cuadro 1. Porcentaje total de estros durante el periodo de sincronización y de cuerpos lúteos y gestación a la transferencia embrionaria en vacas sincronizadas con CIDR nuevo o reutilizado
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El PTE durante el periodo de sincronización (24 a 80 h post-retiro de CIDRs) no fue diferente (P>0.05) entre vacas que fueron sincronizadas con CIDR nuevo o reutilizado (Cuadro 1). En este trabajo se decidió realizar la observación de estros hasta completar 80 h, tal vez algunas vacas presentaron conducta estral después de este período y no fueron detectadas en estro, ya que en diferentes programas de sincronización con CIDR fueron detectadas vacas en celo incluso a las 108 h(1,32). A pesar de esta situación, el PTE en cada tratamiento fue similar a otros reportes donde utilizaron diferentes protocolos y productos como CIDR (92.5 %) y PRID (91.5 %)(1). Resultados similares se obtuvieron con PRID (90.4 %) y con norgestomet (86.2 %) en implante subcutáneo (Crestar®), al sincronizar estros en vacas receptoras de embriones en donde los períodos de observación fueron de 120 h(2).
El porcentaje de receptoras con CL al día 7 postestro sincronizado no fue diferente entre los tratamientos de sincronización utilizados (P>0.05). En el presente estudio, las vacas receptoras fueron sometidas a dos criterios de selección, el primero fue que manifestaran conducta estral durante el periodo de sincronización (24 a 80 h post-retiro de CIDRs) y el segundo que presentaran un CL siete días después. El porcentaje de receptoras con CLt y por lo tanto seleccionadas para recibir un embrión superó el 90 % en los tres tratamientos experimentales, porcentaje que resulta similar o incluso superior al encontrado por otros autores en los que el criterio de selección de receptoras incluía la presencia de CLs(33,34). La falta de detección de cuerpos lúteos en receptoras que respondieron con estro a los tratamientos experimentales (5.0, 7.9 y 2.7 % para los grupos CIDRn, CIDR1 y CIDR2respectivamente), podría reflejar el margen de error que se ha demostrado tanto para la palpación rectal como para la ultrasonografía en la detección de cuerpos lúteos durante el diestro, sobretodo cuando los CLs son pequeños(35,36).
Cuadro 2. Porcentaje de receptoras que retornaron al estro después de realizar la transferencia de embriones y de gestación logrado por inseminación artificial en cada tratamiento 
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La sincronización del estro con CIDR reutilizado hasta en dos ocasiones no afectó (P>0.05) el PG obtenido a la TE con respecto a lo encontrado en el grupo de receptoras sincronizadas con CIDR nuevo (Cuadro 1). En los programas de TE, los PG dependen de diversos factores relacionados por un lado con la receptora y por otro con el embrión que le es transferido(37,38,39). En cuanto al tratamiento de sincronización estral aplicado a la receptora, este puede influir en el PG a partir de la calidad del CL formado después del estro sincronizado(40). Cuando el programa de TE está basado en el uso de embriones frescos, el porcentaje de respuesta al tratamiento de sincronización estral en las receptoras y el grado de sincronización logrado también pueden influir en el éxito del programa en términos de PG(1,26). El PG que se obtuvo en el presente trabajo (38.4 %) fue menor al encontrado en otras investigaciones en que se empleó progesterona en dispositivos intravaginales (63.9 %), o progestágenos en implantes subcutáneos (63.6 %) para sincronizar el estro en las hembras receptoras(1,2). En el caso de protocolos de sincronización con CIDRs, es frecuente encontrar porcentajes de gestación a la transferencia embrionaria superiores a 50 %, sin embargo, existen ocasiones en las cuales el PG ha sido ligeramente superior a 40 % o inclusive por debajo de 30 %(33,34,41,42). La razón de esa baja fertilidad no ha sido precisada, aunque como ya se mencionó pudiera estar asociada a la calidad del embrión transferido o la calidad del medio ambiente uterino de la receptora posterior al estro sincronizado. Bo et al(33) sugieren que en el caso de receptoras sincronizadas con protocolos a base de progestágenos, estos también podrían actuar como inductores del estro y la ovulación en hembras que de hecho estuvieran en anestro y que esa condición podría ser la razón de bajos porcentajes de gestación al igual que una mala condición nutricional de la receptora. En el presente trabajo, las receptoras utilizadas presentaron una condición corporal buena al momento de ser seleccionadas (3 a 3.5 puntos), además de estructuras ováricas sugerentes de actividad cíclica ovárica por lo que estos factores probablemente no afectaron los resultados de gestación. Por otra parte, la fertilidad a la I.A. en las receptoras que repitieron estro después de la transferencia (78 % de fertilidad, Cuadro 2), no sugiere un problema de fertilidad intrínseca en estas receptoras. Además, el hecho de que presentaran una duración normal del ciclo ovulatorio post-estro sincronizado (20.7 días), implica que la fase lútea de ese ciclo fue adecuada en duración y que lo que seguramente estuvo comprometido fue el desarrollo temprano de los embriones, al grado de que no fueron capaces de generar la señal adecuada de reconocimiento temprano de la gestación(43). En el caso de las receptoras que no repitieron estro entre los 17 a 24 días post-estro sincronizado y que se encontraron no gestantes al diagnóstico de gestación (13, 3 y 17 % para CIDRn, CIDR1 y CIDR2), existe por un lado la posibilidad de que la pérdida embrionaria hubiera sido tardía (posterior al día 24)(44), o que no hubieran sido detectadas en estro durante el periodo de repetición. Sin embargo, no fue posible estimar cuál de estas situaciones fue la que se presentó, ni en general si la causa del fracaso en la gestación fue provocada por incompetencia del embrión o de la receptora. Cuando la contribución de ambos factores fue evaluada sobre la base de un modelo estadístico, entre el 30 y 40% de las receptoras que tuvieron un fracaso en la gestación, lo tuvieron debido a que se transfirieron embriones incompetentes a receptoras competentes(45). En caso de tratarse de un problema de receptora “no competente” y dadas las condiciones climáticas de donde se realizó el estudio, una posibilidad es que alteraciones en el medio ambiente uterino asociadas a efectos de estrés térmico, afectara el desarrollo de embriones que no pudieran adaptarse a esa condición(46). Independientemente de lo anterior, no se encontraron diferencias (P>0.05) entre los grupos CIDRn, CIDR1 y CIDR2 en el porcentaje de retorno a estro después de la TE, duración del ciclo post-estro sincronizado o fertilidad a la I.A. (Cuadro 2).
Cuadro 3. Distribución y porcentaje de gestación obtenido en cada tratamiento por calidad de embrión del total de receptoras que recibieron transferencia de embriones
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No se encontraron diferencias (P>0.05) en el porcentaje de receptoras gestantes que fueron transferidas con un EG1 y EG2 en cada tratamiento (Cuadro 3). La calidad del embrión es un factor que puede relacionarse con los resultados obtenidos en la TE, ya que en diferentes trabajos el porcentaje de gestación ha sido superior cuando se transfieren embriones de calidad excelente(37,38,47). Considerando la información publicada por los distintos autores mencionados y dado que para el estudio se disponía de EG1 y EG2, fue necesario distribuirlos de manera equitativa en los tratamientos, para que de esta forma no fuera favorecido alguno de ellos e influyera en los resultados. Sin embargo, como ya se mencionó, no se encontraron diferencias en el porcentaje de gestación cuando se transfirieron embriones de calidad buena o excelente, en forma similar a lo observado en otras investigaciones(39,48,49).
Figura 2. Promedio de las concentraciones séricas de progesterona (ng/ml) durante el periodo de tratamiento en el subgrupo correspondiente de vacas muestreadas en forma intensiva después de la inserción de CIDRs
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El patrón de concentración sérica de progesterona (CSP) posterior a la inserción de CIDRs fue similar entre tratamientos experimentales (Figura 2; efectos de tratamiento y tratamiento x día, P>0.05). Por otra parte, la CSP fue influenciada por el día de tratamiento (P<0.01) observándose una concentración menor de progesterona al día 0 (1.9 ng/ml) y 12 h post-retiro de CIDRs (2.7 ng/ml), comparado con las concentraciones a las 12 h postinserción de (5.3 ng/ml) y en los días subsecuentes hasta antes de su retiro (promedio días 1 a 6, 5.5 ng/ml). El incremento en la CSP a las 12 h postinserción fue influenciado (P<0.05) por el tratamiento, con un menor incremento en el grupo CIDR2 (+1.3 ng/ml) comparado con el grupo CIDRn (+5.6 ng/ml). El grupo CIDR1 presentó un incremento de la CSP a las 12 h post-inserción que no difirió (3.3 ng/ml, P>0.05) del de los otros dos grupos experimentales. Diferencias en el incremento inicial de la concentración plasmática de progesterona se han observado también en vacas Holstein ovariectomizadas que recibieron un CIDR nuevo vs un CIDR usado (2.4 ± 0.20 ng/ml vs 1.8 ± 0.27 ng/ml 12 h post-inserción), con una disminución en estas diferencias conforme avanzó el tiempo post-inserción de los dispositivos (1.9 vs 1.2 ng/ml al día 8 de tratamiento)(4).
Se ha estimado que la cantidad de progesterona contenida en el CIDR nuevo (1.9 g) puede disminuir hasta 0.68 g después de ser empleado para la sincronización del estro en dos ocasiones por períodos de 7 días(7). Esa disminución podría haber provocado que la cantidad de progesterona liberada fuera menor en el grupo CIDR2 comparada con la ocurrida en los grupos CIDRn y CIDR1. Sin embargo, tanto en vacas ovariectomizadas como intactas, se ha encontrado una gran variación entre individuos en las CSP inducidas por CIDRs nuevos o reutilizados, así como dentro de cada individuo durante el periodo en que se mantiene insertados los dispositivos, la cual aparentemente está asociada a una diferente capacidad para metabolizar la progesterona y no a una diferente tasa de liberación a partir del CIDR(4,13,16). Así mismo, se ha observado que el estado de exposición a progesterona previo a la inserción del CIDR y la presencia o ausencia de un CL funcional al momento de la inserción, determinan el nivel de aumento inicial de la concentración plasmática de progesterona el cual es sensiblemente mayor en animales ovariectomizados(4,50,51).
Posterior al incremento inicial de progesterona, las concentraciones séricas de esta hormona fueron similares (P>0.05) entre tratamientos, con una concentración promedio durante el periodo en que los dispositivos se mantuvieron insertados de 5.7 ± 0.9, 5.2 ± 0.8 y 5.8 ± 0.4 ng/ml y concentraciones mínimas y máximas en el total de muestras por grupo de 1.2 y 10.5, 1.6 y 13.9, 1.6 y 9.9 ng/ml para CIDRn, CIDR1 y CIDR2, respectivamente. A partir del día 4 post-inserción, solamente cuatro vacas presentaron valores de CSP < 3 ng/ml (una, dos y una vacas en CIDRn, CIDR1 y CIDR2). Valores similares fueron encontrados por Macmillan et al(50) en vaquillas Hereford x Angus tratadas con disyuntivos nuevos, sin embargo, Van Cleeff et al(4) encontraron valores menores en vacas Holstein lactando (2.4 y 1.5 ng/ml como promedio de progesterona plasmática durante el tratamiento con CIDR nuevo y usado). En general, las CSP inducidas por los CIDRs en los tres grupos experimentales fueron suficientes para impedir la ocurrencia de ovulaciones y para promover una respuesta adecuada de sincronización estral (Figura 1, Cuadro 1).
Uno de los problemas que podría presentarse cuando las concentraciones inducidas por los CIDRs son subluteales, como es el caso de algunos de los animales experimentales en el presente estudio, es que a pesar de que se bloquean las ovulaciones(3) no se disminuye suficientemente la frecuencia de pulsos de secreción de LH(52). La condición anterior puede promover la persistencia de un folículo dominante, que al ser el ovulatorio en el estro sincronizado afecta la fertilidad debido a una maduración prematura del ovocito antes de ser liberado(53). Sin embargo, esto no representa un problema en los programas de TE, en los que lo importante es el grado de sincronización logrado y la formación de un CL normal posterior al estro sincronizado. Si bien en este trabajo no se valoró la función lútea posterior a los estros sincronizados, el alto porcentaje de receptoras con CL al día 7 post-estro (94.8 %) y la duración normal del ciclo en los receptoras que repitieron, hace suponer que los tratamientos de sincronización utilizados no interfirieron con la formación del CL posterior al estro sincronizado.
CONCLUSIONES E IMPLICACIONES
El CIDR reutilizado por una o dos ocasiones, después de ser usado en tratamientos de sincronización estral de siete días, libera cantidades suficientes de progesterona para bloquear la ovulación y sincronizar el estro en forma equivalente a un dispositivo nuevo. La reutilización del CIDR constituye una alternativa para sincronizar el estro en vacas seleccionadas como receptoras de embriones pues no parece afectar su capacidad para mantener la gestación de los embriones transferidos. Si se toma en cuenta que normalmente el dispositivo es desechado después de ser empleado en una ocasión, la reutilización del CIDR hasta en dos ocasiones implica un beneficio por disminuir hasta 33 % el costo por vaca sincronizada dentro de un programa de transferencia de embriones en ganado bovino. Es importante mencionar que para llevar a la práctica este esquema de reutilización es necesario limitar la posibilidad de transmisión de enfermedades infecciosas, lo cual puede lograrse a partir de la reutilización sólo en animales de un mismo hato y sólo en hatos con un buen estado de salud.
LITERATURA CITADA
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Salvador Romo
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