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Nabo forrajero (Brassica rapa L. subsp. rapa): Manual de cultivos suplementarios Cap.8

Publicado: 7 de febrero de 2022
Por: Rolando Demanet Filippi, Dr. Ingeniero Agrónomo Facultad de Ciencias Agropecuarias y Forestales, Universidad de La Frontera; Cristian Canales Cartes,Ingeniero Agrónomo Jefe Desarrollo Agropecuario Watt ´s S.A; Juan Carlos García Diez, Ingeniero Agrónomo Facultad de Ciencias Agropecuarias y Forestales, Universidad de La Frontera. 2021. Manual de cultivos suplementarios. Plan Lechero Watt ´s – Universidad de La Frontera. Imprenta América, Valdivia, Chile.
El nabo forrajero es una especie utilizada en pastoreo, principalmente, en el periodo estival. Es un forraje voluminoso con baja proporción de materia seca y fibra, pero alto contenido de proteína y energía. Durante el verano produce un importante volumen de hojas y un bulbo suculento que sobresale de la superficie del suelo, generando un forraje de alta calidad nutritiva y fácil consumo a través de pastoreo.

Origen
Nativa del área mediterránea europea y templada de Asia, es una especie cultivada para consumo humano y animal. Tiene una larga historia de uso y su domesticación se remonta a la época helenística y romana. Gaius Plinius Secundus, conocido como Plinio el viejo, consideraba esta verdura como una de las más importantes de su época. A Chile la trajeron los colonos europeos para consumo humano y a finales del siglo XX se incorporó como recurso forrajero tras sucesivas importaciones de semillas procedentes en una primera etapa de Nueva Zelandia y posteriormente de Dinamarca.
Descripción botánica
Brassica rapa L. subsp. rapa tiene como nombre común nabo forrajero y en inglés turnips. Pertenece a la familia Brassicaceae, género Brassica, especie Brassica rapa subsp. rapa. Es una planta herbácea, de ciclo bianual, con raíz tuberosa, glabra y tricomas dispersos. Sus hojas inferiores son pinnatisectas, pecioladas, con el haz y envés hirsuto y las superiores enteras, marcadamente amplexicaules, glabras y con frecuencia con leve coloración azulada. La inflorescencia es en racimo corimbiforme, con flores amarillas. El fruto es una silicua esférica de color marrón oscuro. La raíz engrosada es de color blanco, salvo los primeros centímetros que sobresalen del suelo que son de color púrpura, rojo o verdoso (Pardo de Santayana et al.,2014).
Cultivo del nabo forrajero
Rotación de cultivos: En los sistemas ganaderos de la zona templada se incluye en rotación con otras pasturas con el objetivo de evitar el monocultivo y la roturación de las pasturas permanentes. Entre las opciones de rotación se encuentran las ballicas híbridas, que utilizan los potreros post nabos durante tres años. Otra alternativa es la rotación con el maíz para ensilaje, que permite el uso con nabos año por medio.
Mejoramiento de pasturas: El mejoramiento y renovación de pasturas permanentes es otro de los usos de esta especie. La fertilización balanceada de alta concentración, que es utilizada en la siembra de este cultivo, unida al corto periodo productivo y buen control de especies gramíneas, permiten que este forraje suplementario deje en el suelo un alto contenido de nutrientes residuales, transformándolo en un excelente pre cultivo para el establecimiento de pasturas permanentes. Además del efecto residual proporcionado por la fertilización inorgánica, está el reciclaje realizado por los animales que se manejan con alta carga y presión de pastoreo.
Periodo de siembra: La precocidad de los cultivares y la zona agroecológica, determinan la época de siembra. Este cultivo permite un extenso periodo de siembra, que se inicia en la primera quincena de septiembre y finaliza en la segunda semana de noviembre. La fecha de establecimiento depende de la temperatura del suelo (> 10°C) y la disponibilidad de agua, elemento fundamental para lograr el máximo desarrollo de las plantas, antes del inicio de la temporada de consumo. Una muestra de la extensión del periodo de siembra es el establecimiento en septiembre en la precordillera de la región de La Araucanía, en donde representa un importante aporte a la dieta de las vacas en el periodo de diciembre a marzo. Por otra parte, en las zonas circundantes a los lagos en las regiones de Los Ríos y Los Lagos, la siembra se hace hasta finales de noviembre.
En una medición realizada en la localidad de Temuco, en siembra convencional, se observó que el retraso en la fecha de siembra producía una reducción significativa en el rendimiento del cultivo y un cambio importante en la proporción del aporte de hojas y raíces.
Efecto de la fecha de siembra en producción y componentes de rendimiento de nabos forrajeros. Estación Experimental Maquehue. Universidad de La Frontera. Temuco. Temporada 2005/2006.
Efecto de la fecha de siembra en producción y componentes de rendimiento de nabos forrajeros. Estación Experimental Maquehue. Universidad de La Frontera. Temuco. Temporada 2005/2006.
Sistema de siembra: Los nabos se establecen en sistemas de labranza convencional, con preparación completa del suelo o cero labranza. En ambas alternativas se considera el barbecho químico como labor primordial, dado que los nabos son muy sensibles a la competencia con especies residentes durante el proceso inicial de desarrollo de las plantas. No es adecuada la siembra cero labranza en suelos compactados, en este caso, es necesario el establecimiento con labranza convencional y paso del arado subsolador.
En siembras convencionales con preparación de suelo se pretende tener una perfecta cama de semilla lo que se logra con el paso del rodón antes y después de la siembra, con el objetivo de lograr el máximo contacto de la semilla con el suelo y que la profundidad de siembra no supere los 0,5 centímetros.
Dosis de semilla: La dosis depende del sistema de siembra. Al voleo se usan 4 kg semillas/ha y en siembra en línea 3 kg semillas/ha, valores que permiten lograr una densidad de 70 plantas/m2 . En siembras realizadas en condiciones de riego, la dosis se reduce a 2,5 kg semillas/ha, dependiendo de la cama de semilla y de la calidad del riego aplicado. En cultivares tetraploides, la dosis de semilla es de 4 kg/ha ya que el tamaño de su semilla es mayor.
En una medición hecha con semillas diploides en un suelo con preparación convencional se observó que la dosis de semilla no tuvo influencia en la producción total de materia seca del cultivo, pero sí modificó el aporte de los componentes de la planta.
Efecto de la dosis de semilla en la producción y el aporte de hojas y raíces al rendimiento de nabos forrajeros. Estación Experimental Maquehue. Universidad de La Frontera. Temuco. Temporada 2005/2006.
Efecto de la dosis de semilla en la producción y el aporte de hojas y raíces al rendimiento de nabos forrajeros. Estación Experimental Maquehue. Universidad de La Frontera. Temuco. Temporada 2005/2006.
Cultivares: Los cultivares se diferencian por su ciclo de crecimiento, proporción hoja – bulbo y ploidía. Los cultivares de mayor uso en la zona templada son aquellos que presentan un follaje abundante y un bulbo muy bien desarrollado. Este tipo de nabos forrajeros también recibe la denominación de nabos de verano. Otro tipo de cultivares de esta especie son los denominados nabos de invierno, que en su estructura domina el follaje y el bulbo presenta un pequeño desarrollo al final de la temporada. Son especialmente recomendados para zonas de veranos secos y suelos con bajo nivel de fertilidad.
Los nabos de hoja son un grupo que se desarrolló a partir del cruzamiento de la especie Brassica napus con otros tipos de Brassicas spp. Son plantas donde predomina el follaje, y se caracterizan por ser precoces con capacidad de rebrote, lo que les permite, en algunos cultivares, ser pastoreados hasta tres veces en la temporada. En ambientes templados es posible su utilización en 40 días.
Cultivares de nabos forrajeros ordenados según ploidía y precocidad.
Cultivares de nabos forrajeros ordenados según ploidía y precocidad.
Fertilización: El nabo forrajero es una especie muy sensible a la acidez del suelo. El pH requerido para su mejor desarrollo se encuentra sobre 6, por lo tanto, en la zona templada es necesario incluir en el plan de siembra la aplicación de enmiendas calcáreas, ya que es habitual que los suelos tengan pH inferior a este valor. La enmienda se aplica al menos con dos meses de antelación a la siembra y se emplea una proporción de 1:1 entre dolomita (carbonato de calcio y magnesio) y sulfato de calcio (yeso).
Control de Malezas: Una limitante importante en el desarrollo del cultivo de nabo, es la baja capacidad de competencia que tienen las plantas con las malezas. El control se inicia con un adecuado barbecho químico y posterior control pre siembra incorporado o pre emergente y post emergente. Los herbicidas pre emergentes se aplican con 200 litros de agua.
Opciones de herbicidas pre siembra y pre emergente en el cultivo de nabos forrajeros.
Opciones de herbicidas pre siembra y pre emergente en el cultivo de nabos forrajeros.
En post emergencia, se puede considerar la opción de control químico, utilizando la mezcla de 200 cc Tordon 24 K + 300 cc Lontrel 3A + 100 cc LI 700/ha en 150 litros de agua. Esta mezcla se aplica antes que las plantas cubran la totalidad del suelo. En caso de presencia de gramíneas las opciones de control son 1,5 litros de Galant plus/ha ó 1 litro de Centurion Super/ha, ambos deben ser aplicados en 150 litros de agua.
Efecto de un deficiente control de malezas en el cultivo de nabos forrajeros.
Efecto de un deficiente control de malezas en el cultivo de nabos forrajeros
Control de plagas: Es habitual que durante el desarrollo del cultivo se presenten diversos ataques de insectos que afectan el desarrollo de las plantas. La mayoría de los insectos generan importantes daños foliares, incluso en etapas iniciales de crecimiento. Plutella xylostella, Copitarsia decolora, pulgones, larvas minadoras y pilmes, entre otros, son habituales en el desarrollo del cultivo, en especial cuando existen periodos prolongados de sequía. Una opción de control es la aplicación de Lambdacialotrina en dosis de 160 cc de producto comercial/ha diluidos en 250 litros de agua.
En sectores húmedos con alto contenido de materia orgánica en descomposición es habitual la presencia de babosas que son controladas con la aplicación de cebos (molusquicidas). El uso de cebos pelletizados como Clartex o Toximol, en dosis de 6 kg/ha, puede aminorar el efecto sobre las plantas en hasta un 70%.
Efecto del consumo foliar de Copitarsia decolora Guenée, en nabos forrajeros
Efecto del consumo foliar de Copitarsia decolora Guenée, en nabos forrajeros
Utilización
La fecha de inicio del consumo en pastoreo depende de la precocidad de cada cultivar y oscila entre 70 y 120 días, periodo donde las hojas alcanzan su máximo crecimiento y calidad nutritiva. Después de la madurez de las hojas, la raíz engrosada continua su crecimiento. El consumo de los primeros pastoreos es rechazado por los animales por desconocimiento del forraje. Una vez ambientados, los animales consumen con avidez, hasta niveles que requieren acelerar la velocidad de traslado hacia los potreros. Una vez en el potrero, los animales tienen una marcada preferencia por el consumo de hojas sobre las raíces, que finalmente son consumidas al término de la jornada de pastoreo e incluso en los días siguientes, cuando se encuentran pre deshidratados. Hay autores que indican que esa preferencia no existe (Moate et al., 1999), pero en las condiciones de la zona templada es algo que se observa con frecuencia en todos los cultivares.
La palatabilidad y avidez de consumo supone la necesidad de restringir la oferta diaria por el riesgo metabólico del consumo excesivo. Esto se evita ofreciendo al ganado franjas diarias de pastoreo largas y angostas, controladas con cercos eléctricos que permiten, además, reducir las pérdidas por pisoteo, defecación o contaminación con tierra. Esta forma de entrega, que aumenta la eficiencia de uso del forraje, limita el consumo y el tiempo de pastoreo. La dieta diaria puede contener un máximo de 5 kg MS/vaca/día en un tiempo no superior a tres horas, lo que equivale aproximadamente al 30% de la dieta diaria de las vacas lecheras en base a materia seca.
El consumo excesivo de nabos forrajeros produce problemas metabólicos como son la anemia hemolítica, el bocio, la fotosensibilización, las lesiones hepáticas y el timpanismo, todo ello debido a la acción de factores anti nutricionales como son los glucosinolatos, los sulfóxidos de metilcisteínas y los nitratos (Barry, 2013).
Consumo de nabos forrajeros en pastoreo con franja diaria.
Consumo de nabos forrajeros en pastoreo con franja diaria.
Cálculo de franja diaria
Cálculo de franja diaria
Producción
El nivel de rendimiento que puede alcanzar el nabo forrajero depende de la época de siembra, la nutrición de las plantas, las condiciones climáticas y el momento de utilización (Demanet, 2014). Mediciones realizadas en diferentes condiciones climáticas de la zona templada, han demostrado que es posible alcanzar producciones superiores a 18 ton MS/ha. Sin embargo, existen factores determinantes que hacen que este rendimiento no se consiga, entre los que destacan la utilización antes del término de su ciclo de desarrollo, la nutrición deficiente y el mal control de especies, tanto residentes como invasoras y plagas.
Rendimiento acumulado y aporte de hojas y raíces desde la siembra a la cosecha de nabos forrajeros. Promedio de 64 predios lecheros. Plan lechero Watt´s. Loncoche – Frutillar. Periodo 2010 – 2016.
Rendimiento acumulado y aporte de hojas y raíces desde la siembra a la cosecha de nabos forrajeros. Promedio de 64 predios lecheros. Plan lechero Watt´s. Loncoche – Frutillar. Periodo 2010 – 2016.
Calidad nutricional
El aporte nutricional depende del estado de madurez de las plantas en el momento de ser consumidas. En verano, las plantas presentan, en promedio, entre 8 y 10% de materia seca, 8 a 14% de proteína cruda, 2,8 a 3,2 Mcal/kg MS, 85 a 92% de digestibilidad y 18 a 22% de FDN, valores que en conjunto, demuestran la necesidad de ofrecer al ganado los nabos forrajeros junto con un adecuado alimento rico en fibra (paja o heno).
Al comparar la composición química de la planta de las diferentes especies de brassicas utilizadas en alimentación de rumiantes, se observa que los nabos forrajeros tienen un menor contenido de proteínas y carbohidratos solubles y una mayor proporción de FDN y pectina que las otras especies, valores que determinan que la relación carbohidratos fermentables/ carbohidratos estructurales sea la más baja de todas.
Composición química de cuatro especies del género Brassica utilizadas en alimentación de rumiantes.
Composición química de cuatro especies del género Brassica utilizadas en alimentación de rumiantes.
La calidad nutricional de los nabos forrajeros cambia según el cultivar, estado fenológico y proporción de hojas y raíces. En una medición realizada en 64 predios lecheros de la zona templada que utilizaban este recurso forrajero para alimentar sus vacas durante el periodo estival, se determinó la calidad nutricional de la planta completa al inicio del consumo en pastoreo. Los datos demostraron una baja variabilidad entre los predios en los parámetros evaluados y el buen nivel de proteína y energía que este recurso posee al comienzo de la etapa de consumo. La limitante para el consumo es el bajo contenido de materia seca y bajo nivel de FDN.
Contenido de nutrientes de nabos forrajeros medido en 64 predios de productores de la zona templada al inicio de la temporada de consumo (enero). Plan lechero Watt´s. Loncoche – Frutillar. Periodo 2010 – 2016.
Contenido de nutrientes de nabos forrajeros medido en 64 predios de productores de la zona templada al inicio de la temporada de consumo (enero). Plan lechero Watt´s. Loncoche – Frutillar. Periodo 2010 – 2016.
En la evaluación de los componentes de rendimiento de las plantas de Brassica rapa L. subsp. rapa se observó que existen diferencias en el contenido de nutrientes de hojas y raíces, destacando el alto contenido de proteínas en sus hojas y el buen nivel energético de las raíces.
Contenido de nutrientes en hojas y raíces de nabos forrajeros
Contenido de nutrientes en hojas y raíces de nabos forrajeros
Respuesta productiva
Suplementar la alimentación del ganado lechero en verano con nabos forrajeros mejora el equilibrio del aporte de energía y proteínas a nivel de los microorganismos del rumen, permitiendo una reducción en los niveles de urea de la leche (Parga et al., 2010).
La respuesta productiva de los animales en pastoreo de nabos difiere según la rigurosidad climática del periodo estival. En veranos secos se han observado incrementos de 0,6 kg de leche por kilo de materia seca de nabo suplementado. Sin embargo, en veranos húmedos esta respuesta se reduce a sólo 0,2 kg de leche/kg de materia seca de nabo suplementado (Moate et al., 1998; Parga et al., 2009; Parga et al., 2010).
En una medición realizada en un grupo de 35 lecherías del área del lago Ranco, en la zona templada, se observó que la producción de materia seca presentaba una alta variación entre ellas: 0,47 a 10,13 ton MS/ha. La inclusión del nabo en la dieta presentó un rango de 2,6 a 40,7% y la eficiencia de utilización promedió un 76,5%. Bajo estas condiciones se concluyó que el consumo de materia seca, energía metabolizable y producción de leche aumentaba con el incremento de la oferta de nabos. Sin embargo, en dietas con bajo consumo de materia seca, la producción de leche se redujo y la inclusión de nabo no cambió el nivel productivo de las vacas (Aucal et al., 2015).
SUPLEMENTARIOS - Nabo forrajero (Brassica rapa L. subsp. rapa) - Image 1

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Rolando Demanet
Universidad de la Frontera - Chile
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Umberto Francesa
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Horacio Gerde
5 de abril de 2022
Así es Umberto Francesa, he tenido oportunidad de utilizarlo y funciona, pero como tu dices, si no acompaña la humedad rinde muy poco.
Umberto Francesa
17 de febrero de 2022
Seria interesante utilizarlo en las regiones altas de America Tropical, después de cultivos como las hortalizas, papas, repollo, etc, considerando la gran capacidad que posee esta planta de aprovechar los residuos de la fertilización anterior en el suelo. El problema seria si el verano o época no lluviosa en estos países, proporcionaría suficiente humedad para lograr llevar a cabo una cosecha de los mismos.
M.C. Fernando R. Feuchter A.
Universidad Autónoma Chapingo
17 de febrero de 2022
A mi entender el NABO FORRAJERO es un cultivo precoz, que en pocos días después de la siembra está listo para PASTOREO directo. Es para salvar una situación de repentina escasez de forraje. No se busca volumen de producción, ni manera de almacenarlo. INSISTO: Se siembra para lograr un pronto establecimiento, en corto tiempo listo para pastoreo. Se aprovecha la hoja, no muy tierna. Hay que balancear la suplementación de minerales, la hoja es buen alimento. Puede rebotar si se deja el tubérculo en tierra y se estimula con riego. Después de pasar la crisis de falta de alimento se puede aprovechar el consumo de tubérculos.
Rolando Demanet
Universidad de la Frontera - Chile
16 de febrero de 2022
Si es posible almacenar el tubérculo solo sin la hoja pero en condiciones de baja temperatura y humedad ya que ambos factores afectan el proceso de conservación debido al alto contenido de humedad que posee el tubérculo (> 85%)
Umberto Francesa
12 de febrero de 2022
Cual es la posibilidad de almacenar los tuberculos y si la hay cuanto tiempo? Tengo entendido que puede ser almacenada durante el invierno>
Pïpë Fräncö
5 de julio de 2022
Buenas tardes donde puedo adquirir semilla de brasica en Colombia
Marcos
3 de junio de 2022
Buenos días, se puede utilizar como fin para picado o con un pastoreo mecánico o es solamente para pastoreo directo con los animales? No encuentro precios orientativos en Argentina, que precio ronda el kilo? Gracias. Saludos Marcos
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