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Evaluación de un sistema intensivo para la ceba de vacunos en una finca diversificada de la provincia Camagüey

Publicado: 16 de agosto de 2018
Por: Madelín Cruz¹ y J. Pereda² 1Estación Experimental de Pastos y Forrajes Camagüey. Carretera Central Este km 18 ½ Jimaguayú. Camagüey. Cuba., 2Universidad de Camagüey. Circunvalación Norte km 5 ½. Camagüey. Cuba.
Resumen

Con el objetivo de evaluar el efecto económico-productivo de la utilización del Pennisetum purpureum cv OM-22 en la alimentación en un sistema de ceba vacuna se desarrolló este trabajo, sobre un suelo Pardo con Carbonato de la finca “Santa Teresa”, perteneciente a la CCS “José Antonio Labrador” del municipio Jimaguayú, provincia Camagüey. Se evaluó un ciclo de ceba de vacunos machos que se realizó entre enero y junio de 2013, el manejo de las áreas consistió en el corte del OM-22, que se molió y suministró a los animales directamente, ombinándolo con pastoreo restringido (6 a 8 horas) de Panicum maximum. Los animales se suplementaron con 100 g urea y Norgold a razón de 1 kg/animal/día, además de sal mineral a voluntad. Se alcanzaron ganancias medias diarias de 863 g/animal/día demostrando que la ceba intensiva basada en forrajes y pastos cultivados es económicamente factible. 

Palabras clave: Pennisetum, OM, Panicum

Introducción
La producción forrajera constituye la base de la alimentación de los sistemas de producción de rumiantes en la mayor parte del trópico, donde al menos entre el 80 y 90 % de los nutrientes requeridos por los animales son derivados de las pasturas (Pezoet al., 1992). Esta situación está fundamentada en que los pastos y forrajes constituyen la opción más económica para la alimentación de estas especies y no compiten directamente con la alimentación del hombre, pues generalmente se utilizan para su fomento tierras poco productivas o no aptas para otros cultivos.
La Introducción de gramíneas mejoradas aún en niveles reducidos del área del pastizal, puede significar incrementos en alguna medida de la carga, mejoras en el consumo y una significativa respuesta en la producción animal, en dependencia del nivel de insumos aplicados y de la productividad del ecosistema; así los resultados obtenidos son muy variados y ajustados a las condiciones de cada sitio (Combella, 1998; Reyes, 2003).
El género Pennisetum se caracteriza por la elevada capacidad de convertir la energía luminosa en biomasa. Estos atributos lo convierten en un género con capacidad de producir alta cantidad de forraje de aceptable calidad.
El P. purpureum (hierba elefante) es la especie que más se plantó en Cuba en los últimos años. En la actualidad constituye una opción para cubrir el desbalance estacional que seproduce en la producción de biomasa en las empresas ganaderas del país. De ahí, que cualquier intento científico que se realice para buscar una vía técnico-económica para la plantación de especies de este género, constituye una solución deseada por los técnicos y productores de las empresas ganaderas. 
Las especies de pastos del género Pennisetum son las más promisorias para la ganadería y se ha encontrado que generalmente presentan rendimientos de masa verde superiores a 40 t/ha en cada corte y 120 t/ha/año y los niveles de proteína oscilan entre 6 y 8,5 % Caballero, (2001); por ello este trabajo tiene como objetivo evaluar el comportamiento productivo y efecto sobre la economía de un sistema de ceba semi estabulada del P. purpureum cv OM- 22.
 
Materiales y Métodos
El trabajo se realizó en la finca “Santa Teresa”, de la CCS “José Antonio Labrador”, perteneciente a la Empresa Agropecuaria Jimaguayú, localizada en Carretera Cubanacán km 11, municipio Jimaguayú, provincia Camagüey. Se evaluó un ciclo de ceba de 30 vacunos machos. (Enero- junio 2013- 180 días), eran Mestizo- Siboney de segunda categoría con un peso inicial de 260 kg.
La finca tiene un área total de 56 ha, distribuidas de la siguiente forma: instalaciones 1 ha, Tejana (Paspalum notatum) 9 ha, caña (Saccharum officinarum) 6 ha, guinea (P. maximum) cv Común 28 ha, P. purpureum cv CT- 169 3 ha, P. purpureum cv Morado 1 ha, P. purpureum cv OM- 22 2 ha, Digitaria decumbens (Pangola) 1 ha, otras gramíneas 3 ha y cultivos varios 2 ha.
Suelo característico de la zona. Pardo con Carbonato (Hdez et al, 1999).
Procedimiento y manejo del sistema. El manejo de las áreas consistió en el corte OM- 22, que se molió y suministró a los animales directamente, combinándolo con pastoreo restringido (6 a 8 horas) de P. maximum cv Común. Los animales se suplementaron con 100 g de urea y Norgold a razón de 1 kg/animal/día, además sal mineral a voluntad. 
Tratamientos evaluados. Se consideró como sistema en uso o de referencia aquel consistente en producir carne a partir de pasto, forraje y la suplementación 100 g de urea y Norgold a razón de 1 kg/animal/día, además sal mineral a voluntad.
La disponibilidad de pasto se determinó mensualmente según Haydock and Shaw (1975) y en el caso del forraje se estimó a partir del material cortado y pesado en tres puntos de 1 metro lineal en los surcos que se cosecharon cada día. La composición botánica se realizó al inicio y final de la ceba; en el caso del pastizal se usó el método de los pasos (Corbea y García Trujillo, 1982) y en el forraje se escogieron surcos al azar en los que se observó la cobertura.
El consumo y el rechazo de alimentos se calcularon pesando los forrajes y suplementos ofertados cada día a los animales. (kg de MS/animal/día) Los animales se pesaron al inicio, cada 60 días y al final de la ceba en el horario de la mañana, para determinar las ganancias diarias de peso vivo. El cálculo del balance alimentario para la ceba de vacunos se realizó mediante la metodología de balance alimentario descrita por Pérez – Infante, (2011), utilizando las tablas de requerimientos y aporte de los forrajes planteados por Paul y Lal, (2010). El análisis de correlación se realizó utilizando el paquete estadístico SPSS Versión 15 for Windows (2006).

Resultados y Discusión
En la tabla 1 se muestra el comportamiento del cv OM- 22, considerando tres indicadores, como se observa existe un incremento para la altura y el rendimiento, no así para la relación hoja – tallo que disminuye, relacionado con el desarrollo del cultivo y el incremento del largo y peso del tallo. Los resultados muestran a las 10 semanas una altura de 103 cm y un rendimiento de 59,0 t/ha de masa verde con un 62% de hojas. Estos resultados coinciden con los obtenidos por Cruz et al., 2009) y Muñoz, (2011) al evaluar este cultivar en la provincia Camagüey, sobre suelos semejantes a los descritos en el trabajo, obteniendo rendimientos que oscilaron entre las 55 y 60 t/ha de materia verde.
Evaluación de un sistema intensivo para la ceba de vacunos en una finca diversificada de la provincia Camagüey - Image 1
Los rendimientos del cultivo (t MS/ha) así como el rendimiento de hojas por etapas de ceba, no tuvieron mucha variación alcanzando valores que oscilaron desde las 8,0 t MS/ha al inicio hasta 12,10 t MS/ha al final con un promedio de 10,05 ± 0,8 t MS/ha, estos resultados coinciden con los obtenidos por Ramírez et al., (2008) al evaluar el rendimiento del cultivar CT-169 durante la primavera, bajo condiciones edafoclimáticas semejantes. Al analizar el rendimiento de hojas se observa un crecimiento por etapas, incrementándose este, hasta alcanzar valores por encima del 75 % de hojas al final, estando relacionado con el efecto de la época del año.
La Tabla 2 muestra el balance alimentario por etapas, donde se cubren los requerimientos de energía y existen excedentes para los demás nutrientes a los 60 días, esto nos demuestra que la dieta es suficiente para este período, considerando, el incremento de su peso y requerimientos, no obstante existe un aporte adicional de proteínas, así como de minerales, lo cual garantiza el estado de los animales.
Evaluación de un sistema intensivo para la ceba de vacunos en una finca diversificada de la provincia Camagüey - Image 2
Existió un crecimiento por etapas, hasta alcanzar un valor final de 863 g/animal/día, logrando un peso final de 460 kg. Estos resultados son aceptables, porque en los vacunos la ganancia media diaria oscila entre 800- 1200g/día en periodos cortos o épocas de crecimiento del pasto señalado por García Trujillo, 1980 y Milera 1995.

Conclusiones
Se obtienen ganancias medias diarias de 863 g/animal/días, al utilizar la dieta basadas en forraje de OM- 22 así como un peso promedio final 460,0 kg por animal. 
Caballero, C. R. (2001). Estudio de dos sistemas de manejo con kinggrass CT-115 (Pennisetumpurpureum) en condiciones de vaquería comercial. Tesis de Maestría en Ciencias de la Producción con Rumiantes. P 48.
 
Cruz, M. (2011). Evaluación agroproductiva de gramíneas bajo condiciones edafoclimáticas del municipio Jimaguayú. Su utilización en la ceba vacuna. Tesis presentada en opción al título de Máster en Ciencias. Facultad de Ciencias Agropecuarias. Universidad de Camagüey.
 
García _ Trujillo (1980). El papel de los animales en los sistemas agrícolas. Seminario Científico Internacional. “30 Aniversario del Instituto de Ciencia Animal”. Resúmenes, 44-49.
 
Milera, M;(1995). Sistema de Producción de Carne basados en pastos tropicales. Conferencia: “Los árboles y arbustos en la ganadería tropical”. Estación Experimental de Pastos y Forrajes. Indio Hatuey, Matanzas. Cuba.
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Autores:
Diego Muñoz
Universidad de Camagüey
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