Evaluación de algunas variedades de Pennisetum purpureum en las condiciones edafoclimáticas del municipio de Palma Soriano

Introducción

En el año 1974 fue introducido en Cuba el King grass perteneciente a la especie Pennisetum purpureum. Este forraje se convirtió en una de las principales plantas forrajeras de nuestro país. En la década de los años 1980 el Pennisetum purpureum fue utilizado como planta donante en programas de fitotecnia de las mutaciones (Herrera et al., 1995). Los pastos y los forrajes constituyen un renglón importantísimo como fuente disponible más económica para la alimentación animal fundamentalmente los rumiantes en el trópico (Martínez et al., 2010). Martínez (2010) demostró que con el P. purpureum vc. Cuba CT-115 se puede almacenar alimento en el campo y ser pastado, por lo que resulta una planta muy útil para satisfacer las necesidades del período seco. Con el trabajo se propuso determinar de las variedades de Pennisetum purpureum Cuba CT-115, Cuba OM-22 y Cuba CT-169, la de mayor potencial productivo en las condiciones edafoclimáticas de la UBPC Dos Ríos.

Materiales y Métodos

La investigación fue realizada con dos variedades de Pennisetum purpureum (Cuba CT-115 y Cuba CT-169) y el híbrido Pennisetum purpureum x Pennisetum glaucum Cuba OM-22, en la UBPC Dos Ríos de la Empresa Pecuaria “Mariano López Sánchez”, municipio Palma Soriano, provincia Santiago de Cuba. Se estudió el período de mayo-diciembre 2013, en un suelo Pardo mullido y húmico carbonatado según Clasificación Genética de los Suelos en Cuba (Hernández et al., 2015). El experimento se realizó utilizando sobre un diseño experimental de Bloques al Azar con tres tratamientos (T1: Cuba CT-115, T2: Cuba CT-169 y T3: Cuba OM-22) y tres réplicas. El área experimental fue de 288 m2. Las atenciones culturales se realizaron según el Manual Técnico-Informativo de variedades de Pennisetum purpureum de 2011. Como variables de crecimiento se consideraron: largo de la hoja (cm), ancho de la hoja (cm), largo del tallo y relación tallo-hoja (%) a los 45, 90 y 180 días y producción de forraje verde t/ha. Para determinar diferencias entre tratamientos se realizó un análisis de varianza de clasificación múltiple, se utilizó el paquete estadístico STATISTICA 6.1 en ambiente Windows y la comparación de medias se realizó a través de la prueba de Rangos Múltiples de Duncan para P≤0,05 (Di Rienzo et al., 2005). La valoración económica de los resultados se realizó según metodología propuesta por Trujillo et al. (2009) y se evaluaron los siguientes indicadores: Costo de producción (Cp, $ ha?1), Valor de la producción (Vp, $ ha?1), Ganancia (G, $ ha-1), Relación Beneficio-Costo ($). Para los cálculos se consideró el precio aprobado por el CAM para la compra-venta del cultivo ($ 0.90 kg).

Resultados y Discusión

El largo de la hoja aparece en la figura 1, se observa que no existen diferencias entre el CT-169 y OM-22, existiendo diferencias con el CT-115 a los 45, 90 y 180 días; este resultado está dado por el potencial que tienen estas variedades para la obtención de altos rendimientos, además por su capacidad de adaptarse con facilidad a las condiciones edafoclimáticas de la zona.

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En la tabla 1 se muestran los resultados obtenidos del rendimiento de MV (tMV/h) de las plantas estudiadas. Se refleja que a los 45, 90 y 180 días Cuba OM-22 fue el que mayor rendimiento alcanzó (P< 0.05), seguido del Cuba CT-169 y el Cuba CT-115.

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En un período similar al estudiado en este trabajo, en México se encontraron mayores producciones de MV con Cuba CT-169 y Cuba OM-22 con rendimientos de 94.0 t/ha y 95.0 t/ha, respectivamente. Durante el período poco lluvioso el Cuba OM-22 alcanzó entre 74 y 80% de hojas a los 42 y 70 días de edad, respectivamente, mientras que a igual edad el Cuba CT-169 tuvo valores entre 61 y 67 %, respectivamente. En estudios realizados en el período lluvioso con 5 cortes por año, el cultivar Cuba OM-22 alcanzó 170 t/ha-1de forraje verde con 70% de hojas (Martínez et al., 2010). En la literatura se reportan producciones que oscilan entre 10 y 20 toneladas de MS/ha/año para P. purpureum Cuba CT-115, Cuba CT-169 y el Cuba OM-22, sin empleo de fertilizantes ni regadíos. El rendimiento depende de la humedad, fertilidad, temperatura y edad del corte (Miranda et al., 2012). Los suelos Pardos con carbonatos son los declarados como uno de los más productivos para este género, tiene como característica un buen contenido de nutrientes, aceptable textura y buena retención de humedad. Según Padilla y Ayala (2006) el género Pennisetum exige de suelos profundos bien drenados y de fertilidad media a alta para lograr la mejor respuesta biológica de la planta. Como resultado del rendimiento por parcela experimental (t.ha-1) se realizó el análisis económico (tabla 2), en todas las variedades evaluadas se logra rentabilidad, el Cuba OM-22 fue la de mayores resultados, seguido del Cuba CT-169 y el Cuba CT-115, se logró una diferencia entre el Cuba OM-22 y el Cuba CT-115 de $ 270.00, obteniéndose un costo por peso de $ 0.247 en el Cuba OM-22, inferior al resto de los tratamientos.

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Conclusiones

Los indicadores del crecimiento de los cultivares evaluados a los 45, 90 y 180 días tuvieron mejor comportamiento en el Cuba OM-22 seguido de Cuba CT-169 y Cuba CT-115
La producción de las plantas evaluadas en tMV.ha-1 fue superior en el Cuba OM-22, con respecto al resto
Desde el punto de vista económico el mejor cultivar fue el Cuba OM-22, con el que se obtuvo una ganancia de $ 6441.00 y se logró reducir a $ 0,247 el costo por peso del mismo

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