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Distribución de razas de maíz nativo (Zea mays L) para forraje en Jalisco, México

Publicado: 8 de mayo de 2017
Por: A. A. Jiménez1, Cecilia Jiménez2, G. Moreno3, J. Hernández3 y L. A.Guerrero3 Universidad de Guadalajara. Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias. 1Instituto Para Manejo y Aprovechamiento de Recursos Filogenéticos. 2Centro de Nutrición Animal. 3Departamento de Producción Animal, Camino Ing. Ramón Padilla Sánchez No. 2100, La Venta del Astillero, Zapopan, Jalisco, México/ Tel. (33)36821454.
Resumen

Sin la variabilidad genética de los maíces nativos, es difícil tener maíces híbridos para forraje de alta producción y calidad. Las variedades locales no igualan la productividad de las mejoradas bajo condiciones ideales, pero los cultivos nativos tienen mejor respuesta a condiciones adversas bióticas y abióticas.  En Jalisco existen 20 de los 60 complejos raciales de maíz de México. El 73% del maíz nativo para forraje, proviene de las razas Tabloncillo, Tuxpeño, Elotes occidentales y Ancho. Prosperan en Jalisco donde hay precipitación superior a los 650 mm. Zamorano amarillo y Cónico norteño son razas de clima semiárido de las regiones ganaderas Altos y Norte. El objetivo de este trabajo fue comparar la calidad del forraje de algunas razas de maíces nativos en Jalisco con maíz hibrido testigo para alimentación de rumiantes. Se consideró la digestibilidad del forraje y el contenido de materia seca. En la digestibilidad del forraje, se encontró que el Ancho (78%) y Celaya (72%) son superiores al híbrido testigo (71%), mientras en contenido de materia seca, Elotes occidentales (63%), Tabloncillo (56%) y Tuxpeño (51%), superan al testigo híbrido (41%). La digestibilidad de Zamorano amarillo (52%) es similar al híbrido Dekalb2023 (54%), y en materia seca tienen 23% y 24%, respectivamente. Se concluyó que la buena calidad del forraje y la diversidad genética de estos maíces, puede contribuir a mantener y mejorar la alimentación de los rumiantes en Jalisco ya que, es uno de los Estados de México más importantes en producción de alimentos de origen animal.

Palabras clave: Maíces nativos, Razas (Zea mays L), Forraje, Rumiantes, Híbridos. 

Introducción
Jalisco es uno de los estados de México de mayor importancia ganadera. Los agricultores y ganaderos tradicionales utilizan la planta de maíz, ensilada o como forraje seco, para alimentar sus animales. La agricultura tradicional de Jalisco se practica en pequeñas parcelas en terrenos escarpados o accidentados, lo que requiere de un importante conocimiento físico biótico del medio por parte de los productores (Mapes, 2009). Este cultivo involucra una gama de maíces nativos. El 70% de todos los cultivos que se siembran en el mundo provienen de semillas que guardan los agricultores de un ciclo al siguiente. Aunque se reconoce que las variedades locales no igualan la productividad de las mejoradas bajo condiciones ideales, es frecuente que los cultivares nativos tengan mejor tolerancia a plagas o enfermedades; sequía, frío o calor; se adapten mejor a suelos pobres; tengan mejores propiedades organolépticas o duren más tiempo almacenadas (Brush, 1991). La comparación del potencial productivo entre maíces mejorados y nativos, indica que los primeros son superiores; no obstante, en los ambientes donde se cultiva el maíz nativo, los maíces híbridos ya no presentan alguna ventaja substancial para el productor. En el presente trabajo se analizan algunas causas que contribuyen a la adaptación a la entidad de un número considerable de razas de maíz, así como algunos indicadores con la calidad del forraje de los cultivares de maíz que se usan como forraje con mayor frecuencia. 
 
 
Materiales y Métodos
Se consideraron en el estudio 373 colectas de 20 razas de maíz nativo de Jalisco. Se geoposicionó el sitio de recolección de cada material, y se obtuvo información de los agricultores sobre el uso que le dan a sus maíces. En forma posterior, se analizó la calidad del forraje seco y del ensilaje de los complejos raciales que con mayor frecuencia se aprovechan para alimentación animal. Se analizó el contenido de materia seca, contenido de fibras y la digestibilidad in vitro de la materia seca. Se compararon con testigos híbridos. Se usó el diseño bloques al azar y tres repeticiones en dos experimentos.
 
 
Resultados y Discusión
De acuerdo a la información proporcionada por los productores, el 19% del maíz nativo se utiliza en forma preponderante para alimentación del ganado, ya sea como forraje seco molido con el grano incluido, o como ensilaje (Figura 1).
Distribución de razas de maíz nativo (Zea mays L) para forraje en Jalisco, México - Image 1
Figura 1. Distribución racial de maíces nativos de Jalisco que se utilizan para forraje. 
Bolita, Cónico norteño, y Tuxpeño, las razas que integran este trabajo provienen, en su origen, de la vertiente del Pacífico. Esto se debe a que varios de los complejos raciales de esta parte del país, recibieron influencias genéticas mutuas o similares durante su formación, y después sus características se fijaron por la selección de los agricultores y las barreras geográficas (Wellhausen et al., 1951; Hernández y Alanís, 1970; McClintock et al., 1981; Ron et al., 2006). La forma en que se dispersó el maíz por medio de las migraciones humanas y el intercambio de semillas, permitió el desarrollo de similitudes genéticas y morfológicas entre las razas que se desarrollaron en regiones geográficas cercanas, ya que en estas regiones existen componentes ecológicos correlacionados (Ruiz et al., 2008). Maíces de regiones geográficamente diferentes, pueden prosperar en Jalisco si los elementos ambientales entre ellas tienen algún grado de similitud; así, no es inesperado que un número importante de razas de esta vertiente estén presentes en el estado de Jalisco. 
Calidad de forraje del maíz nativo
La información que se obtuvo de los custodios, muestra que la mayor parte del maíz nativo que cultivan es para autoconsumo. La alimentación del ganado con forraje o rastrojo de maíz se realiza en forma principal con Tabloncillo, Tuxpeño, Elotes occidentales, Ancho, Cónico norteño, Celaya y Zamorano amarillo (Figura 1) con una participación del 81%, aunque el subproducto rastrojo se puede aprovechar en todas las razas. 
Distribución de razas de maíz nativo (Zea mays L) para forraje en Jalisco, México - Image 2
Figura 2. Contenido de la materia seca y su digestilidad en las principales razas de maíz nativo para forraje en Jalisco (López Ibarra, 2012; Ramírez et al. 2011)   
En la Figura 2, se observa que cultivares de las razas Ancho y Celaya tienen mayor digestibilidad (78.3 y 72%) de la materia seca que el híbrido amarillo LUG21xLUG282 (70.9%). El contenido de materia seca de Ancho, Celaya, Elotes occidentales, Tabloncillo y Tuxpeño tiene un rango de 52.3 a 63%, que es superior al del híbrido (40.9%). La comparación del ensilaje entre Zamorano amarillo y el híbrido Dekalb 2023, muestra que ambos materiales son similares en digestibilidad, 51.8 y 54.3% en forma respectiva; mientras en contenido de materia seca la raza Zamorano amarillo es ligeramente superior al híbrido. Los valores señalados explican por qué los agricultores y ganaderos tradicionales aprovechan estos maíces para alimentar su ganado; ellos han encontrado en forma empírica los cultivares que contribuyen a la producción de alimentos de origen animal. Aunque la mayoría de las variantes de las poblaciones nativas pudieran originarse por “accidentes” de la naturaleza, si así se entienden las mutaciones y la cruza natural que tiene el maíz, la selección y preservación de estos cambios esporádicos y su especialización, es resultado de la acción humana, de su conocimiento agrícola, de la conservación y acumulación de tales modificaciones (Warman ,1998). La agricultura, la industria de la semilla, y la producción de alimentos, si se pretende que tengan un componente sustentable, requieren de la materia prima que son los cultivares nativos. 
 
 
Conclusiones
Trece de las 20 razas de maíz de Jalisco, tienen uso para alimentación del ganado. Los complejos raciales Ancho, Celaya, Elotes occidentales, Tabloncillo, Tuxpeño, Zamorano amarillo y Cónico norteño, constituyen el 81% del total utilizado como forraje. Cultivares de Ancho y Celaya tiene mayor digestibilidad que el testigo híbrido, mientras que Ancho, Celaya, Elotes occidentales, Tabloncillo y Tuxpeño acumulan más materia seca que el testigo. Cultivares de Zamorano amarillo tienen menor digestibilidad respecto al testigo híbrido, pero son ligeramente superiores en contenido de materia seca. Jalisco es un estado con una gama de ambientes, climas y tipos de suelo que permiten el cultivo de un tercio de las razas de maíz que existen en México. 


Referencias
Brush, B.S. 1991. A farmer-based approach to conserving crop germplasm. Econ. Bot. 45(2):153-165.
Hernández X., E. y G. Alanís F. 1970. Estudio morfológico de cinco razas de maíz de la Sierra Madre Occidental de México: Implicaciones filogenéticas y fitogeográficas. Agrociencia 5 (1): 3-30.
López Ibarra, Andrea Lizzette, 2012. La calidad del forraje de los maíces nativos (Zea mays, L.) del occidente de México. Tesis licenciatura. Universidad de Guadalajara. p.84  
Mapes Sánchez, Cristina. 2009. Sistemas agrícolas tradicionales con maíz. p. 12-13. In: Origen y diversificación del maíz revisión analítica. T.A. Kato Yamakake, C. Mapes Sánchez, L.Ma. Mera Ovando, J.A. Serratos Hernández y R.A. Bye Boettler (eds.). UNAM, Instituto de Biología, CONABIO.  Coyoacán, México, D.F.
McClintock, Bárbara, Takeo Angel Kato Y., Almiro Blumenschein. 1981. Constitución cromosómica de las razas de maíz. Colegio de Postgraduados, Chapingo, México. p.521 
Ramírez Vega, Humberto, J. Ángel Martínez Sifuentes, J.J. Olmos Colmenero, H. E. Flores López, Ma. D. Méndez Robles y O. Iñiguez Gómez. 2011. Conservación, mejoramiento, producción y calidad forrajera del maíz Amarillo zamorano. In: Amplitud, mejoramiento, usos y riesgos de la diversidad genética de maíz en México. Eds. R. E. Preciado Ortiz y S. Montes Hernández. Soc. Mex. de Fitogenética A.C. Chapingo, México. 274 p.
Ron Parra, J., J.J. Sánchez González, A.A. Jiménez Cordero, J.A. Carrera Valtierra, J.G. Martín López, M.M. Morales Rivera, L. de la Cruz Larios, S.A. Hurtado de la Peña, S. Mena Munguía y J.G. Rodríguez Flores. 2006. Maíces nativos del occidente de México I. Colectas 2004. Scientia CUCBA 8(1):1-139.
Ruiz Corral, J.A., N. Durán Puga, J.J. Sánchez González, J. Ron Parra, D.R. González Eguiarte, J.B. Holland and G. Medina García. 2008. Climatic adaptation and ecological descriptors of 42 Mexican maize races. Crop Sci. 48:1502-1512.
Warman, Arturo. 1998. La historia de un bastardo: maíz y capitalismo. Instituto de Investigaciones Sociales, UNAM. Fondo de Cultura Económica. México, D.F. 281 p.
Wellhausen, E. J., L. M. Roberts, E. Hernandez X. y P. C. Mangelsdorf. 1951. Razas de maíz en México. Su origen, características y distribución. OEE, SAG. Folleto Téc. Núm. 55.  
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Autores:
Ángel Jimenez Cordero
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